domingo, 28 de noviembre de 2021

ROBERT CAPA Y GERDA TARO DE ESPALDAS EN CERRO MURIANO : ¿ SON ELLOS REALMENTE ?

Por José Manuel Serrano Esparza 
                                                            
                                                                                                               © Hans Namuth / Georg Reisner

Desde hace años, algunas fuentes han sugerido la hipótesis de que en la zona derecha de una fotografía hecha por Hans Namuth / Georg Reisner en Cerro Muriano el 5 de Septiembre de 1936 y publicada por el diario francés Le Matin el 22 de Septiembre de 1936, aparecen Robert Capa y Gerda Taro de espaldas caminando en dirección opuesta a la de los refugiados y dirigiéndose al frente de Cerro Muriano. 

Pero a mi modesto entender existen varios factores importantes que descartan prácticamente tal hipótesis : 

                                                                                                              © Hans Namuth / Georg Reisner

a) La vestimenta que lleva el miliciano de la derecha (de más baja estatura que el de la izquierda) no es en absoluto la que llevó Gerda Taro el 5 de septiembre de 1936. 

Este hombre no lleva una camisa de miliciano, sino una camiseta de manga muy corta, visible en la zona alta de su brazo derecho, ligeramente por encima del bíceps y cerca del músculo deltoides, 


a diferencia de Gerda Taro, que llevó el 5 de Septiembre de 1936 una camisa de miliciano de manga larga color azul marino (mucho más oscura y gruesa que la que lleva el miliciano más a la derecha de los dos que están de espaldas en la foto de Hans Namuth) que ella se arremangó cerca del codo

                                                                                                      Photo : Robert Capa / © ICP New York

y con la que Robert Capa la fotografió en la zona de Lavaderos y Fundiciones de la Córdoba Copper Company, siendo el pantalón azul marino también más oscuro y grueso que el que lleva el miliciano más bajo en la foto de Hans Namuth. 

                                                                                                             © Hans Namuth / Georg Reisner

b) El grosor de la zona superior del brazo derecho del miliciano más bajo, así como su musculatura, hacen en mi opinión bastante improbable que se trate de una mujer, al igual que las anchas espaldas. Es un hombre de baja estatura, pero fuerte. 

c) En la entrevista que Richard Whelan mantuvo con Hans Namuth en 1982, el fotoperiodista alemán aseguró que durante su estancia en Cerro Muriano el 5 de Septiembre de 1936, él, Georg Reisner y Franz Borkenau (que iban juntos) no vieron en ningún momento a Robert Capa ni a Gerda Taro. 

d) Hans Namuth explicó a Richard Whelan que fue tres semanas después, cuando al ver en el número de la revista Vu del 23 de Septiembre de 1936 varias fotos hechas por Capa pero en las que no se indicaba el lugar en que fueron hechas, constataron que Capa había estado también en Cerro Muriano, porque en una de dichas fotos realizadas por el fotoperiodista húngaro de origen judío, 


visible en la esquina inferior derecha de la mencionada revista y con el crédito Capa, aparecía una mujer caminando con mucho esfuerzo, sudando a mares y agarrando un gran petate con diseño de cuadros y todas las pertenencias que había podido salvar, 

                                                                                          © Hans Namuth /Georg Reisner
                                                                                  
  
a la que ellos también habían fotografiado. 

Este testimonio descarta prácticamente por completo la hipótesis de que los dos milicianos que aparecen de espaldas a la derecha de la fotografía hecha por Hans Namuth / Georg Reisner puedan ser Capa y Gerda Taro, lo cual es corroborado 

                                                                                               Photo : Robert Capa / © ICP New York
 
Esta mujer fotografiada por Capa (y que es la misma a la que capta Hans Namuth cerca del paso a nivel a partir del cual empieza la zona de los Llanos, aproximadamente a 1 km de Cerro Muriano) está aproximadamente a 2 km de Cerro Muriano, que la mujer ha dejado 2 km atrás, en dirección sur, opuesta a la de su sentido de marcha, ya que esta mujer se dirige hacia la Estación de Tren de Obejo mientras Capa la capta diagonalmente desde la derecha, con un encuadre vertical. 

por el hecho de que Capa le hace una fotografía a esa misma mujer en la zona de El Ronquillo Bajo, aproximadamente 1 km más al norte, en dirección hacia la Estación de Tren de Obejo. 

Las  personas que aparecen en esta fotografía hecha por Hans Namuth están aproximadamente a 1 km de Cerro Muriano, situado al fondo de la imagen, en dirección sur. 

Si el hombre más alto de los dos que aparecen de espaldas a la derecha en la foto de Hans Namuth fuese Robert Capa, 

Robert Capa fotografía a esta mujer llevando el gran petate con diseño de cuadros con las pertenencias personales que ha podido salvar apoyado en la cadera izquierda y sujeto con su brazo izquierdo, bastantes minutos después de la foto que le hace Hans Namuth llevando el gran petate a cuadros. Esta mujer que aparece en imagen está aproximadamente a 1 km de distancia en dirección norte hacia la Estación de Tren de Obejo con respecto al punto de los Llanos del Conde, muy cerca del paso a nivel, en que es fotografiada por Hans Namuth / Georg Reisner, imagen en la que los dos milicianos que aparecen de espaldas a la derecha avanzan con dirección sur hacia Cerro Muriano, en sentido contrario al de esta mujer. Photo : Robert Capa / © ICP New York 

habría tenido que retroceder caminando hacia atrás aproximadamente 1 km, con dirección a la Estación de Tren de Obejo, para fotografiar a esta mujer  


Las  personas que aparecen en esta fotografía hecha por Hans Namuth están aproximadamente a 1 km de Cerro Muriano, situado al fondo de la imagen, en dirección sur. 

después de ser captada previamente por Hans Namuth 


a muy pocos metros del punto de los Llanos del Conde en el que hacen la foto en la que aparecen los dos milicianos de espaldas caminando hacia Cerro Muriano. 

e) Si el miliciano más alto de los dos que están de espaldas a la derecha de la imagen fuese Robert Capa, no tendría ningún sentido el que en un contexto como éste, en el que muchas personas están huyendo de Cerro Muriano (que está siendo bombardeado por la aviación franquista), con mujeres llorando, padres y madres con la desesperación marcada en sus rostros al tener que dejar sus vidas atrás, el fotoperiodista húngaro no hiciera fotos, indiferente a lo que está ocurriendo, y tuviera la cámara metida en una cartera grande de cuero, porque los momentos que se están viviendo en la imagen son de máxima intensidad emocional, con semblantes muy convulsos en las personas que huyen de la guerra y un gran potencial fotográfico para captar momentos definitorios, algo que era para Capa lo más importante de todo a la hora de captar sus imágenes. 

Es cierto que el miliciano más alto de los dos que están de espaldas tiene un corte de pelo parecido al de Robert Capa, así como abundante cabello, pero ello no significa en absoluto que tenga que ser Robert Capa, porque ese corte de pelo y abundante cabello no era algo infrecuente en aquella época, y de hecho, 

Fotografía hecha por Hans Namuth el 5 de Septiembre de 1936 en la que se aprecia un hombre joven de Cerro Muriano (el segundo empezando por la derecha) que lleva un corte de pelo y abundante cabello similares a los del miliciano más alto de espaldas captado por el fotoperiodista alemán caminando hacia Cerro Muriano, cerca del paso a nivel antes del comienzo de lo que es hoy la calle Acera Eucaliptos. © Hans Namuth / Georg Reisner

Hans Namuth fotografía ese 5 de septiembre de 1936 a varios hombres con parecido corte de pelo y abundante cabello. 

f) Robert Capa y Gerda Taro no llegaron a Cerro Muriano el 5 de Septiembre de 1936 a las 15:30 h de la tarde con Hans Namuth, Georg Reisner y Franz Borkenau.

Capa y Gerda Taro ya estaban en Cerro Muriano con certeza el 4 de Septiembre, tal y como demuestran dos fotos hechas por Capa en la colina Las Malagueñas en un momento en que claramente no había combate : una a tres soldados republicanos, dos que suben una ametralladora Hotchkiss M1914 calibre 7 x 57 mm Mauser hasta su cima y otro que baja la cuesta hacia la entrada de dicha finca, adyacente a la N-432a que pasa justo al lado, y otra en la que se ve a varios milicianos realizando un ejercicio de adiestramiento a pocos metros de la cima de dicha colina, mientras Gerda Taro, visible a la derecha de la imagen, contempla como Capa hace la foto.  

Y probablemente llevaban en el pueblo desde el 3 de Septiembre de 1936, ya que existe otra fotografía hecha por Capa en Torreárboles en la que se aprecia a varios milicianos subiendo la pendiente de dicha colina y parte del cuerpo de Gerda Taro detrás del que lleva el cañón de una ametralladora también Hotchkiss sobre su hombro izquierdo, apreciándose también claramente que no hay combate en dichos instantes.

g) El hecho de que no porten armamento y que caminen en dirección contraria a los habitantes de Cerro Muriano que huyen no significa automáticamente en absoluto el que tengan que ser Capa y Gerda Taro. 
                                                                                                     © Hans Namuth / Georg Reisner

De hecho, Hans Namuth / Georg Reisner hicieron el 5 de septiembre de 1936 en Cerro Muriano varias fotos en las que aparecen milicianos sin armamento caminando de un sitio a otro o bien quietos preparando la huida. 

Durante la mañana y sobremesa del 5 de septiembre de 1936 hubo un constante trasiego de milicianos no sólo dentro del casco urbano del pueblo de Cerro Muriano, sino también entre la Estación de Obejo, Los Llanos del Conde y Cerro Muriano. 

Es decir, hay más imágenes hechas por Hans Namuth y Georg Reisner en las que aparecen milicianos de espaldas caminando hacia Cerro Muriano mientras la población civil huye en sentido contrario hacia la Antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar, como por ejemplo ésta : 


Fotografía hecha por Hans Namuth / Georg Reisner el 5 de septiembre de 1936, también en los Llanos del Conde, en lo que es hoy en día la calle Acera Eucaliptos, a muy pocos metros del punto en el que hacen la otra foto en la que aparecen dos milicianos de espaldas. En esta imagen se aprecia a otro miliciano también de espaldas y que camina sin armas hacia Cerro Muriano, en sentido contrario al de los refugiados del pueblo, que avanzan hacia la Antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar. © Hans Namuth / Georg Reisner

                                                                                                                  © Hans Namuth / Georg Reisner 

h) La gran cartera de cuero que lleva el miliciano de la izquierda (el más alto de los dos) agarrada con su mano derecha no significa en absoluto el que dentro de ella tenga que haber equipo fotográfico. 

Ese tipo de carteras de cuero de gran tamaño eran muy frecuentes en aquella época y las llevaban un porcentaje significativo de milicianos, con todo tipo de cosas dentro : comida, fruta, cuadernos, mapas, útiles de limpieza, etc. 

Incluso, uno de los jefes milicianos anarquistas de la CNT y la FAI de Alcoy que suben al tonel y pronuncian un discurso durante la Arenga en la Finca de Villa Alicia, lleva también colgada del  hombro una cartera de cuero de gran tamaño y muy similar.   


i) En la foto que Hans Namuth le hace a la mujer con el gran petate a cuadros, ésta se halla en fase inicial de huida, junto a otras personas de Cerro Muriano, incluyendo dos mujeres más que avanzan llorando .

Todas las personas que aparecen en esta imagen están al comienzo de lo que es hoy en día la calle Acera Eucaliptos en los Llanos del Conde, aproximadamente 1 km al norte de Cerro Muriano, con la antigua casa del guarabarreras del paso a nivel visible al fondo, y avanzan con dirección norte hacia la Estación de Tren de Obejo, y la mujer con el gran petate a cuadros que incluye las pertenencias que ha podido salvar, lo lleva sobre su hombro izquierdo, agarrándolo con su mano izquierda. 

Esta mujer muestra en su rostro el shock de la experiencia que está viviendo, pero avanza todavía con buena parte de sus energías intactas. 

Hans Namuth hace esta foto 


a muy pocos metros de la otra en la que aparecen los dos milicianos de espaldas, también con la antigua casa del guardabarreras del paso a nivel visible al fondo.  

                                                                                                   Photo : Robert Capa / © ICP New York 

Pero en la foto que le hace Capa a esa misma mujer con el gran petate a cuadros, ésta se halla caminando aproximadamente 1 km más al norte, en la zona del Ronquillo Bajo, está más cansada, ha perdido buena parte de su energía, fruto del degaste físico al haber llevado durante muchos minutos a pleno sol dicho petate muy pesado sobre su hombro izquierdo, sujetándolo con su mano izquierda, y ha decidido apoyar fuertemente el petate sobre su cadera izquierda mientras lo sujeta con su brazo y mano izquierda. 

En esta fotografía vertical hecha por Capa, esta mujer está mucho más cansada que en la foto hecha por Hans Namuth aproximadamente 1 km antes, cerca de la casa del guardabarreras del paso a nivel, y en la que aparecen los dos milicianos de espaldas. 

Además, en la foto vertical hecha por Capa, esta mujer aparece con una expresión facial que revela claramente mucho mayor cansancio y stress que en la foto de Hans Namuth, tiene la boca entreabierta porque comienza a faltarle el resuello, su brazo izquierdo está totalmente extendido y recto porque tiene que sujetar con todas sus fuerzas el enorme peso del petate, y Capa la fotografía justo en el momento en que con su mano derecha se está quitando el sudor de su mejilla derecha. 

Es decir, esta foto vertical hecha por Capa fue realizada muchos minutos después de la foto hecha por Namuth en la que aparece esta misma mujer a la izquierda y en la que aparecen los dos milicianos de espaldas a la derecha.

Si el miliciano más alto de los dos que están de espaldas y que avanzan a pie hacia Cerro Muriano fuese Robert Capa, tendría que haber caminado desde ese punto hacia atrás aproximadamente 1 km para hacerle la foto vertical a la mujer del petate a cuadros, lo cual no es posible, porque ambos milicianos caminan claramente hacia Cerro Muriano en la foto de Hans Namuth. 

Por otra parte, afirmar que las dos personas que aparecen de espaldas en la foto avanzando hacia Cerro Muriano son sin duda Robert Capa y Gerda Taro 

Así pues, ninguno de los dos milicianos que están de espaldas en la foto hecha por Hans Namuth y que avanzan hacia Cerro Muriano pudo hacer ni antes ni después de ser fotografiados por Hans Namuth/George Reisner la foto vertical en la que aparece la mujer con el gran petate a cuadros apoyado en su cadera izquierda y sujeto con su brazo y mano izquierda avanzando hacia la Estación de Obejo, foto que fue hecha por Robert Capa. 

Es decir, los dos milicianos que aparecen de espaldas en la foto hecha por Hans Namuth no son ni Capa ni Gerda Taro. 

Existe además otra fotografía hecha por Hans Namuth el 5 de Septiembre de 1936 en el extremo norte de Cerro Muriano a una anciana que lleva un niño en brazos y que es fotografiada también por Capa en los Llanos de El Vacar, a una distancia de 11 km : 

 

LAS TROPAS FRANQUISTAS, CON EL GENERAL VARELA AL FRENTE, NO INICIARON LA OFENSIVA SOBRE TORREÁRBOLES Y LAS CUMBRES CIRCUNDANTES A LAS 5:30 HORAS, NI TAMPOCO SE ESCUCHARON LOS PRIMEROS DISPAROS EN LA ALDEA UNA MEDIA HORA MÁS TARDE

Por José Manuel Serrano Esparza 

La ofensiva sobre Las Malagueñas y Torreárboles bajo el mando global del general Varela no se inició en absoluto a las 5:30 h de la madrugada del 5 de Septiembre de 1936 como han indicado recientemente algunas fuentes.

A las 5:30 h fue cuando el general Varela inició su salida de Córdoba capital con su estado mayor, su ayudante y su escolta, además de Don José García Carranza y Don Eduardo Sotomayor, tal y como refleja el Diario de Operaciones del general Varela de Jesús Núñez Calvo, editorial Almena, en su página 41. 

La ofensiva sobre las colinas Las Malagueñas y Torreárboles se inició aproximadamente a las 10:00 h de la mañana del 5 de Septiembre de dicho día. 

La colina Las Malagueñas fue atacada por la columna central franquista al mando del comandante Álvarez Rementería (con 300 falangistas y una compañía de ingenieros, a través de su vertiente sur y que había seguido previamente el eje de marcha de la carretera de Córdoba a Almadén), mientras que la colina Torreárboles fue atacada por la columna franquista de la izquierda al mando del comandante Sagrado (a través de su vertiente sur). 

Hay unos 15 km de distancia entre Córdoba capital y Cerro Muriano, por lo que tanto la columna del centro como la de la izquierda, que salieron de Córdoba capital a las 5:30 h de la madrugada del 5 de Septiembre de 1936, necesitaron varias horas de marcha a pie para llegar a la zona de ambas cotas, no antes de las 9:00 h de la mañana, más el tiempo que necesitaran para instalar las tres baterías de artilleria de que disponían : una de 155 mm, otra de 105 mm que situaron al sur del Cortijo de Velasco y una de 75 mm al sur del Cerro de San Cristóbal. 

Respecto a la columna franquista atacante de la derecha, al mando del coronel Sáenz de Buruaga (máximo especialista en operaciones envolventes del Ejército de África, con sus temidos tabors de regulares marroquíes), esta columna, que era la más importante para el éxito de la operación atacante del general Varela, salió de Córdoba capital varias horas antes que las otras dos, avanzando en dirección noroeste hasta llegar a Alcolea, y desde ahí prosiguió su marcha en dirección norte a través de la zona comprendida entre el Arroyo Guadalbarbo y el Arroyo Yegüeros, llegando hasta el Vértice Clavellina - 448 m a las 5:00 h de la madrugada, de modo muy sigiloso, y siguiendo como eje de marcha el camino de los Pañeros, hasta llegar a Piedra Horadada, en las inmediaciones del Cerro de la Coja y las Fundiciones y Lavaderos de la Córdoba Copper Company, donde estuvieron varias horas a la espera, hasta aproximadamente las 13:00 h, cuando tal y como explica Francisco Moreno Gómez (40:23-41:07) en el documental Los Héroes Nunca Mueren (2004) dirigido por Jan Arnold, lanzaron un ataque contra la colina Las Malagueñas, intentando capturar a los altos oficiales del puesto de mando republicano en la zona (comandantes Juan Bernal, Gerardo Armentia, Balibrea y Aviraneta) que estaba en la Mansión de Las Malagueñas. 

Y la espera de aproximadamente ocho horas por parte de la columna de la derecha de Sáenz de Buruaga, integrada por los tabors y escuadrones marroquíes de regulares, hasta que lanzaron su primer ataque a primera hora de la tarde contra la colina Las Malagueñas, fue fruto de la enorme experiencia en combate del general Varela, que intentaba por todos los medios fijar y desgastar a las tropas republicanas que defendían las colinas Las Malagueñas y Torreárboles, mediante el ataque cuesta arriba a través de la vertiente sur de ambas respectivamente con la columna del centro y la de la izquierda, para realizar varias horas después la maniobra envolvente a través de la vertiente norte de ambas cotas y la Finca de Villa Alicia con la mencionada columna de la derecha del coronel Sáenz de Buruaga, integrada por tropas marroquís de tabor de regulares. 

Por otra parte, el 5 de Septiembre de 1936 no empezaron a escucharse los primeros disparos en la aldea a las 6:00 h de la mañana, porque dicho día no hubo batalla alguna dentro de la aldea de Cerro Muriano.

La batalla tuvo lugar en las colinas Las Malagueñas, Torreárboles y la Finca de Villa Alicia a partir de aproximadamente las 10:00 h de la mañana de dicho día, por lo que sólo pudieron oirse tiros a partir de esa hora.  

Además. ésto fue corroborado en la revista portuguesa Visao de Agosto de 2006 en el reportaje Pelos Olhos de Capa realizado en Cerro Muriano por Bruno Rascao y Patricia Fonseca, cuando entrevistaron a Paco Montilla, habitante de Cerro Muriano (que tenía 7 años el 5 de Septiembre de 1936), que relató haber vió por la mañana, el 5 de septiembre de 1936, aproximadamente a esa hora, como varios soldados republicanos que estaban en el Cerro de la Coja dispararon algunos tiros sobre aviones franquistas que empezaron a sobrevolar la zona, algo que les fue confirmado también por el testimonio de Pedro Gallego Moreno (habitante de Cerro Muriano que siempre vivió cerca del Cerro de la Coja y conversó con varios ancianos mayores que él sobre el tema durante los años ochenta y noventa), que informó de que las tropas moras llegaron a Piedra Horadada por la mañana y pudieron ser vistas, con luz día, por varias personas que vivían en la zona. 

Asimismo, Francisco Moreno Rubio y María Lourdes Córdoba (también habitantes de Cerro Muriano) afirmaron en el documental Los Héroes Nunca Mueren de 2004, dirigido por Jean Arnold, que vieron aproximadamente a las 13:00 h del 5 de Septiembre de 1936 como los tabors y escuadrones de regulares marroquís iniciaron su ataque para intentar tomar por asalto la colina de Las Malagueñas, pero encontraron una fortísima resistencia. 

Por otra parte, el pueblo de Cerro Muriano no fue atacado hasta el 6 de Septiembre de 1936, cuando los tabors de regulares marroquís de Sáenz de Buruaga hicieron un ataque devastador a sangre y fuego a través de la zona del Camino de Los Pañeros, tomando el pueblo por asalto aproximadamente a las 10:15 h de la mañana. 

Por tanto, los tabores 2 y 3 de de regulares marroquís no entraron por el flanco izquierdo del pueblo el 5 de Septiembre de 1936 a las 6:00 h de la mañana como afirmó Fernando Revuelta en el diario El Socialista, porque dicho día no hubo batalla dentro del pueblo de Cerro Muriano, sino en las colinas Las Malagueñas, Torreárboles y la Finca de Villa Alicia. 

Se da además la circunstancia de que no hubo tales tabores de regulares 2 y 3, porque la columna de la derecha franquista atacante de Sáenz de Buruaga que incluía tropas marroquíes estaba formada por un sólo tabor de regulares (el GFRI de Melilla nº2 menos una sección, al mando del comandante Francisco López-Guerrero Miranda), el 2º escuadrón del Grupo de Regulares de Ceuta nº 3 a pie y el 3er Escuadrón del Grupo de Regulares de Alhucemas nº5 a pie, los dos últimos al mando del comandante Gerardo Figuerola, tal y como se explica en el Diario de Operaciones del General Varela, recopilado por Jesús Núñez Calvo, Editorial Almena. 

Por otra parte, la aviación rebelde, no voló a gran altura el 5 de septiembre de 1936 sobre la zona de Cerro Muriano, tal y como escribió Fernando Revuelta.

La aviación rebelde voló a altura media, porque estaba constituida por aviones biplanos Breguet XIX (techo de vuelo de 7.200 m) y Nieuport 52 (techo de vuelo de 7.000 m) que despegaron del aeródromo de la Electromecánica (unos 8 km al oeste de Córdoba capital, cerca de Medina Azahara) y lanzaron bombas muy pequeñas adosadas a soportes subalares, cuya efectividad no era muy grande, como consecuencia de su escaso peso y pequeña carga explosiva, por lo que arrojarlas desde gran altura hubiera generado una notable imprecisión y una efectividad todavía menor.

El propio Franz Borkenau comenta con extrañeza en su libro El Reñidero Español como vió el 5 de Septiembre de 1936 que las bombas lanzadas por los aviones franquistas eran muy pequeñas, de unos 50 kg de peso y con escasa efectividad, aunque lógicamente su explosión y estrépito provocó la huida en masa de la población civil de Cerro Muriano a partir del mediodía del 5 de Septiembre de 1936, que se intensificaría todavía más a partir de las 15:00 h de dicho día.  

Es importante tener presente que durante la Guerra Civil Española, especialmente en 1936, era frecuente que los reporteros de ambos bandos exageraran los acontecimientos o las cifras de bajas a su favor, algo que formaba parte de la propaganda en ambos contendientes. 

De hecho, el propio Fernando Revuelta (que era un buen escritor), afirma en su mencionado artículo en el diario El Socialista que el bando faccioso tuvo 108 muertos en la Batalla de Cerro Muriano, cifra completamente desproporcionada e intencionadamente hinchada.

No hay que olvidar tampoco el contexto de aquellos momentos en el que los periodistas de ambos bandos tenían una enorme presión por parte de sus jefes militares y políticos para escribir a favor de los intereses de cada respectivo contendiente.

Por su parte, el bando franquista reconoció sólo once muertos el 5 de Septiembre de 1936 : el Capitán de Artillería D. Eugenio Carrillo y diez soldados (datos que aparecen en el Diario de Operaciones del General Varela), cifra probablemente inferior a la real, ya que dos de las columnas franquistas (la del centro y la de la izquierda) tuvieron que atacar respectivamente, cuesta arriba, la vertiente sur de las colinas Las Malagueñas y Torreárboles, contra tropas republicanas que les disparaban desde la cima, mientras que las tropas marroquís de la columna de la derecha y que combatieron con su típica extrema ferocidad en primera línea de fuego, hubieron de tener más muertos, algunos de los cuales no serían anotados en la lista de bajas, ya que tal y como explica Mustaphah El Merroun en su libro Las Tropas Marroquíes en la Guerra Civil Española 1936-1939, Editorial Almena, en su página 193, las circunstancias muy convulsas de los primeros meses de contienda y la necesidad muy urgente del bando franquista por reclutar soldados marroquís en Marruecos, hacía que se les transportara desde el norte de África a España frecuentemente sin control, sin saberse su nombre ni apellidos, por lo que cuando morían en combate no constaban después en las listas de fallecidos. 

Con respecto a la crónica de Juan Herrera en el Diario Córdoba (periódico que en esos momentos estaba en poder del bando franquista desde el principio de la guerra, tras tomar el poder en Córdoba capital el coronel Ciriaco Cascajo) en la que afirma que " partió desde la Ciudad de la Mezquita la madrugada del día 5 de Septiembre acompañando a la columna principal y que poco después de las 5 de la mañana llegaron a Pradillos, donde los falangistas tributaron una clamorosa acogida a Varela, quien a las 5,30 horas ordenó el movimiento de sus tropas hacia Torreárboles y Cerro Muriano " , tampoco es posible, porque tal y como se explica en el Diario de Operaciones del General Varela, a las 5:30 h el general Varela no estaba en los Pradillos (zona situada aproximadamente 8 km al norte de la ciudad de Córdoba), sino en Córdoba capital, y fue a esa hora cuando inició su salida desde la ciudad con su estado mayor y la columna principal del centro (al mando del comandante Antonio Álvarez de Rementería Martínez, cuyo eje de marcha fue la carretera de Córdoba a Almadén y que tenía por misión fundamental atacar la colina Las Malagueñas a través de su vertiente sur).

Por tanto, los falangistas no pudieron dar una clamorosa acogida a Varela en Los Pradillos poco después de las 5 de la mañana, porque el general Varela no salió de Córdoba capital hasta las 5:30 h.  

Y el general Varela no pudo ordenar desde Los Pradillos a las 5:30 h el movimiento de sus tropas hacia Torreárboles y Cerro Muriano, porque a esa hora inició su salida de Córdoba capital, de la que Los Pradillos está unos 8 km más al norte. 

Por otra parte, dicha hipotética clamorosa acogida al general Varela poco después de las 5 de la mañana en Los Pradillos no pudo producirse por un factor añadido más : habría comprometido el sigilo absoluto necesario para el avance de la columna central franquista atacante sin ser detectada, mientras avanzaba desde Córdoba capital, con dirección norte, pasando junto a Pedroches, Torreblanca, lo que es hoy en día la Urbanización La Colina, el Cortijo Valero y el Cortijo de Orive Bajo hasta llegar a la zona de Los Pradillos. 

LOS BIPLANOS DE FRANCO NO COMENZARON A LANZAR BOMBAS SOBRE LA POBLACIÓN DE CERRO MURIANO DURANTE LA MADRUGADA DEL 5 DE SEPTIEMBRE DE 1936

Texto y Foto : José Manuel Serrano Esparza 

Los biplanos de Franco no comenzaron a lanzar bombas sobre la población de Cerro Muriano aquella misma madrugada el 5 de Septiembre de 1936 como han indicado recientemente algunas fuentes. 

En primer lugar, porque el frente de combates el 5 de Septiembre de 1936 en la zona de Cerro Muriano no estuvo en Cerro Muriano pueblo, sino en las colinas Las Malagueñas,  Torreárboles (cotas cuya captura previa era indispensable para que el general Varela pudiera conquistar Cerro Muriano sin tener abundantes efectivos de tropas republicanas a su espalda) y la Finca de Villa Alicia. 

Y en segundo lugar, porque los biplanos de Franco, aviones Breguet XIX y Nieuport 52, no atacaron en absoluto el pueblo de Cerro Muriano durante la madrugada del 5 de Septiembre de 1936. 

Aeródromo de la Electromecánica hoy en día, 85 años después de que los aviones biplanos Breguet XIX y Nieuport 52 partieran de él el 5 de Septiembre de 1936, aproximadamente a las 9:45 h de la mañana para bombardear la cima de las colinas Torreárboles y Las Malagueñas, en las que había abundantes tropas republicanas y milicianos, apoyando así el ataque de las columnas franquistas central e izquierda a través de la vertiente sur de dichas cotas. Este antigio aeródromo está ocho km al oeste de Córdoba capital, cerca de Medina Azahara. © José Manuel Serrano Esparza 

Dichos aviones iniciaron sus ataques aproximadamente a las 10:00 h de la mañana de dicho día, contra la cima de Las Malagueñas y Torreárboles, para apoyar el ataque cuesta arriba que desde dicha hora realizaban respectivamente la columna central franquista atacante al mando del comandante Álvarez Rementería (con 300 falangistas y una compañía de ingenieros, a través de la vertiente sur de Las Malagueñas) y la columna de la izquierda franquista atacante al mando del comandante Sagrado (a través de la vertiente sur de Torreárboles) contra las tropas republicanas que defendían la cumbre de ambas colinas.  

Los aviones biplanos de Franco no empezaron a lanzar bombas sobre Cerro Muriano pueblo hasta aproximadamente las 14:00 h del 5 de Septiembre de 1936, bombardeo que se intensificó a partir de las 15:00 h de la tarde de dicho día, tal y como relata el periodista suizo Frank Borkenau en su obra " El Reñidero Español ", donde describe como él y los fotógrafos Hans Namuth y Georg Reisner se refugiaron debajo de un túnel situado al sur de Cerro Muriano, fuera de su casco poblacional.   

ROBERT CAPA Y GERDA TARO NO LLEGARON A CERRO MURIANO (CÓRDOBA) EL 5 DE SEPTIEMBRE DE 1936

Por José Manuel Serrano Esparza 

Robert Capa y Gerda Taro no llegaron a Cerro Muriano el 5 de Septiembre de 1936, tal y como demuestran tres fotografías hechas por Capa durante los dos días previos.

Capa y Gerda Taro llegaron a Cerro Muriano el 3 de Septiembre de 1936 : 

Foto 1 .- 


Fotografía hecha por Robert Capa el 3 de Septiembre de 1936.

Su autoría y ubicación fue descubierta por José Manuel Serrano Esparza en julio de 2015 : 


Se trata de una imagen que aparece en la página 127 del libro La Lucha del Pueblo Español por su Libertad (de A. Ramos Oliveira, editado por la Embajada Española en Londres en 1937), en tamaño 21 x 17 cm, y en la que se ve a un grupo de 8 milicianos anarquistas de la CNT y de la FAI de Alcoy (Alicante) subiendo a lo alto de una colina. 


Uno de ellos lleva una ametralladora pesada Hotchkiss M1914 calibre 7 x 57 mm Mauser de 24,4 kg sobre su hombro izquierdo, mientras que el situado inmediatamente a su izquierda está a punto de poner sobre la cima su trípode.

El resto de milicianos que caminan tras ellos en sentido ascendente llevan cajas de municiones que contienen cinco peines rígidos de acero, cada uno de ellos con 24 cartuchos del calibre 7 x 57 mm Mauser para la mencionada ametralladora.

Esta fotografía, así como otras dos realizadas por Capa en la Colina Las Malagueñas el 4 de Septiembre de 1936, igualmente en unos momentos en los que no había combates, demuestra que Capa y Gerda Taro llegaron a Cerro Muriano el día 3 de Septiembre de 1936, dos días antes de la batalla que tuvo lugar el 5 de Septiembre. 

Porque lo que se aprecia en la imagen hecha por Capa en Torreárboles el 3 de Septiembre de 1936 en un momentro en que claramente no había aún lucha, es a milicianos de la CNT y la FAI de Alciy, que al igual que el resto de tropas republicanas presentes en la zona de Cerro Muriano, han pasado de estar a la ofensiva durante las mencionadas jornadas de Agosto, a adoptar una configuración totalmente defensiva en las cotas más altas próximas al pueblo (Torreárboles y Las Malagueñas), comenzando a instalar ametralladoras pesadas con trípode, porque saben que el general Varela va a salir de Córdoba con sus tropas y les va a atacar en pocos días. 

La cima de Torreárboles vista desde la ladera noroeste. © José Manuel Serrano Esparza 

La acción se desarrolla a muy pocos metros de la cima de Torreárboles, de 692 metros de altura, unos 2 km al suroeste del pueblo de Cerro Muriano (Córdoba). 

Igualmente, José Manuel Serrano Esparza pudo descubrir que la persona que se halla detrás del miliciano que lleva la ametralladora es Gerda Taro, que viste el mismo pantalón oscuro que ha llevado puesto también a finales de Agosto de 1936 en Santa Eulalia (Frente de Aragón), donde Capa le ha hecho tres fotografías (una reproducida en la página 69 del libro catálogo de la exposición This is War! Robert Capa at Work, donde Gerda Taro aparece a la izquierda del contacto de 35 mm con este mismo pantalón oscuro y dos reproducidas en la página 034 del segundo tomo del libro La Maleta Mexicana, en las que está mirando el cráter producido por una bomba : una horizontal en la que aparece Gerda Taro sola y otra vertical en la que aparece con cuatro milicianos al fondo, vistiendo en ambas dicho pantalón oscuro alto y una camiseta blanca de manga corta). 

A partir del día siguientes de ser tomada por Capa esta foto de los milicianos subiendo la ametralladora, el trípode y las cajas de munición a su cima, Gerda Taro cambiará este atuendo oscuro por un mono de miliciano prestado, algo más claro y mucho más cómodo. 

Esta fotografía fue hecha por Robert Capa en Torreárboles el 3 de Septiembre de 1936, y no el 5 de Septiembre de 1936 (día en que realiza sus dos grandiosos reportajes La Arenga en la Finca de Villa Alicia y Huida de los Refugiados de Cerro Muriano a través de la salida norte del pueblo en dirección a la Antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar). 

Reencuadre selectivo que muestra al penúltimo miliciano subiendo a la cima de Torreárboles dos cajas de munición 7 x 57 mm Mauser, cada una de las cuales contiene cinco peines de 24 cartuchos. La gran cantidad de cajas de munición para esta ametralladora Hotchkiss M1914 que están transportando hasta la cumbre de esta colina los milicianos que aparecen en la imagen completa, indica que los mandos republicanos de la zona estaban preparando la defensa ante el que consideraban inminente seguro ataque en uno o dos días por parte del general Varela, y el notable despliegue de armamento indica también claramente que la mayoría de tropas republicanas y milicianos no estaban en el pueblo de Cerro Muriano, sino defendiendo Torreárboles, Las Malagueñas y la Finca de Villa Alicia, lugares donde estuvo en realidadel frente de combates el 5 de Septiembre de 1936, día en que tuvo lugar la batalla. 

Es evidente que los milicianos que aparecen en imagen no se hallan en combate, no hay batalla en ese momento, sino que están subiendola mencionada amaetralladora pesada, su trípode y abundantes cajas de munición a la cima de Torreárboles, dos días antes de la batalla propiamente dicha, que será el 5 de Septiembre de 1936, cuando tres columnas franquistas al mando conjunto del general Varela, e integradas por altos jefes militares profesionales con abundante experiencia en combate en guerra colonial en África (coronel Sáenz de Buruaga, comandante López-Guerrero, comandante Gerardo Figuerola, comandante Sagrado y comandante Baturone) atacarán las colinas Torreárboles y Las Malagueñas (dos cotas cuya conquista es fundamental para la ulterior captura del pueblo de Cerro Muriano) así como la Finca de Villa Alicia en la que hay abundantes contingentes de milicianos anarquistas de la CNT yla FAI de Alcoy (Alicante) junto con milicianos andaluces.

Los altos oficiales republicanos en la zona (al mando del comandante Juan Bernal y en cuyo estado mayor — ubicado en la Mansión de Las Malagueñas, sita en la cúspide de la colina del mismo nombre — también figuran los co,mandantes José Balibrea, Gerardo Armentia y Aviraneta) saben que el general Varela va a atacarles muy pronto, ya que la presencia de abundantes tropas republicanas en el área de Cerro Muriano (unos 15 km al norte de Córdoba capital), un enclave estratégicamente muy importante, supone una gran amenaza para Córdoba capital, en manos de las tropas franquistas. 

Por ello, han ordenado a los milicianos que suban ametralladoras y abundantes cajas de munición tanto a la cima de Torreárboles como a la de Las Malagueñas.

Capa hizo la fotografía seleccionando probablemente diafragma f/8, disparando su cámara en ángulo contrapicado, mientras los milicianos subían el tramo de pendiente inmediatamente adyacente a la cima de Torreárboles a pleno sol. 

Cima de Torreárboles, a muy pocos metros de la estructura de hormigón armado con cilindro en su zona superior, construida en 1974 sobre el basamento de una antigua torre árabe. Al fondo a la derecha se aprecia la ciudad de Córdoba. Puede constatarse perfectamente como desde la cima de esta colina la vista panorámica es enorme y de una gran calidasd, por lo que cualquier movimiento de tropas franquistas desde Córdoba capital hacia la zona de Cerro Muriano podía ser fácilmente detectado tanto visualmente como con prismáticos, de tal manera que la ubicación de ametralladoras Hotchkiss M1914 (cuyo alcance letal era de 3800 metros) en la cúspide, permitía una eficaz defensa, desde una posición elevada, con fuego automático a una cadencia de 600 disparos/minuto y velocidad inicial de 724 m/seg frente a cualquier intento de asalto enemigo a la colina, pese a lo cual Torreárboles fue tomado por asalto por las fuerzas franquistas de la columna de la izquiereda en ataque coordinado con tropas marroquís de la columna de la derecha de Sánez de Buruaga durante la noche del 5 de Septiembre de 1936. © José Manuel Serrano Esparza

Desde un punto de vista militar, la decisión de los altos mandos republicanos de instalar ametralladoras en la cima de Torreárboles (así como en Las Malagueñas) estuvo plenamente justificada, ya que al ser el vértice geodésico más alto de la Sierra de Córdoba, desde su cima hay una excepcional vista de todo el entorno circundante en muchas decenas de kilómetros a la redonda (Córdoba capital, las sierras de Jaén, Los Villares, Sierra Morena y algunos pueblos de la vertiente norte cordobesa), por lo que se domina tanto la ladera sur de la colina como cualquier intento de ataque de tropas enemigas procedentes de Córdoba capital (situada a unos 13 km al sur de Torreárboles). 

Definitivamente, los rumores que circularon durante los primeros días de Septiembre de 1936 sobre un inminante ataque republicano a Córdoba capital eran totalmente infundados, los mandos republicanos en la zona estaban preparándose para la defensa ante el seguro ataque del general Varela, y Robert Capa y Gerda Taro no llegaron a la zona de Cerro Muriano el 5 de Septiembre de 1936, sino el 3 de Septiembre de dicho año, fecha en que Capa hizo en Torreárboles la foto mostrada anteriormente y en la que aparece también Gerda Taro, cuando no había combates y faltaban todavía dos días para el ataque de las tropas franquistas sobre la zona de Cerro Muriano, aunque las abundantes tropas republicanas y milicianos en la zona sabían que les atacarían pronto, por lo que estaban posicionando ametralladoras en los puntos defensivos más importantes. 

Foto 2 .- 

                                                                                                       © Robert Capa / ICP New York

Fotografía hecha por Robert Capa en la colina Las Malagueñas el 4 de Septiembre de 1936. Esta imagen apareció originalmente en la revista francesa Regards del 24 de Septiembre de 1936. 

Se aprecia a tres soldados republicanos con casco que avanzan caminando cuesta arriba en dirección a la cima de la finca de Las Malagueñas, a la que se llegaba a través de un camino de tierra en ligera rampa ascendente, 

Entrada principal a la Finca de Las Malagueñas, donde Capa, que iba acompañado por Gerda Taro, hizo fotos los días 4 y 5 de Septiembre de 1936. Aproximadamente más arriba de este punto, en la cima de la colina, ambos fueron saludados durante la noche por el periodista Clemente Cimorra junto a la Mansión de Las Malagueñas, situada en la cima, el 5 de Septiembre de 1936, en medio del fragor de la batalla. © © José Manuel Serrano Esparza 

mientras un tercer soldado camina cuesta abajo en sentido contrario y se dirige hacia la entrada principal de la finca, situada a unos 100 metros de distancia de este punto en el que Capa hace la fotografía.

El más próximo a Capa, que camina cuesta arriba, lleva sobre su hombro derecho una ametralladora francesa Hotchkiss M1914 calibre 7 x 57 mm, que agarra con la mano derecha, mientras que el brazo izquierdo está a cierta distancia de la cintura para contrabalancear el peso del mencionado cañón de ametralladora. 

El segundo, más alejado de Capa, que camina cuesta arriba tras el que lleva el cañón de la ametralladora, carga con la pesada pieza única metálica formada por el soporte para el cañón, los dos brazos del bípode, el fuste principal de mayor anchura que llega hasta el pequeño asiento para el servidor y una caja de munición. 

El tercer soldado republicano, visible a la izquierda de los dos que suben, camina cuesta abajo en sentido opuesto, tiene el brazo doblado a la altura del codo y sujeta con su mano derecha un fusil Mauser calibre 7 x 57 mm. Se dirige hacia la entrada principal de la Finca de Las Malagueñas, situada junto a un tramo de la carretera N-432a Granada-Badajoz y que dista aproximadamente 300 metros de la cima, 


Fotografía de la Mansión de Las Malagueñas de mediados de los años sesenta, en la que se aprecia la impresionante belleza y lujo de su fachada principal, dotada con tres peldaños de piedra de acceso y un porche con arcos y columnas. Juan José Obrero Castro, dueño del restaurante Bar X de Cerro Muriano, me ha comentado con frecuencia que su abuela Encarnación, su tío Manuel y toda su familia tenían una gran amistad con las personas que cuidaban este precioso palacete, y que cuando era niño, entró muchas veces en él durante los años sesenta. Además, recuerda que las vistas desde el famoso balcón (visible en la zona superior derecha de la imagen) de esta enorme casa eran impresionantes, de tal manera que si se miraba hacia el sur podía verse Sierra Nevada durante los días claros, y si se miraba al norte, se podía observar el Valle de Los Pedroches.  


Las informaciones aportada por Juan José Obrero Castro así como por Antonio Sastre Candelario (también vecino de Cerro Muriano, albañil de élite tristemente fallecido el 12 de Noviembre del año 2018, que asimismo conoció esta muy lujosa casa desde los años cincuenta) han sido totalmente verificadas por esta fotografía hecha por Piortiz (agencia fotográfica integrada por los fotógrafos José Pío Alonso Bartolomé y Félix Ortiz) probablemente el 30 de Agosto de 1936 y publicada en el número de la revista Crónica del 6 de Septiembre de 1936, en la que se ve al comandante republicano Aviraneta de pie en el balcón de la Mansión de Las malagueñas mirando a través de un telémetro de observación, con la bella balaustrada visible a su derecha. Esta imagen fue descubierta por Alfonso del Barrio, director de la revista FV de fotografía, en Enero de 2020.

Foto 3. - 

                                                                                                           © Robert Capa / ICP New York

Fotografía en la que aparece Gerda Taro a la derecha del todo de la imagen, sujetando dos bolsas, mientras Capa fotografía un ejercicio de preparación para el combate, ya que los mandos republicanos saben que las tropas franquistas atacarán pronto. 

La identificación de Gerda Taro en esta imagen, así como su ubicación en la Finca de Las Malagueñas, fue realizada por José Manuel Serrano Esparza en Enero de 2020. 

Se aprecia a un soldado republicano próximo a la cámara, con gorro, agachado junto a un pino, con una cartuchera de munición de cuero colgada a la espalda y un fusil tapado por su cuerpo, pero del que sobresale la culata. 

También pueden verse al fondo otros soldados republicanos, igualmente agachados junto a los pinos, que utilizan como parapetos, protegiéndose tras ellos como adiestramiento para el combate, ya que saben que las tropas marroquís de tabor de regulares se caracterizan por una gran precisión con sus disparos de media y larga distancia con sus fusiles y mosquetones Máuse calibre 7 x 57 mm. 

Gerda Taro va vestida con el mismo mono de miliciano con las mangas subidas con el que aparece en las dos fotos que le hizo Capa dos días después, el 5 de septiembre de 1936, en la zona de Lavaderos y Fundiciones de la Córdoba Copper Company. 

Las dos fotografías hechas por Capa en la colina Las Malagueñas, una cerca de la entrada de acceso a la finca junto a la carretera N-432a Granada-Badajoz y otra a pocos metros de la cima y de la Mansión de Las Malagueñas, verifican totalmente la crónica " relato sobre la Marcha de la acción en Cerro Muriano " , escrita por Clemente Cimorra (periodista del diario La Voz de Madrid ) en Cerro Muriano el 6 de Septiembre de 1936, y en la que rememora como vió durante la noche del 5 de septiembre de dicho año a Robert Capa y Gerda Taro en la cima de la colina Las Malagueñas,junto a la mansión del mismo nombre, haciendo fotos de los aviones franquistas que atacaban la zona en medio del fragor de la batalla, y que ambos se presentaron a él como Robert Capa, periodista de Vu y Gerda Taro, periodista de Regards

Fotografía perteneciente a la colección " Historia Gráfica de la Guerra Civil en Córdoba " de Juan Manuel Fernández Delgado y realizada por el fotógrafo Juan José Serrano el 8 de Septiembre de 1936 a las tropas franquistas de la columna central atacante al mando del comandante Álvarez Rementería (que atacaron a través de la vertiente sur desde aproximadamente las 10:00 h de la mañana, mientras que los tabors de regulares marroquís de Sáenz de Buruaga comenzarían su asalto a esta colina a través de su vertiente norte a partir de las 13:00 h), posando frente a la Mansión de Las Malagueñas, tres días después de la captura de la colina. La elegancia y aspecto de este palacete eran un deleite para la vista, tal y como puede apreciarse al fondo, con muy bellas columnas dotadas de capiteles y grandes ventanas con hierro forjado. 

Ésto indica claramente que Capa y Gerda Taro tras hacer las fotos de los refugiados de Cerro Muriano que huían del pueblo durante la sobremesa del 5 de Septiembre de 1936, volvieron a Las Malagueñas durante la tarde de dicho día y estuvieron fotografiando los combates hasta bien entrada la noche, en que fue ya imposible contener el avance de las tropas marroquíes de tabor de regulares, por lo que Capa, Gerda Taro y los altos mandos republicanos huyeron de Las Malagueñas a través de la entrada principal a la finca y de la carretera adyacente a la misma hasta alcanzar Cerro Muriano (donde habían llegado dos días antes), mientras tropas republicanas les cubrían la espalda, hasta que aproximadamente una hora después la cota fue capturada por las tropas marroquíes.