Por José Manuel Serrano Esparza
Robert Capa y Gerda Taro no llegaron a Cerro Muriano el 5 de Septiembre de 1936, tal y como demuestran tres fotografías hechas por Capa durante los dos días previos.
Capa y Gerda Taro llegaron a Cerro Muriano el 3 de Septiembre de 1936 :
Foto 1 .-
Fotografía hecha por Robert Capa el 3 de Septiembre de 1936.
Su autoría y ubicación fue descubierta por José Manuel Serrano Esparza en julio de 2015 :
Se trata de una imagen que aparece en la página 127 del libro La Lucha del Pueblo Español por su Libertad (de A. Ramos Oliveira, editado por la Embajada Española en Londres en 1937), en tamaño 21 x 17 cm, y en la que se ve a un grupo de 8 milicianos anarquistas de la CNT y de la FAI de Alcoy (Alicante) subiendo a lo alto de una colina.
Uno de ellos lleva una ametralladora pesada Hotchkiss M1914 calibre 7 x 57 mm Mauser de 24,4 kg sobre su hombro izquierdo, mientras que el situado inmediatamente a su izquierda está a punto de poner sobre la cima su trípode.
El resto de milicianos que caminan tras ellos en sentido ascendente llevan cajas de municiones que contienen cinco peines rígidos de acero, cada uno de ellos con 24 cartuchos del calibre 7 x 57 mm Mauser para la mencionada ametralladora.
Esta fotografía, así como otras dos realizadas por Capa en la Colina Las Malagueñas el 4 de Septiembre de 1936, igualmente en unos momentos en los que no había combates, demuestra que Capa y Gerda Taro llegaron a Cerro Muriano el día 3 de Septiembre de 1936, dos días antes de la batalla que tuvo lugar el 5 de Septiembre.
Porque lo que se aprecia en la imagen hecha por Capa en Torreárboles el 3 de Septiembre de 1936 en un momentro en que claramente no había aún lucha, es a milicianos de la CNT y la FAI de Alciy, que al igual que el resto de tropas republicanas presentes en la zona de Cerro Muriano, han pasado de estar a la ofensiva durante las mencionadas jornadas de Agosto, a adoptar una configuración totalmente defensiva en las cotas más altas próximas al pueblo (Torreárboles y Las Malagueñas), comenzando a instalar ametralladoras pesadas con trípode, porque saben que el general Varela va a salir de Córdoba con sus tropas y les va a atacar en pocos días.
La cima de Torreárboles vista desde la ladera noroeste. © José Manuel Serrano Esparza
La acción se desarrolla a muy pocos metros de la cima de Torreárboles, de 692 metros de altura, unos 2 km al suroeste del pueblo de Cerro Muriano (Córdoba).
Igualmente, José Manuel Serrano Esparza pudo descubrir que la persona que se halla detrás del miliciano que lleva la ametralladora es Gerda Taro, que viste el mismo pantalón oscuro que ha llevado puesto también a finales de Agosto de 1936 en Santa Eulalia (Frente de Aragón), donde Capa le ha hecho tres fotografías (una reproducida en la página 69 del libro catálogo de la exposición This is War! Robert Capa at Work, donde Gerda Taro aparece a la izquierda del contacto de 35 mm con este mismo pantalón oscuro y dos reproducidas en la página 034 del segundo tomo del libro La Maleta Mexicana, en las que está mirando el cráter producido por una bomba : una horizontal en la que aparece Gerda Taro sola y otra vertical en la que aparece con cuatro milicianos al fondo, vistiendo en ambas dicho pantalón oscuro alto y una camiseta blanca de manga corta).
A partir del día siguientes de ser tomada por Capa esta foto de los milicianos subiendo la ametralladora, el trípode y las cajas de munición a su cima, Gerda Taro cambiará este atuendo oscuro por un mono de miliciano prestado, algo más claro y mucho más cómodo.
Esta fotografía fue hecha por Robert Capa en Torreárboles el 3 de Septiembre de 1936, y no el 5 de Septiembre de 1936 (día en que realiza sus dos grandiosos reportajes La Arenga en la Finca de Villa Alicia y Huida de los Refugiados de Cerro Muriano a través de la salida norte del pueblo en dirección a la Antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar).
Reencuadre selectivo que muestra al penúltimo miliciano subiendo a la cima de Torreárboles dos cajas de munición 7 x 57 mm Mauser, cada una de las cuales contiene cinco peines de 24 cartuchos. La gran cantidad de cajas de munición para esta ametralladora Hotchkiss M1914 que están transportando hasta la cumbre de esta colina los milicianos que aparecen en la imagen completa, indica que los mandos republicanos de la zona estaban preparando la defensa ante el que consideraban inminente seguro ataque en uno o dos días por parte del general Varela, y el notable despliegue de armamento indica también claramente que la mayoría de tropas republicanas y milicianos no estaban en el pueblo de Cerro Muriano, sino defendiendo Torreárboles, Las Malagueñas y la Finca de Villa Alicia, lugares donde estuvo en realidadel frente de combates el 5 de Septiembre de 1936, día en que tuvo lugar la batalla.
Es evidente que los milicianos que aparecen en imagen no se hallan en combate, no hay batalla en ese momento, sino que están subiendola mencionada amaetralladora pesada, su trípode y abundantes cajas de munición a la cima de Torreárboles, dos días antes de la batalla propiamente dicha, que será el 5 de Septiembre de 1936, cuando tres columnas franquistas al mando conjunto del general Varela, e integradas por altos jefes militares profesionales con abundante experiencia en combate en guerra colonial en África (coronel Sáenz de Buruaga, comandante López-Guerrero, comandante Gerardo Figuerola, comandante Sagrado y comandante Baturone) atacarán las colinas Torreárboles y Las Malagueñas (dos cotas cuya conquista es fundamental para la ulterior captura del pueblo de Cerro Muriano) así como la Finca de Villa Alicia en la que hay abundantes contingentes de milicianos anarquistas de la CNT yla FAI de Alcoy (Alicante) junto con milicianos andaluces.
Los altos oficiales republicanos en la zona (al mando del comandante Juan Bernal y en cuyo estado mayor — ubicado en la Mansión de Las Malagueñas, sita en la cúspide de la colina del mismo nombre — también figuran los co,mandantes José Balibrea, Gerardo Armentia y Aviraneta) saben que el general Varela va a atacarles muy pronto, ya que la presencia de abundantes tropas republicanas en el área de Cerro Muriano (unos 15 km al norte de Córdoba capital), un enclave estratégicamente muy importante, supone una gran amenaza para Córdoba capital, en manos de las tropas franquistas.
Por ello, han ordenado a los milicianos que suban ametralladoras y abundantes cajas de munición tanto a la cima de Torreárboles como a la de Las Malagueñas.
Capa hizo la fotografía seleccionando probablemente diafragma f/8, disparando su cámara en ángulo contrapicado, mientras los milicianos subían el tramo de pendiente inmediatamente adyacente a la cima de Torreárboles a pleno sol.
Cima de Torreárboles, a muy pocos metros de la estructura de hormigón armado con cilindro en su zona superior, construida en 1974 sobre el basamento de una antigua torre árabe. Al fondo a la derecha se aprecia la ciudad de Córdoba. Puede constatarse perfectamente como desde la cima de esta colina la vista panorámica es enorme y de una gran calidasd, por lo que cualquier movimiento de tropas franquistas desde Córdoba capital hacia la zona de Cerro Muriano podía ser fácilmente detectado tanto visualmente como con prismáticos, de tal manera que la ubicación de ametralladoras Hotchkiss M1914 (cuyo alcance letal era de 3800 metros) en la cúspide, permitía una eficaz defensa, desde una posición elevada, con fuego automático a una cadencia de 600 disparos/minuto y velocidad inicial de 724 m/seg frente a cualquier intento de asalto enemigo a la colina, pese a lo cual Torreárboles fue tomado por asalto por las fuerzas franquistas de la columna de la izquiereda en ataque coordinado con tropas marroquís de la columna de la derecha de Sánez de Buruaga durante la noche del 5 de Septiembre de 1936. © José Manuel Serrano Esparza
Desde un punto de vista militar, la decisión de los altos mandos republicanos de instalar ametralladoras en la cima de Torreárboles (así como en Las Malagueñas) estuvo plenamente justificada, ya que al ser el vértice geodésico más alto de la Sierra de Córdoba, desde su cima hay una excepcional vista de todo el entorno circundante en muchas decenas de kilómetros a la redonda (Córdoba capital, las sierras de Jaén, Los Villares, Sierra Morena y algunos pueblos de la vertiente norte cordobesa), por lo que se domina tanto la ladera sur de la colina como cualquier intento de ataque de tropas enemigas procedentes de Córdoba capital (situada a unos 13 km al sur de Torreárboles).
Definitivamente, los rumores que circularon durante los primeros días de Septiembre de 1936 sobre un inminante ataque republicano a Córdoba capital eran totalmente infundados, los mandos republicanos en la zona estaban preparándose para la defensa ante el seguro ataque del general Varela, y Robert Capa y Gerda Taro no llegaron a la zona de Cerro Muriano el 5 de Septiembre de 1936, sino el 3 de Septiembre de dicho año, fecha en que Capa hizo en Torreárboles la foto mostrada anteriormente y en la que aparece también Gerda Taro, cuando no había combates y faltaban todavía dos días para el ataque de las tropas franquistas sobre la zona de Cerro Muriano, aunque las abundantes tropas republicanas y milicianos en la zona sabían que les atacarían pronto, por lo que estaban posicionando ametralladoras en los puntos defensivos más importantes.
Foto 2 .-
© Robert Capa / ICP New York
Fotografía hecha por Robert Capa en la colina Las Malagueñas el 4 de Septiembre de 1936. Esta imagen apareció originalmente en la revista francesa Regards del 24 de Septiembre de 1936.
Se aprecia a tres soldados republicanos con casco que avanzan caminando cuesta arriba en dirección a la cima de la finca de Las Malagueñas, a la que se llegaba a través de un camino de tierra en ligera rampa ascendente,
Entrada principal a la Finca de Las Malagueñas, donde Capa, que iba acompañado por Gerda Taro, hizo fotos los días 4 y 5 de Septiembre de 1936. Aproximadamente más arriba de este punto, en la cima de la colina, ambos fueron saludados durante la noche por el periodista Clemente Cimorra junto a la Mansión de Las Malagueñas, situada en la cima, el 5 de Septiembre de 1936, en medio del fragor de la batalla. © © José Manuel Serrano Esparza
mientras un tercer soldado camina cuesta abajo en sentido contrario y se dirige hacia la entrada principal de la finca, situada a unos 100 metros de distancia de este punto en el que Capa hace la fotografía.
El más próximo a Capa, que camina cuesta arriba, lleva sobre su hombro derecho una ametralladora francesa Hotchkiss M1914 calibre 7 x 57 mm, que agarra con la mano derecha, mientras que el brazo izquierdo está a cierta distancia de la cintura para contrabalancear el peso del mencionado cañón de ametralladora.
El segundo, más alejado de Capa, que camina cuesta arriba tras el que lleva el cañón de la ametralladora, carga con la pesada pieza única metálica formada por el soporte para el cañón, los dos brazos del bípode, el fuste principal de mayor anchura que llega hasta el pequeño asiento para el servidor y una caja de munición.
El tercer soldado republicano, visible a la izquierda de los dos que suben, camina cuesta abajo en sentido opuesto, tiene el brazo doblado a la altura del codo y sujeta con su mano derecha un fusil Mauser calibre 7 x 57 mm. Se dirige hacia la entrada principal de la Finca de Las Malagueñas, situada junto a un tramo de la carretera N-432a Granada-Badajoz y que dista aproximadamente 300 metros de la cima,
Fotografía de la Mansión de Las Malagueñas de mediados de los años sesenta, en la que se aprecia la impresionante belleza y lujo de su fachada principal, dotada con tres peldaños de piedra de acceso y un porche con arcos y columnas. Juan José Obrero Castro, dueño del restaurante Bar X de Cerro Muriano, me ha comentado con frecuencia que su abuela Encarnación, su tío Manuel y toda su familia tenían una gran amistad con las personas que cuidaban este precioso palacete, y que cuando era niño, entró muchas veces en él durante los años sesenta. Además, recuerda que las vistas desde el famoso balcón (visible en la zona superior derecha de la imagen) de esta enorme casa eran impresionantes, de tal manera que si se miraba hacia el sur podía verse Sierra Nevada durante los días claros, y si se miraba al norte, se podía observar el Valle de Los Pedroches.
Las informaciones aportada por Juan José Obrero Castro así como por Antonio Sastre Candelario (también vecino de Cerro Muriano, albañil de élite tristemente fallecido el 12 de Noviembre del año 2018, que asimismo conoció esta muy lujosa casa desde los años cincuenta) han sido totalmente verificadas por esta fotografía hecha por Piortiz (agencia fotográfica integrada por los fotógrafos José Pío Alonso Bartolomé y Félix Ortiz) probablemente el 30 de Agosto de 1936 y publicada en el número de la revista Crónica del 6 de Septiembre de 1936, en la que se ve al comandante republicano Aviraneta de pie en el balcón de la Mansión de Las malagueñas mirando a través de un telémetro de observación, con la bella balaustrada visible a su derecha. Esta imagen fue descubierta por Alfonso del Barrio, director de la revista FV de fotografía, en Enero de 2020. Foto 3. -
© Robert Capa / ICP New York
Fotografía en la que aparece Gerda Taro a la derecha del todo de la imagen, sujetando dos bolsas, mientras Capa fotografía un ejercicio de preparación para el combate, ya que los mandos republicanos saben que las tropas franquistas atacarán pronto.
La identificación de Gerda Taro en esta imagen, así como su ubicación en la Finca de Las Malagueñas, fue realizada por José Manuel Serrano Esparza en Enero de 2020.
Se aprecia a un soldado republicano próximo a la cámara, con gorro, agachado junto a un pino, con una cartuchera de munición de cuero colgada a la espalda y un fusil tapado por su cuerpo, pero del que sobresale la culata.
También pueden verse al fondo otros soldados republicanos, igualmente agachados junto a los pinos, que utilizan como parapetos, protegiéndose tras ellos como adiestramiento para el combate, ya que saben que las tropas marroquís de tabor de regulares se caracterizan por una gran precisión con sus disparos de media y larga distancia con sus fusiles y mosquetones Máuse calibre 7 x 57 mm.
Gerda Taro va vestida con el mismo mono de miliciano con las mangas subidas con el que aparece en las dos fotos que le hizo Capa dos días después, el 5 de septiembre de 1936, en la zona de Lavaderos y Fundiciones de la Córdoba Copper Company.
Las dos fotografías hechas por Capa en la colina Las Malagueñas, una cerca de la entrada de acceso a la finca junto a la carretera N-432a Granada-Badajoz y otra a pocos metros de la cima y de la Mansión de Las Malagueñas, verifican totalmente la crónica " relato sobre la Marcha de la acción en Cerro Muriano " , escrita por Clemente Cimorra (periodista del diario La Voz de Madrid ) en Cerro Muriano el 6 de Septiembre de 1936, y en la que rememora como vió durante la noche del 5 de septiembre de dicho año a Robert Capa y Gerda Taro en la cima de la colina Las Malagueñas,junto a la mansión del mismo nombre, haciendo fotos de los aviones franquistas que atacaban la zona en medio del fragor de la batalla, y que ambos se presentaron a él como Robert Capa, periodista de Vu y Gerda Taro, periodista de Regards.
Fotografía perteneciente a la colección " Historia Gráfica de la Guerra Civil en Córdoba " de Juan Manuel Fernández Delgado y realizada por el fotógrafo Juan José Serrano el 8 de Septiembre de 1936 a las tropas franquistas de la columna central atacante al mando del comandante Álvarez Rementería (que atacaron a través de la vertiente sur desde aproximadamente las 10:00 h de la mañana, mientras que los tabors de regulares marroquís de Sáenz de Buruaga comenzarían su asalto a esta colina a través de su vertiente norte a partir de las 13:00 h), posando frente a la Mansión de Las Malagueñas, tres días después de la captura de la colina. La elegancia y aspecto de este palacete eran un deleite para la vista, tal y como puede apreciarse al fondo, con muy bellas columnas dotadas de capiteles y grandes ventanas con hierro forjado.
Ésto indica claramente que Capa y Gerda Taro tras hacer las fotos de los refugiados de Cerro Muriano que huían del pueblo durante la sobremesa del 5 de Septiembre de 1936, volvieron a Las Malagueñas durante la tarde de dicho día y estuvieron fotografiando los combates hasta bien entrada la noche, en que fue ya imposible contener el avance de las tropas marroquíes de tabor de regulares, por lo que Capa, Gerda Taro y los altos mandos republicanos huyeron de Las Malagueñas a través de la entrada principal a la finca y de la carretera adyacente a la misma hasta alcanzar Cerro Muriano (donde habían llegado dos días antes), mientras tropas republicanas les cubrían la espalda, hasta que aproximadamente una hora después la cota fue capturada por las tropas marroquíes.