miércoles, 20 de julio de 2016

HALLADA UNA NUEVA FOTOGRAFÍA DE REFUGIADOS DE CERRO MURIANO EN PLENA HUIDA HECHA POR CAPA: AUMENTA TODAVÍA MÁS SI CABE LA LEYENDA DEL FOTOPERIODISTA HÚNGARO DE ORIGEN JUDÍO

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Desde 2009, el transcurrir de los años está agrandando cada vez más la figura de Robert Capa, considerado el mejor fotógrafo de guerra de la historia, fundador de la Agencia Magnum y hombre que luchó a brazo partido por preservar los derechos de los fotógrafos.

Su excepcional reportaje realizado a los refugiados de Cerro Muriano el día 5 de Septiembre de 1936 durante su huida a pie del bombardeo por parte de aviones franquistas, a través de la salida norte del pueblo, siguiendo hasta la antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar, caminando en una auténtica odisea de 11 km a pleno sol durante la sobremesa del mencionado día entre aproximadamente las 15:00 h y las 18:00 h, con una temperatura próxima a los 40º C y con muchas madres y abuelas teniendo que llevar en brazos a sus bebés, se ve realzada ahora, 80 años después, todavía más si cabe, gracias a la fotografía que amablemente ha enviado a elrectanguloenlamano.blogspot.com Frank Albrecht, uno de los anticuarios más importantes de Alemania, coleccionista de copias vintage originales y propietario de Antiquariat Frank Albrecht en Schriesheim (Alemania), una imagen desconocida hasta ahora en cuanto a su autoría y ubicación, hecha por Capa con su Leica II (Model D) en un tramo del antiguo camino Cerro Muriano-Estación de Tren de Obejo junto a la vía férrea Córdoba-Almorchón, aproximadamente a 3 km de Cerro Muriano.

La fotografía es en mi opinión soberbia, hecha por Capa a bocajarro desde una ligera diagonal derecha y a una distancia de aproximadamente dos metros.


En esta imagen se aprecia a la izquierda a una mujer ataviada con un vestido de campesina muy desgastado (repleto de manchas y un roto visibles de cintura hacia abajo), con diseño de pequeños cuadros y cuyas mangas están subidas, que lleva en brazos a la más joven de sus hijas, una niña de aproximadamente un año de edad (que lleva puesto un pequeño vestido blanco con botonadura a la espalda), cuya parte interna de las rodillas sujeta con su brazo derecho, mientras con la mano izquierda ase las nalgas de la criatura para poder mantener un precario equilibrio momentáneamente algo reforzado por el brazo derecho de la niña, que defensivamente se aferra como puede al cuello de su madre.


Debido a la precipitación de la huida y el pánico generado por la explosión de las bombas, esta mujer ha emprendido la marcha saliendo de Cerro Muriano con lo puesto y con gran rapidez, sin tener tiempo siquiera de poner a la jovencísima niña al menos un pañal y unos zapatos.


La expresión de angustia de la madre, que teme por la vida de su jovencísima niña, es desoladora, y está concentrada en salvar cuanto antes a su pequeña hija, lo cual es detectado por Capa, que hace la fotografía desde una distancia increíblemente próxima, con la madre absorta en sus miedos, de tal manera que no está mirando a la cámara cuando Capa aprieta el botón liberador del obturador de su Leica II (Model D) con objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5 no revestido.

Se aprecian dos dedos de la criatura que cuelgan a la izquierda de sus nalgas, ya que la niña está ya bastante cansada y no tiene fuerzas para elevar el brazo y mano izquierda y aferrarlos al cuello de su madre.


Capa siempre atento a los más mínimos detalles, tomando decisiones de manera muy rápida y captando los instantes más significativos con un tiro rapidísimo y una precisión increíble de timing al disparar.

En la imagen aparecen también otras cinco personas:


- Un chico de unos 9 años de edad, visible a la derecha del todo de la fotografía, y que es hijo de la mujer que encabeza el grupo y lleva en brazos a la jovencísima niña de aproximadamente un año semidesnuda.

Este chico es el más próximo a Capa cuando éste crea la imagen, pero por increíble que pueda parecer, el chico no está mirando a la cámara, sino que camina absorto en sus pensamientos y es captado por Capa sin que se de cuenta.

Este muchacho lleva una camisa de manga larga oscura, casi totalmente abierta (rodeada en su zona superior por una cuerda gruesa con varios nudos en su centro), muy desgastada y a la que le faltan varios botones, y son visibles abundantes manchas en la mitad inferior izquierda de la camisa, ya que en aquella época, las condiciones de trabajo en el campo eran míseras, con jornadas de trabajo de sol a sol entre 12 y 14 horas y remuneraciones mínimas de mera supervivencia por parte de acaudalados terratenientes que poseían la inmensa mayoría de las tierras, así como una alimentación muy deficiente, especialmente en  proteínas, un contexto además en el que los niños generalmente trabajaban en el campo desde los 6 años ayudando a sus familias, y la falta de recursos económicos hacía que con frecuencia, con excepción de los Domingos, la totalidad de integrantes de las familias campesinas tuvieran que llevar la misma ropa y calzado todos los días (con el consiguiente rápido deterioro de los mismos), por lo que las madres (que se casaban muy jóvenes y a menudo tenían el primer hijo entre los 18 y los 22 años), después de las durísimas faenas en el campo, se veían obligadas a lavar la ropa a mano constantemente, además de tener que cocinar para toda la familia al menos dos veces al día, por lo que la jornada laboral de las mujeres campesinas de la época era en la práctica de unas 16-17 horas diarias y acababan extenuadas, envejeciendo rápidamente a partir de la treintena.


- Justo detrás del chico de unos 9 años de edad, aparece una niña de aproximadamente 5 años, que es su hermana y camina agarradando con su mano izquierda la mano derecha de su hermano. Viste camiseta oscura de manga corta.

Y de nuevo, de modo asombroso, no está mirando a cámara, sino que avanza absorta en sus pensamientos y con la mirada perdida, al igual que su hermano mayor y su madre, ante un futuro incierto.


El tiro de Capa es al límite para no ser detectado, muy rápido, eligiendo diafragma f/3.5 a plena abertura y enfocando sobre la madre que va en cabeza y que lleva a su hija pequeña de aproximadamente 1 año de edad en brazos, para darle todo el protagonismo posible dejando el fondo desenfocado y percibiendo por anticipado que el plano de nitidez tanto del hijo mayor como incluso de la hija mediana que va agarrada de la mano ligeramente detrás de él, va a coincidir en buena medida con el de su madre.


- Al fondo y ya desenfocados se aprecia a otra madre joven con vestido totalmente blanco que lleva en brazos a su hijo muy joven, de aproximadamente año y medio, con indumentaria superior de color blanco, y al que la madre ha tenido tiempo de ponerle unos pañales y los zapatos apresuradamente.

Esta mujer sujeta a su hijo más pequeño en una posición similar a la que encabeza el grupo, agarrando a la criatura de su muslo derecho con su mano izquierda y sujetando sus nalgas con su mano derecha, en un equilibrio aún más inestable y con riesgo de caída, ya que el cansancio ha hecho que este niño de poco más de un año no tenga fuerzas para agarrarse al cuello de su madre con ninguno de los dos brazos y manos.


- Finalmente, en el extremo derecho central de la imagen, justo detrás del hombro izquierdo y oreja izquierda del chico de unos 9 años de edad que va delante de él (y que es hijo de la mujer que encabeza el grupo y lleva a su bebé semidesnudo agarrado por detrás de las rodillas y de sus nalgas), se aprecia la cabeza y hombro izquierdo de una chica de edad similar, unos 9 ó 10 años, que camina al fondo junto a la otra madre que lleva en brazos a su hijo pequeño de aproximadamente año y medio de edad con zapatos.

Esta chica de unos 9 ó 10 años está mirando a  la derecha de Capa y aparece desenfocada en la imagen, al igual que la mujer con su niño pequeño al que ha podido poner zapatos, que camina a su altura, y de la que probablemente es la hija mayor.

Le fotografía es muy interesante por varios motivos:

a) Confirma por enésima vez el don para la fotografía de guerra, impresionante velocidad de trabajo y muy rápida toma de decisiones por parte de Capa a la hora de elegir los diafragmas y velocidades de obturación, los encuadres, y sobre todo, los elementos compositivamente más interesantes y significativos, muy especialmente las personas víctimas inocentes de la guerra.

Es un tipo de fotografía en el que la excelencia de la imagen desde un punto de vista técnico con respecto a su nitidez, contraste, dirección y calidad de la luz, etc, pasa a un segundo plano, y lo importante es estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, acercarse lo máximo posible al sujeto/s, elegir el instante más definitorio para apretar el botón disparador de la cámara pasando desapercibido y conseguir hacer la foto.

Es el sueño de todo fotoperiodista de raza: volverse por así decirlo invisible, en el momento en que hace una buena fotografía, y en ésto, sin ningún género de dudas, Robert Capa ha sido uno de los más grandes fotógrafos de la historia, como queda demostrado en esta imagen, al igual que en muchísimas otras hechas por él en España y diferentes países por todo el mundo en sus 22 años de carrera como fotógrafo profesional hasta que pisó una mina en Vietnam.


Nos hallamos ante un fotoperiodista de guerra de altísimo nivel y un formidable instinto natural para la fotografía de damnificados por conflictos bélicos desde una insólita proximidad y con gran discreción, que para hacer esta fotografía se aproxima desde la derecha y no de modo perpendicular, con mucho respeto hacia las personas fotografiadas, intentando por todos los medios no obstruir su marcha en condiciones tan penosas y dramáticas, ya que se trata de seres humanos que han abandonado sus hogares y todo su pasado.

Capa realiza el disparo prácticamente a bocajarro, desde unos 2 metros de distancia, sorprendiéndoles sin ser detectado en el momento en que crea la imagen, algo de extrema dificultad en un contexto como éste, disparando desde tan sumamente cerca, aprovechando en su fase inicial de aproximación desde la derecha el hecho de que el cuerpo del chico de unos 9 años más próximo a la cámara ubicado a la derecha evita que la madre con su de aproximadamente año y medio de edad que lleva zapatos y el muchacho que camina a su lado (probablemente su hijo mayor) le vean antes de hacer la foto.

Además, Capa se ha dado cuenta también, pocos segundos antes, de que la mujer al frente del grupo avanza enormemente preocupada por la seguridad de su niña pequeña de aproximadamente 1 año de edad que va semidesnuda, por lo que está ensimismada y no mira a la cámara, al igual que la otra madre desenfocada con su hijo pequeño de alrededor de año y medio de edad, vestido de blanco y calzado con zapatos visible al fondo, que mira hacia adelante y el chico del fondo a la derecha con rictus de cansancio y calor y que mira a la derecha de Capa, sin detectar tampoco a éste.
                                    © José Manuel Serrano Esparza

b) Esta extraordinaria fotografía es un gran ejemplo del arquetipo de imagen Leica fotoperiodística de los años treinta, cuarenta y cincuenta, en la que el enfoque no es perfecto al 100%, (un aspecto estudiado en profundidad por Michael Auer y explicado en muchas de sus conferencias), debido a la gran velocidad de trabajo por parte de los fotógrafos con las cámaras mirrorless de formato 24 x 36 mm más pequeñas de la historia: las Leica telemétricas de montura de rosca con objetivos Leitz también de muy pequeño tamaño y peso en proporción con las cámaras y que fueron utilizadas durante los años treinta, cuarenta y cincuenta (la época dorada del fotoperiodismo a nivel mundial) con gran pericia por fotógrafos de la talla de Ilse Bing, Tim Gidal, Erich Salomon, Walter Bosshard, Alexander Rodchenko, Arthur Rothstein, André Kertész, Lotte Jacobi, Otto Umbehr "Umbo", Izis, Harald Lechenperg, Dr. Paul Wolff, Kurt Hutton, Balkin, E.P. Hahn, Felix H.Mann, Wolfgang Weber,  David Seymour "Chim", Tom McAvoy, Agustí Centelles, Alfred Eisenstaedt, Werner Bischof, George Rodger, Henri Cartier-Bresson, David Douglas Duncan, Peter Stackpole, Willy Rudge, Ed van der Elsken, Ludwig Schricker, Walther Benser, Dr. Otto Steinert, Martin Muncaksi, Yevgeni Khaldei, Peter Magubane y otros.

c) Además de fijar en el tiempo a los habitantes de Cerro Muriano a los que dignifica y hace que pervivan en el recuerdo durante su huida del pueblo para escapar de las bombas de la aviación franquista, la imagen sintetiza

                                     © José Manuel Serrano Esparza

la gran simbiosis operativa en manos de Robert Capa entre la Leica II (Model D) telemétrica de 35 mm con objetivos intercambiables creada por Oskar Barnack (una obra maestra de precisión, cuyas diminutas dimensiones, ausencia de espejo basculante, obturador mecánico con cortinillas de seda engomada que es una maravilla de ingeniería y ruido casi imperceptible, fueron obra del gran ingeniero y experto alemán en mecánica de Leitz Wetzlar, Alemania)

                                     © José Manuel Serrano Esparza

y el objetivo Leitz Elmar de 4 elementos en 3 grupos y esquema óptico triplete Cooke modificado diseñado por Professor Max Berek, que consigue una notable resolución incluso a plena abertura, aunque el viñeteado aparece inevitablemente en la foto hecha a f/3.5, potenciando todavía más la característica y bella estética vintage propia de las fotografías de esta época hechas con emulsiones de blanco y negro de muy baja sensibilidad y que contenían grandes cantidades de haluros de plata.

Por otra parte, esta fotografía ha sido recortada verticalmente en su zona izquierda (obsérvese la ausencia de viñeteado en la esquina superior izquierda de la imagen, que ha de existir en el negativo original Eastman Kodak Nitrate Panchromatic cinematográfico formato 24 x 36 mm con aspect ratio 2;3 y sensibilidad Weston 32, equivalente a aproximadamente ISO 40), que incluye más aire a la izquierda, ya que Csiki Weisz, el laboratorista y gran amigo de Capa en París que revelaba sus rollos de película de blanco y negro de 35 mm, solía hacer copias en papel fotográfico recortando parte de la imagen original hasta dejarla en una proporción 4:3 o incluso 4:5 similar a los negativos de 4 x 5 ", que eran los aspect ratios que mejor se ajustaban a la maquetación de texto y fotos en las mejores revistas ilustradas de la época, sin olvidar el hecho frecuente de que cuando se trataba de las publicaciones más prestigiosas, se enviaban con frecuencia — por insólito que pueda parecer hoy en día — los negativos originales de las fotografías, que eran muchas veces reencuadradas y reproducidas con los mencionados aspect ratios en las páginas de las revistas.

elrectanguloenlamano.blogspot.com desea expresar su agradecmiento a Antiquariat Frank Albrecht Schriesheim (Alemania) por la confianza depositada en nosotros, así como su sensibilidad y comprensión de la obra de Robert Capa en la Historia de la Fotografía Mundial.

© Texto y Fotos Indicadas José Manuel Serrano Esparza. Inscrito en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Madrid.