sábado, 24 de mayo de 2025

EL 5 DE SEPTIEMBRE DE 1936 HUBO MUCHAS MUERTES EN CERRO MURIANO

Texto y Fotos : José Manuel Serrano Esparza 

En la entrevista realizada a Juan José Obrero Castro por el diario La Voz de Córdoba el 18 de mayo de 2025, 

https://www.eldebate.com/espana/la-voz-de-cordoba/sociedad/20250518/me-siento-obligado-reivindicar-capa-cerro-muriano-donde-empezo-todo_297980.html

se leen los siguientes párrafos, en los que se afirma que en Cerro Muriano no hubo muertos el 5 de septiembre de 1936 :

" Sinceramente, discrepo de la idea de que en Cerro Muriano se produjeran matanzas o que hubiera muertos en aquel momento. En todos los pueblos donde ocurrieron hechos de ese tipo, siempre queda algún rastro, alguna memoria colectiva. Sin embargo, en Cerro Muriano no ha quedado nada de eso. La gente volvió a sus casas. Mi familia, por ejemplo, regresó tras haberse refugiado en el pantano cercano. También la familia de mi tío. Y nunca se habló de fusilamientos masivos ni de muertes como las que a veces se insinúan ". 

" Yo nací allí, y he hablado con muchas personas mayores que vivieron aquello. Mis tíos, que hoy tienen 93 y 94 años, eran niños entonces. Ninguno recuerda que hubiera muertes ni fusilamientos ". 

" Porque si hubiera habido muertos, si hubiera habido desaparecidos, las familias lo habrían dicho: «Falta mi tío, falta mi hermano…». Pero no fue así. " 

Pero la realidad es que hubo muchos muertos el 5 de septiembre de 1936 en Cerro Muriano, y también el 6 de septiembre de dicho año. 

En Cerro Muriano hubo muchos muertos el 5 de septiembre de 1936, día en que el frente de combates estuvo en la colina Las Malagueñas, la Finca de Villa Alicia y la colina Torréarboles, adyacentes a la zona sur de Cerro Muriano.  

Murieron muchos combatientes por ambos bandos, tanto el nacional como el republicano, especialmente en este último, ya que las tres columnas de ataque franquista (especialmente la de la derecha con los temidos tabors y escuadrones marroquíes de tabor de regulares) tenían mucha mayor experiencia de combate y desde un punto de vista militar eran tropas de élite de mayor nivel. 

Y no cabe ninguna duda de ello.

Basta con observar el plan de ataque del general Varela con tres columnas para deducir rápidamente, sin ningún género de dudas, que tuvo que hubo muchos muertos durante los combates del 5 de septiembre de 1936 : 



Se observa claramente que es una operación de aniquilamiento de las tropas republicanas y milicianos, por lo que la columna más importante es la de la derecha, con los tabors y escuadrones de regulares marroquís de Sáenz de Buruaga, que fueron los que realizaron la maniobra envolvente y mataron el mayor número de combatientes republicanos y milicianos anarquistas de la CNT y la FAI de Alcoy (Alicante), así como milicianos andaluces de distinta procedencia.   

Así pues, desde aproximadamente las 6:00 h de la madrugada (8:00 h de la mañana hoy en día), el general Varela organiza un ataque con tres columnas de tropas franquistas para intentar tomar por asalto las colinas Las Malagueñas y Torreárboles (cotas repletas de milicianos y soldados republicanos) que son fundamentales para la ulterior conquista de Cerro Muriano, pueblo situado 15 km al norte de Córdoba capital y que es un enclave estratégico de enorme importancia : 

a) La columna del centro (al mando del comandante Antonio Álvarez Rementería, con trescientos falangistas y una sección de la Unidad Mixta de Ingenieros) ataca la colina Las Malagueñas a través de su vertiente sur. 

b) La columna de la izquierda (al mando del comandante Sagrado, con dos compañías del Batallón » Gran Capitán «, reforzadas por una sección del III Tabor del Grupo de Regulares de Melilla nº 2 y 23 falangistas situados en la zona entre el Lagar de la Cruz y el Cerro de San Cristóbal, así como 120 requetés jerezanos y granadinos que taponan el acceso a Córdoba por el camino viejo de Obejo, hoy en día carretera de Los Villares, situados en el Cortijo de Los Ballesteros), al igual que la del centro, ataca la colina Las Malagueñas y tiene como misión fijar al enemigo en dicha cota mediante fuego de artillería con un cañón de 75 mm situado al sur del Cerro de San Cristóbal. 

c) La columna de la derecha (al mando del coronel Sáenz de Buruaga, máximo especialista en operaciones envolventes del Ejército de África), integrada por el 3er Tabor menos una sección del Grupo de Regulares de Melilla nº 2 al mando del comandante López-Guerrero, el 2º Escuadrón del Grupo de Regulares de Ceuta nº 3 al mando del capitán Luis Sanjuán Muriel y el 3er Escuadrón del Grupo de Regulares de Alhucemas nº 5, ambos a pie y formando grupo a las órdenes del comandante Gerado Figuerola, el 2º Batallón del Regimiento de Infantería Cádiz nº 33 al mando del comandante Baturone, una compañía de la Guardia Civil al mando del capitán Antonio Reparaz y dos secciones de la Unidad Mixta de Ingenieros). 

Columnas cuya composición exacta de unidades militares fue descubierta hace años por Patricio Hidalgo Luque. 

Pese a que la Batalla de Cerro Muriano tuvo evidentemente una envergadura muchísimo menor que grandes batallas de la Guerra Cilvil Española como Brunete en 1937 o la Batalla del Ebro en 1938, ambas con miles de muertos por ambos bandos, fue una batalla importantísima del frente sur en 1936, 



y esta fortísima columna de la derecha del ataque diseñado por el general Varela revela claramente que los combates fueron muy violentos y con muchos muertos, ya que los efectivos republicanos y milicianos en la zona sumaban unos 2.000 combatientes y las tropas franquistas atacantes unos 1.500. 

Porque desde un punto de vista militar, esta columna de la derecha al mando del coronel Sáenz de Buruaga tenía como misión envolver la colina Las Malagueñas a través de su vertiente norte para intentar tomar por asalto su cima y capturar el puesto avanzado de mando republicano en la zona ( integrado por los comandantes Juan Bernal, Gerardo Armentia, José Balibrea y Aviraneta ), situado en un palacete sobre la cima de dicha colina denominado Mansión de Las Malagueñas, tras aniquilar a las tropas republicanas que defendían dicha cota, 




atacando cuesta arriba a través de su vertiente norte, para coger entre dos fuegos a las tropas republicanas, que estaban siendo atacadas a través de su vertiente sur desde primera hora de la mañana por la columna del centro, cuya misión era fijar a las tropas republicanas, mientras la columna de la izquierda avanzaba hacia Torreárboles. 

Además, las tropas franquistas utilizaron constantemente durante la batalla tres piezas de artillería de gran contundencia : 


un cañón Schneider 75 mm/28 modelo 1906 (20-25 disparos/minuto), 


un cañón Vickers 105 mm modelo 22 (25 disparos/minuto) 


y un cañón Schneider de 155 mm modelo 1917 (2 disparos/minuto), cuyo fuego fue dirigido por el general Varela contra distintos objetivos establecidos por él en Las Malagueñas, el Cerro de la Coja y Torreárboles, desde aproximadamente las 8:00 h de la mañana (6:00 h de la mañana de entonces) hasta las 20:00 h de la noche ( 18:00 h de la tarde de entonces). 

Por tanto, el 5 de septiembre de 1936 hubo muchos muertos. 

Ésto está perfectamente documentado en los libros 


A) " Diario de Operaciones del General Varela " del año 2010, publicado por Editorial Almena y compilado por Jesús Núñez Calvo. 

En la página 42 de dicho diario, el General Varela, comandante en jefe de las tres columnas franquistas  que atacaron Cerro Muriano el 5 de septiembre de 1936,  relata lo que encontraron las tropas nacionales al entrar en Cerro Muriano el 6 de Septiembre de 1936, tras luchar durante aproximadamente dos horas desde las 10:00 h de la mañana de dicho día : 


Es decir, el general Varela reconoce once muertos en las tropas nacionales : un maestro armero y diez soldados, y relata además que a los republicanos se les hicieron muchas bajas dicho día 6 de septiembre, que tuvieron que ser bastantes más de diez, porque normalmente las tropas republicanas y milicianos que se enfrentaban al ejército nacional tenían el doble o el triple de muertos en combate, al ser unidades con menor preparación, experiencia y bastante menor moral de combate que las unidades de élite del Ejército de África, curtidas en muchísimas batallas de guerra colonial en Marruecos desde los años veinte. 

Incluso, el capitán de artillería Eugenio Carrillo Durán resultó herido grave cuando baterías republicanas contrabatieron a la suya emplazada en el Cortijo de los Velascos, situado al oeste del apeadero de los Pradillos, tal y como descubrió Patricio Hidalgo Luque hace años.  

Por otra parte, estos once muertos del ejército franquista de los que habla el general Varela, fueron muertos durante al asalto a Cerro Muriano el día 6 de septiembre de 1936 a partir de aproximadamente las 10:00 h de la mañana, mientras que la batalla propiamente dicha había sido el día anterior, 5 de septiembre de 1936, en las colinas Las Malagueñas, Torreárboles y la Finca de Villa Alicia, que fue donde estuvo el frente de combates y donde participaron muchas más unidades militares de ambos bandos, por lo que tuvo que haber muchos más muertos por ambos bandos dicho día.  

Es decir, en las colinas Las Malagueñas y Torreárboles las tropas nacionales tuvieron que tener muchos más muertos que los doce muertos del día 6 de septiembre, porque la columna del centro atacó Las Malagueñas cuesta arriba, y Las Malagueñas estaban totalmente llenas de soldados republicanos, milicianos y oficiales republicanos afectos a la República, además de los comandantes de Estado Mayor Juan Bernal, Balibrea y Aviraneta, porque el Cuartel General Republicano en la zona estaba en la Mansión de las Malagueñas. 

Y las tropas republicanas tuvieron que tener sin duda muchas más bajas durante los tremendos combates del día 5 de septiembre en ambas colinas y la Finca de Villa Alicia. 

Es imposible atacar cuesta arriba Las Malagueñas a través de la vertiente sur sin tener muertos, porque Las Malagueñas estaban defendidas por más de 1.000 hombres. 

Y lo mismo con respecto a Torreárboles, además de que aquí la pendiente es mucho mayor, y atacar Torreárboles cuesta arriba a través de su vertiente sur sin tener muertos es imposible, porque en la cima había también muchísimos soldados republicanos y milicianos defendiéndolas, igual que la zona de la Finca de Villa Alicia. 

Tanto en dichos ataques cuesta arriba por las tropas franquistas como en la defensa por las tropas republicanas el día 5 de septiembre de 1936, ambos bandos tuvieron sin duda muchos más muertos que el 6 de septiembre de dicho año. 

Es decir, a los 11 muertos del ejército franquista que menciona el general Varela, hay que añadir muchos más que sin duda tuvo que tener el ejército nacional durante su ataque con tres columnas contra Las Malagueñas y Torreárboles, colinas que estaban defendidas por unos 2.000 soldados, oficiales republicanos y milicianos. 

No obstante, es difícil saber con precisión total 100% la cifra de muertos del bando nacional en la batalla de Cerro Muriano. 

Patricio Hidalgo Luque (máximo especialista del mundo sobre temas militares durante la Guerra Civil en Córdoba) ha descubierto con su habitual tesón y trabajo de años una cifra de diez muertos entre las tropas franquistas : el soldado Rafael Gallardo Valera, del batallón " Gran Capitán "  y nueve soldados marroquíes del 3er Tabor de Regulares de Melilla, resultando heridos graves dos tenientes, un maestro armero y once soldados, todos del mencionado tabor. 

Es decir, como mínimo murieron diez soldados nacionales durante la Batalla de Cerro Muriano, muertes plenamente confirmadas y documentadas, aunque probablemente la cifra real de muertos en las tropas franquistas el 5 de septiembre de 1936 fue de alrededor de 20, ya que era práctica común en ambos bandos dar cifras lo más bajas posibles de muertos propios y exagerar algo las del rival. 

Y por supuesto, en el bando republicano tuvo que haber bastantes más muertos, probablemente un mínimo de 120, tal y como veremos más tarde (tres o cuatro que fueron vistos por Franz Borkenau en el puesto de Cruz Roja de Cerro Muriano, tal y como explica en su libro " El Reñidero Español ", el miliciano anarquista de la CNT de Alcoy Federico Borrell García, al que vió morir de un disparo en el corazón su compañero Enrique Borrell Fenollar, y 120 cadáveres republicanos que se mencionan en la crónica de la portada del Diario Córdoba del 8 de septiembre de 1936, porque desde un punto de vista militar eran tropas con mucho menor nivel de preparación, experiencia y moral de combate que las tropas franquistas. 

Por supuesto que nadie del pueblo vió nada. 

Y si preguntas a los más mayores, te dirán que nadie vió nada, porque todo el mundo salió corriendo, huyendo de la guerra, y los muy pero que muy pocos que se quedaron dentro del pueblo el 5 y el 6 de Septiembre de 1936, salieron corriendo en cuanto vieron que los marroquís entraban en el pueblo a sangre y fuego a través del Camino de los Pañeros, junto a Piedra Horadada. 

Es decir, en el pueblo quedaron muchos muertos republicanos y muchas cosas, pero nadie del pueblo vió los numerosos cadáveres de soldados republicanos dentro de Cerro Muriano que menciona el general Varela, la ametralladora, las quince granadas de mortero de 50 mm, el cañón de 75 mm, los tres camiones, los cinco coches ligeros, etc, porque en esos momentos la prioridad fue salir corriendo y sobrevivir. 

Dichos muertos probablemente fueron enterrados con rapidez el 6 de septiembre de 1936 por la tarde, después de la batalla. 



B) " La Campaña de Andalucía " Servicio Histórico Militar, Monografías de la Guerra de España nº 3, escrito por el coronel José Manuel Martínez Bande, uno de los mayores expertos de todos los tiempos sobre la Guerra Civil Española. 

El coronel Martínez Bande, explica en su libro que las tropas republicanas tuvieron muchos muertos en Cerro Muriano, cuando dice : 


" El enemigo ha sufrido cuantiosas bajas y prácticamente renuncia ya a emplearse directamente contra Córdoba ". 

Y tiene total sentido, porque al ser los combates del día 5 de septiembre de 1936 mucho más intensos, cruentos y con participación de muchas más unidades militares por ambos bandos en Las Malagueñas, Torreárboles y la Finca de Villa Alicia que el día 6 de septiembre, las tropas nacionales tuvieron que tener como mínimo aproximadamente 20 muertos (especialmente entre las tropas marroquís de tabor de regulares, que eran las más feroces y siempre estaban en primera línea de fuego) y las tropas republicanas un mínimo de aproximadamente 150 muertos. 

Por otra parte, el escritor austríaco Franz Borkenau, que estuvo el 5 de septiembre de 1936 con los fotógrafos Hans Namuth y Georg Reisner, 

relata en su libro " El Reñidero Español ", que escribió en 1937, 


que vió en el puesto de Cruz Roja de Cerro Muriano tres o cuatro muertos. 

Por otra parte, con respecto a la afirmación de que " nunca se habló de fusilamientos masivos ni de muertes como las que a veces se insinúan ", es también un claro error, porque parte de una premisa que nada tiene que ver con la realidad, ya que los muertos durante la Batalla de Cerro Muriano ( la inmensa mayoría el 5 de septiembre y muchos menos el 6 de septiembre) no fueron evidentemente habitantes de Cerro Muriano ni sus familiares, sino milicianos de la CNT y la FAI de Alcoy, soldados republicanos de muchas unidades de distintas zonas de España y algunos milicianos andaluces que no eran de Cerro Muriano. 

Es decir, las muchas muertes de combatientes que hubo durante la batalla de Cerro Muriano no son ninguna insinuación, sino la realidad que está totalmente documentada desde hace años. 

Con respecto a la afirmación que aparece en la entrevista : 

" Mis tíos, que hoy tienen 93 y 94 años, eran niños entonces. Ninguno recuerda que hubiera muertes ni fusilamientos. " 

también es errónea y nada tiene que ver con la realidad, por los motivos que indico en el párrafo precedente, porque los muchos muertos que hubo por ambos bandos fueron combatientes y no personas del pueblo. 

Evidentemente, ninguna persona habitante de Cerro Muriano fue fusilada el 5 o el 6 de septiembre de 1936, 

pero sí hubo un fusilamiento de aproximadamente 50 soldados republicanos (algunos de ellos oficiales) en una trinchera, lo cual fue reflejado en varios periódicos de Córdoba durante la segunda semana de septiembre de 1936, tras la conquista de Cerro Muriano por las tropas nacionales. 



Fragmento de la crónica del periodista Juan Herrera en la portada del Diario Córdoba del 8 de septiembre de 1936 en el que se informa de que un grupo de soldados marroquís de tabor de regulares capturó dos días antes, durante la madrugada del 6 de septiembre de dicho año, a 50 soldados republicanos en una trinchera y les fusiló en el acto. 

pero sí hubo un fusilamiento de aproximadamente 50 soldados republicanos de infantería capturados en una trinchera, lo cual fue reflejado en crónica de Juan Herrera en la portada del Diario Córdoba. 

Por otra parte, está perfectamente documentada otra muerte más : la del miliciano anarquista de Alcoy (Alicante) Federico Borrell García " Taíno " ( que durante muchos años se pensó que era el famoso miliciano abatido captado por Robert Capa en Espejo, tal y como se descubrió en 2009), de la que informó su compañero Federico Borrell Fenóllar 

en una crónica escrita en Puerto Escandón (Teruel) en 1937, en la que relata como vió morir el 5 de septiembre de 1936 en la colina Las Malagueñas (Cerro Muriano) a Federico Borrell García " El Taíno " , crónica que fue descubierta por Miguel Pascual Mira en 2004. 

Por si todo ello fuera poco, Juan Herrera, periodista del Diario Córdoba,



en su crónica del 8 de septiembre de 1936 (probablemente al dictado del propio general Varela o el coronel Sáenz de Buruaga, a tenor de la gran cantidad de datos militares que aporta) explica varias veces con gran detalle los tremendos combates que tuvieron lugar el 5 de septiembre de 1936 en las colinas Las Malagueñas y Torreárboles, bombardeadas constantemente por la artillería y aviación franquista y que el 5 de septiembre de 1936 hubo 120 muertos republicanos en Cerro Muriano





El estilo narrativo despiadado y vocabulario tremendamente agresivo de esta crónica, fiel reflejo del contexto plenamente bélico del momento, aumenta todavía más si cabe el dramatismo de la cifra de 120 soldados republicanos muertos en combate, mientras que por motivos propagandísticos (algo típico en ambos bandos durante toda la Guerra Civil Española), no se dice en la crónica la cifra de soldados franquistas muertos en combate, que fue de 11 muertos documentados y probablemente alrededor de 20 reales.  


Filomena Díaz Rubio, cuyo hijo pequeño murió en Cerro Muriano el 5 de septiembre de 1936. 

Y por si todo lo anteriormente explicado fuera poco, hubo también muertes entre la población civil de Cerro Muriano el 5 de septiembre de 1936 durante la batalla, y está perfectamente documentada la muerte del hijo pequeño de Filomena Díaz Rubio y Juan Manuel Almansa García, que murió como consecuencia del impacto de metralla de un obús de artillería de 105 mm que hizo explosión junto a él, sus padres (que perdieron una pierna cada uno) y sus hijas Piedad y María Teresa (que resultaron heridas graves) mientras huían desde el Cerro de la Coja (Cerro Muriano) hacia la zona norte del pueblo :

http://elrectanguloenlamano.blogspot.com/2021/09/filomena-diaz-rubio-duena-y-senora-del.html