Texto y Fotos : José Manuel Serrano Esparza
El pasado 5 de noviembre de 2025 murió en el Hospital Comarcal de la Axarquía de Vélez-Málaga Tere de los Ríos, una mujer maravillosa e irrepetible, cuya gran dimensión humana, simpatía, arte, gracia e inefable altruísmo le hicieron ganarse la sincera amistad y admiración de todos los que tuvieron la suerte de conocerla.
Su fallecimiento sumió a todos los habitantes de Cerro Muriano (Córdoba) en una profunda tristeza, porque siempre fue y seguirá siendo una persona inolvidable, de las que dejan huella, hasta el punto de que su singular impronta e impecable trayectoria vital en el pueblo durante 54 años
hizo que su misa de funeral en Cerro Muriano del 6 de noviembre, previa a su incineración, se convirtiera en la más concurrida demostración de cariño a una persona en toda la historia del pueblo, con asistencia de aproximadamente 1.500 personas, que acudieron a la iglesia de Santa Bárbara
para rendir homenaje y dar su último adiós a esta icónica mujer, repleta del duende de Andalucía.
El numerosísimo público asistente llenó totalmente el interior del edificio, la zona de escaleras de acceso e incluso el gran patio exterior adyacente a los jardines de la iglesia (repleto también de gente hasta la misma verja metálica de separación entre la entrada al recinto del templo y la carretera N-432a que cruza la principal zona comercial del pueblo).
Tal fue la conmoción y tristeza generada por el inesperado fallecimiento de Tere de los Ríos, que el Bar Bruno cerró durante una hora para que tanto los dueños como los miembros de su plantilla pudieran asistir al acto, algo sin precedentes en toda la historia de Cerro Muriano.
NACIMIENTO EN ALMODÓVAR DEL RÍO
Tere de los Ríos nació en Almodóvar del Río (Córdoba) el 1 de noviembre de 1947 y tuvo cuatro hermanas : Carmen, Estrella, Loli y Paqui, con las que creció feliz, visitando con frecuencia su famoso castillo, el Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos, el puerto fluvial romano, etc.
Siendo joven conoció a D. Manuel Gómez Parra, que se convertiría pronto en su marido.
Desde un principio, surgió entre ambos una gran química, cariño y compenetración, hasta el punto de que durante la segunda mitad de los años sesenta,
Tere de los Ríos bajó varias veces con D. Manuel Gómez Parra (que era minero de profesión) a las profundidades de la mina de plomo de la Finca Cabeza Pedro, en el Pozo Francés y Corchetillas, en Almodóvar del Río (donde ganaba 4.000 pesetas al mes, un buen sueldo en aquella época) para apoyarle.
LLEGADA DE TERE DE LOS RÍOS A CERRO MURIANO
A principios de 1971, se produce un hecho insólito : Antonio Nobi, gran empresario del sector minero con UNISUR S.A, conocedor de la gran experiencia y conocimiento de D. Manuel Gómez Parra en este ámbito, contacta con él, le explica el gran proyecto que desea desarrollar en la Mina de Fluorita de Cerro Vértice (Cerro Muriano), incluyendo su gran filón El Chaparral, y le ofrece un sueldo de 10.000 ptas al mes, más del doble de lo que ganaba en la mina de plomo de Almodóvar del Río.
D. Manuel Gómez Parra no se lo piensa dos veces y en octubre de 1971 se traslada con su mujer Tere de los Ríos a la zona de Cerro Muriano, donde de modo todavía más insólito, Antonio Nobi le dice que se instale con su familia en el Gran Cortijo de Vera (también denominado Antiguo Cortijo Tres Puentes) de 300 m2 y que él pagará el alquiler mensual a su propietaria Josefina de la Torre Escobar para que esté en todo momento lo más cerca posible de las galerías y filones de fluorita del área de Cerro Vértice (Cerro Muriano) optimizando al máximo su importantísima labor.
El empresario alemán tiene en Cerro Vértice desde 1970 a un ingeniero y a un facultativo de mina, pero necesita a un minero con mucha experiencia en minería de interior por subniveles.
Desde el primer día en que hace su aparición en Cerro Vértice y el Pozo Jesús del filón El Chaparral, todo el mundo constata que D. Manuel Parra es un genio : verifica constantemente las medidas de seguridad, entre las que se incluye no sólo el entibamiento, sino también el perfecto alineamiento de las mangueras de alimentación y el fijarlas a los hastiales siempre que sea posible, sin olvidar la verificación periódica de fugas de aire y aceite.
Realiza además con gran nivel una amplísima gama de tareas que le hacen virtualmente insustituible, entre ellas barrenar, perforar y trabajar con la pala y la locomotora para acercar los vagones al pozo.
Es un trabajo muy duro, en el que hace muy bien una amplia gama de cosas distintas, esforzándose al máximo para garantizar todo lo posible la seguridad de los mineros residentes en Cerro Muriano y otros pueblos cercanos, que es su mayor preocupación.
Pero en este contexto brilla con luz propia una persona que está en segundo plano, con una labor discreta pero fundamental :
Tere de los Ríos, mujer mentalmente muy fuerte, de gran empuje y corazón, que apoya con todo su ser a su marido D. Manuel Gómez Parra,
sabe estar en las duras y en las maduras, y se convierte más y más en su principal baluarte existencial.
Pasa el tiempo, y a partir de 1972 las distintas galerías de Cerro Vértice, y los filones Pozo Jesús y Perseverancia son ya el referente mundial en fluorita de la máxima calidad, que UNISUR S.A exporta a Sevilla, los Altos Hornos de Vizcaya y varios países extranjeros.
ETAPA INOLVIDABLE Y DE GRAN FELICIDAD VIVIENDO EN EL CORTIJO DE VERA (CERRO MURIANO) ENTRE 1971 Y 1989
Entre 1971 y 1989, Tere de los Ríos y D. Manuel Parra viven dieciocho años en el Cortijo de Vera, uno de los más importantes y cotizados de Cerro Muriano, en pleno contacto permanente con la naturaleza y a muy poca distancia de los yacimientos de fluorita de la zona de Cerro Vértice y los filones Pozo Jesús y Perseverancia.
Es una etapa de gran dicha, en la que Tere de los Ríos y su esposo Manuel Gómez Parra han formado una familia integrada por cinco hijos : Carmen, Uyes, Juan Francisco, Tere y Manolín, que se crían y crecen en esta fabulosa morada y la zona de campo limítrofe.
Cerro Vértice es ya un centro neurálgico de producción de fluorita a nivel internacional, que da trabajo a muchas personas de la zona y pueblos cercanos.
A pocos metros del cortijo estaba una de las paradas de los dos autobuses que tenía UNISUR, S.A para transportar a los trabajadores de la mina de los distintos turnos y a los niños al colegio : uno que venía desde Córdoba y otro desde Espiel.
Este cortijo tenía su propio camino para entrada de coche, pozo de agua, campo de fútbol y una pequeña zahúrda construida con ladrillos.
Mientras tanto, la galería El Chaparral de la Mina de Fluorita Cerro Vértice se había convertido también en un referente mundial en bellísimos cuarzos ahumados de gran tamaño.
Tere de los Ríos se consolida cada vez más como el motor impulsor de la familia con cinco vástagos, siendo además un apoyo inquebrantable para su marido Manuel Gómez Parra, con quien comparte esta fase de prosperidad e inmensa alegría al ver crecer a sus hijos.
Pasan los años y todos los hijos e hijas de Tere de los Ríos y Manuel Parra se van haciendo mayores, en el marco de una gran armonía familiar e inolvidables recuerdos, presididos por el devastador sentido del humor de D. Manuel y la gracia de Tere, que no le va a la zaga.
Ambos son uña y carne, hechos el uno para el otro. Es una relación termonuclear, potenciada enormemente por el contacto a diario con sus cinco retoños.
D. Manuel Gómez Parra es el puto amo de Cerro Vértice. Sabe más que los ingenieros y facultativos de mina de UNISUR S.A, aunque con su proverbial humildad, nunca presume de ello, algo que también caracteriza a D. Manuel Puerto García " Caracoles ", el otro destacado minero de la zona, que con su también gran experiencia y conocimiento, salvará al igual que D. Manuel Gómez Parra la vida de muchas personas dentro de las galerías de Cerro Vértice y el Pozo Jesús en la mina El Chaparral.
TRASLADO DESDE EL CORTIJO DE VERA A CERRO MURIANO EN 1989
Pese a producir desde 1971 la fluorita de mayor calidad del mundo, en 1989 UNISUR S.A decide el cierre de la mina Cerro Vértice con sus muchas galerías y del Pozo Jesús del Filón El Chaparral, como consecuencia de dos factores clave :
- A finales de los años ochenta, entraron en liza nuevos mercados emergentes en el sector de la fluorita en países como Canadá, México, Sudáfrica y China.
Estos nuevos países emergentes en el ámbito de la fluorita tenían muchísimos más recursos económicos y pudieron ofrecer unos precios más baratos, por lo que cada vez se hizo más difícil para la Mina de Fluorita de Cerro Vértice poder competir.
- La red de distribución internacional de fluorita de los países mencionados anteriormente era muy potente, ya que disponían de abundante cash-flow para invertir y grandes plantillas en diferentes continentes.
Así pues, Tere de los Ríos y D. Manuel Parra decidieron trasladarse a Cerro Muriano, ya que durante los dieciocho años transcurridos desde su llegada a la zona de Cerro Vértice (muy próxima a Cerro Muriano), habían visitado el pueblo con frecuencia, haciendo muchos amigos, por lo que eran bastante conocidos.
De hecho, desde principios de los años setenta,
© jmse
ambos se habían enamorado del pueblo,
del salmorejo de sus restaurantes,
de sus bellísimos paisajes,
de Piedra Horadada junto al Camino de los Pañeros,
de la enorme higuera del Cerro de la Coja,
del gran aljibe romano en su cima,
de la zona de las Gachas Negras,
de la colina Torreárboles, de la brisa de Sierra Morena que da la vida en verano,
Impresionante surtidor de agua del segundo cubato de la Estación de Tren de Obejo de la vía férrea Córdoba-Almorchón, 5 km al norte de Cerro Muriano. Estaba normalmente plegado y se giraba hasta la vía para poder rellenar los depósitos de agua de las locomotoras de vapor de 1575 C.V construídas en 1921 por la empresa alemana Hanomag en Hannover para la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces. Su rendimiento fue tan bueno que estuvieron en servicio hasta 1967, siendo muy apreciadas por sus conductores. Leica IIIc de 1946 con objetivo Leitz Summitar 5 cm f/2 de 1949 diseñado por Max Berek y película Kodak Ektar 100 con estética cinematográfica de imagen. 1/60 s a f/4. © jmse
de la Estación de Tren de Obejo (construída por el equipo de Diseño de Gustavo Eiffel en 1873, situada a tan sólo 5 km de Cerro Muriano) del adyacente y bellísimo pantano del Guadalmellato y muchas más cosas, pero muy especialmente de sus habitantes.
Así pues, Cerro Muriano les recibió con los brazos abiertos, de tal manera que Tere de los Ríos y D. Manuel Gómez Parra se convirtieron en dos personas consustanciales al devenir de este entrañable pueblo situado 15 km al norte de la ciudad de Córdoba.
TERE DE LOS RÍOS SE CONVIERTE EN UN PERSONAJE LEGENDARIO EN LA HISTORIA DE CERRO MURIANO, SIENDO MUY QUERIDA POR SUS HABITANTES
A partir de 1989, tras instalarse definitivamente en Cerro Muriano, Tere de los Ríos y su marido D. Manuel Gómez Parra se integran plenamente en la vida diaria del pueblo, donde Tere, con su impresionante personalidad, desbordante humanidad, sincero altruismo, duende que no se puede definir con palabras, gracia sin límites, garbo físico y espiritual, sentido del humor a raudales, innata sociabilidad, amor inquebrantable por lo andaluz, plena disposición a ayudar a todo el mundo en lo que haga falta, y muchas más cosas, se va ganando poco a poco el aprecio de la gente de Cerro Muriano.
Un sentimiento que irá in crescendo durante la década de los noventa y alcanzará su clímax ya en pleno siglo XXI, a partir del año 2.000.
La forma de ser de Tere de los Ríos prende en los corazones de los habitantes de Cerro Muriano, que la consideran ya un icono del pueblo.
Allí donde va Tere, genera una gran alegría y optimismo colectivo con su mera presencia, elevando a la enésima potencia el bienestar anímico de quienes la ven y escuchan.
Tere de los Ríos no para un momento, siempre está en movimiento, constantemente haciendo cosas.
Su vitalidad, energía y alegría de vivir son admirables, al igual que su indescriptible belleza natural y elegancia.
Es una Diosa de la Bética de bellísimos ojos azules, que no ha tenido una vida fácil, pero que ha sabido preservar incólumes sus cualidades.
No pudo hacer el bachillerato ni ir a la Universidad, pero Tere de los Ríos fue y seguirá siendo Summa Cum Laude en la Universidad de la Vida, al igual que su marido D. Manuel Gómez Parra.
Todo ello, envuelto en un incomparable saber estar y glamour que alcanzaba su clímax en verano, cuando Tere de los Ríos caminaba impregnada de gran elegancia, con su bello paraguas, desde la calle Quevedo en que residía, cerca del Bar de Jesules, hasta el pasaje Cavanilles, la Estación de Tren de Cerro Muriano, el Bar Bruno, y desde aquí, cuesta arriba, hasta el Bar X y el Bar Casinito, su sancta sanctorum, donde compraba lotería y todo el mundo disfrutaba su llegada, incluyendo el estratosférico Miguelillo, que la saludaba con gran cariño.
Por otra parte, entre la década de los noventa del siglo XX y la primera década del siglo XXI, Tere de los Ríos realizó una encomiable labor como vendedora y distribuidora de prestigiosas marcas de perfumes de mujer, sacando el máximo partido de sus grandes dotes de ingeniería social, además de haber aprendido mucho de su gran amiga Herminia López Romero, otra mujer admirable, con gran fuerza de voluntad, dominadora de distintas estrategias de márketing y con un gran don para la venta de distintos productos.
Fue también la época en que un genio llamado Manuel Gómez Parra intensificó su labor de venta de todo tipo de figuras miniaturizadas hechas con hueso de aceituna y navajas plegables muy pequeñas, con todo lujo de detalle, empuñadura de nogal y hoja metálica, además de realizar gran cantidad de trabajos de electricidad, ámbito en el que es un gran experto, realizando muchas instalaciones por todo el pueblo, y también para varias de las casas construídas por su gran amigo el mítico Antonio Sastre Candelario, uno de los mejores albañiles de Cerro Muriano junto con Manolo Zoílo.
Asimismo, la década de los años noventa significa la independencia progresiva de Carmen, Uyes, Juan Francisco, Tere y Manolín, los cinco hijos de Tere de los Ríos y D. Manuel Gómez Parra, que vivirán respectivamente en Alcaucín (Málaga), Cerro Muriano, Villaharta, Córdoba y Benidorm, manteniendo siempre el contacto con sus padres.
Porque si hay algo que ha caracterizado diacrónicamente a la familia creada por Tere de los Ríos y Manuel Gómez Parra ha sido la enorme cohesión y cariño entre todos sus integrantes.
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL DE MANUEL GÓMEZ PARRA, OTRO DE LOS MOMENTOS DE MAYOR FELICIDAD DE TERE DE LOS RÍOS
Tras su plena ósmosis con Cerro Muriano, después de muchas décadas viviendo en el pueblo, en 2021 se produce un acontecimiento inesperado que llena de felicidad a Tere de los Ríos, sus hijos e hijas y en general a toda la población de Cerro Muriano :
Después de leer un artículo sobre la biografía de Manuel Gómez Parra como minero de élite de auténtica talla internacional, publicado el 14 de abril de 2021,
Stuart Wilensky, hoy por hoy el más importante vendedor y distribuidor a nivel mundial de minerales de gran belleza para coleccionistas e inversores, dueño, presidente y CEO de la Galería Wilensky Exquisite Mineral Gallery de 600 m2 en Nueva York (Estados Unidos),
envía el 2 de mayo de 2021 a las 18:40 h un email en el que felicita a D. Manuel Gómez Parra como minero de gran valía y experiencia, elogia su contrastada profesionalidad, le califica como hombre fascinante y afirma que personas como D. Manuel Gómez Parra que arriesgan sus vidas en el interior de las minas, a muchos metros de profundidad, son los verdaderos artífices de proporcionar al mundo sus minerales más bellos y útiles.
La noticia genera gran dicha en Tere de los Ríos, sus cinco hijos y todo el mundo en Cerro Muriano, pero fiel a sus principios, Manuel Gómez Parra no presume de ello y hace extensivo este muy importante reconocimiento internacional a Manuel Puerto García " Caracoles ", Juan Rabichi, Higinio Gálvez Delgado, Ángel Hidalgo Bravo, Andrés Hidalgo Bravo, Antonio Aragón Velasco, Manuel Durán Sánchez, el Zapatero de Espiel, Antonio Ortiz Ortiz y otros muchos con los que tuvo amistad y que trabajaron también en la Mina de Cerro Vértice.
PLENA FELICIDAD CON SUS NIETOS
Los últimos años de vida de Tere de los Ríos fueron de suma felicidad, sintiendo en primera persona el cariño de sus hermanas Carmen, Estrella, Loli y Paqui, su marido Manuel Gómez Parra, sus hijos Carmen (fallecida en 2024), Uyes, Juan Francisco, Tere y Manolín y los habitantes de Cerro Muriano.
Y también en su etapa final fue cuando disfrutó al máximo de sus nada menos que 12 nietos : Álvaro y Nerea (hijos de Juan Francisco Gómez de los Ríos y Rafi, que viven en Villaharta), Juan y Miguel (hijos de Carmen Gómez de los Ríos y Juan, que viven en Alcaudín, Málaga), Jennifer y Jessica (hijos de Manolín Gómez de los Ríos y Carmen, que viven en Benidorm), Silvia, Antonio y Ángel (hijos de Uyes Gómez de los Ríos y María del Mar, que viven en Cerro Muriano) y Ricardo y Lucía (hijos de Tere Gómez de los Ríos y Ricardo, que viven en Córdoba).
TOBÍAS, ETERNO ADMIRADOR Y AMIGO DE TERE DE LOS RÍOS
Los años entre 2020 y 2025 consolidaron también el sincero afecto de Tobías (perro de Manuel Gómez Parra) hacia Tere de los Ríos, con la que compartió muchos momentos.
No es pues casualidad que desde el 5 de noviembre de 2025, día en que falleció Tere, este entrañable animal la echa mucho de menos y su comportamiento revela con frecuencia que la añora.
MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
El fallecimiento de Tere de los Ríos no ha significado ni significará en absoluto su fin.
Porque su fascinante singladura vital de 54 años en Cerro Muriano ha dejado una huella muy profunda en todos los que tuvieron el privilegio de conocerla y que no la van a olvidar nunca.
Andaluza por los cuatro costados, fue una mujer extraordinaria, repleta de humanidad, generosidad, nobleza, bondad, arte, duende, elegancia y gracia muy sui generis en todo lo que hacía, además de una gran madre que siempre se desvivió y sacrificó por su familia.
Un ser humano excepcional e icono atemporal trascendental en la Historia de Cerro Muriano.
