Rafael Nadal ha ganado el U.S Open 2013 (décimo tercer gran título de Grand Slam de su carrera) tras derrotar en la final a Novak Djokovic por 6-2, 3-6, 6-4 y 6-1, culminando así una extraordinaria temporada en la que se ha proclamado vencedor en diez torneos importantes de la ATP (Montreal, Roland Garros, Roma, Madrid, Conde de Godó, Indian Wells, Brasil, México, Cincinnatti y U.S Open) con un récord de 22 victorias consecutivas imbatido sobre pistas duras y de 60-3 durante el año sobre todo tipo de superficies.
Ello resulta especialmente meritorio e insólito si
se tiene en cuenta que Nadal ha brillado especialmente durante el presente año
2013 jugando en pistas rápidas y muy rápidas, tal y como acreditan sus
victorias en Montreal, Indian Wells, Cincinatti (en la que se impuso al gigante norteamericano de 2,08 m John Isner - que cuajó una gran final- tras durísimo partido que se resolvió por doble tie-break 7-6, 7-6) y este segundo U.S Open de su
trayectoria profesional que acaba de conquistar.
Por si todo ello fuera poco, también es importante
tener en cuenta que este más que notable resurgir se ha produdido tras un hiato
de siete meses sin jugar debido a una grave lesión de rodilla.
Pero gracias a su ímprobo esfuerzo, amor por este
deporte y una increíble fuerza mental, RAFA NADAL ha conseguido volver a estar
en lo más alto del tenis mundial.
Ya ha ganado nada menos que trece títulos de Grand
Slam.
Sólo Roger Federer (17) y Pete Sampras (14) le superan en esta faceta,
por lo que Nadal es en estos momentos desde el punto de vista de su palmarés el
tercer jugador de tenis más importante de la historia y sin ningún género de dudas el mejor en
juego desde fondo de pista y sobre superficie de arcilla, tal y como acreditan
sus impresionantes ocho títulos en Roland Garros, a lo cual hay que sumar una impresionante versatilidad y adaptabilidad a todo tipo de superficies que le han permitido ganar también hasta la fecha nada menos que cinco Grand Slams sobre pistas rápidas (2 Wimbledons, 2 U.S Opens y 1 Australian Open).
Por otra parte, Nadal ha logrado otra proeza que se
consideraba muy difícil de realizar: superar el juego de fondo de pista del
gran Bjorn Borg (6 Roland Garros y 5 Wimbledons, dos Grand Slams menos que Nadal), el más eximio pionero del
tenis liftado y un jugador cuya capacidad física era asombrosa.
Nadal es con mucha diferencia el mejor jugador de
tenis de la historia desde fondo de pista, capaz de dominar los puntos una y
otra vez desde dicha zona.
Su drive liftado, arma letal por excelencia en su
amplísima gama de golpes, es el más potente y sobre todo con mayor control de pelota de todos
los tiempos, con un brutal efecto topspin sin parangón en el devenir del
Circuito ATP, con una aceleración y precisión tales que le permiten imponer su
juego prácticamente en todo momento.
Además, la asombrosa velocidad de movimientos y espíritu de lucha de Nadal le permiten llegar generalmente en las mejores condiciones posibles a las bolas que le lanzan sus oponentes, con un muy variado y espectacular arsenal de recursos que incluyen su famoso BANANA SHOT, con el que abre ángulos increíbles y que incluso ha llegado a conectar de bote pronto en alguna ocasión, el PASSING-SHOT PARALELO MEDIANTE SMASH CORTADO, etc.
Además, la asombrosa velocidad de movimientos y espíritu de lucha de Nadal le permiten llegar generalmente en las mejores condiciones posibles a las bolas que le lanzan sus oponentes, con un muy variado y espectacular arsenal de recursos que incluyen su famoso BANANA SHOT, con el que abre ángulos increíbles y que incluso ha llegado a conectar de bote pronto en alguna ocasión, el PASSING-SHOT PARALELO MEDIANTE SMASH CORTADO, etc.
Su revés liftado a dos manos es muy bueno, de lo
mejor del circuito profesional, tanto ofensiva como defensivamente, y Nadal es capaz de conectarlo con muy altos niveles de potencia, efecto topspin y precisión, habiendo perfeccionado además un golpe magistral de revés cortado a
una mano que utiliza a veces como opción de reserva cuando necesita ralentizar
el ritmo de juego durante algunos puntos al enfrentarse a jugadores como Novak
Djokovic o el genio Roger Federer (el mejor jugador de tenis de todos los
tiempos) que generan golpes planos de gran potencia en momentos clave de los
peloteos.
Incluso, Rafael Nadal ha sido capaz en algunas ocasiones de realizar BANANA-SHOT PASSING-SHOTS DE REVÉS CORTADO, algo de extrema dificultad y que requiere un toque maestro de pelota, no digamos ya si se realiza de bote pronto.
Incluso, Rafael Nadal ha sido capaz en algunas ocasiones de realizar BANANA-SHOT PASSING-SHOTS DE REVÉS CORTADO, algo de extrema dificultad y que requiere un toque maestro de pelota, no digamos ya si se realiza de bote pronto.
Con respecto a su volea, este es otro de los
aspectos más sólidos de su repertorio, virtud inusual para un jugador arquetipo
del tenis liftado y altamente especializado en el juego desde el fondo de la
pista.
La volea de Nadal, tanto de drive como de revés, es excelente y muy superior a la de grandes jugadores de fondo de pista de la historia del
tenis como Guillermo Vilas, Bjorn Borg, Mats Wilander, Ivan Lendl, etc.
Y aún sin alcanzar obviamente el nivel en esta faceta de legendarios maestros de la volea como Roger Federer,
John McEnroe, Rod Laver, Pete Sampras, Lewis Hoad, John Newcombe, Stan Smith y
otros, la volea de Nadal es muy buena y efectiva, hace un amplio uso de ella
como arma ofensiva cuando juega torneos de la ATP sobre pista dura, y es muy
intuitivo adivinando las trayectorias de passing-shots de sus rivales, por lo
que gana muchos puntos con ella.
En lo tocante a su servicio, este es uno de los
ámbitos en los que el juego de Nadal ha progresado más, ya que en absoluto es
una mera puesta en juego, sino que por consistencia y precisión se ha
convertido en un recurso de primer nivel en su arsenal para ganar puntos
importantes en momentos clave.
No es un cañonero que pertenezca al club de
superespecialistas en servicio del circuito ATP como Roger Federer, John Isner,
Jo-Wilfred Tsonga, Marin Cilic, Ivo Karlovic, etc, pero lo compensa con una muy
precisa colocación, adecuada potencia y gran regularidad que pone en aprietos a sus rivales, de tal manera que gana muchos
puntos con su servicio cortado, muy similar al utilizado durante los años
setenta y principios de los ochenta por Bjorn Borg, a quien impartió clases de
saque el genio rumano Ilie Nastase durante los primeros meses de 1976 que
serían decisivas para el triunfo del jugador sueco en la final de Wimbledon de
dicho año.
Ni que decir tiene que los partidos Nadal-Federer y
Nadal-Djokovic se han convertido ya en todo un clásico para los entusiastas del
tenis por todo el mundo, al igual que ocurrió con otras famosas batallas de
décadas precedentes en este deporte: Bjorn Borg-Jimmy Connors, John
McEnroe-Ivan Lendl, Boris Becker-Stefan Edberg, Pete Sampras-Andre Agassi, etc.
Sea como fuere, si bien Roger Federer está en mi
opinión un peldaño por encima de Pete Sampras y Rafa Nadal, siendo el referente
diacrónico del tenis mundial, Nadal ha sido y continúa siendo el
mejor jugador de la historia del tenis en varios ámbitos significativos:
a) Posee la mejor gama de golpes de fondo de pista que
jamás haya existido en este deporte, siendo capaz de ganar puntos impresionantes al borde de lo imposible.
b) Dispone de una fuerza mental sin igual que le permite
recuperarse de muy distintos contextos desfavorables, lesiones, marcadores en
contra, e incluso públicos que apoyen mayormente a sus rivales (Nadal ha
demostrado sobradamente que aumenta la calidad de su juego cuando el público
anima más a su oponente).
c) Es el jugador de tenis con mayor capacidad atlética
en la historia de este deporte, tanto desde el punto de vista de la potencia y
fuerza como de la resistencia física a la fatiga y velocidad de movimientos,
capaz de jugar al mismo nivel durante los cinco sets de un torneo de Grand Slam,
de alcanzar bolas imposibles y de luchar cada punto hasta agotar su último átomo
de energía.
Además, Rafael Nadal complementa su formidable físico más propio de un decatleta olímpico con una encomiable capacidad de sacrificio durante los BRUTALES ENTRENAMIENTOS al límite de pulsaciones por minuto a que se somete, en los que acredita una extraordinaria fuerza de voluntad y un inusitado nivel de autoexigencia.
Además, Rafael Nadal complementa su formidable físico más propio de un decatleta olímpico con una encomiable capacidad de sacrificio durante los BRUTALES ENTRENAMIENTOS al límite de pulsaciones por minuto a que se somete, en los que acredita una extraordinaria fuerza de voluntad y un inusitado nivel de autoexigencia.
Su rapidez de desplazamientos es asombrosa, al igual
que su potencia de golpes (ciertamente descomunal, sobre todo con su drive liftado, que es una obra maestra de fuerza y precisión), energía, y poco menos que inmunidad
al cansancio, que le convierten en una especie de Robocop sobre la pista, y
cualquier rival que se enfrente a él tendrá que luchar hasta la muerte para
ganarle un punto.
d) Su inteligencia para leer el tempo de los partidos y
saber cuales son las fases y puntos decisivos. Su nivel de concentración
durante estos períodos clave es la referencia del Circuito ATP.
e) Su humildad. RAFA NADAL ama este deporte, es un
hombre extremadamente trabajador que vive por y para el tenis, se cuida al
máximo y tiene un gran respeto por sus rivales que ha demostrado en multitud de
ocasiones, por lo que es uno de los jugadores más queridos por sus compañeros
de profesión, muchos de los cuales son amigos sinceros suyos.
f) Su intensidad emocional viviendo los partidos. Pone
el alma y la vida en cada punto. Tanto las personas que asisten en directo a sus
partidos por todo el mundo como quienes le siguen por televisión lo perciben, y ésta es una de las razones
por las que ver jugar al tenis a Rafael Nadal, , es una experiencia inolvidable para cualquier amante de este
deporte, sobre todo cuando se enfrenta a genios de la raqueta como ROGER FEDERER y dos estilos totalmente distintos de concebir el tenis brillan con
luz propia.
En otro orden de cosas, este gran triunfo de Rafael Nadal ha sido muy significativo, ya que se ha enfrentado a un Novak Djokovic en plenitud, que ha forzado la máquina adjudicándose el segundo set por 3-6, manteniéndose en el partido en el tercero que ha perdido por 6-4 y siendo desarbolado por Rafael Nadal en el cuarto y definitivo.
Ha sido un partido extraordinario, con abundantes puntos disputados desde el fondo de la pista a un ritmo frenético de intercambio de golpes por ambos jugadores, en el que también ha sido encomiable la actitud del jugador serbio, que ha luchado al máximo ante un pletórico Nadal.
En otro orden de cosas, este gran triunfo de Rafael Nadal ha sido muy significativo, ya que se ha enfrentado a un Novak Djokovic en plenitud, que ha forzado la máquina adjudicándose el segundo set por 3-6, manteniéndose en el partido en el tercero que ha perdido por 6-4 y siendo desarbolado por Rafael Nadal en el cuarto y definitivo.
Ha sido un partido extraordinario, con abundantes puntos disputados desde el fondo de la pista a un ritmo frenético de intercambio de golpes por ambos jugadores, en el que también ha sido encomiable la actitud del jugador serbio, que ha luchado al máximo ante un pletórico Nadal.
José Manuel Serrano Esparza