domingo, 30 de mayo de 2021

ESTACIÓN DE TREN DE CERRO MURIANO : UNA BELLA PÁGINA EN LA HISTORIA DE LOS FERROCARRILES ANDALUCES

Texto y Fotos : José Manuel Serrano Esparza 


Con una antigüedad de 116 años, la Estación de Tren de Cerro Muriano ha sido tradicionalmente uno de los elementos más representativos de la historia de este entrañable y bello pueblo situado 15 km al norte de Córdoba capital. 


Esta mítica infraestructura ferroviaria fue construida el 7 de Abril de 1905 por la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, atendiendo la petición de la empresa inglesa Cerro Muriano Mines Ltd, que necesitaba un apartadero ferroviario para poder transportar el mineral de cobre de las minas que explotaba en la zona, por lo que desde su mismo estreno, la estación tuvo un ramal específico que llegaba hasta los yacimientos mineros. 

Así pues, la Estación de Cerro Muriano quedó integrada en la línea férrea Córdoba-Almorchón, de 133 km de longitud y una de las más bellas de Europa, que a partir de 1920, con la inauguración de las estaciones de Los Pradillos y Mirabueno, llegó a Córdoba capital (antes de dicho año la línea sólo llegaba hasta la estación de La Balanzona, que había sido inaugurada en 1890), con lo que la Estación de Tren de Cerro Muriano se convirtió en un importantísimo enclave ferroviario de la sierra norte cordobesa que conectaba con diferentes municipios de la zona, pasando a formar parte de RENFE en 1941 con la nacionalización de todas las líneas ferroviarias de ancho ibérico, e integrándose en ADIF a partir de 2005.

UNA ESTACIÓN INSPIRADA EN LOS POSTULADOS DEL EQUIPO DE DISEÑO DE GUSTAVE EIFFEL CON LA RED DE FERROCARRILES FRANCESES DE SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX

Al igual que ocurrió con otras estaciones de la vía férrea Córdoba-Almorchón creadas con anterioridad como la Estación de Tren de Obejo, 

Aunque deteriorada por los 116 años transcurridos desde su fabricación, la escalera de hierro de la Estación de Tren de Cerro Muriano conserva todavía gran parte de la exótica belleza que tuvo otrora. Construída artesanalmente con hierro, incorpora en algunas zonas remaches forjados al fuego. 

la estación de Tren de Cerro Muriano fue diseñada y creada por la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces siguiendo en buena medida los preceptos del equipo de diseño de Gustave Eiffel, tanto la propia estación como los abundantes elementos de ingeniería ferroviaria que la rodean. 

Fue concebida como un edificio de viajeros de dos plantas, con un taller adyacente de mantenimiento y reparación, además de una casa próxima en la que vivían varios ferroviarios 

Playa de vías junto a la Estación de Tren de Cerro Muriano. El pequeño sendero de tierra que cruza la vía de derecha a izquierda fue creado durante la segunda década del siglo XXI como prolongación del Pasaje Cabanillas (que discurre más allá de la zona derecha de fotografía, fuera de imagen) y permite el acceso tanto a la estación como a la zona principal comercial del pueblo en la que se encuentran el Bar Bruno, el Bar Cinema, el Restaurante Bar X, la Farmacia Lda Julia Rubias, la Ferretería El Grifo, etc. El pequeño puente de hierro que se ve al fondo fue construido a mediados de los años cincuenta y comunica la zona de la carretera N-432A Granada-Badajoz que cruza Cerro Muriano con el Barrio del Cerro. 

y una playa de vías

Estructura de gálibo a muy pocos metros de la Estación de Tren de Cerro Muriano, una de las más bellas obras de ingenería ferroviaria que la rodean. 

La misma estructura de gálibo al amanecer constituye una de las imágenes más definitorias de la grandeza e importancia que tuvo la estación de Tren de Cerro Muriano, que dejó de funcionar para transporte de pasajeros en 1974 y para mercancías en 1992.

Otra imagen de la estructura de gálibo próxima a la Estación de Cerro Muriano, que forma parte de su entorno y junto a la cual puede apreciarse la playa de vías.

Vista longitudinal de la playa de vías adyacente a la Estación de Tren de Cerro Muriano con sentido Córdoba capital. Los 47 años transcurridos desde que la vía férrea Córdoba-Almorchón dejó de funcionar como transporte de pasajeros ha hecho que el tramo de la misma entre Cerro Muriano, La Balanzona, Los Pradillos y Mirabueno presente hoy en día un enorme abandono y deterioro, hasta el punto de que tal y como puede constatarse en la imagen, muchos árboles de notable tamaño y abundante vegetación han crecido sobre las vías, además de que muchos tramos de raíles fueron arrancados.

Imagen lateral de otro de los elementos de ingeniería ferroviaria más icónicos de la Estación de Tren de Cerro Muriano : sus dos robustas estructuras de hierro firmemente asentadas sobre el terreno, que eran el final de la vía y tope de los vagones. 

            Imagen frontal de dichas robustas estructuras de hierro que constituían el final de la vía y tope de los vagones.

Puente de hierro situado a unos 300 metros de la Estación de Tren de Cerro Muriano, construído a finales de los años setenta y bajo el cual discurría la vía de la línea férrea Córdoba-Almorchón. Puede apreciarse en imagen como la inmensa mayoría de raíles han sido arrancados durante décadas de deterioro y abandono. 


Imagen de las dos lámparas de luz situadas en la zona superior izquierda de la fachada principal de la Estación de Tren de Cerro Muriano. La lámpara de la izquierda es la más antigua y sobre ella se aprecian las tazitas de vidrio para aislar el cable de la luz del hierro del soporte. La lámpara de la derecha, mucho más grande y con forma de farola, es más moderna y a la derecha se observa su transformador. 


Vista contrapicada de las dos lámparas de luz y las tazitas de vidrio de la zona superior izquierda en la fachada principal de la estación de Tren de Cerro Muriano. 


Otra imagen en la que se ven todavía con mayor detalle la lámpara original de la Estación de Tren de Cerro Muriano próxima a las tazitas de vidrio que aislaban el cable de la luz del hierro del soporte y a la derecha, la lámpara mucho más moderna y de mayor tamaño, junto a su transformador


Pequeña caja de registro de luz junto a su conexión de cable, ubicadas a media altura, debajo de la pequeña lámpara más antigua de luz, en la confluencia de la pared izquierda de la Estación de Cerro Muriano y la fachada principal de la misma, pocos centímetros sobre la preciosa franja ornamental de piedra caliza blanca que circunvala todo el edificio en su zona alta central. 


Detalle de dicha caja de registro de luz junto a su conexión de cable. En ella puede leerse la inscripción " RENFE, Garantizada Hasta Febrero de 1987 " . La pieza metálica de la derecha servía para evitar que entrara agua de lluvia y que la conexión eléctrica estuviera seca dentro de ella. 


Cajas de conexión de telefonía y de luz. Ambas son estancas para que no entre el agua. Están situadas en la zona central superior derecha de la fachada principal de la Estación de Tren de Cerro Muriano, en la zona donde se unen la pared de la misma y la pared de la derecha, justo encima de la bella franja ornamental de piedra caliza blanca que rodea todo el edificio en su zona alta central. 


Detalle de dichas cajas de conexión de telefonía y de luz. Pese a los muchos años transcurridos desde que fueron instaladas, todavía se encuentran en buen estado cosmético.

Vista parcial de un tramo del tejado de la Estación de Tren de Cerro Muriano. Es otro de sus aspectos más singulares, ya que está constituido por tejas muy robustas basadas en el modelo tecula mecula romano, cuya configuración permite la rápida evacuación de agua. 


Tazitas de cerámica situadas en la zona alta derecha de la pared de la derecha de la Estación de Tren de Cerro Muriano para aislar los cables de luz del hierro del soporte, aproximadamente dos metros por encima de la zona superior de la segunda escalera metálica de la estación, de color verde y mucho más moderna que la original de hierro realizada en 1905 a la izquierda del edificio. 


Zona superior de la escalera metálica moderna construída durante los años ochenta tras la creación de una segunda puerta de acceso a la planta superior de la Estación de Tren de Cerro Muriano, en la que vivía el jefe de estación. 

Es de una gran belleza, no muy conocida y está ubicada a la derecha del todo de la pared de la derecha de la estación, una zona repleta de vegetación tras 47 años de inactividad para transporte de pasajeros. 


Detalle de un tramo de los peldaños de la escalera metálica moderna construída durante los años ochenta y que subía hasta la segunda puerta de acceso a la planta alta de la Estación de Cerro Muriano.


Imagen longitudinal contrapicada ascendente de la escalera verde metálica moderna. La vegetación del suelo en esta zona es tan sumamente profusa, que fue muy difícil hacer fotografías desde este punto. 


Imagen captada desde la zona superior de dicha escalera, junto a la segunda puerta de acceso a la planta alta de la Estación de Tren de Cerro Muriano. 


Imagen de la zona inferior de la escalera metálica verde que asciende hasta la segunda puerta de acceso a la planta alta de la Estación de Tren de Cerro Muriano, donde vivía el jefe de estación. 


Detalle de los grandes y muy robustos bloques de piedra caliza blanca que constituyen la base de la Estación de Tren de Cerro Muriano y la confieren una notable solidez. 


Detalle de la zona de unión entre la pared de la izquierda de la Estación de Tren de Cerro Muriano y la de su fachada principal contigua a las vías de la línea férrea Córdoba-Almorchón. Pueden apreciarse restos de mortero en las zonas de unión de los bloques de piedra.  


Otra fotografía de los grandes bloques de robusta piedra caliza blanca que constituyen la base de la Estación de Tren de Cerro Muriano. 


Perchas metálicas de sujeción, pintadas en color verde, de las que colgaban macetas con flores. Tanto éstas como otras dos muy cerca de ellas, está situadas en la pared de la derecha de la estación de Tren de Cerro Muriano, muy cerca de su confluencia con la pared de la fachada principal. El color verde con el que fueron también pintadas las macetas de uralita hizo que la zona de la pared en que se apoyaban quedara impregnada de dicha tonalidad, visible todavía hoy en día. 


Imagen en la que se aprecia parte de las robustas piedras calizas que constituyen la base de la Estación de Tren de Cerro Muriano, así como la pequeña escalera de acceso para viajeros, que como consecuencia de su deterioro, fue reformada durante los años noventa. 

Los escalones originales estaban hechos con piedra caliza blanca, al igual que los alféizars de puertas y ventanas, en sinergia con la bella franja también de piedra caliza blanca que rodea la zona superior central del edificio. 


Tubo metálico inserto dentro de la pared frontal de la fachada de la Estación de Tren de Cerro Muriano, a la derecha del todo, a unos dos metros de altura, junto a la zona superior de la puerta metálica con marco de piedra caliza blanca sobre su zona alta. En este tubo se introducía otro algo más estrecho con forma de bandera y en cuya zona superior se anunciaban los horarios de los trenes.


Clavo de plomo que indica la altura con respecto al nivel del mar, que fue inscrita con cincel. 

UNA VÍA VERDE NECESARIA 

Recientemente, se consolidó una decisión a mi modesto entender acertada que se venía gestando desde hace años : la conversión del tramo de vía férrea de 20 km Mirabueno-Los Pradillos-La Balanzona-Cerro Muriano-Estación de Obejo en una vía verde peatonal y ciclista que ponga en valor la zona, tras el convenio firmado entre los ayuntamientos de Córdoba (por cuyo municipio discurrirán 14 de dichos kilómetros), Obejo (por cuyo municipio discurrirán los 7 restantes, con final en la estación de tren del mismo nombre) y ADIF. 

Evidentemente, la rehabilitación integral de la línea férrea Córdoba-Almorchón, un proyecto paralelo que comenzó a alumbrase en los años noventa, era también una excelente opción a priori, para intentar potenciar la Comarca del Guadiato (una de las que más ha sufrido en Andalucía las distintas crisis económicas, con una creciente despoblación y paro juvenil) con un servicio mixto de pasajeros y mercancías. 

Y el tren es de modo incuestionable algo fundamental para la preservación del mundo rural, sus tradiciones y sus costumbres. 

Incluso en 2008, se aprobó un plan de remodelación de toda la vía férrea Córdoba-Almorchón para el desarrollo socioeconómico de la zona, algo que se venía solicitando por distintos pueblos de la Comarca del Guadiato desde mediados de los años noventa, aunque finalmente no se realizó, debido entre otros factores a la crisis económica generalizada que tuvo lugar entre dicho año y 2010.

Pero en 2021, casi catorce años después, dicha remodelación y nueva puesta en funcionamiento con trenes de la línea férrea Córdoba-Almorchón, mucho más deteriorada que entonces, especialmente en el tramo Mirabueno-Cerro Muriano- Estación de Obejo (a partir de la cual las vías están en muchas mejores condiciones hasta Almorchón) precisaría una astronómica inversión económica que la hace en mi modesta opinión virtualmente inviable, más todavía después de la pandemia que ha provocado una merma más que considerable de los recursos económicos disponibles en todo tipo de instituciones, tanto públicas como privadas. 

Sabido es que la mítica línea férrea Córdoba-Almorchón fue con diferencia durante casi cien años una de las más bellas de Europa, con paisajes incomparables de la sierra norte cordobesa que pudieron ser disfrutados por cuatro generaciones de andaluces y extremeños a bordo de sus legendarios trenes impulsados por maravillosas locomotoras de vapor durante gran parte de su existencia y posteriormente por hidrocarburo líquido diésel hasta 1974. 

Y ha sido siempre y seguirá siendo un referente diacrónico en muchas facetas para los amantes de los ferrocarriles clásicos y el modelismo ferroviario. 

Tal es la singularidad e increíble belleza de esta línea férrea cuya leyenda se ha convertido en algo atemporal y que formó parte consustancial de las vidas de muchos andaluces y extremeños entre las tres últimas décadas del siglo XIX y el siglo XX hasta 1974. 

Pero no es menos cierto que ha transcurrido casi medio siglo desde que la línea dejó de funcionar para transporte de pasajeros. 

47 años sin trenes de pasajeros circulando son muchos años. 

Demasiados, y la línea presenta un enorme nivel de degradación, especialmente entre Cerro Muriano y Mirabueno : abundantes traviesas rotas con zonas muy afiladas y peligrosas, raíles arrancados por doquier, extensos tramos sin vías, túneles abandonados repletos de suciedad y escombros, gran cantidad de árboles que han crecido en mitad de las vías, muchos tramos de la vía férrea con enorme cantidad de vegetación que habría que limpiar metro a metro, profusión de tornillos sueltos, etc. 

Es decir, la situación de abandono y degradación del tramo de vía férrea Córdoba-Almorchón entre la estación de Mirabueno (a 4 km de Córdoba capital) y Cerro Muriano era ya insostenible y había que dar una solución. 

Y a mi modesto entender, la opción de crear una vía verde sobre el trazado de las vías de esta famosa línea férrea era muy probablemente la mejor de las posibles, ya que pondrá en valor la zona y permitirá el disfrute de maravillosos paisajes a muchísimas personas : senderistas, turistas, ciclistas, personas de la tercera edad, deportistas, personas con algún tipo de discapacidad, personas con movilidad reducida, etc, además de potenciar notablemente el cicloturismo, el turismo de naturaleza y el turismo deportivo, en su calidad de corredor verde de auténtica talla internacional, ya que los parajes de la sierra norte cordobesa que se pueden ver y respirar a través de esta ruta son de una belleza impresionante, además de albergar microclimas cuya temperatura oscila entre tres y seis grados menos que en Córdoba capital, en simbiosis con una inefable brisa cuyas virtudes médicas y terapéuticas son de sobra conocidas.  

Es más, si se hacen las cosas bien tengo la firme convicción de que esta nueva vía verde podría convertirse en la más bella de Europa, ya que al fin y al cabo, discurrirá por el mismo recorrido que la línea férrea Córdoba-Almorchón en su tramo Mirabueno-Estación de Obejo, por lo que sus usuarios disfrutarán de idénticos fabulosos e incomparables paisajes que los cientos de miles de viajeros que durante los siglos XIX y XX utilizaron dicha vía férrea como medio de transporte, que también generó una enorme admiración y entusiasmo durante más de un siglo en los mejores fotógrafos de trenes del mundo como Iain Turnbull, Brian Stephenson, Jeremy Wiseman, Christian Schnabel, Lawrence G. Marshall, Francisco Wais y otros.  

Y la puesta en valor de dicho trazado como vía verde de primerísimo nivel internacional, accesible para todos y que permita disfrutar al máximo de la entrada a la mítica Sierra Morena, sería también algo muy bueno para Córdoba y los cordobeses, con el ecoturismo y el turismo sin barreras como conceptos primordiales, una ruta muy especial que no dejará indiferente a nadie, además de fomentar el amor y pasión por la naturaleza, un ámbito en el que Córdoba siempre ha sido una zona privilegiada. 

Imagen de la Estación de Tren de Cerro Muriano en 2008. En el conocimiento y difusión de este histórico enclave ferroviario ha sido decisiva durante décadas la encomiable labor desarrollada por la Asociación de Amigos de la Estación de Tren de Cerro Muriano, la Asociación Cultural Cordobesa de Amigos del Ferrocarril (con su presidente Álvaro Olivares y su secretario Antonio Lara como motores impulsores) y Juan J. Ramos Vicente, autor del extraordinario libro " Almorchón-Bélmez-Córdoba : El Ferrocarril del Guadiato ", presentado en Córdoba el 4 de Noviembre de 2016. 

Pero a mi modesto entender, sería también importante una futura preservación de la Estación de Tren de Cerro Muriano, muy querida por las personas del pueblo de diferentes generaciones desde hace 116 años y lugar junto al que caminaron miles de veces personajes legendarios de su acervo histórico como Encarnación Jurado Rodríguez, Antonio Sastre Candelario, Antonia Loaisa Blanque, Castor Rodríguez, Ana Salguero, Manuel Calvo Ramírez, Ignacia Bejarano Lunar, Antonio Martín Cabanillas, Francisca Flores Romero, Antonia Serrano González, Pedro Cuadro Calvente, Silveria Corral Loaisa, Ramón Lozano Gilarte, Rafael Obrero Jurado y muchos otros que fueron decisivos en el desarrollo y mejora de las condiciones de vida en Cerro Muriano tras una posguerra repleta de dificultades económicas, con un encomiable esfuerzo y tesón, acompañados por una gran capacidad de lucha, que amaron también profundamente la Estación de Tren de Cerro Muriano, y cuyo sacrificio fue decisivo en sacar adelante a sus vástagos y descendientes, que hoy en día disfrutan de una calidad de vida mucho mejor que la que ellos y ellas tuvieron.



El mítico zapatero Antonio Martín Cabanillas, hombre muy entrañable y una de las personalidades más importantes en toda la historia de Cerro Muriano, posando delante de la estación de tren del pueblo en 2008, pocos años antes de su fallecimiento.