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Photo: Robert Capa © ICP New York
Photo : Robert Capa © ICP New York
elrectanguloenlamano.blogspot.com ha podido descubrir la ubicación de dos fotografías más hechas por Robert Capa el 5 de septiembre de 1936 en la Finca de Villa Alicia, junto al cortijo del mismo nombre, situado aproximadamente a 1 km y 200 metros de la rotonda que une el Camino CP-45 y la antigua carretera N-432 Granada-Badajoz.
Se trata de dos copias vintage tamaño 18 x 24 cm sobre papel fotográfico, donadas en 1992 al International Center of Photography de Nueva York por Cornell Capa y su esposa Edith Schwartz, y que fueron realizadas a partir de los negativos originales pertenecientes a uno de los rollos de película de blanco y negro Eastman Kodak Nitrate Panchromatic formato 24 x 36 mm de sensibilidad Weston 32 (equivalente aproximadamente a ISO 40) expuestos por Robert Capa el 5 de septiembre de 1936 con su Leica II (Model D) número de serie 90023 acoplada a un objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5 número de serie 133594 de 4 elementos en 3 grupos, diseñado por Professor Max Berek en Wetzlar (Alemania).
Estas dos fotografías son muy importantes porque forman parte de la serie de imágenes hechas por Capa junto al Cortijo de Villa Alicia y cuya ubicación descubrimos en Mayo de 2010 :
Photo : Robert Capa / ICP New York
© José Manuel Serrano Esparza
Photo : Robert Capa © ICP New York
Photo : Robert Capa © ICP New York
A) Fotografía hecha por Capa, pocos metros antes de llegar al Cortijo de Villa Alicia, disparando su Leica II (Model D) desde muy cerca, a una mujer de unos 60 años, con indumentaria y medias de color negro, montada sobre un burro blanco y que aparece a la izquierda de la imagen.
Esta anciana sujeta a un niño rubio muy pequeño, de aproximadamente año y medio de edad (muy probablemente su nieto) con su mano izquierda, mientras con la derecha lleva las riendas del animal, visibles en la zona inferior izquierda de la imagen.
Capa, siempre atento a los detalles que marcan la diferencia, percibe claramente el enorme contraste entre la expresión facial de la anciana (visiblemente angustiada, muy triste y con la mirada perdida, ya que se ve obligada a huir y dejar atrás todo lo que tiene, su morada, sus recuerdos y muchísimas décadas de ímprobo trabajo de sol a sol, sin saber qué va a ser de ella y su familia) y el tranquilo semblante del niño, que mira a Capa con curiosidad, totalmente ajeno a lo que está ocurriendo.
También en la mitad izquierda de la imagen, tras la anciana y su nieto, avanzan montados sobre otro burro un chico joven de unos 16 años con boina negra, igualmente con rostro de preocupación, y que sujeta a una niña pequeña de unos tres años, que está girando su cabeza hacia la izquierda.
Y en la mitad derecha de la imagen, se aprecia con gran nitidez a un hombre joven de unos 20 años de edad que va solo a lomos de un caballo y huye del Cortijo de Villa Alicia, con idéntica dirección que el resto de personas que aparecen en la fotografía.
Desde un punto de vista fotográfico, la imagen posee la inconfundible impronta de Robert Capa : está en el lugar adecuado, en el momento adecuado y se acerca al máximo posible.
El fotoperiodista húngaro de origen judío dispara su Leica II (Model D) telemétrica formato 24 x 36 mm probablemente a f/8 para intentar obtener la más amplia zona de nitidez posible, lo cual consigue en gran medida, aunque fruto de la enorme proximidad desde la que Capa hace la foto y a la gran rapidez de su tiro, la anciana y su nieto que son las personas más próximas al objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5, aparecen ligeramente desenfocados, a diferencia de los rostros de los dos hombres jóvenes que avanzan tras ella y que tienen un foco notablemente preciso.
Por otra parte, hay en esta imagen de Capa, una vez más, otro elemento muy significativo, típico en él, además de un enfoque no perfecto ( ya que es un tiro instintivo y muy rápido hecho con su Leica) y que Marc Riboud — uno de los más importantes fotoperiodistas de la historia, que también utilizaba cámaras Leica — comentó con frecuencia a Cornell Capa en Nueva York durante décadas : la impresionante precisión en el timing por parte de Bob a la hora de apretar el botón disparador de sus cámaras.
No hay más que observar como Capa ha captado magistralmente el caminar majestuoso del caballo con su pata derecha en plena acción motriz, revelando una enorme tensión contenida en la familia que escapa como puede, ya que todo el mundo desearía estar huyendo mucho más deprisa, incluso al galope, pero la masiva presencia de ancianas y niños en el grupo, impide ir más rápido, pese a que en el momento en que es captada esta imagen, todas las personas que aparecen en ella (con excepción del precioso niño rubio muy pequeño) tienen bastante miedo en el cuerpo.
Porque la anciana, los niños pequeños, los dos hombres jóvenes, los dos burros y el caballo están escuchando el intercambio de disparos de fusil y ametralladora que está teniendo lugar entre las fuerzas republicanas que defienden la cima de la Loma de Las Malagueñas (en la que está el puesto de mando avanzado republicano con los comandantes Juan Bernal, Aviraneta y Balibrea) y la columna franquista del centro al mando del comandante Álvarez Rementería que ataca cuesta arriba su vertiente sur, entre las tropas republicanas que defienden la cima de Torreárboles y la columna franquista de la derecha al mando del comandante Sagrado que está atacando cueta arriba su vertiente sur, y el tremendo choque que está teniendo lugar en la barranca que separa el Cerro de La Coja de la Loma de Las Malagueñas, ya que los milicianos alcoyanos se han lanzado en tromba contra el Tabor de Regulares de Melilla nº 3 (al mando del comandante López Guerrero) y los Escuadrones de Regulares de Ceuta nº 3 y de Alhucemas (al mando del comandante Gerardo Figuerola), e impedirán la maniobra envolvente de las temidas tropas marroquíes durante varias horas, hasta ser finalmente aniquilados aproximadamente a las 22:00 h.
Es verdaderamente admirable como para plasmar el drama y horror de la guerra, Capa no opta por fotografiar escenas en primera línea de fuego, con presencia frecuente de vísceras, sangre, miembros amputados, etc, sino que se fija sobre todo en la población civil inocente, que es la que más sufre las consecuencias de cualquier conflicto bélico, consiguiendo unas imágenes impresionantes, repletas de detalles sutiles y expresiones faciales enormemente elocuentes que ponen al descubierto el contexto dramático a más no poder para las personas que aparecen en ellas.
Es gente que huye del Cortijo de Villa Alicia, y tienen buenos motivos para ello, porque aunque en el momento en que Capa hace la foto, no había todavía combates en la Finca de Villa Alicia, que era con diferencia la zona más peligrosa el 5 de Septiembre de 1936, más todavía que la cima de Las Malagueñas y Torreárboles, porque la Finca de Villa Alicia era la zona de maniobra envolvente (en la cual generalmente no se hacían prisioneros) para que las tropas franquistas atacantes pudieran atravesarla y percutir sobre la vertiente norte de Torreárboles, a tan sólo unos 500 metros más allá del Cortijo de Villa Alicia.
Y las tropas franquistas del Ejército de África que atacaron Las Malagueñas y Torréarboles el 5 de Septiembre de 1936, aunque muy profesionales y con gran experiencia en combate, eran inferiores en número (aproximadamente 1.500 hombres) a los efectivos republicanos (aproximadamente 3.000 hombres) que defendían dichas cotas, por lo que la velocidad en la maniobra envolvente era un factor decisivo para el éxito de la operación con tres columnas diseñada por el general Varela, ya que estas tropas muy expertas en guerra colonial en África, estaban preparadas sobre todo para realizar misiones de ataque.
Ante la gran proximidad de los combates entre fuerzas franquistas y republicanas en esos momentos, se organizó la evacuación de la mayoría de las personas que aparecen en las cinco fotografías hechas por Capa a muy pocos metros del Cortijo de Villa Alicia el 5 de septiembre de 1936 aproximadamente al mediodía (entre las 12:30 h y la 1:30 h, es difícil saberlo con exactitud).
Josefa y Rafael Lozano habían comprado en 1921 la finca de Villa Alicia y el Cortijo de Villa Alicia (construido en 1912) que había sido previamente habitado por los empresarios e ingenieros ingleses de la Cordoba Copper Company y sus familias, que entre 1908 y 1919 (año en que abandonaron su actividad) explotaron los yacimientos de cobre de altísima calidad de Cerro Muriano, después de que otras tres compañía inglesas lo hicieran anteriormente, entre 1897 y 1908.
Rafaela Lozano (esposa de Miguel Zamora), mujer de gran coraje y capacidad de trabajo, era hija de Josefa Lozano.
A base de enorme esfuerzo y tesón durante décadas, el Cortijo de Villa Alicia fue muy ampliado y mejorado después de la Guerra Civil Española por Rafaela Lozano y Miguel Zamora con la ayuda de sus hijos Ana y José Agudo, Fuensanta y Andrés García, Marisol , Rafael y Pilar Pastor, Miguel y Amparo García, labor que continuaron sus nietos, celebrándose las bodas de oro de Rafaela Lozano y Miguel Zamora el 6 de enero de 1986 en el Cortijo de Villa Alicia.
Es decir, Rafaela Lozano y Miguel Zamora se casaron el día de Reyes de 1936, tan sólo ocho meses antes de llegar Capa a la zona de Cerro Muriano.
Pero las personas que aparecen en estas fotografías hechas por Capa junto al Cortijo de Villa Alicia no son ni Josefa Lozano, ni Rafael Lozano, ni Rafaela Lozano, ni Miguel Zamora ni tampoco ningún otro miembro de sus familias, ya que Josefa Lozano y Rafael Lozano habían huido del Cortijo de Villa Alicia (que habían comprado quince años antes, en 1921) poco antes de estallar la Guerra Civil Española en Julio de 1936, al igual que el resto de sus familiares.
Photo : Robert Capa © ICP New York
B) Fotografía hecha por Robert Capa el 5 de septiembre de 1936 a cuatro niños que avanzan montados sobre un burro blanco en cuya silla sus padres han puesto muchas mantas para que puedan pasar la noche durmiendo al raso, ya que se dirigen a la salida norte del pueblo de Cerro Muriano, y desde allí tendrán que ir a la antigua Estación de Tren de Obejo (a 5 km de distancia del pueblo) y a El Vacar (a 11 km de Cerro Muriano).
Capa se mueve con gran rapidez y se acerca al máximo a los niños, con ligero ángulo diagonal derecho con respecto a ellos y al burro que les transporta.
Es un tiro muy rápido, ligeramente desenfocado, con un encuadre muy cerrado, típico en Capa, que intenta conseguir el máximo impacto en sus imágenes y que éstas sean interesantes, plasmando momentos definitorios que transmitan uno o más mensajes importantes, lo cual, una vez más, consigue, añadiendo además dramatismo a la escena al hacer la fotografía con un fuerte ángulo contrapicado, para engrandecer la importancia de estos cuatro niños como víctimas de la guerra.
Es un fotoperiodista de raza, para el que lo fundamental es conseguir la foto y su talento en este sentido es inefable : trabaja a enorme velocidad, buscando diferentes ángulos y distancias de enfoque para conseguir las mejores imágenes posibles y resulta también fascinante su talento tanto para saber ver la foto como para seleccionar los sujetos más interesantes en cada momento.
Capa, hombre de gran sensibilidad e inefable capacidad para captar detalles significativos, incluso en los contextos más extremos, percibe al instante que los progenitores de los niños, ante la obligada huida y el peligro de que los dos más pequeños puedan caer del burro durante la marcha, han ubicado a los dos niños de más edad con una especial configuración de supervivencia, para reducir al máximo posible tal riesgo :
- La niña mayor (de aproximadamente 10 años) va delante del todo, con la doble misión de dirigir al burro con sus piernas y las riendas (que aparecen cerca de su rodilla derecha) y a la vez obligar a la niña pequeña que va montada justo detrás de ella a que se agarre fuertemente con sus brazos a su cintura.
- El niño que va detrás del todo, de unos 9 años de edad y vestido con chaqueta clara de manga larga, tiene la doble misión de agarrar al niño más pequeño (de unos 3 años de edad) que va justo delante de él, pero también de vigilar a la niña pequeña (de unos 5 años de edad, con indumentaria blanca y rayas que va detrás de su hermana mayor que encabeza el grupo), y a la que no debe perder de vista ni un segundo, ya que si por cualquier motivo el animal se asusta por los disparos del fragor de la batalla muy cercana y se desboca, dicha niña caería al suelo sin que su hermana mayor pudiera hacer nada.
Este es el motivo por el que el niño pequeño de unos 9 años de edad que va atrás del todo aparece mirando fijamente y con gran nerviosisimo a su hermana pequeña vestida con ropa blanca a rayas.
Esta situación límite, que genera una gran tensión permanente en el niño de unos 9 años que va atrás del todo y del que depende fundamentalmente la seguridad de los dos niños más pequeños que van sobre el burro, tiene su origen en el hecho de que no existe en ese momento modo alguno en que otros padres, madres, abuelos o abuelas puedan vigilar a estos dos niños pequeños, ya que todos ellos están sobre otros burros con más niños pequeños o bien caminan llevando en brazos a niños todavía más jóvenes, algunos de ellos bebés.
Existen en la imagen potentísimas líneas diagonales formadas por el niño y la niña mayores y el delgado árbol de la derecha en simbiosis con el dramatismo que emana del brazo derecho de la niña de unos 5 años que se aferra visiblemente a la cintura de su hermana mayor, y la mano derecha del niño más joven de todos, que fruto del movimiento del burro avanzando, ya no está agarrando la cintura de su hermana con ropa blanca a rayas, sino que ha caido, resbalando hasta tocar la manta.
Evidentemente, el riesgo de que los dos niños de menor edad puedan caer al suelo desde una altura elevada, va a ser constante durante los muchos kilómetros de marcha que les quedan, y Capa consigue transmitir esa sensación de difícil equilibrio de los cuatro niños montados sobre el burro blanco, así como la premura en la huida, simbolizada por el pie derecho desnudo de la niña mayor, que no ha tenido siquiera tiempo para calzarse.
LA ANCIANA VESTIDA DE NEGRO QUE LLEVA AL NIÑO MUY PEQUEÑO JUNTO A ELLA SOBRE EL BURRO BLANCO ES LA MISMA MUJER QUE APARECE A LA IZQUIERDA DEL TODO DE LA FOTOGRAFÍA HECHA TAMBIÉN POR CAPA Y CUYA UBICACIÓN EN LA FINCA DE VILLA ALICIA DESCUBRIMOS HACE 9 AÑOS, EN MAYO DE 2010
Tras realizar reencuadres selectivos de la zona izquierda
tanto de la fotografía hecha por Capa junto al cortijo de Villa Alicia en la que aparece un hombre con sombrero que va caminando y encabeza la huida de su familia (con varios de sus miembros de diferentes edades visibles tras él montados sobre burros y en la que puede apreciarse también la pendiente de Torreárboles en la zona superior izquierda de la fotografía) cuya ubicación descubrimos en Mayo de 2010
como de la imagen que inicia este artículo y en la que aparece una anciana de aproximadamente 60 años con un niño rubio muy pequeño avanzando montada sobre un burro (al tiempo que avanzan tras ella un chico joven de unos 16 años con boina negra sobre otro burro, que sujeta a una niña pequeña de unos 3 años de edad, y un hombre joven de unos 20 años de edad, también con boina, que va solo, montado sobre un caballo), hemos podido discernir que la anciana y el niño rubio muy pequeño montados sobre un burro blanco que aparecen a la izquierda del todo de la segunda fotografía, son exactamente las mismas personas que van en un burro blanco a la izquierda del todo de la imagen que ubicamos en 2010 :
Ésto confirma una vez más la gran velocidad de movimientos de Capa cuando hacía las fotos, ya que tras captar la primera foto del padre de familia con sombrero andaluz que avanza caminando en primer lugar junto a un burro, huyendo con toda su familia que avanzan tras él montados en burro, el futuro fundador de la Agencia Magnum (junto con Henri Cartier-Bresson, David Seymour " Chim", George Rodgers y William Vandivert) percibe claramente la expresión facial de preocupación de la anciana que avanza sujetando a su nieto sobre el burro blanco, por lo que decide aproximarse al máximo hacia ella y hacer una segunda foto, desde mucho más cerca, captándola con la mirada perdida y repleta de ansiedad, sin que la mujer se de cuenta de la presencia de Capa durante el acto fotográfico, aunque el niño, muy tranquilo y ajeno al contexto dramático que está viviendo su familia, sí que le mira con curiosidad.
UN TOTAL DE CINCO FOTOGRAFÍAS HECHAS POR ROBERT CAPA JUNTO AL CORTIJO DE VILLA ALICIA
Capa hizo un total de cinco fotografías junto al Cortijo de Villa Alicia (Cerro Muriano) de personas que iniciaban la huida el 5 de septiembre de 1936 : las cuatro imágenes mostradas anteriormente y otra cuya ubicación también descubrimos hace años junto a dicho cortijo :
Photo : Robert Capa © ICP New York
Fotografía hecha por Capa el 5 de Septiembre de 1936 junto al Cortijo de Villa Alicia y en la que se aprecia a un hombre joven montado sobre un burro, que ha iniciado también la huida y sujeta entre sus manos a una niña pequeña de unos 4 años (probablemente su hija).
Al igual que todas las personas que aparecen en las otras fotos de Capa pertenecientes a esta serie que hace junto al mencionado Cortijo, este hombre y su hija están escapando con dirección norte, hacia el pueblo de Cerro Muriano, su salida norte, la antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar.
Photo: Robert Capa
Fotografía hecha por Capa el 5 de Septiembre de 1936 a aproximaamente 300 metros más allá del Cortijo de Villa Alicia, en dirección a la colina Torreárboles, cuya pendiente es visible al fondo, en la mitad superior izquierda de la imagen.
Esta fotografía aparece en una de las páginas del libro ilustrado The Spanish People´s Fight for Liberty, compilado por A. Ramos Oliveira y publicado en 1937 por el Departamento de Prensa de la Embajada Española en Londres, sin que se indique la autoría de la fotografía ni el lugar en que fue hecha.
© John Loengrad
Tras la muerte de Robert Capa el 25 de mayo de 1954 en Thai Binh (Vietnam) al pisar una mina, Cornell Capa decidió abandonar su ya destacada carrera como fotógrafo y dedicar toda su vida a la preservación del inmenso legado de su hermano y a mantener vivo su recuerdo, fundando en 1974 el ICP de Nueva York con ayuda de su mujer
© José Manuel Serrano Esparza
Edie Schwartz (que tenía gran capacidad discernidora y memoria visual con las imágenes y se convirtió en una muy buena editora de fotografías trabajando a partir de las hojas de contactos, además de poseer notable talento organizador), Anna Winand (secretaria de Cornell Capa, que trabajó intensivamente con Edie desde varios años antes de 1974 dentro de la oficina de Cornell Capa en Manhattan, ubicada en Lower Fifth Avenue, clasificando y ordenando el enorme archivo fotográfico de Robert Capa) y Micha Bar-Am.
Edie Schwartz murió en 2001 y Cornell Capa en 2008.
Durante los once años transcurridos desde la muerte de Cornell, han aparecido muchísimas fotos nuevas hechas por su hermano Robert en la zona de Cerro Muriano, donde el 5 de septiembre de 1936 hizo tres reportajes extraordinarios : la Arenga en la Finca de Villa Alicia, la Huida de los refugiados del Cortijo de Villa Alicia y la Huida de los Refugiados de Cerro Muriano en dirección norte hacia la Antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar ante la intensificación del bombardeo de la aviación franquista, de tal manera que hoy en día hay aproximadamente un 400% más de imágenes hechas por Capa en la zona de Cerro Muriano que las que se conocían en 2008, además de que muchas de ellas han sido ubicadas entre 2008 y 2019.
El enorme esfuerzo de medio siglo por parte de Edie Schwartz y Cornell Capa no fue en vano, además de que la enorme dimensión fotográfica, humana e histórica del creador de la Agencia Magnum ha sido notablemente potenciada ya en plena era digital por la gran labor de Cynthia Young (Conservadora del Archivo Fotográfico de Robert Capa en el ICP de Nueva York), gran experta en la obra del fotoperiodista y que ha editado extraordinarios libros sobre la obra fotográfica de Capa como Capa in Colour, con 208 páginas y 245 ilustraciones en color, que han revelado la enorme importancia de la obra de Robert Capa en la Historia de la Fotografía, no sólo en el ámbito del blanco y negro, sino también como pionero de la fotografía en color con películas Kodachrome y Ektachrome.
© José Manuel Serrano Esparza
Pero fue en la zona de Cerro Muriano donde Capa tuvo su bautismo de fuego el 5 de septiembre de 1936 y fue en este pequeño pueblo aproximadamente 15 km al norte de Córdoba capital donde se inició el moderno, ágil y dinámico fotoperiodismo de guerra,
con una cámara Leica II (Model D) formato 24 x 36 mm de tamaño muy pequeño, peso muy liviano y objetivos también de dimensiones muy reducidas, disparando a pulso en todo momento y sin necesidad de trípode alguno.
B) Fotografía hecha por Robert Capa el 5 de septiembre de 1936 a cuatro niños que avanzan montados sobre un burro blanco en cuya silla sus padres han puesto muchas mantas para que puedan pasar la noche durmiendo al raso, ya que se dirigen a la salida norte del pueblo de Cerro Muriano, y desde allí tendrán que ir a la antigua Estación de Tren de Obejo (a 5 km de distancia del pueblo) y a El Vacar (a 11 km de Cerro Muriano).
Capa se mueve con gran rapidez y se acerca al máximo a los niños, con ligero ángulo diagonal derecho con respecto a ellos y al burro que les transporta.
Es un tiro muy rápido, ligeramente desenfocado, con un encuadre muy cerrado, típico en Capa, que intenta conseguir el máximo impacto en sus imágenes y que éstas sean interesantes, plasmando momentos definitorios que transmitan uno o más mensajes importantes, lo cual, una vez más, consigue, añadiendo además dramatismo a la escena al hacer la fotografía con un fuerte ángulo contrapicado, para engrandecer la importancia de estos cuatro niños como víctimas de la guerra.
Es un fotoperiodista de raza, para el que lo fundamental es conseguir la foto y su talento en este sentido es inefable : trabaja a enorme velocidad, buscando diferentes ángulos y distancias de enfoque para conseguir las mejores imágenes posibles y resulta también fascinante su talento tanto para saber ver la foto como para seleccionar los sujetos más interesantes en cada momento.
Capa, hombre de gran sensibilidad e inefable capacidad para captar detalles significativos, incluso en los contextos más extremos, percibe al instante que los progenitores de los niños, ante la obligada huida y el peligro de que los dos más pequeños puedan caer del burro durante la marcha, han ubicado a los dos niños de más edad con una especial configuración de supervivencia, para reducir al máximo posible tal riesgo :
- La niña mayor (de aproximadamente 10 años) va delante del todo, con la doble misión de dirigir al burro con sus piernas y las riendas (que aparecen cerca de su rodilla derecha) y a la vez obligar a la niña pequeña que va montada justo detrás de ella a que se agarre fuertemente con sus brazos a su cintura.
- El niño que va detrás del todo, de unos 9 años de edad y vestido con chaqueta clara de manga larga, tiene la doble misión de agarrar al niño más pequeño (de unos 3 años de edad) que va justo delante de él, pero también de vigilar a la niña pequeña (de unos 5 años de edad, con indumentaria blanca y rayas que va detrás de su hermana mayor que encabeza el grupo), y a la que no debe perder de vista ni un segundo, ya que si por cualquier motivo el animal se asusta por los disparos del fragor de la batalla muy cercana y se desboca, dicha niña caería al suelo sin que su hermana mayor pudiera hacer nada.
Este es el motivo por el que el niño pequeño de unos 9 años de edad que va atrás del todo aparece mirando fijamente y con gran nerviosisimo a su hermana pequeña vestida con ropa blanca a rayas.
Esta situación límite, que genera una gran tensión permanente en el niño de unos 9 años que va atrás del todo y del que depende fundamentalmente la seguridad de los dos niños más pequeños que van sobre el burro, tiene su origen en el hecho de que no existe en ese momento modo alguno en que otros padres, madres, abuelos o abuelas puedan vigilar a estos dos niños pequeños, ya que todos ellos están sobre otros burros con más niños pequeños o bien caminan llevando en brazos a niños todavía más jóvenes, algunos de ellos bebés.
Existen en la imagen potentísimas líneas diagonales formadas por el niño y la niña mayores y el delgado árbol de la derecha en simbiosis con el dramatismo que emana del brazo derecho de la niña de unos 5 años que se aferra visiblemente a la cintura de su hermana mayor, y la mano derecha del niño más joven de todos, que fruto del movimiento del burro avanzando, ya no está agarrando la cintura de su hermana con ropa blanca a rayas, sino que ha caido, resbalando hasta tocar la manta.
Evidentemente, el riesgo de que los dos niños de menor edad puedan caer al suelo desde una altura elevada, va a ser constante durante los muchos kilómetros de marcha que les quedan, y Capa consigue transmitir esa sensación de difícil equilibrio de los cuatro niños montados sobre el burro blanco, así como la premura en la huida, simbolizada por el pie derecho desnudo de la niña mayor, que no ha tenido siquiera tiempo para calzarse.
LA ANCIANA VESTIDA DE NEGRO QUE LLEVA AL NIÑO MUY PEQUEÑO JUNTO A ELLA SOBRE EL BURRO BLANCO ES LA MISMA MUJER QUE APARECE A LA IZQUIERDA DEL TODO DE LA FOTOGRAFÍA HECHA TAMBIÉN POR CAPA Y CUYA UBICACIÓN EN LA FINCA DE VILLA ALICIA DESCUBRIMOS HACE 9 AÑOS, EN MAYO DE 2010
Tras realizar reencuadres selectivos de la zona izquierda
tanto de la fotografía hecha por Capa junto al cortijo de Villa Alicia en la que aparece un hombre con sombrero que va caminando y encabeza la huida de su familia (con varios de sus miembros de diferentes edades visibles tras él montados sobre burros y en la que puede apreciarse también la pendiente de Torreárboles en la zona superior izquierda de la fotografía) cuya ubicación descubrimos en Mayo de 2010
como de la imagen que inicia este artículo y en la que aparece una anciana de aproximadamente 60 años con un niño rubio muy pequeño avanzando montada sobre un burro (al tiempo que avanzan tras ella un chico joven de unos 16 años con boina negra sobre otro burro, que sujeta a una niña pequeña de unos 3 años de edad, y un hombre joven de unos 20 años de edad, también con boina, que va solo, montado sobre un caballo), hemos podido discernir que la anciana y el niño rubio muy pequeño montados sobre un burro blanco que aparecen a la izquierda del todo de la segunda fotografía, son exactamente las mismas personas que van en un burro blanco a la izquierda del todo de la imagen que ubicamos en 2010 :
Ésto confirma una vez más la gran velocidad de movimientos de Capa cuando hacía las fotos, ya que tras captar la primera foto del padre de familia con sombrero andaluz que avanza caminando en primer lugar junto a un burro, huyendo con toda su familia que avanzan tras él montados en burro, el futuro fundador de la Agencia Magnum (junto con Henri Cartier-Bresson, David Seymour " Chim", George Rodgers y William Vandivert) percibe claramente la expresión facial de preocupación de la anciana que avanza sujetando a su nieto sobre el burro blanco, por lo que decide aproximarse al máximo hacia ella y hacer una segunda foto, desde mucho más cerca, captándola con la mirada perdida y repleta de ansiedad, sin que la mujer se de cuenta de la presencia de Capa durante el acto fotográfico, aunque el niño, muy tranquilo y ajeno al contexto dramático que está viviendo su familia, sí que le mira con curiosidad.
UN TOTAL DE CINCO FOTOGRAFÍAS HECHAS POR ROBERT CAPA JUNTO AL CORTIJO DE VILLA ALICIA
Capa hizo un total de cinco fotografías junto al Cortijo de Villa Alicia (Cerro Muriano) de personas que iniciaban la huida el 5 de septiembre de 1936 : las cuatro imágenes mostradas anteriormente y otra cuya ubicación también descubrimos hace años junto a dicho cortijo :
Photo : Robert Capa © ICP New York
Fotografía hecha por Capa el 5 de Septiembre de 1936 junto al Cortijo de Villa Alicia y en la que se aprecia a un hombre joven montado sobre un burro, que ha iniciado también la huida y sujeta entre sus manos a una niña pequeña de unos 4 años (probablemente su hija).
Al igual que todas las personas que aparecen en las otras fotos de Capa pertenecientes a esta serie que hace junto al mencionado Cortijo, este hombre y su hija están escapando con dirección norte, hacia el pueblo de Cerro Muriano, su salida norte, la antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar.
Photo: Robert Capa
Fotografía hecha por Capa el 5 de Septiembre de 1936 a aproximaamente 300 metros más allá del Cortijo de Villa Alicia, en dirección a la colina Torreárboles, cuya pendiente es visible al fondo, en la mitad superior izquierda de la imagen.
Esta fotografía aparece en una de las páginas del libro ilustrado The Spanish People´s Fight for Liberty, compilado por A. Ramos Oliveira y publicado en 1937 por el Departamento de Prensa de la Embajada Española en Londres, sin que se indique la autoría de la fotografía ni el lugar en que fue hecha.
© John Loengrad
Tras la muerte de Robert Capa el 25 de mayo de 1954 en Thai Binh (Vietnam) al pisar una mina, Cornell Capa decidió abandonar su ya destacada carrera como fotógrafo y dedicar toda su vida a la preservación del inmenso legado de su hermano y a mantener vivo su recuerdo, fundando en 1974 el ICP de Nueva York con ayuda de su mujer
© José Manuel Serrano Esparza
Edie Schwartz (que tenía gran capacidad discernidora y memoria visual con las imágenes y se convirtió en una muy buena editora de fotografías trabajando a partir de las hojas de contactos, además de poseer notable talento organizador), Anna Winand (secretaria de Cornell Capa, que trabajó intensivamente con Edie desde varios años antes de 1974 dentro de la oficina de Cornell Capa en Manhattan, ubicada en Lower Fifth Avenue, clasificando y ordenando el enorme archivo fotográfico de Robert Capa) y Micha Bar-Am.
Durante los once años transcurridos desde la muerte de Cornell, han aparecido muchísimas fotos nuevas hechas por su hermano Robert en la zona de Cerro Muriano, donde el 5 de septiembre de 1936 hizo tres reportajes extraordinarios : la Arenga en la Finca de Villa Alicia, la Huida de los refugiados del Cortijo de Villa Alicia y la Huida de los Refugiados de Cerro Muriano en dirección norte hacia la Antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar ante la intensificación del bombardeo de la aviación franquista, de tal manera que hoy en día hay aproximadamente un 400% más de imágenes hechas por Capa en la zona de Cerro Muriano que las que se conocían en 2008, además de que muchas de ellas han sido ubicadas entre 2008 y 2019.
El enorme esfuerzo de medio siglo por parte de Edie Schwartz y Cornell Capa no fue en vano, además de que la enorme dimensión fotográfica, humana e histórica del creador de la Agencia Magnum ha sido notablemente potenciada ya en plena era digital por la gran labor de Cynthia Young (Conservadora del Archivo Fotográfico de Robert Capa en el ICP de Nueva York), gran experta en la obra del fotoperiodista y que ha editado extraordinarios libros sobre la obra fotográfica de Capa como Capa in Colour, con 208 páginas y 245 ilustraciones en color, que han revelado la enorme importancia de la obra de Robert Capa en la Historia de la Fotografía, no sólo en el ámbito del blanco y negro, sino también como pionero de la fotografía en color con películas Kodachrome y Ektachrome.
© José Manuel Serrano Esparza
Pero fue en la zona de Cerro Muriano donde Capa tuvo su bautismo de fuego el 5 de septiembre de 1936 y fue en este pequeño pueblo aproximadamente 15 km al norte de Córdoba capital donde se inició el moderno, ágil y dinámico fotoperiodismo de guerra,
con una cámara Leica II (Model D) formato 24 x 36 mm de tamaño muy pequeño, peso muy liviano y objetivos también de dimensiones muy reducidas, disparando a pulso en todo momento y sin necesidad de trípode alguno.