viernes, 19 de mayo de 2017

Ramón Alonso: Leyenda Viva de la Acrobacia Aérea Mundial

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Texto y Fotos : José Manuel Serrano Esparza 


Campeón del Mundo de Acrobacia Aérea en el Mundial de Armilla (Granada) en 2007, Campeón de Europa de Acrobacia Aérea Ilimitada Individual en Istra (Lituania) en 2002, 20 veces Campeón de España Absoluto de Vuelo Acrobático entre 1987 y 2001, Campeón de la FAI AI-Ain International Aerobatic Competition en 2008 en Emiratos Árabes Unidos (competición reservada para los ocho mejores pilotos del mundo) y Subcampeón del Mundo por Equipos (únicamente tras Francia) en el Mundial de Armilla (Granada) 2007, éste último título muy importante, ya que fue producto de los puntos sumados por Ramón Alonso (campeón), Cástor Fantoba (6º) y Juan Velarde (12º), consiguiendo superar al hasta entonces imbatible equipo ruso (que quedó tercero).

Este es el impresionante palmarés del español Ramón Alonso, uno de los mejores pilotos de acrobacia aérea en toda la historia de este deporte.

Algo que tiene un mérito enorme en este deporte tremendamente exigente, tanto física como mentalmente (en el que se valoran sobre todo la máxima precisión posible en todas las maniobras y la belleza), al que José Luis Aresti (inventor del código aerocriptográfico que lleva su nombre y que fue adoptado por la FAI en 1961) denominó arte en estado puro, y en el que España es desde hace años una potencia mundial con pilotos como Ramón Alonso, el tristemente desaparecido Alex Maclean (uno de los más brillantes pilotos acrobáticos de Europa, Diploma Paul Tissandier de la FAI, entre la élite de la Red Bull Air Race, equivalente a la Fórmula 1 del Aire), Cástor Fantoba (Campeón de Europa en 2014 y séis veces Campeón de España), Juan Velarde, Sergio Plà, Anselmo Gámez, Jorge Macías y otros.

Todo ello con muchos menos medios que otros países muy consolidados como potencias del vuelo acrobático tales como Rusia, Francia y Estados Unidos, aunque no hay que olvidar que España fue uno de los creadores del vuelo acrobático de competición y el trofeo que se entrega al campeón del mundo de acrobacia aérea de la FAI lleva el nombre de José Luis Aresti.



Ramón Alonso a los mandos de su avión acrobático Sukhoi-31 patrocinado por Adventia, una de las más prestigiosas escuelas de formación de pilotos del mundo (de la que fue alumno el laureado aviador), con sede en el Campus Aeronáutico de Matacán (Salamanca), que siempre confió en las excepcionales cualidades de Ramón Alonso para la acrobacia aérea y ha sido un factor clave en el desarrollo de su carrera profesional.

Este formidable avión monoplaza ruso está construido con fibra de carbono, kevlar y titanio y fue creado por la Oficina de Diseño Sukhoi de Moscú para la alta competición acrobática, con un peso en vacío de 700 kg (máximo en despegue de 1050 kg), tren de aterrizaje fijo y motor radial a pistón estado del arte Vedeneyev M-14 PF de 9 cilindros, refrigerado por aire y 400 caballos, que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 450 km/h y un régimen de ascenso de 24 metros/segundo, siendo su velocidad de pérdida 106 km/h.

Es el más ágil y potente avión acrobático existente hoy por hoy en el mundo y destaca también por su robustísima estructura que permite a los pilotos generar de modo repetido factores de carga entre -10g y + 12g, siendo la carga destructiva de la aeronave 24g  y la velocidad angular de rotación alrededor del eje de balanceo de 401º / seg.


La increíble sustentación y capacidad de maniobra a baja velocidad del Sukhoi-31 pilotado por Ramón Alonso son plapables en esta imagen en la que las prestaciones del motor Vedeneyev M-14 PF de 400 caballos quedan patentes.

Esta fabulosa planta motriz introducida en el mercado en 2002 es el referente mundial diacrónico de los motores radiales a pistón optimizados para aviones de vuelo acrobático y la cúspide tecnológica de más de cincuenta años de evolución de motores rusos radiales de nueve cilindros y refrigerados por aire iniciada en 1951 con el Ivchenko AI-14R de 260 CV, el Vedeneyev AI-14RF cuya potencia fue aumentada por IvanVedeneyev hasta 300 CV en 1959, el Vedeneyev M14-P de 360 CV serie 1 cuya producción se inició a principios de los años setenta en la Fábrica Mecánica de Voronezh y el Vedeneyev M14-P serie 2 también de 360 CV cuya fabricación empezó a principios de los años ochenta con sustanciales mejoras en los componentes internos además de modificaciones en la configuración de las culatas de los cilindros.

Este último motor de 360 CV tiene una excelente relación peso / potencia y puede ser instalado en el Sukhoi-31 (al igual que en el Sukhoi-26, Sukhoi 26-M y Sukhoi- 29), pero el motor Vedeneyev M-14 PF de 400 CV del Sukhoi-31 de Ramón Alonso es una maravilla de ingeniería aeronáutica cuyas prestaciones son aun mejores y ciertamente fabulosas.


El gran régimen de ascenso del Sukhoi-31 de 26 metros / seg permite aumentar altura de modo vertiginoso, con la extraordinaria fiabilidad del motor Vedeneyev M-14 PF de 400 CV, cuyo origen fue resultado de un incremento de potencia de 40 CV con respecto al Vedeneyev M-14P, modificando la caja de cambios del sobrealimentador de tal manera que el compresor de alimentación gira a 10.5 veces la velocidad del motor en vez de a 8.25, por lo que aunque se utiliza el mismo sobrealimentador y otros sistemas, el propulsor del compresor de alimentación gira a nada menos que 30.000 rpm para producir los más altos niveles posibles de empuje necesarios para obtener la enorme potencia que le caracteriza.


Vuelo invertido de Ramón Alonso. Las acrobacias aéreas desarrolladas por el gran piloto español hacen siempre las delicias del numerosísimo público asistente que acude a ver este auténtico "vuelo artístico".


La ligereza del avión acrobático Sukhoi Su-31, hoy en día la mejor aeronave acrobática del mundo, en sinergia con su planta motriz Vedeneyev M14-PF forman un binomio virtualmente imbatible,


que permite una amplísima gama de maniobras con total fiabilidad y rápida respuestas de los mandos,


tal y como corresponde a un avión construido con los materiales más ultramodernos, robustos y ligeros existentes y dotado con un muy avanzado motor radial a pistón de cuatro tiempos Vedeneyev M14-PF conectado a una gran hélice, y es capaz de alcanzar las 3010 rpm/minuto, además de poseer una extraordinaria ratio empuje/peso que le permite realizar algunas maniobras propias de helicópteros a velocidades increíblemente bajas.


Ni que decir tiene que su poder ascensional es también impresionante. Aquí aparece Ramón Alonso en plena trepada totalmente vertical.

El enormemente robusto y muy fiable motor Vedeneyev M14-PF es construido en la Fábrica Mecánica de Voronezh (Rusia), uno de los referentes mundiales en producción metalúrgica, fundición, fresado artesanal de gran precisión y pulimentado de piezas de metal con aleaciones de la industria aeroespacial, así como en la elaboración de herramientas específicas.



Así pues, el Sukhoi Su-31 se traduce en la práctica como una perfecta simbiosis entre:

a) Una muy avanzada tecnología estado del arte en cuanto a calidad constructiva y ligereza de los materiales y aleaciones utilizados en su célula, así como los profundísimos estudios de varios ingenieros aeronáuticos rusos de primerísimo nivel, cuya labor durante décadas ha mejorado enormemente el diseño base del prototipo S42 Sukhoi Su-26 — con el que se inició la estirpe de aviones acrobáticos Sukhoi que sustituyeron al Yak-50, de prestaciones y niveles de seguridad notablemente inferiores — iniciado en 1983 por la Oficina de Proyectos Sukhoi en Moscú bajo la dirección de V.P.Kondratyev y el diseñador M.P. Simonov y fortalecido desde Mayo de 1984 por B.V. Rakitin.

b) Un motor radial a pistón que es el summum en toda la historia de este clásico tipo de plantas motrices para aeronaves propulsadas por hélice y que en el ámbito del vuelo acrobático aporta las cualidades clave que ya les hicieron famosos durante la época dorada de la aviación en los años treinta, cuarenta y cincuenta: formidable relación potencia / peso, soberbia fiabilidad, funcionamiento muy sencillo, mantenimiento simple, par referencial y notable eficiencia de combustible.


A ello hay que añadir el factor clave de la refrigeración por aire del motor Vedeneyev M14-PF del Sukhoi Su-31, frente a los motores a pistón refrigerados por líquido (que precisan un mayor peso, construcción más compleja con bastantes más piezas y cuya relación empuje/peso es menos favorable).


Aunque no es menos cierto que los motores radiales a pistón necesitan tener un área frontal muy grande para poder aprovechar al máximo la refrigeración por aire de impacto durante el vuelo, por lo que la resistencia aerodinámica de dicha zona delantera es mucho mayor que en los motores a pistón en V o W refrigerados por líquido, cuyo diseño permite áreas frontales más pequeñas.

Ello da una idea muy clara de la tremenda potencia y fiabilidad del motor Vedeneyev M14-PF de 400 CV, que supera en potencia a cada uno de los dos motores Vedeneyev M-14V-26 de 325 CV del helicóptero ligero con rotores coaxiales Kamov Ka-26 y al motor Vedeneyev M-14V-26V de 320 CV del helicóptero ligero Mi-34.

Sin olvidar el hecho de que a diferencia de los sistemas turbo de los motores en V o W que necesitan únicamente un conducto para que el aire comprimido llegue a todo el bloque motor tras cruzar la turbina, los motores radiales a pistón precisan conductos específicos para cada cilindro.



Pero todo ello no serviría de nada sin los factores más importantes para poder ser un referente mundial del vuelo acrobático como es Ramón Alonso: el entrenamiento intensivo de muchos años, poco a poco, un enorme amor por este deporte, sumadas a la enorme experiencia acumulada durante décadas y una preparación física exhaustiva que permiten afrontar las competiciones acrobáticas realizando con éxito un amplio surtido de maniobras de gran complejidad, entre ellas inicios con toneles rápidos descendentes con velocidades de rotación de 570º por segundo.



Tras proclamarse Campeón del Mundo de Acrobacia Aérea en el Mundial de Armilla, Granada (España) en 2007, Ramón Alonso decidió retirarse de las pruebas de competición en las que participó durante nada menos que 23 años, en los que se enfrentó a los mejores pilotos acrobáticos del mundo (Mikhail Mamistov, Sergey Rakhmanin, Zach Heffley, Victor Chmal, Renaud Ecalle, Svetlana Kapanina, Oleg Schpoliansky, Jurgis Kairys, Klaus Schrodt, Xavier de Lapparent, Eric Vazeille y otros), habiéndose centrado desde entonces en exhibiciones acrobáticas en las que se supera a sí mismo una y otra vez haciendo las delicias de los espectadores, como colofón a una brillantísima trayectoria profesional en la que ha acumulado más de 3.000 horas de vuelo como piloto acrobático y más de 19.000 como piloto comercial de diferentes aeronaves.


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