Texto y Fotos : José Manuel Serrano Esparza.
Engracia García Aragonés en 1958, año en que llegó a Cerro Muriano tras terminar su carrera de Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid.
El 8 de marzo de 2024 y como colofón al Día de la Mujer, tuvo lugar en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano (Córdoba) y en su zona ajardinada más próxima el histórico Homenaje a Engracia García Aragonés, farmacéutica de la localidad durante 66 años,
andadura que inició en 1958, habiéndose ganado durante todo ese tiempo el sincero aprecio y cariño de los habitantes de Cerro Muriano, gracias a su vocación de servicio a los demás y a su dedicación total al bienestar de sus habitantes, por cuya salud siempre se entregó en cuerpo y alma.
UN EVENTO INOLVIDABLE Y REPLETO DE EMOCIÓN
12: 25 h de la mañana del 8 de marzo de 2024.
Engracia García Aragonés llega a las proximidades del edificio del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano en la c/ Los Arces, 44,
en un coche Audi conducido por José Antonio Asencio, gran amigo de muchos años de la familia Rubias García y el hombre clave en la fase inicial de la génesis de este homenaje,
ya que fue suya la iniciativa de obtener todas las firmas posibles (conseguiría 450 en una semana) para conseguir hacer realidad este evento, en sinergia con el Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, gran artífice de este merecido reconocimiento a una mujer extraordinaria que fue una de las pioneras en cursar en España la carrera de Farmacia, entre los años 1952 y 1958.
Engracia García Aragonés, nacida el 2 de febrero de 1934, tiene 90 años, posee gran optimismo y una inefable alegría de vivir que están a punto de ser reforzadas sobremanera por el numerosísimo público asistente y autoridades que aguardan impacientes el inicio del evento en el interior del Salón de Actos del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano.
Pocos metros después, Gracia Rubias García (hija mayor de Engracia García Aragonés) agarra a su madre del brazo izquierdo y se dirige con ella junto a José Antonio Asencio hacia la puerta principal de acceso al edificio,
momento a partir del cual, la homenajeada es acompañada por sus hermanas María García Aragonés y Loli García Aragonés, que la llevan del brazo, mientras Inmaculada Odero García y María José Odero García (hijas de Loli García Aragonés) flanquean la entrada junto a ellas.
Engracia García Aragonés avanza radiante y feliz, escoltada por sus dos hermanas, hasta que
una vez en el interior de los pasillos del edificio del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, es María García Aragonés la que lleva de la mano a su hermana mayor Engracia, a la que aguardan dentro del Salón de Actos muchísimas personas que han venido a expresarle su sincero cariño y admiración.
Todas las hermanas de Engracia García Aragonés profesaron siempre a la homenajeada un gran cariño y admiración desde la década de los años cuarenta del siglo XX.
Hoy 8 de Marzo de 2024, más de tres generaciones después, ya en pleno siglo XXI, este sentimiento está a punto de alcanzar sus máximas cotas.
Año 1952. La Victoria (Córdoba). De izquierda a derecha : Engracia García Aragonés, Loli García Aragonés, Elvira García Aragonés, María Luisa García Aragonés y Ana Carmen García Aragonés.
Tras avanzar unos pasos más, María García Aragonés (que lleva de la mano a Doña Engracia justo detrás de ella) acaba de ver que el Salón de Actos está repleto de público y esboza una sonrisa de gran felicidad, porque es impresionante la cantidad de personas, tanto de Cerro Muriano como familiares y amigos de distintas zonas de España, que han querido estar presentes y se disponen a dar a Engracia García Aragonés el recibimiento que merece.
Desde el mismo instante en que Doña Engracia hace su entrada en el Salón de Actos del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, empiezan a sucederse escenas de gran emotividad, enmarcadas por los constantes aplausos prolongados del numerosísimo público que le expresa a Doña Engracia su enorme cariño, una y otra vez.
Es un contexto que puede calificarse sin ambages como entrada triunfal, algo no buscado por Engracia García Aragonés, que siempre fue una persona humilde y discreta, pero catalizado por la espontánea y masiva reacción de los asistentes, que se han puesto en pie ante su presencia, para recibirla como se merece, al ser todos y todas plenamente conscientes de la excepcional impronta humana de esta mujer incomparable a la que conocen desde hace muchos años y que siempre supo ganarse sus corazones con su bondad, altruismo, saber estar, gran profesionalidad y muchas más virtudes.
El abundantísimo público, totalmente entregado, continúa aplaudiendo sin parar al paso de Doña Engracia, que está sintiendo y disfrutando en primera persona esta descomunal demostración colectiva de afecto por parte de los asistentes.
Hasta el punto de que la atmósfera reinante en el interior de este Salón de Actos se torna muy especial, generándose un inefable crisol de emociones, sentimientos, recuerdos de toda una vida añoranza de seres queridos que ya no están, etc.
No es un evento protocolario en absoluto. Ésto va mucho más allá, tal y como refleja la expresión facial embelesada de todo el mundo sin excepción.
Se trata de la plasmación in situ de un sentimiento popular masivo cuya esencia es el tremendo aprecio a Doña Engracia García Aragonés y el incontenible deseo de arroparla en este día tan importante para ella por parte de todos los presentes, que la conocen muy bien desde hace muchas décadas y saben de sobra el enorme peso específico que su figura representa en la Historia de Cerro Muriano.
Chapeau por tanto para el Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano por organizar con notable meticulosidad y buen hacer este inolvidable y necesario homenaje a Doña Engracia, al que han acudido en persona Pedro López Molero (Alcalde del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano), Adela Romero Blanque (Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano), Juan José Sojo Pampín (Concejal de Festejos del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano), Juan José Obrero Castro (Presidente de la Asociación de Empresarios de Cerro Muriano), Elena Celorrio Gilarte (Representante de la Alcaldía de Córdoba en la Barriada de Cerro Muriano), Azahara Montero García y Susy Gómez (Directora de la Biblioteca Municipal de Obejo-Cerro Muriano), además de Josefa Sánchez Zamorano (doctora del Centro de Salud de Cerro Muriano desde hace más de treinta años), Antonio Sotelo ( militar retirado, que fue durante muchos años representante de la Alcaldía en la Barriada de Cerro Muriano), María Fernández Romero (auxiliar de farmacia, cuya labor fue absolutamente trascendental en la evolución de la Farmacia de Cerro Muriano durante muchas décadas, ya que estuvo siempre disponible a altas horas de la madrugada para atender y suministrar los medicamentos necesarios en situaciones de urgencia a ancianos y personas que lo necesitaran), Lola Pinedo Arévalo (Directora del Grupo de Teatro El Tenderete de Cerro Muriano, con toda una vida dedicada a las artes escénicas y la interpretación de una amplísima gama de personajes de la más variada índole), etc.
La situación se hace por momentos inenarrable. La gente, que sigue de pie, no deja de aplaudir y sonreir con todas sus fuerzas a la homenajeada, que aparece dichosa.
Han sido un total de aproximadamente tres minutos ininterrumpidos de aplausos,
hasta que Engracia García Aragonés comienza a dirigirse hacia las sillas en primera fila, reservadas para ella, sus hijas, hermanas y sobrinas.
La gente no se sienta, siguen de pie y observan con todo detalle cada gesto, movimiento y palabra realizados por Engracia García Aragonés.
Ni que decir tiene que este grado de total unanimidad en cuanto a devoción sin reserva alguna, inefable estima y cariño incontestable hacia una persona, es algo insólito y muy difícil de conseguir hoy en día.
Tal es la estratosférica dimensión humana de la homenajeada, una persona que siempre fue muy querida en Cerro Muriano y que cuando no esté, jamás será olvidada, sino recordada con fervor y amor sin concesiones.
Porque pertenece al selecto club de seres humanos únicos e irrepetibles que dejan huella entre todos los que tuvieron la suerte de conocerles.
Instante en el que Laly Durán Moreno y Josefa Sánchez Zamorano se aproximan a Engracia García Aragonés (tras la que caminan sus hermanas María y Loli) para ayudarla a girar hacia la zona de sillas en primera fila reservadas para sus familiares y en la que está su asiento.
La totalidad de los presentes se desviven por aclamar y ayudar y ayudar en todo instante a esta mujer irrepetible, con una gran trayectoria vital y profesional, pero que siempre fue y sigue siendo muy accesible, sencilla, entrañable y cordial, con una gran humanidad y afán por ayudar a los demás, cualidades que de modo atávico le granjearon el sincero aprecio de los habitantes de Cerro Muriano desde su llegada al pueblo en 1958.
Pocos segundos después, Doña Engracia llega hasta su silla, se para y comienza a saludar y sonreir a las muchas personas que le está expresando su afecto, ya que la homenajeada les conoce a todos desde hace muchos años, se siente como en familia,
y su semblante refleja gran júbilo.
Pero ésto no ha hecho más que empezar, porque van a sucederse una serie de discursos y situaciones de incontenible emotividad que dejarán una huella indeleble en la memoria colectiva de Cerro Muriano.
DISCURSO DE ADELA ROMERO BLANQUE, CONCEJALA DE CULTURA DEL AYUNTAMIENTO DE OBEJO-CERRO MURIANO
Es ahora cuando Adela Romero Blanque (Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano), rodeada por Pedro López Molero (Alcalde del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano) y Azahara Montero García, toma la palabra y comienza a pronunciar un discurso en el que subraya la gran importancia de este Homenaje a Engracia García Aragonés como broche de oro al Día de la Mujer, destacando los grandes avances realizados en lo que va del siglo XXI en la plena integración de la mujer en el mundo laboral y su creciente protagonismo a todos los niveles desde un punto de vista social.
Enfatiza además su satisfacción y alegría al haber podido organizar el Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano este Homenaje a Engracia García Aragonés, una mujer muy importante y representativa en la Historia de Cerro Muriano y muy querida por sus habitantes, que siempre le han agradecido los ímprobos esfuerzos que hizo durante medio siglo en pro de su bienestar y salud.
Palabras que generan un clima de euforia y fruición entre todos los presentes, cuyo máxima prioridad es que Doña Engracia se sienta lo mejor posible y perciba de modo nítido el enorme cariño que se le tiene,
por lo que una vez más los asistentes aplauden a rabiar, ya que las palabras de la Concejala de Cultura han sintetizado muy bien la trayectoria diacrónica de la homenajeada,
cuyo semblante refleja en este momento gran felicidad e introspección, porque son muchas las vivencias experimentadas en Cerro Muriano durante 66 años que acuden a su mente y que han sido parte consustancial de su existencia.
Adela Romero Blanque prosigue con su alocución en la que realza el ejemplo a seguir que significa la figura de Engracia García Aragonés como epítome de las mujeres luchadoras, independientes y con gran profesionalidad, que con su impecable trayectoria han definido un profundo cambio social y cultural que ha catalizado la importancia in crescendo de la mujer en todos los ámbitos del mundo moderno,
Engracia García Aragonés en 2011 con sus compañeras de la promoción de Farmacia 1952-1958 : Matilde Altamirano Tapia, Carmen Spars, Inés Enríquez, Modesta García, Pilar de Gorros, Maruja Berenguer, Nati Márquez, Maruxi Alonso, Carmen Castilla y Aurora Andrés.
faceta en la que Doña Engracia fue una rompedora de moldes y adelantada a su tiempo.
La Concejala de Cultura incide asimismo en la gran talla humana de la homenajeada, que trasciende con creces su contrastada valía como farmacéutica, ya que su singular impronta altruista le permitió establecer una gran química y sincera amistad con muchísimas personas de Cerro Muriano desde su llegada al pueblo en 1958.
Un muy respetuoso silencio impregna el Salón de Actos del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, porque los asistentes desean escuchan con gran atención los discursos referentes a Engracia García Aragonés, su admirable devenir profesional y como ser humano, y ser partícipes de este bello y sentido reconocimiento por parte de todo el pueblo.
DISCURSO DE AZAHARA MONTERO GARCÍA
Llega ahora el turno de Azahara Montero García, que explica la relevancia de la emancipación de la mujer, su papel cada vez más trascendente en la sociedad moderna y las vertientes que ello tiene desde un punto de vista antropológico, humano y laboral, ámbitos en los que define a Engracia García Aragonés como un referente.
El silencio dentro del Salón de Actos del edificio del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano sigue siendo sepulcral, porque todos los asistentes anhelan escuchar con plena nitidez las alocuciones que sobre la vida y trayectoria profesional de Engracia García Aragonés están realizando los representantes de la corporación.
Azahara Montero García profundiza también en la importancia diacrónica de la consolidación de los derechos de la mujer y la igualdad de derechos entre los sexos, que ha sido uno de los grandes logros de la segunda mitad del siglo XX y especialmente de lo que llevamos del siglo XXI.
Y elogia la trayectoria laboral de Doña Engracia, que fue una de las farmacéuticas precursoras en España en su campo, al igual que sus compañeras de promoción, en una época en la que la función de las mujeres quedaba relegada poco menos que al ámbito doméstico, y cualquier atisbo de proyección exterior o profesional tropezaba con muchos problemas, incomprensiones y prejuicios de todo tipo.
El nivel de atención y respetuoso silencio por parte del muy numeroso público asistente es máximo, además de su gran satisfacción al palpar el sincero y merecido reconocimiento que está recibiendo Engracia García Aragonés, mientras su hija Gracia Rubias García, visiblemente emocionada, entra en profunda introspección al escuchar las palabras que en honor de su madre pronuncia Azahara Montero García.
Es difícil describir con palabras la tremenda intensidad emocional que se está viviendo dentro de este Salón de Actos, en el que la alegría colectiva y el cariño hacia Doña Engracia por parte de todos los presentes son personificados en buena medida en esta imagen por la expresión facial alborozada y sonrisa de felicidad de la doctora Josefa Sánchez Zamorano (gran amiga de Doña Engracia desde hace décadas, al igual que prácticamente la totalidad del resto de espectadores).
Azahara Montero García incide también en la gran bondad y vocación de servicio a los demás de Doña Engracia durante sus 50 años de profesión, en los que siempre luchó a brazo partido para que los habitantes de Cerro Muriano tuvieran la mejor salud posible, desviviéndose por ellos y atendiéndoles con frecuencia fuera del horario de su farmacia si era necesario.
El silencio dentro del Salón de Actos del edificio del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano sigue siendo sepulcral, porque todos los asistentes anhelan escuchar con plena nitidez las alocuciones que sobre la vida y trayectoria profesional de Engracia García Aragonés están realizando los representantes de la corporación, con un claro mensaje :
Esta mujer maravillosa e irrepetible, que siempre se caracterizó por su gran honestidad, ha sido un ejemplo de la notable ampliación de los horizontes culturales, laborales, sociales, económicos y de desarrollo personal conseguidos por las mujeres en el mundo contemporáneo, así como del incremento de la competencia profesional femenina y de la integración de la mujer en las empresas en puestos de dirección.
Una vez más, el público presente vuelve a aplaudir con ganas, en medio de un muy especial clima de deleite colectivo por el homenaje que está recibiendo Doña Engracia y el palpable entusiasmo de sus familiares más allegados, entre los que se encuentran Luis Rubias Rodríguez (hermano de Antonio Rubias Rodríguez, marido de Doña Engracia) y su esposa Conchita (visibles al fondo a la derecha), que han venido desde Madrid para arropar a la homenajeada.
DISCURSO DE PEDRO LÓPEZ MOLERO, ALCALDE DEL AYUNTAMIENTO DE OBEJO-CERRO MURIANO
Pocos segundos más tarde, es el turno de Pedro López Molero (Alcalde del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano), que inicia su discurso mencionando la muy extensa trayectoria profesional de Engracia García Aragonés, medio siglo de entrega a los habitantes de Cerro Muriano en pro de su salud y bienestar, además de los 66 años de existencia de su Farmacia desde que fue fundada en 1958.
El edil ensalza la gran impronta humana de Doña Engracia y sus contínuos esfuerzos de toda una vida de dedicación al pueblo, su total entrega con los vecinos, a los que siempre ha considerado amigos, y el excelente nivel de atención personalizada que siempre les brindó, incluyendo la disponibilidad permanente todos los días de la semana si había alguna urgencia que atender.
Y de nuevo, el auditorio estalla en aplausos, porque todos los presentes fueron en muchos momentos de sus vidas beneficiarios del buen hacer y desvelo de Doña Engracia, que siempre se sacrificó al máximo para que tuvieran una salud lo mejor posible, en sinergia con las personas que la acompañaron en su andadura farmacéutica y que fueron por orden cronológico Pepe Aragonés Rosales, Andrés Moreno, María del Mar Gallegos, Lali Durán y María Fernández Romero, persona importantísima en la evolución de la Farmacia, compañera y gran amiga de Doña Engracia, ya que entró con 17 años y estuvo hasta su jubilación en 2020.
Instantes después, Pedro López Molero informa al auditorio de que el Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, respaldado por la firma de 450 vecinos del pueblo, va a inaugurar en pocos minutos un parque ajardinado próximo con una placa que lleva el nombre de Engracia García Aragonés.
Estas palabras generan un muy significativo júbilo colectivo y nuevos aplausos fervientes en apoyo de la homenajeada.
Es increíble todo lo que está ocurriendo, porque desde el instante en que Doña Engracia entró en este Salón de Actos hasta este instante, ha habido aproximadamente treinta tandas distintas de aplausos, que están definiendo un evento inolvidable en el que todo el mundo se está volcando con Engracia García Aragonés, expresándole su afecto y gratitud de modo ininterrumpido.
Pedro López Molero, visiblemente emocionado, prosigue con su disertación, que no es en absoluto un panegírico protocolario con respecto a la homenajeada, sino palabras muy sentidas, que salen del corazón, y que son plenamente compartidas por la totalidad del público asistente.
Las sensaciones son indescriptibles, con los nervios a flor de piel y un absoluto silencio, respetuoso a más no poder, que hace que las palabras del alcalde resuenen en cada rincón del Salón de Actos.
Julia Rubias García está al borde del llanto, luchando por controlar las emociones.
Gracia Rubias García está absorta en sus pensamientos, y al igual que su hermana, con las manos apretadas, fruto de la enorme emotividad de los instantes que se están viviendo.
Por su parte, Engracia García Aragonés aparece simultáneamente muy feliz y serena.
Desde su más temprana infancia fue una mujer con tremenda fuerza de voluntad y gran control de sus emociones, incluso en las circunstancias más extremas.
Pero hoy es un día muy especial, y en pocos minutos las cotas de emoción van a alcanzar niveles inefables que la superarán por momentos cuando se le entregue en mano la placa conmemorativa de este histórico homenaje,
al que el paso del tiempo conferirá una dimensión y categoría cada vez mayor.
Hay aproximadamente 120 personas dentro del Salón de Actos del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, muchas de ellas de pie en las zonas laterales y también en los pasillos, escuchando por megafonía el discurso del alcalde, ya que todas las sillas están repletas de asistentes.
María Luisa García Aragonés y Loli García Aragonés (hermanas de Doña Engracia) no pierden detalle de las palabras del alcalde, mientras los semblantes de Julia Rubias Gracía, Gracia Rubias García y María José Otero García reflejan felicidad, al tiempo que Inmaculada Otero García inmortaliza el momento.
Pedro López Molero (junto al que está Adela Romero Blanque, Concejala de Cultura) abunda en el profundo vínculo que desde 1958 hasta hoy en día ha unido a Doña Engracia con los habitantes de Cerro Muriano, subrayando el hecho incuestionable de que la homenajeada es una institución en Cerro Muriano e historia viva del pueblo,
por lo que se merece con creces este reconocimiento y la gratitud que muchos vecinos de Cerro Muriano han venido a manifestarle con todas sus fuerzas.
Pero todavía faltan los dos momentos más emotivos de este día para el recuerdo :
a) La entrega de la placa conmemorativa de su homenaje dentro del Salón de Actos a Engracia García Aragonés.
b) La inauguración de un nuevo parque ajardinado a pocos metros del edificio del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano y que llevará el nombre de Engracia García Aragonés inscrito en una placa que en estos instantes está cubierta y que ha de ser descubierta por el alcalde.
GRAN TRABAJO DE SUPERVISIÓN DE DETALLES Y MÁXIMO NIVEL DE ESFUERZO PARA PRESERVAR LA SEGURIDAD DE DOÑA ENGRACIA POR PARTE DE LOS MIEMBROS DEL AYUNTAMIENTO DE OBEJO-CERRO MURIANO PRESENTES EN LA SALA Y TOTAL APOYO DEL PÚBLICO
A partir de este anuncio in situ, la dinámica del evento cambia totalmente, porque varios miembros de la corporación ( Pedro López Molero, Adela Romero Blanque, Juan José Sojo Pampín, Susy Gómez, Ángel Gómez " Angelillo " y Jorge Navas) han preparado minuciosamente este homenaje, supervisando con muchos días de antelación una pléyade de detalles para que todo salga a pedir de boca, con una clara misión : que además del público presente, los familiares más allegados de Doña Engracia ( hijas, hermanas, nietos, nietas, etc) puedan disfrutar al máximo y vivir con plena intensidad primero la entrega en mano de la mencionada placa conmemorativa entregada a Doña Engracia por el Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano y después la inauguración del parque que lleva su nombre.
Pedro López Molero y Adela Romero Blanque han decidido que serán ellos los que ayuden en todo momento a Doña Engracia a ponerse en pie y a mantener el equilibrio mientras camine desde la silla en la que está sentada hasta el lugar a pocos metros en que se halla el micrófono, zona en la que recibirá un ramo de flores, pronunciará un discurso su hija Julia Rubias, le será entregada la placa conmemorativa y a continuación pronunciará un breve discurso ella misma.
Es ahora cuando Pedro López Molero y Adela Romero Blanque empiezan a dar instrucciones y a hacer un gran esfuerzo, que se inicia con la aproximación de ambos a Doña Engracia para ayudarla a levantarse de su silla.
La multitud enfervorizada, por enésima vez en este evento, comienza de nuevo a prorrumpir en vítores y aplausos.
La gente sabe ya que ha llegado el momento en que Engracia García Aragonés se va a poner en pie, va a recibir su placa y les va a dirigir unas palabras tras el discurso de su hija Julia.
La precisión en esta fase es muy importante, ya que hay que evitar por todos los medios un resbalón o caída de Doña Engracia mientras se incorpore y aproxime al micrófono.
Pedro López Molero se acerca rápidamente a hablar con Julia Rubias García, la hija pequeña de Doña Engracia
y la besa con sincero cariño, seguido por Adela Romero Blanque,
que se acerca a Engracia García Aragonés y empieza a ayudarla a levantarse de su silla. Es una maniobra no exenta de riesgos, porque como lógica consecuencia de su edad, la movilidad de la muy querida homenajeada es algo reducida.
Ya casi lo ha conseguido, mientras es ayudada por Gracia Rubias Aragonés, hija mayor de la homenajeada.
La gente sigue aplaudiendo sin parar y con gran intensidad, de modo ininterrumpido desde hace aproximadamente un minuto.
Ésto es impresionante, e inenarrable la cara de felicidad del muy numeroso público asistente.
Adela Romero Blanque y Gracia Rubias García han conseguido poner en pie a Doña Engracia y que se sienta segura.
A partir de aquí, es Adela Romero Blanque quien lleva de la mano, con gran delicadeza, a Doña Engracia, pasito a pasito, con especial mimo y afecto, hacia la zona próxima en la que está el micrófono,
mientras imparte instrucciones a Julia Rubias García. Hay muchísimo cariño y ternura latente en esta fase, lo cual es percibido por el público, que sigue aplaudiendo hasta con el alma.
Son ya más de un minuto de aplausos sin parar sólo en esta fase.
El ambiente se torna mágico por momentos, mientras Susy Gómez, como siempre, está muy atenta a todo y verifica la amplificación de sonido de uno de los altavoces instalados sobre una silla, plenamente consciente de que se acerca la etapa más importante del Homenaje a Doña Engracia García Aragonés dentro del Salón de Actos.
Adela Romero Blanque prosigue su encomiable y nada fácil labor de llevar de las manos, con gran suavidad, casi centímetro a centímetro, lenta pero firmemente, a Doña Engracia hasta la zona del micrófono, bajo la atenta mirada de María Luisa García Aragonés (hermana de Doña Engracia), mientras Beatriz de la Vega Fernández, Alicia Molina Pérez, Beatriz de la Cruz Sánchez y Rafael Sotelo Mangas (visibles de pie, al fondo de la imagen) contemplan la escena alborozados, y Susi Gómez, incansable, sigue supervisando el buen funcionamiento de varias cosas a la vez.
Doña Engracia ya ha llegado al lugar en el que está el micrófono. El público vuelve a aplaudir espontáneamente y con gran estruendo. La homenajeada percibe su cariño mientras es sujetada por Adela Romero Blanque, que sigue esforzándose al máximo para preservar el equilibrio y seguridad de Engracia García Aragonés, que visiblemente emocionada, le dice unas palabras de gratitud al oído a Pedro López Molero, Alcalde de Cerro Muriano.
De repente, Doña Engracia levanta los brazos y saluda entusiasmada y muy agradecida al abundantísimo público presente, mientras la Concejala de Cultura y el Alcalde aplauden con ganas.
El Salón de Actos se ha convertido en una caldera a presión con un público absolutamente entregado a Doña Engracia y que continúa aclamándola con frenesí.
ENTREGA DE UN RAMO DE FLORES A ENGRACIA GARCÍA ARAGONÉS POR SU NIETO JESÚS GARCÍA RUBIAS
Pocos segundos después, Jesús García Rubias (nieto de Doña Engracia e hijo de su hija Julia Rubias García) le entrega un ramo de flores a su abuela, mientras Adela Romero Blanque se esfuerza al máximo y apoya sus manos en la espalda de la homenajeada para evitar cualquier posible resbalón o caída al suelo de Doña Engracia, que ahora no está de frente al público, sino que ha tenido que girar hacia su derecha.
Jesús García Rubias mira feliz a su abuela mientras ésta huele con delectación el ramo de flores y la concejala de cultura sigue muy pendiente de su seguridad y equilibrio,
después de haber traído una silla por si Doña Engracia se fatigaba y en algún momento quería sentarse.
Tanto Pedro López Molero como Adela Romero Blanque realizaron durante el evento un encomiable gran desgaste físico, asumiendo personalmente la protección y supervisión constante de la seguridad y equilibrio de Engracia García Aragonés mientras estaba de pie, para evitar ningún tipo de percance ni contingencia inesperada.
EMOTIVO DISCURSO DE JULIA RUBIAS GARCÍA, HIJA DE ENGRACIA GARCÍA ARAGONÉS
Pocos instantes después, tras verificar Pedro López Molero la calidad de sonido y altura adecuada del micrófono, se aproxima otro sustancial momento de inflexión del Homenaje a Engracia García Aragonés, cuando su hija Julia comienza a leer su muy emotivo discurso con respecto a la trayectoria vital y profesional de su madre, así como la especial relación y gran cariño que siempre tuvo a Cerro Muriano y sus gentes :
" Engracia García Aragonés nació en La Victoria, pueblo de la campiña cordobesa, y es la mayor de nueve hermanos.
Sus primeros estudios fueron en su pueblo, y después estuvo interna en Las Teresianas de Córdoba.
Era estudiosa, y su padre, adelantado a su época, a pesar de haber nacido en el siglo XIX y ser hombre de campo, quiso que estudiara, así que marchó a Madrid a estudiar Farmacia.
Al acabar la carrera de Farmacia, y tras realizar algunas sustituciones en Madrid y en Extremadura, por medio de un médico amigo de su padre, se enteró de que en Cerro Muriano no había farmacia, así que en 1958 se instaló en dicho pueblo, primero en la c/ Catalina Castro y posteriormente en la c/ Quevedo, anexa a lo que era entonces la casa de la médica Doña Paz.
En aquellos años, conoció a nuestro padre y los dos supieron que querían que éste fuera el sitio donde vivir y crear una familia.
Durante una época, una habitación de la Farmacia era consulta médica, porque aún no se había construido el consultorio.
En 1989 la farmacia se trasladó al local de la c/ Rogelio Benítez, donde además ejerció de analista, especialidad que obtuvo después de acabar la carrera.
Durante sus casi 50 años de ejercicio como farmacéutica, ha sido una persona pendiente de sus pacientes y vecinos, en múltiples aspectos, disponible a cualquier hora, amable, solícita y cariñosa.
Ha ejercido con mucho amor su profesión, con un sentido de la responsabilidad muy grande, y todavía con más cariño a la gente de este pueblo, que ella consideró siempre el suyo.
En los últimos años, también ha sido catequista, con un encanto especial para los niños.
Todavía hoy en día, lo que más le gusta es estar en la farmacia, ver a los vecinos e interesarse por ellos.
Terminaría diciendo que ha dedicado toda una vida al servicio de su pueblo y su gente.
Se ha ganado con creces el cariño, respeto y consideración de todos sus vecinos, a los que considera amigos.
Creo que ella representa la honradez y el amor y la entrega a su profesión, cosa difícil en su época siendo mujer, pero siempre con el apoyo y el respaldo de su marido, Antonio Rubias Rodríguez, nuestro padre.
Por último, quisiera dar las gracias al Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano que ha organizado este homenaje, a su familia, a sus amigos, a José Antonio Asencio, y a los vecinos de Cerro Muriano que la han tenido en consideración para hacerle este homenaje tan bonito.
Muchas Gracias " .
Tras el discurso de Julia Rubias García, su madre aparece pletórica y muy feliz. Las palabras de su hija han llegado a su corazón, al igual que la presencia de tanta gente que ha venido a apoyarla el día de su homenaje, por lo que saluda al público con todo cariño, al tiempo que surge una vez más, de modo espontáneo otra serie de aplausos.
Gracia Rubias García, Julia Rubias García y Doña Engracia se sienten muy queridos por los muchos vecinos de Cerro Muriano que se han dado cita hoy en este Salón de Actos para apoyar con su presencia el Homenaje a Doña Engracia.
La emoción es inenarrable y Julia Rubias agradece de nuevo su asistencika a todos los presentes.
Engracia García Aragonés está radiante, sus dos hijas se muestran dichosas a más no poder, además de muy orgullosas de su madre,
y sus expresiones faciales muestran gran satisfacción
y alegría.
ENTREGA DE PLACA CONMEMORATIVA COMO HOMENAJE DEL AYUNTAMIENTO DE OBEJO-CERRO MURIANO A LA FARMACÉUTICA DOÑA ENGRACIA GARCÍA ARAGONÉS POR SU GRAN LABOR Y DEDICACIÓN PROFESIONAL EN EL CUIDADO DE LAS FAMILIAS DE CERRO MURIANO Y SU AMABILIDAD Y CARIÑO DURANTE 66 AÑOS COMO VECINA DEL PUEBLO
La intensidad emocional en la sala crece todavía más cuando llega el momento de la entrega de la placa homenaje del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano a Doña Engracia García Aragonés por sus 66 años como farmacéutica de Cerro Muriano desde 1958 y su gran labor de dedicación en el cuidado de la salud de sus habitantes, que en este preciso instante sujeta entre sus manos el alcalde Pedro López Molero, mientras Adela Romero Blanque intenta situar el micrófono de modo que quede a la altura de la homenajeada, para que ésta pueda pronunciar su breve discurso dentro de pocos segundos.
De repente, Doña Engracia entra en profunda introspección. Este es un reconocimiento muy importante para ella, porque viene del Ayuntamiento del pueblo que ama con todo su ser y de sus habitantes a los que tanto quiere.
Engracia García Aragonés y Antonio Rubias Rodríguez el 24 de mayo de 1963, día de su boda en la Iglesia de la Compañía en Córdoba.
Es por ello que los recuerdos de toda una vida afloran en su mente, sobre todo la añoranza de su marido Antonio Rubias Rodríguez, con el que se casó el 24 de mayo de 1963, formó una familia, cumplió gran parte de sus sueños, y que falleció el 16 de febrero de 2018.
Son breves instantes en los que los aspectos más importantes de su vida pasan por su cabeza mientras se halla de pie junto a su hija Julia Rubias García,
al tiempo que la concejala de cultura sigue tratando de bajar el micrófono y ponerlo a la altura de Doña Engracia, para que pueda hablar a los asistentes con el mayor confort posible,
lo cual no resulta fácil, por lo que Pedro López Molero lucha por ajustar la altura del fuste del micrófono mientras Adela Romero Blanque lo orienta hacia Doña Engracia.
Tanto el alcalde como la concejala de cultura están al pie del cañón en todo momento. Es un instante muy importante, en el que Doña Engracia lee al público el texto de la placa homenaje en su honor otorgada por el Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, y no es posible fijar el micrófono boca abajo en dirección hacia Doña Engracia, por lo que Adela Romero Blanque decide sujetarlo manualmente con su mano izquierda,
mientras Engracia García Aragonés termina de hablar,
rodeada por personas pertenecientes a dos generaciones de su familia : su hija Julia Rubias García (que está junto a ella), su nieto Jesús García Rubias, Ernesto Torres Egido (esposo de Gracia Rubias García, hija mayor de Doña Engracia) y Gracia Torres García (nieta de Doña Engracia), ambos visibles al fondo de la imagen junto a algunos amigos.
Y una vez más, sobreviene otra nueva oleada de aplausos por parte del público asistente,
mientras Inmaculada Odero García (hija de Loli García Aragonés y sobrina de Doña Engracia), visiblemente emocionada, llora de alegría, rodeada por su hermana María José Odero García (a la derecha de la imagen) y su tía María García Aragonés (hermana de Doña Engracia).
La homenajeada muestra dichosa la placa conmemorativa que como recuerdo de este inolvidable homenaje le ha otorgado el Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano,
un reconocimiento que llena de alegría a su nieto Jesús García Rubias (que la mira con gran cariño) y a su hija Julia Rubias García, que ayuda a su madre a sostener la placa,
mientras Inmaculada Odero García sigue sollozando de júbilo, al tiempo que los espectadores no dejan de aplaudir.
Engracia García Aragonés posa con la placa homenaje que acaba de otorgarle el Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano,
entre el beneplácito del auditorio, que no deja de aplaudir.
De repente, durante breves segundos, fruto de la enorme emoción, Doña Engracia está a punto de llorar mientras constata una vez más el gran cariño y admiración que le tiene la gente de Cerro Muriano.
Es una lucha interna en la que se esfuerza por controlar los sentimientos,
lo cual consigue en pocos segundos, tras los cuales aparece dichosa y sonriente, rodeada por su hija Julia Rubias García y sus nietos Luis García Rubias, Gracia Torres García y Jesús García Rubias,
que la tratan con gran mimo y cariño, junto a Adela Romero Blanque, visiblemente satisfecha de como se ha desarrollado el evento.
A partir de este momento, todo el mundo quiere fotografiarse con Doña Engracia, para tener un bonito recuerdo.
Aquí vemos de izquierda a derecha a Gracia Rubias García, Jesús García Rubias, Gracia Torres García, Engracia García Aragonés, Luis García Rubias y Julia Rubias García.
Una más que notable felicidad preside la escena.
Todos ellos saben la enorme importancia que tiene este reconocimiento a Engracia García Aragonés como farmacéutica y habitante de Cerro Muriano
y lo orgulloso que está de ella su marido Antonio Rubias Rodríguez, que siempre la apoyó en todo y la quiso con locura hasta su último aliento.
Es en este momento cuando Ernesto Torres Egido (marido de Gracia Rubias García) se incorpora al grupo, mientras Engracia García Aragonés saluda al público.
Poco después, se suman al grupo Loli García Aragonés y María García Aragonés, hermanas de Doña Engracia.
Se respira un clima de gran alegría colectiva, mientras los aplausos no dejan de sonar en el Salón de Actos.
Aquí aparecen con Doña Engracia los miembros del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, que gracias a su meticulosa supervisión tanto por anticipado como en directo de una pléyade de detalles, fueron los más importantes artífices, junto con el muy abundante público presente, del gran éxito de este histórico homenaje.
De izquierda a derecha : Ángel Gómez " Angelillo " (encargado de labores de mantenimiento), Susi Gómez (Directora de la Biblioteca de Obejo-Cerro Muriano, así como gran dinamizadora socio-cultural), Adela Romero Blanque ( Concejala de Cultura), Engracia García Aragonés, Juan José Sojo Pampín (Concejal de Festejos), Pedro López Molero (Alcalde) y Jorge Navas (encargado de actividades deportivas).
Pocos instantes después, mientras habla con una de las asistentes al evento, Engracia García Aragonés llora de emoción, porque sigue percibiendo en todo momento el enorme cariño y sincero aprecio que le tiene la gente.
Todos los presentes saben que esta mujer le da la vuelta al marcador.
Son muchas las personas que siguen acercándose a Doña Engracia para darle la enhorabuena y manifestarle su inquebrantable cariño.
Aquí vemos a Doña Engracia con su sobrina Toñi Aragonés.
Pocos segundos después, Beatriz de la Vega Fernández le expresa su sincero aprecio a Doña Engracia, mientras Susi Gómez y una de las asistentes al evento contemplan la escena con fervor.
A continuación, Adela Romero Blanque, Andrés Peña y Susi Gómez posan con Doña Engracia, que no deja de recibir muestras de apoyo y afecto.
Aquí vemos a la homenajeada en la zona de entrada al edificio del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, rodeada por varias personas más asistentes al evento.
De izquierda a derecha : Alicia Molina Pérez, Josefa Sánchez Zamorano, Engracia García Aragonés, Andrés Peña, Julia Rubias García, Beatriz de la Vega Fernández, Beatriz de la Cruz Sánchez, Rosa de la Torre y María Jesús López Guerrero.
Tras la finalización del Homenaje a Engracia García Aragonés en el interior del Salón de Actos del edificio del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, todos los asistentes se dirigen a un parque ajardinado próximo que llevará su nombre en una placa de grandes dimensiones y que será descubierta por el alcalde en pocos minutos.
Aquí vemos a la doctora Josefa Sánchez Zamorano y a Julia Rubias García acompañando a
Doña Engracia a dicho parque.
Pedro López Molero está ya allí, verificando el buen funcionamiento de la cubierta de plástico bajo la cual se halla la placa con el nombre Engracia García Aragonés que llevará este parque que está a punto de ser inaugurado.
La gente está ya congregándose alrededor de la placa todavía cubierta, junto a la cual están Pedro López Molero, Adela Romero Rubio y Juan José Sojo Pampín, que van a presidir la ceremonia de inauguración de este parque que llevará el nombre de la homenajeada.
La expectación es enorme. Doña Engracia acaba de llegar junto a su hija Julia Rubias García al lugar donde se ha de inaugurar el nuevo parque, descubriendo una placa con el nombre de la homenajeada.
Pedro López Molero habla con ambas, mientras Adela Romero Blanque y Juan José Sojo Pampín aguardan el comienzo de la inminente ceremonia,
que se inicia con una apasionada alocución por parte de Adela Romero Blanque (Concejala de Cultura),
que rodeada por Juan José Sojo Pampín, Julia Rubias García, Engracia García Aragonés, Pedro López Molero y Gracia Rubias García, explica con detalle la relevancia para Cerro Muriano y su historia de la inauguración del Parque Engracia García Aragonés,
por la innumerable cantidad de méritos que concurren en la homenajeada, persona muy querida en el pueblo desde 1958.
La concejala de cultura incide en la gran impronta humana y vocación de ayuda a los habitantes de Cerro Muriano que siempre caracterizó a Doña Engracia, que desde su llegada al pueblo en 1958 se desvivió por atender lo mejor posible a sus vecinos, generando así una relación indisoluble de sincera amistad con ellos.
El discurso de Adela Romero Blanque aumenta en intensidad emocional conforme se va acercando el momento cumbre de desvelar la placa que va a dar nombre al nuevo parque adyacente al edificio del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano. Gracia Rubias García sujeta a su madre con gran cariño, para ayudarla a mantener el equilibrio, mientras Pedro López Molero y Julia Rubias García se disponen a desvelar la placa con el nombre de Engracia García Aragonés.
El final del discurso de la concejala de cultura, cuyas palabras han sido muy sinceras y sentidas, es la antesala del clímax emocional que está a punto de suceder.
Pedro López Molero y Julia Rubias García empiezan a descubrir la placa que a partir de ahora va a dar nombre al nuevo parque, mientras Juan José Sojo Pampín y Adela Romero Blanque aplauden con fervor,
hasta que llega el ansiado momento en que la placa con la inscripción PARQUE ENGRACIA GARCÍA ARAGONÉS es desvelada.
A partir de este instante, el evento entra en una nueva dimensión. Ésto es ya un auténtico escándalo en el sentido más positivo de la palabra.
Todos los presentes aplauden a rabiar y prorrumpen en vítores de apoyo y admiración a la figura de Doña Engracia, que observa con felicidad la placa que lleva su nombre.
Se respira un inefable clima colectivo de entusiasmo, porque todo ha salido de maravilla y el Homenaje a Doña Engracia ha sido un gran éxito.
Engracia García Aragonés mira una y otra vez, con sumo agradecimiento y felicidad, su placa que da nombre al nuevo parque, mientras nadie deja de aplaudir y vitorear a la homenajeada,
a la que sujeta del brazo con devoción su hija Julia Rubias García para ayudarla a mantener el equilibrio, porque Doña Engracia está exhausta, pero aguanta estoica, porque está muy agradecida a la ingente cantidad de vecinos de Cerro Muriano que han venido a apoyarla in situ con su presencia en el día de hoy.
Al fondo, aparece el alcalde Pedro López Molero, sonriente y feliz, porque todo ha salido muy bien.
Y la intensidad emocional de la escena, de por sí bastante grande, aumenta todavía más, cuando Gracia Rubias García, llora de alegría mientras aplaude también a su madre.
Pocos segundos después, se produce otro clímax emocional cuando de repente Doña Engracia entra en profunda introspección y los recuerdos de toda una vida vuelven a acudir a su mente,
especialmente la añoranza de su marido Antonio Rubias García, con quien pudo cumplir muchos de sus sueños vitales y que siempre la apoyó con todas sus fuerzas durante su trayectoria profesional como farmacéutica.
La escena es de de una gran emotividad y ternura, ya que Gracia Rubias García (hija mayor de Doña Engracia), acaricia a su madre con mucho cariño y la reconforta.
Es un momento también muy significativo, porque al fondo de la imagen, mirando con gran satisfacción la placa con el nombre Engracia García Aragonés por ambos lados, está Juan José Obrero Castro (Presidente de la Asociación de Empresarios de Cerro Muriano), que tuvo una gran amistad con Antonio Rubias Rodríguez.
A partir de este momento, todo el mundo quiere fotografiarse con Doña Engracia junto a la placa con su nombre que preside el nuevo parque, y son muchas las personas que comienzan a acercarse a ella para felicitarla y expresarle su gratitud y cariño, un sentimiento también plenamente compartido por Virginia Redondo, que por coincidencia con su trabajo en Córdoba no ha podido estar presente como hubiera deseado, pero que durante un año ha realizado una admirable labor cuidando a Doña Engracia con gran esmero y dedicación cuatro horas diarias.
Se gesta de este modo una ósmosis entre vecinos y vecinas de Cerro Muriano ( entre los que podemos ver a la izquierda de la imagen a Rosa de la Torre, Mila Clemente, Ana Sierra Herrera, Encarni López Balance, Felisa Puerto Pedrajas, Jessica Morales Deza y María Josefa Capitán Cabrero), miembros de la familia de Doña Engracia e integrantes del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, que posan felices rodeando a la homenajeada, que luce en todo momento el ramo de flores con el que fue obsequiada hace rato en el Salón de Actos.
Instantes después, Andrés Peña se acerca a felicitar a Doña Engracia y sus hijas Julia Rubias García y Gracia Rubias García, en presencia de la doctora Josefa Sánchez Zamorano y dos vecinas de Cerro Muriano,
contentas de ver feliz a Doña Engracia, que está visiblemente cansada, pero aguanta con la gran fuerza de voluntad atávica en ella desde su infancia y va a estar aquí de pie el tiempo que haga falta, porque quiere que todas las personas que deseen expresarle su cariño y fotografiarse con ella puedan hacerlo.
A continuación, sobreviene otra de las imágenes más definitorias del día, cuando Doña Engracia posa junto a Luis Rubias Rodríguez (hermano de su marido Antonio Rubias Rodríguez) y su esposa Conchita Tejada (que viven en Madrid), Loli García Aragonés (hermana de Doña Engracia), Antonio Torralbo Alberca (marido de Loli), María García Aragonés (hermana de Doña Engracia), en presencia de sus hijas Gracia Rubias García y Julia Rubias García.
El recuerdo de Antonio Rubias Rodríguez está muy presente en todos ellos.
Otra imagen del grupo de familiares de Engracia García Aragonés, al que se ha sumado Antonio Sotelo, militar retirado que vive en Cerro Muriano y que también ama profundamente el pueblo y sus gentes.
A la derecha del todo de la imagen está María Fernández Romero, persona muy querida en Cerro Muriano y que durante muchas décadas fue una persona importantísima en la evolución de la farmacia de Doña Engracia.
A la izquierda del todo de la imagen, detrás de Antonio Sotelo, aparece Jessica Morales Deza, esposa de Juan Almansa Gallegos, bisnieto de la mítica Filomena Díaz Rubio, una de las personas más importantes en la historia de Cerro Muriano.
Soledad López Díaz, vecina de Cerro Muriano que conoce a Doña Engracia desde hace muchas décadas, posa con la homenajeada, mientras al fondo a la derecha es visible Loli García Aragonés (hermana de Doña Engracia).
Más y más personas se acercan a saludar a Engracia García Aragonés, en un interminable torrente humano.
De izquierda a derecha : Jessica Morales Deza, Mari Carmen Pineda Arévalo, Rosa de la Torre, Soledad López Díaz y Engracia García Aragonés.
El nivel de cariño que está recibiendo Doña Engracia es ciertamente descomunal. Aquí la vemos charlando con Jessica Morales Deza, Lola Pineda Arévalo (Directora del Grupo de Teatro " El Tenderete " de Cerro Muriano) y Mari Carmen Pineda Arévalo, que le expresan su más sincero afecto y admiración.
Pocos segundos después, más personas se acercan a Doña Engracia y su hija Julia Rubias para manifestarles su cariño y sincero aprecio.
De izquierda a derecha : Julia Rubias García, María Fernández Romero, Rafael Sotelo Mangas, Alicia Molina Pérez, Engracia García Aragonés, Beatriz de la Vega Fernández, Toñi Aragonés (sobrina de Doña Engracia), y Beatriz de la Cruz Sánchez.
Es una imagen muy representativa, porque entre Julia Rubias García y Engracia García Aragonés está María Fernández Romero, gran amiga de Doña Engracia, y que durante treinta años fue un importantísimo motor impulsor de la farmacia de Cerro Muriano cuando estuvo dirigida por la homenajeada, así como durante siete años más durante la etapa inicial de Julia Rubias.
Pocos instantes después se acercan más personas para fotografiarse con Doña Engracia junto a la placa del parque que lleva su nombre.
Aquí vemos a Ernesto Torres Egido con Vicky Díez Artigas y su esposa Gracia Rubias García, mientras a la derecha de la imagen aparecen Engracia García Aragonés, José Antonio Asencio y Julia Rubias García,
que posan para la cámara en esta imagen, mientras la homenajeada mira dichosa su placa.
José Antonio Asencio, gran amigo de la familia Rubias García, fue la persona más importante en el nacimiento de este inolvidable homenaje, gracias a su iniciativa de conseguir todas las firmas posibles con tal objetivo.
Y tuvo pleno éxito, consiguiendo reunir 450 firmas de apoyo en una semana.
Otra imagen muy significativa de hasta que punto se volcó la gente en el Homenaje a Engracia García Aragonés.
De izquierda a derecha. Ernesto Torres Egido, su hija Gracia Torres Rubias y Vicky Díez Artigas.
Segundos después son Inmaculada Odero García y María José Odero García las que se acercan a saludar y felicitar a su tía Engracia García Aragonés, mientras Loli García Aragonés (hermana de la homenajeada) habla con Mari Carmen Pineda Arévalo.
Obsérvese el enorme cariño con el que Inmaculada Odero García acaricia a su tía Engracia García Aragonés, mientras su hermana María José Odero García la sonríe con gran alegría en su mirada.
A continuación, Lola Pineda Arévalo ( Directora del Grupo de Teatro " El Tenderete " de Cerro Muriano) posa junto a la placa Parque Engracia García Aragonés.
Son las 14:00 h de la tarde. Tras una media hora que ha durado la ceremonia de descubrimiento de la placa con el nombre de Engracia García Aragonés en el Parque recién inaugurado, el público asistente, la homenajeada y los miembros de la corporación vuelven al edificio del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano, donde les espera un pequeño banquete organizado por el consistorio.
Aquí vemos a Doña Engracia escoltada por su hija Julia Rubias García y su nieta Gracia Torres Rubias en dirección hacia el Salón de Actos de dicho edificio, mientras Inmaculada Odero García (sobrina de Doña Engracia) y Loli García Aragonés (hermana de la homenajeada) caminan tras ellas.
Engracia García Aragonés está ya de nuevo en la zona de acceso al Ayuntamiento de Obejo Cerro Muriano,
donde hace otra entrada triunfal, siendo recibida primeramente por Toñi Almagro, que la abraza
y besa con cariño en la zona del vestíbulo, mientras Loli García Aragonés (hermana de Doña Engracia) y su hija María José Odero García caminan tras la homenajeada.
Engracia García Aragonés avanza a través de los pasillos del edificio, escoltada ahora por María Jesús López Guerrero y su nieta Gracia Torres Rubias.
El Salón de Actos del Ayuntamiento de Obejo-Cerrro Muriano vuelve a llenarse de gente
que una y otra vez muestra su cariño a Doña Engracia. Aquí la vemos siendo saludada por Vicky Díez Artigas y su marido Joaquín Martínez Rull, mientras Luis Rubias Rodríguez ayuda a la homenajeada a mantener el equilibrio y Francisca Ariza aparece sentada al fondo.
La gente está disfrutando ya del pequeño ágape ofrecido por el Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano. A la derecha de la imagen, unos dos metros más allá de la mujer que lleva abrigo rosa, está María Josefa Capitán Cabrera, esposa del mítico Higinio Gálvez Delgado, uno de los referentes cualitativos y de experiencia en su ámbito del Lavadero de Mineral de Cerro Vértice, además de ser un lampistero de élite, gracias a sus profundos conocimientos de electrónica, que le hicieron imprescindible a la hora tanto de poner a punto como de reparar las lámparas eléctricas utilizadas por los mineros que trabajaban en el Pozo Jesús del Filón El Chaparral. Dotado de una increíble versatilidad y talento, fue muy querido por sus compañeros y siempre estaba disponible para resolver cualquier tipo de contingencia. Su hijo Higinio Gálvez Capitán es hoy en día un reconocido experto en tecnología digital y un auténtico número 1 reparando ordenadores, teléfonos móviles, etc.
Engracia García Aragonés sentada junto a una de las mesas junto a su hermana Loli García Aragonés mientras charla con Conchita Tejada. Al fondo a la izquierda de la imagen aparece Julia Rubias García en animada conversación con Inmaculada Odero García y María José Odero García, sobrinas de Doña Engracia.
Durante todo el pequeño ágape, no dejaron de acercarse personas a la mesa donde estaba Doña Engracia para interesarse por ella y expresarle su cariño. Aquí vemos a una vecina de Cerro Muriano charlando con la homenajeada y su hermana Loli García Aragonés, mientras al fondo Jesús García Rubias (nieto de Doña Engracia) habla con Inmaculada Odero García y María José Odero García. También aparecen conversando Luis Rubias Rodríguez y Joaquín Martínez Rull.
Instante en el que otra vecina más de Cerro Muriano se acerca a Doña Engracia para felicitarla y expresarle su cariño.
Son las 14: 30 h de la tarde y este histórico homenaje termina con Luis Rubias Rodríguez (hermano de Antonio Rubias Rodríguez) y su esposa Conchita Tejada acompañando a Engracia García Aragonés mientras abandona el edificio del Ayuntamiento de Obejo-Cerro Muriano en el que ha tenido lugar un evento para el recuerdo, enormemente emotivo y al que el paso del tiempo confirmará cada vez más la impresionante dimensión humana de esta maravillosa mujer
y de la persona con la que durante muchos años compartió su vida y que ha estado presente en la mente de todos durante la celebración de este inolvidable evento.
Entrevista con Engracia García Aragonés :