Por José Manuel Serrano Esparza
Photo : Robert Capa / © ICP New Yorkelrectanguloenlamano.blogspot.com ha podido descubrir la mano izquierda de Gerda Taro en una fotografía hecha por Robert Capa el 5 de Septiembre de 1936 a tres refugiados de Cerro Muriano (una anciana con delantal y cofia negra que cubre su cabeza, un muchacho de unos dieciséis años ataviado con pantalón oscuro, camisa blanca, chaqueta clara y típico sombrero de paja andaluz y su hermana, una niña muy pequeña, de unos cuatro años de edad, a la que lleva agarrada con su mano derecha) que huyen a pie del pueblo de Cerro Muriano y se hallan en la zona entre Los Llanos del Conde y El Ronquillo Bajo, avanzando junto a la vía férrea Córdoba-Almorchón (fuera de imagen, unos 5 metros detrás del fotógrafo) a través del antiguo camino hacia la Estación de Tren de Obejo y El Vacar, enclaves hacia los que se dirigen.
Mapa en el que se aprecia la zona entre los Llanos del Conde y El Ronquillo Bajo (ambos pertenecientes al término municipal de Obejo) en la que Robert Capa hizo el 5 de septiembre de 1936 esta foto en la que aparece la mano izquierda de Gerda Taro apoyada en una encina, mientras tres refugiados de Cerro Muriano caminan a pié a muy pocos metros de las vías de la línea férrea Córdoba-Almorchón con rumbo hacia la Antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar.
Y ello obedece a varios factores fundamentales que confluyen a la vez :
A) Desde Agosto de 1936 en que ambos llegan a España, Gerda Taro está constantemente cerca de Capa cuando éste hace fotos, puesto que la fotoperiodista alemana de origen judío está empezando y Capa lleva ya cuatro años como fotógrafo profesional desde que hiciera el reportaje del discurso de León Trotsky en el Palacio de los Deportes de Copenhague (Dinamarca) el 27 de noviembre de 1932.
Gerda Taro, mujer de gran inteligencia e intuición, además de pareja sentimental de Capa, es plenamente consciente del enorme talento de éste como fotógrafo y por ello, deja durante 1936 (se independizará profesionalmente en 1937) que sea el fotoperiodista húngaro quien haga la mayoría de las fotos, mientras que ella, además de realizar fotografías, le acompaña funcionando como agente comercial y representante de las imágenes realizadas por Capa, ámbito muy cimentado gracias a su gran amistad con Maria Eisner (directora de la agencia Alliance Photo en París, la más importante de Europa en esos momentos junto con Dephot Berlin, cuyo director era Simon Guttmann), de la que llevaba siendo asistente desde octubre de 1935, con un sueldo mensual de 1200 francos.
Taro ha estado haciendo fotos en España desde mediados de agosto de 1936 con una cámara Réflex Korelle de formato medio 6 x 6 cm (descubrimiento realizado por Irme Schaber y verificado por elrectanguloenlamano.blogspot.com) hasta pocos días antes del 5 de septiembre de 1936, pero los indicios apuntan claramente a que o bien se quedó sin rollos de película de 120 o se rompió (algo que ocurría con bastante frecuencia en esta cámara) el muy delgado y frágil cable de metal que va por debajo del panel superior de la cámara y del que dependían tanto el armado del obturador como el avance de película, por lo que el 5 de septiembre de 1936 no hizo fotos ni en la zona de Cerro Muriano ni entre Cerro Muriano, la antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar.
Por ello, dicho 5 de septiembre de 1936, Gerda Taro estuvo en todo momento acompañando a Capa, y observando desde muy cerca cómo hacía las fotos, porque sabía que podía aprender mucho de él, que en esos momentos tenía más experiencia.
Incluso cinco meses después, en Febrero de 1937, cuando la fotoperiodista alemana había comenzado a simultanear el uso de la Reflex Korelle de formato medio 6 x 6 cm (cuyos rollos de película 120 permitían hacer sólo 12 fotografías y con la que capta imágenes en Almería de refugiados procedentes de Málaga, de marineros a bordo del acorazado Jaime I y de soldados republicanos) con una Leica II Model D reconvertida a Leica III (capaz de exponer 36 fotogramas) con la que hace fotografías en la zona de la Ciudad Universitaria y el Parque del Oeste de Madrid,
Photo : Robert Capa / © ICP New YorkGerda Taro aparece accidentalmente a la derecha de una imagen en la que Capa fotografía a un suboficial de las Brigadas Internacionales con fusil, gorra militar y botas de campaña bajando unas escaleras en la zona de trincheras de la Ciudad Universitaria de Madrid, aparentemente distraída, pero en realidad atenta a como Capa hace la foto.
Y algo parecido ocurrió el 5 de septiembre de 1936 en esta foto hecha por Capa entre Los Llanos del Conde y El Ronquillo Bajo, aproximadamente 2 km al noroeste de Cerro Muriano.
Gerda Taro, está desde varios segundos antes de que Capa haga la foto, de pie, con la mano izquierda apoyada en la encina y esperando la llegada de los tres refugiados que caminan hacia ellos.
Pese al enorme calor (unos 40º C de temperatura), Taro lleva puesta una chaqueta negra de manga larga, intentando pasar lo más desapercibida posible pero a la vez mirando a Capa para ver como hace la foto a la anciana, al chico joven de unos dieciséis años y a la niña pequeña de aproximadamente cuatro años que están a punto de llegar a la altura de Capa.
B) Gerda Taro ha hecho todo lo posible para no aparecer en la foto, sobre todo para no desviar la atención de los tres refugiados, de pie, quieta, con su mano izquierda sobre la encina y muy cerca del lugar por el que tienen que pasar las tres personas que avanzan caminando hacia ellos, intentando que si la ven el grado de desviación de sus miradas sea el mínimo posible, conocedora de que Capa siempre intenta sorprender a las personas a las que fotografía.
No puede acercarse tanto como querría y es costumbre en él, ya que compositivamente y a gran velocidad, decide meter en el encuadre el alto poste de telégrafos (incluyendo su zona superior y los cables) para que domine la zona central de la imagen y que separe a la anciana y el chico joven con su hermana pequeña que avanzan tras ella.
Capa tiene los cinco sentidos puestos en hacer una foto con el mayor dinamismo posible, y aprieta el botón disparador de su Leica II (Model D) telemétrica acoplada a un objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5 con su impresionante precisión en el timing, captando el pie izquierdo de la anciana y la pierna y pie izquierdos del muchacho en pleno movimiento, confiriendo a la imagen una notable motricidad.
Asimismo, Capa, siempre atento incluso a los más pequeños detalles que marcan la diferencia, percibe que la anciana camina con mayor velocidad y potencia que el chico joven y su hermana muy pequeña que avanzan tras ella, ya que el chico de unos dieciséis años tiene que ir al ritmo de la niña, por lo que la imagen posee mucho más dramatism del que pudiera parecer en un principio, ya que el muchacho está en todo momento con el stress de poder seguir de cerca a la anciana (probablemente su abuela) y a la vez no forzar la marcha de su hermana muy pequeña para evitar su agotamiento, ya que les faltan todavía unos 10,5 km de caminata a pleno sol para llegar hasta El Vacar.
C) Es un tiro muy instintivo y rápido, con la cámara probablemente configurada a f/11 (de ahí la gran profundidad de campo de la imagen) y una velocidad de obturación relativamente lenta (Capa utilizó película de blanco y negro Eastman Kodak Panchromatic con sensibilidad Weston 32, equivalente a ISO 40) que hace que la mano izquierda de la anciana (que camina a mayor velocidad que el chico y su hermana pequeña) aparezca trémula y con sensación de movimiento.
Así pues, la enorme concentración de Capa en los tres refugiados de Cerro Muriano que caminan hacia la izquierda de la imagen y la velocidad con la que dispara su cámara, hacen que no se dé cuenta de la presencia de la mano de Gerda Taro a la izquierda del todo de la imagen.
Por otra parte,
el reencuadre selectivo de la zona derecha de la imagen incluyendo el chico joven de unos dieciséis años y a su hermana pequeña de aproximadamente cuatro, permite corroborar la increíble precisión en el timing y capacidad de percepción de los más pequeños detalles por parte de Capa, que ha conseguido plasmar el pie izquierdo del muchacho en movimiento y con el talón apoyado sobre el terreno, en contraste con el pie izquierdo de la niña, también en movimiento y cuya zona delantera es la que está tocando el suelo.