© Hans Namuth / Georg Reisner
Definitivamente, Cerro Muriano se ha convertido en uno de los más importantes enclaves fotográficos de imágenes de la Guerra Civil Española, algo ciertamente insólito y que tiene un enorme mérito, ya que se trata de un pequeño pueblo situado 15 km al norte de Córdoba capital.
Entre 2008 y 2019 se han descubierto muchísimas fotos nuevas, aproximadamente un 400% más de las conocidas antes de dicho período, hechas por Robert Capa, Hans Namuth y Georg Reisner en este entrañable pueblo de la sierra norte cordobesa hace 83 años, aquel muy convulso 5 de septiembre de 1936 en la Finca de Villa Alicia, Cerro Muriano pueblo, los Lavaderos y Fundiciones de la Cordoba Copper Company, la salida norte de Cerro Muriano y los 14 km de terrible marcha a pie bajo un sol abrasador de la población civil del pueblo que huyó en masa hacia la antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar, tramos de la vía férrea Córdoba-Almorchón en los que Capa hizo su mítico reportaje sobre los refugiados de Cerro Muriano ante la intensificación del bombardeo del pueblo por la aviación franquista a partir de aproximadamente las 15:00 h de la tarde.
Un 5 de septiembre de 1936 en Cerro Muriano que significó a nivel mundial el nacimiento del fotoperiodismo de guerra ágil y dinámico con pequeñas cámaras Leica telemétricas formato 24 x 36 mm, captando imágenes a pulso, en manos de los tres fotoperiodistas mencionados (Gerda Taro también estaba con Capa, pero llevaba una cámara Reflex Korelle de formato medio 6 x 6 cm).
Hace siete meses, el 18 de noviembre de 2018, Antonio Jesús González, uno de los más señeros fotógrafos cordobeses, redactor gráfico del Diario Córdoba desde 1988, socio fundador de la asociación fotográfica cordobesa AFOCO, que ha publicado imágenes en El País, El Mundo, Diario 16, ABC, La Vanguardia, El Sol, Ya, El Periódico de Cataluña y otros, además de ser un gran experto en fotografía antigua y habitual conferenciante sobre temas fotográficos en eventos como la Bienal de Fotografía de Córdoba, etc, publicó en su blog elmarginador.blogspot.com un artículo titulado " La Guerra Civil en Córdoba por Namuth y Reisner ", en el que mostró una fotografía hecha por Hans Namuth/Georg Reisner en Cerro Muriano el 5 de septiembre de 1936 y que aparece en el libro Spanisches Tagebuch 1936 publicado por la editorial Nishen Verlag de Berlín en 1986 :
© Hans Namuth / Georg Reisner
Es una imagen en la que se aprecia a un miliciano que ayuda a caminar a una mujer de unos 35 años que lleva un pañuelo en su mano izquierda mientras se lleva la mano derecha a su sien con gesto de evidente preocupación y llorando, mientras una chica joven con vestido blanco y cinturón negro (probablemente su hija) la mira angustiada.
Pensé que podía ser una foto importante, por lo que era necesario intentar encontrar su ubicación exacta, que he podido hallar.
© José Manuel Serrano Esparza
Esta fotografía fue realizada aproximadamente a las 16:15 h de la tarde del 5 de septiembre de 1936 en la cuesta abajo de lo que es hoy la Calle Carretera de Cerro Muriano, en el tramo del kilómetro 253 de la N-432a Granada-Badajoz, pocos metros antes del comienzo de la pequeña bifurcación de la carretera hacia la Ferretería El Grifo, junto a los contenedores de basura, poco antes de llegar a la sucursal de Caja Sur, con el Bar Bruno y el Bar Cinema algo más abajo.
En 1936 la carretera era algo más ancha de lo que es hoy en día y no estaba asfaltada, sino que estaba hecha sobre todo con arena endurecida.
Y a ambos lados de ella no había absolutamente nada, con excepción de la Casa de Francisco León que se ve al fondo, ligeramente a la izquierda de la imagen, y los bloques de piedra también blancos para indicar el trazado de la carretera.
© Hans Namuth/Georg Reisner
Hans Namuth acaba de plasmar con su cámara un momento de gran stress, ya que todas las personas que aparecen en imagen están oyendo los tiros del violentísimo combate que se está desarrollando desde las 13:00 h del mediodía entre los milicianos alcoyanos de la CNT de Alcoy y el Tabor y dos Escuadrones de Regulares de la columna franquista atacante de la derecha al mando del coronel Sáenz de Buruaga cerca del acceso a la Loma de Las Malagueñas (situada al fondo de la imagen, al sur, y aproximadamente 1.5 km a la izquierda) donde las feroces tropas marroquíes intentan realizar la maniobra envolvente, sin conseguirlo, ya que los alcoyanos situados en las proximidades de dicha loma, están oponiendo una fuerte resistencia y aguantarán firmes en sus puestos hasta bien entrada la noche de este 5 de septiembre de 1936, en que serán aniquilados.
Los milicianos alcoyanos de la CNT que se aprecian en la fotografía de Hans Namuth/Georg Reisner pertenecen a otro grupo que defiende el pueblo de Cerro Muriano.
Están a punto de huir en sus camiones, porque temen que la infantería marroquí desarbole rápidamente a sus compañeros en Las Malagueñas y ataquen el pueblo en cualquier momento, por lo que todos ellos están mirando inquietos hacia el sur, esperando que los temidos soldados marroquíes del Ejército de África aparezcan en cualquier momento y ataquen el pueblo.
Además, la aviación franquista ha intensificado su bombardeo del pueblo, provocando el pánico de la población civil, por lo que familias enteras están ya huyendo, caminando apresuradamente con dirección norte hacia la antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar, mientras los milicianos están evacuando a algunas personas, como la mujer protagonista de la fotografía hecha por Hans Namuth / Georg Reisner.
Reencuadre selectivo de la imagen, con el miliciano de la CNT de Alcoy a la derecha, la mujer aturdida y llorando en el centro y una joven muchacha (probablemente su hija) a la izquierda que la mira angustiada. Todas las personas que aparecen en esta imagen están preparándose para huir de Cerro Muriano, ya que más al sur, a tan sólo 2 km de distancia
Las Malagueñas y Torreárboles vistas desde el Cerro de la Coja. Las casas que se aprecian en imagen no son el pueblo de Cerro Muriano, sino la Urbanización Villa Rosita, que no existía en 1936 y es de construcción mucho más moderna. El pueblo de Cerro Muriano está muy cerca de esta zona, aproximadamente 2 km de Las Malagueñas y a 1.5 km de Torreárboles. © José Manuel Serrano Esparza
está en marcha la ofensiva franquista con tres columnas bajo el mando global del general Varela contra la Loma de Las Malagueñas y la colina Torreárboles, cotas previas clave para la ulterior conquista del pueblo, que no se producirá hasta aproximadamente las 10:00 h de la mañana del 6 de septiembre de 1936.
Son aproximadamente las 16:15 h de la tarde del 5 de septiembre de 1936 y la tensión es máxima entre las fuerzas republicanas que defienden el pueblo (tanto milicianos como tropas gubernamentales), porque aproximadamente a 2 km de distancia al sur, un intento de penetración desde la 1 de la tarde de la columna de la derecha del ataque franquista bajo el mando del coronel Sáenz de Buruaga con tropas marroquíes del Tabor de Regulares de Melilla y los Escuadrones de Regulares de Ceuta nº 3 y Alhucemas del comandante Gerardo Figuerola hacia la Loma de Las Malagueñas, a través de una barranca ubicada entre el Cerro de la Coja y dicha loma, intentando envolverla y capturar así al Puesto de Mando Republicano (comandantes Juan Bernal, Gerardo Armentia, José Balibrea y Aviraneta) situado en la Mansión de las Malagueñas (pequeño palacete en su cima), ha sido parado en seco por la feroz reacción de los milicianos de la CNT y la FAI de Alcoy (Alicante) ubicados en las inmediaciones de dicha loma, que se han lanzado en tromba sobre ellos abriendo fuego a discreción, tal y como descubrió D. Francisco Moreno Gómez en 1985 en su monumental obra de 784 páginas La Guerra Civil en Córdoba de editorial Alpuerto, además de describir con precisión este inaudito ataque de los alcoyanos (sin duda uno de los episodios más alucinantes de los tres años de contienda civil española) sobre las durísimas tropas profesionales marroquíes del Ejército de África, con experiencia de muchos años en guerra colonial en África, durante su intervención en el documental Los Héroes Nunca Mueren, dirigido por Jean Arnold en 2004 y producido por Adrian Lipp.
Todo el mundo está escuchando el sonido de los disparos y el fragor de la batalla, porque asimismo, las vertientes sur de
© José Manuel Serrano Esparza
la Loma de Las Malagueñas y
© José Manuel Serrano Esparza
la Colina Torreárboles están siendo atacadas por las columnas franquistas del centro (comandante Álvarez Rementería) y la izquierda (comandante Sagrado).
Además, la población civil de Cerro Muriano está aterrorizada porque varios aparatos Breguet XIX de la aviación franquista han lanzado varias bombas de 50 kg contra el pueblo, por lo que sus habitantes han iniciado ya la huida en masa a través de su salida norte, con dirección noroeste, hacia la antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar, caminando junto a la vía férrea Córdoba-Almorchón.
En la fotografía,
el hombre que ayuda a la mujer de unos 35 años a caminar es un miliciano de la CNT de Alcoy, perteneciente a la Columna Alcoyana, que había salido de Alcoy (Alicante) casi un mes antes, el 7 de agosto de 1936 y formada por 534 militares del Regimiento de Infantería de Vizcaya nº 12 con guarnición en Alcoy y 687 milicianos alcoyanos anarquistas.
Al llegar a Pedro Abad (Córdoba) el 9 de agosto de 1936, la columna se dividió en dos, marchando una parte a Cerro Muriano, al mando del alférez Melquíades Valiente y Enrique Vañó Nicomedes como jefe de milicias, llegando a Cerro Muriano durante la tercera semana de 1936.
Son aproximadamente las 16:15 h del 5 de septiembre de 1936 en Cerro Muriano. Ante la intensificación del bombardeo del pueblo por parte de la aviación franquista, tanto los milicianos anarquistas de la CNT de Alcoy como los habitantes del pueblo creen que la infantería marroquí del Ejército de África atacará el pueblo en cualquier momento, por lo que inician la huida en dirección norte hacia la Antigua estación de Obejo y El Vacar. Pero la realidad es que el general Varela no tiene intención alguna de atacar Cerro Muriano el 5 de septiembre de 1936 (el asalto sobre el pueblo será realizado durante la mañana del día siguiente), porque el inesperado ataque en tromba de los alcoyanos sobre las fuerzas marroquíes de la columna de la derecha del coronel Sáenz de Buruaga cuando el Tabor de Regulares de Melilla nº 3 y los Escuadrones de Regulares de Ceuta nº 3 y Alhucemas intentaban una maniobra de penetración hacia la Loma de las Malagueñas, ha dejado a dichas tropas marroquíes en una situación muy delicada, alterando los planes del general Varela, que no podrá conquistar Las Malagueñas, Torreárboles y la Finca de Villa Alicia hasta aproximadamente las 22:00 h de la noche, tras duros combates contra milicianos de la CNT y la FAI de Alcoy (Alicante), milicianos andaluces y unidades militares afectas a la República. © Hans Namuth / Georg Reisner
Al fondo de la imagen, en la mitad superior derecha de la fotografía, se aprecia la zona de monte con encinas en su parte superior ubicada a la izquierda de la colina Torreárboles propiamente dicha (la cota más alta de la sierra norte cordobesa, con una altura de 692 metros), situada aproximadamente medio kilómetro a la derecha (fuera de imagen).
Por otra parte,
el rollo original de película de blanco y negro formato 24 x 36 mm con abundante grano y sensibilidad Weston 40 (equivalente a aproximadamente ISO 32), expuesto con una cámara telemétrica
Leica III acoplada a un objetivo Leitz Summar 5 cm f/2 de 6 elementos en 4 grupos, revelado con Agfa Rodinal optimizado para acutancia, y a partir del cual se hicieron las copias en papel, ha permitido, 83 años después
poder discernir mediante reencuadre selectivo que el vehículo cuya mitad aparece a la derecha de la fotografía es un camíon con matrícula de Alicante, y que los hombres que aparecen al fondo, dispuestos para comenzar la huída, son integrantes de la columna alcoyana, tanto militares profesionales (el que se observa más a la izquierda, probablemente un oficial del Regimiento de Infantería Vizcaya nº 12 con guarnición en Alcoy) como milicianos civiles de la CNT y la FAI de dicha localidad alicantina. Asimismo, la gran nitidez en contornos obtenida por el revelador Agfa Rodinal ha hecho posible poder vislumbrar dos camiones más al fondo.
Así pues, treinta y cuatro años después de que D. Francisco Moreno Gómez iniciara su profundo estudio sobre la Guerra Civil en la provincia de Córdoba y casi veinte años después de que D. Patricio Hidalgo Luque (máximo especialista en temas militares sobre la Guerra Civil Española en Córdoba) demostrara la enorme trascendencia que tuvo el 5 de septiembre de 1936 (dos semanas y dos días después de haber sido frenado el ataque de la columna republicana del comandante Joaquín Pérez Salas sobre Córdoba capital el 20 de Agosto de 1936 por la aviación franquista en Torres Cabrera y de haber impedido varios tabores de regulares marroquíes el 21 de agosto el avance de las otras columnas republicanas en el Puente Mocho, sobre el río Guadalmellato, cerca de Alcolea) la ofensiva de las tres columnas franquistas al mando del general Varela sobre Cerro Muriano para eliminar la posibilididad de un nuevo ataque republicano sobre Córdoba capital utilizando la ingente cantidad de unidades militares gubernamentales y milicianos de Alcoy y andaluces situados en dicho pueblo y sus aledaños, sabemos ya con total certeza que la Batalla de Cerro Muriano del 5 de septiembre de 1936 (cuyo frente de combates estuvo en la Loma de Las Malagueñas, la colina Torreárboles y la Finca de las Malagueñas, siendo capturado por asalto el pueblo al día siguiente por la mañana) fue muchísimo más importante de lo que se había pensado durante décadas y que la cantidad real de muertos fue muy superior a la reconocida por ambos bandos.
Y no podía ser de otro modo, ya que los aproximadamente 3,000 soldados y milicianos republicanos situados en dicha zona constituían un gran peligro para las tropas franquistas que habían ocupado Córdoba capital desde comienzos de la Guerra Civil, por lo que el general Varela, que había llegado a la ciudad el 4 de agosto de 1936, diseñó la ofensiva contra Cerro Muriano con tres columnas distintas, cuyo objetivo final era la conquista de las mencionadas cotas y del pueblo de Cerro Muriano para liberar de presión a la capital del Bajo Guadalquivir.
© jmse
Sólo así se explica que en esta arriesgada operación de ataque con tres columnas y aproximadamente 1.500 hombres, participaran nada menos que seis altos jefes de estado mayor del Ejército de Franco con enorme experiencia previa de guerra colonial en Marruecos :
- El general José Enrique Varela, al mando global de las tres columnas de ataque que formaron la ofensiva franquista sobre Cerro Muriano.
Máximo experto en operaciones militares del ejército de Franco y conocido por su valor temerario, superviviente en primera línea de fuego de muchísimos combates durante la Guerra del Rif durante los años veinte.
Antes de iniciar la ofensiva sobre Cerro Muriano, estudió concienzudamente los mapas cartográficos de la zona, diseñando un plan de batalla complejo y meticuloso, con reconocimiento previo del terreno, con tres columnas de ataque que partieron de Córdoba capital durante la madrugada del 5 de septiembre de 1936 y de las cuales la de la derecha de Sáenz de Buruaga con sus tabors y escuadrones de regulares era la más importante para el éxito de la operación.
- El comandante Álvarez Rementería, jefe de la columna del centro, al mando de 300 hombres de Falange y una sección de compañía de ingenieros.
Su misión principal era intentar capturar la Loma de Las Malagueñas atacando cuesta arriba a través de su vertiente sur.
- El coronel Sáenz de Buruaga, jefe de la columna de la derecha, encargado de realizar la maniobra envolvente a través de la vertiente norte de la Loma de las Malagueñas y e intentar ampliar su radio de acción a través de la Finca de Villa Alicia, para atacar cuesta arriba la vertiente norte de Torreárboles y envolver a las tropas republicanas en su cima que se defendían del ataque de la columna del comandante Sagrado a través de la vertiente sur.
Máximo especialista del ejército de Franco en maniobras envolventes, gracias a la enorme velocidad, altísima moral de combate, gran precisión en los disparos de fusil Mauser calibre 7 x 57 mm y extrema ferocidad en los combates cuerpo a cuerpo a la bayoneta de sus tabors y escuadrones de regulares curtidos durante los años previos en la Guerra de Marruecos.
- El comandante López Guerrero, jefe del Tabor de Regulares de Melilla nº 3, integrado en la columna de la derecha de Sáenz de Buruaga y perteneciente al Grupo de Regulares de Melilla nº 2 de Nador de la Circunscripción Oriental.
- El comandante Gerardo Figuerola, jefe de los Escuadrones de Regulares de Ceuta nº 3 y Alhucemas, integrados en la columna de la derecha de Sáenz de Buruaga.
- El comandante Sagrado, jefe de la columna de la izquierda, con legionarios del Ejército de África, que tenía como misión atacar la vertiente sur de Torrérboles.
No es de extrañar pues que muchos milicianos alcoyanos de la CNT y la FAI de Alcoy que defendían el pueblo de Cerro Muriano emprendieran la huida ( a diferencia de los ubicados en Las Malagueñas, Torreárboles y La Finca de Villa Alicia, que aguantaron en sus puestos hasta ser aniquilados aproximadamente a las 22:00 h) ante las tropas franquistas muy profesionales formadas por tabors de regulares marroquíes y legionarios con experiencia en combate de muchos años en la guerra de África, frente a los que no tenían ninguna posibilidad.
Pero sin duda, el suceso clave del día fue el ataque sobre los tabors y escuadrones de regulares marroquíes de la columna franquista de la derecha al mando del coronel Sáenz de Buruaga, realizado por los alcoyanos próximos a la Loma de las Malagueñas, que aproximadamente a las 13:00 h de la tarde del 5 de septiembre de 1936, al observar que intentaban avanzar sobre la Loma de Las Malagueñas, se lanzaron en masa sobre ellos a tiro limpio, iniciándose una encarnizada lucha en la que dichos combatientes civiles anarquistas de Alcoy (Alicante) impidieron durante varias horas el avance de la más importante de las tres columnas de ataque franquistas, obligando a los soldados marroquíes a clavarse defensivamente en sus posiciones.
Este inesperado ataque de los alcoyanos sobre la que desde un punto de vista militar era en ese momento la mejor infantería de choque del mundo (sobre todo en misiones ofensivas) junto con los legionarios, retrasó durante varias horas el avance de las tres columnas franquistas.
El general Varela, consciente de que toda la columna de la derecha podía ser aniquilada si llegaban refuerzos republicanos procedentes de Cerro Muriano pueblo o de El Vacar (a 11 km de distancia) que cogieran a la infantería marroquí entre dos fuegos, por lo que ordenó que partieran más aviones del aeródromo de la Electromecánica (ubicado cerca de Medina Azahara) e intensificaran el bombardeo del pueblo de Cerro Muriano, para que todas las tropas republicanas en la zona pensaran que las fuerzas franquistas atacantes iban a intentar tomar por asalto el pueblo de Cerro Muriano en cualquier momento.
Asimismo, tal y como relata Franz Borkenau (periodista suizo que estuvo en Cerro Muriano con Hans Namuth / Georg Reisner) en su obra " El Reñidero Español ", algunos artilleros marroquíes hicieron varios disparos de cañón cerca de la zona de vía férrea Córdoba-Almorchón más al sur del pueblo.
Ello fue otra orden más por parte del general Varela para que todas las tropas republicanas en la zona y sus mandos pensaran que la infantería franquista iba a atacar el pueblo en cuestión de pocos minutos.
Pero la realidad es que las tropas franquistas tenían orden expresa del general Varela de no atacar Cerro Muriano hasta el día siguiente, después de haber capturado Las Malagueñas, Torreárboles y la Finca de Villa Alicia.
Incluso, el general Varela ordenó que otros aviones Breguet XIX y Neuport 52 franquistas sobrevolaran la zona entre Cerro Muriano y El Vacar, ametrallando en vuelo bajo a todos los soldados republicanos que encontraran, porque no quería que se produjera ningún movimiento de fuerzas republicanas desde El Vacar para atacar a la columna de Sáinz de Buruaga.
Ésto fue verificado por el testimonio de Consolación Bravo Blázquez, su hija Carmen Almenta Bravo y Francisco Moreno Rubio (marido de Mª Lourdes Córdoba Cid) durante su intervención en el documental Los Héroes Nunca Mueren.
Recordaban muy bien haber visto cadáveres de soldados republicanos entre Cerro Muriano y el Vacar el 5 de septiembre de 1936 durante su huida del pueblo que les llevaría caminando hasta Villaharta, situada a 23 km de distancia, tras una terrible marcha a pie de tres días durante los cuales tuvieron que dormir a la intemperie con mantas.
Photo : Hans Namuth / Georg Reisner
En otro orden de cosas, esta fotografía es importante porque aunque es imperfecta desde un punto de vista técnico, con un enfoque no del todo preciso característico de las imágenes Leica fotoperiodísticas de la época (tal y como ha explicado con frecuencia el famoso coleccionista y experto de talla mundial en Historia de la Fotografía Michel Auer) y abundante grano visible inherente a la emulsión química de blanco y negro utilizada, ello no importa en absoluto en este tipo de fotografías, en las que lo fundamental es estar en el momento y lugar adecuados, aproximarse todo lo posible al epicentro de la acción, hacer la foto con discreción captando el momento definitorio y pasar desapercibidos durante el acto fotográfico, algo que Hans Namuth / Georg Reisner han conseguido plenamente, plasmando con gran realismo la atmósfera de inquietud e incertidumbre imperante en aquellos momentos en Cerro Muriano.
Cerro Muriano : Identificada la Autoría y Ubicación de Tres Nuevas Fotografías Hechas por Hans Namuth y Georg Reisner el 5 de septiembre de 1936, aparecidas en la revista belga Le Soir Illustré del 3-10-1936
Además, la población civil de Cerro Muriano está aterrorizada porque varios aparatos Breguet XIX de la aviación franquista han lanzado varias bombas de 50 kg contra el pueblo, por lo que sus habitantes han iniciado ya la huida en masa a través de su salida norte, con dirección noroeste, hacia la antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar, caminando junto a la vía férrea Córdoba-Almorchón.
En la fotografía,
el hombre que ayuda a la mujer de unos 35 años a caminar es un miliciano de la CNT de Alcoy, perteneciente a la Columna Alcoyana, que había salido de Alcoy (Alicante) casi un mes antes, el 7 de agosto de 1936 y formada por 534 militares del Regimiento de Infantería de Vizcaya nº 12 con guarnición en Alcoy y 687 milicianos alcoyanos anarquistas.
Al llegar a Pedro Abad (Córdoba) el 9 de agosto de 1936, la columna se dividió en dos, marchando una parte a Cerro Muriano, al mando del alférez Melquíades Valiente y Enrique Vañó Nicomedes como jefe de milicias, llegando a Cerro Muriano durante la tercera semana de 1936.
Son aproximadamente las 16:15 h del 5 de septiembre de 1936 en Cerro Muriano. Ante la intensificación del bombardeo del pueblo por parte de la aviación franquista, tanto los milicianos anarquistas de la CNT de Alcoy como los habitantes del pueblo creen que la infantería marroquí del Ejército de África atacará el pueblo en cualquier momento, por lo que inician la huida en dirección norte hacia la Antigua estación de Obejo y El Vacar. Pero la realidad es que el general Varela no tiene intención alguna de atacar Cerro Muriano el 5 de septiembre de 1936 (el asalto sobre el pueblo será realizado durante la mañana del día siguiente), porque el inesperado ataque en tromba de los alcoyanos sobre las fuerzas marroquíes de la columna de la derecha del coronel Sáenz de Buruaga cuando el Tabor de Regulares de Melilla nº 3 y los Escuadrones de Regulares de Ceuta nº 3 y Alhucemas intentaban una maniobra de penetración hacia la Loma de las Malagueñas, ha dejado a dichas tropas marroquíes en una situación muy delicada, alterando los planes del general Varela, que no podrá conquistar Las Malagueñas, Torreárboles y la Finca de Villa Alicia hasta aproximadamente las 22:00 h de la noche, tras duros combates contra milicianos de la CNT y la FAI de Alcoy (Alicante), milicianos andaluces y unidades militares afectas a la República. © Hans Namuth / Georg Reisner
Al fondo de la imagen, en la mitad superior derecha de la fotografía, se aprecia la zona de monte con encinas en su parte superior ubicada a la izquierda de la colina Torreárboles propiamente dicha (la cota más alta de la sierra norte cordobesa, con una altura de 692 metros), situada aproximadamente medio kilómetro a la derecha (fuera de imagen).
Por otra parte,
el rollo original de película de blanco y negro formato 24 x 36 mm con abundante grano y sensibilidad Weston 40 (equivalente a aproximadamente ISO 32), expuesto con una cámara telemétrica
El 5 de septiembre de 1936, sólo ocho meses después de la muerte de Oskar Barnack (el mayor genio del diseño de cámaras fotográficas de todos los tiempos junto con Yoshihisa Maitani), los acontecimientos del 5 de septiembre de 1936 pondrán a prueba los principios fundamentales de fotoperiodismo a pulso con cámaras de muy pequeño tamaño y peso acopladas a objetivos de dimensiones también muy reducidas en manos de Robert Capa (Leica II conectada a objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5) y Hans Reisner / Georg Namuth (Leica III conectada a un objetivo Leitz Elmar 5 cm f/3.5 que aparece en imagen en un anuncio publicitario de los años treinta de la empresa Leitz Wetzlar). La Leica III fue una obra maestra de ingeniería miniaturizada y precisión, creada por Oskar Barnack con parámetros artesanales de fabricación, sin obsolescencia programada alguna y con la trascendental novedad de un mecanismo de relojería en forma de dial ubicado en la parte delantera de la cámara para velocidades lentas 1/20 s, 1/4 s, 1/2 s y 1 segundo que sería decisivo para aumentar las posibilidades de hacer fotografías sin trípode alguno disparando a velocidades de obturación muy bajas con luz ambiente hasta 1/4 s y entre 1/2 s y 1 segundo si el fotógrafo tenía donde apoyar su espalda. Este soberbio dispositivo funcionaba mediante un tren de engranajes construido dentro del mecanismo del obturador.
Leica III acoplada a un objetivo Leitz Summar 5 cm f/2 de 6 elementos en 4 grupos, revelado con Agfa Rodinal optimizado para acutancia, y a partir del cual se hicieron las copias en papel, ha permitido, 83 años después
poder discernir mediante reencuadre selectivo que el vehículo cuya mitad aparece a la derecha de la fotografía es un camíon con matrícula de Alicante, y que los hombres que aparecen al fondo, dispuestos para comenzar la huída, son integrantes de la columna alcoyana, tanto militares profesionales (el que se observa más a la izquierda, probablemente un oficial del Regimiento de Infantería Vizcaya nº 12 con guarnición en Alcoy) como milicianos civiles de la CNT y la FAI de dicha localidad alicantina. Asimismo, la gran nitidez en contornos obtenida por el revelador Agfa Rodinal ha hecho posible poder vislumbrar dos camiones más al fondo.
Así pues, treinta y cuatro años después de que D. Francisco Moreno Gómez iniciara su profundo estudio sobre la Guerra Civil en la provincia de Córdoba y casi veinte años después de que D. Patricio Hidalgo Luque (máximo especialista en temas militares sobre la Guerra Civil Española en Córdoba) demostrara la enorme trascendencia que tuvo el 5 de septiembre de 1936 (dos semanas y dos días después de haber sido frenado el ataque de la columna republicana del comandante Joaquín Pérez Salas sobre Córdoba capital el 20 de Agosto de 1936 por la aviación franquista en Torres Cabrera y de haber impedido varios tabores de regulares marroquíes el 21 de agosto el avance de las otras columnas republicanas en el Puente Mocho, sobre el río Guadalmellato, cerca de Alcolea) la ofensiva de las tres columnas franquistas al mando del general Varela sobre Cerro Muriano para eliminar la posibilididad de un nuevo ataque republicano sobre Córdoba capital utilizando la ingente cantidad de unidades militares gubernamentales y milicianos de Alcoy y andaluces situados en dicho pueblo y sus aledaños, sabemos ya con total certeza que la Batalla de Cerro Muriano del 5 de septiembre de 1936 (cuyo frente de combates estuvo en la Loma de Las Malagueñas, la colina Torreárboles y la Finca de las Malagueñas, siendo capturado por asalto el pueblo al día siguiente por la mañana) fue muchísimo más importante de lo que se había pensado durante décadas y que la cantidad real de muertos fue muy superior a la reconocida por ambos bandos.
Y no podía ser de otro modo, ya que los aproximadamente 3,000 soldados y milicianos republicanos situados en dicha zona constituían un gran peligro para las tropas franquistas que habían ocupado Córdoba capital desde comienzos de la Guerra Civil, por lo que el general Varela, que había llegado a la ciudad el 4 de agosto de 1936, diseñó la ofensiva contra Cerro Muriano con tres columnas distintas, cuyo objetivo final era la conquista de las mencionadas cotas y del pueblo de Cerro Muriano para liberar de presión a la capital del Bajo Guadalquivir.
© jmse
Sólo así se explica que en esta arriesgada operación de ataque con tres columnas y aproximadamente 1.500 hombres, participaran nada menos que seis altos jefes de estado mayor del Ejército de Franco con enorme experiencia previa de guerra colonial en Marruecos :
- El general José Enrique Varela, al mando global de las tres columnas de ataque que formaron la ofensiva franquista sobre Cerro Muriano.
Máximo experto en operaciones militares del ejército de Franco y conocido por su valor temerario, superviviente en primera línea de fuego de muchísimos combates durante la Guerra del Rif durante los años veinte.
Antes de iniciar la ofensiva sobre Cerro Muriano, estudió concienzudamente los mapas cartográficos de la zona, diseñando un plan de batalla complejo y meticuloso, con reconocimiento previo del terreno, con tres columnas de ataque que partieron de Córdoba capital durante la madrugada del 5 de septiembre de 1936 y de las cuales la de la derecha de Sáenz de Buruaga con sus tabors y escuadrones de regulares era la más importante para el éxito de la operación.
- El comandante Álvarez Rementería, jefe de la columna del centro, al mando de 300 hombres de Falange y una sección de compañía de ingenieros.
Su misión principal era intentar capturar la Loma de Las Malagueñas atacando cuesta arriba a través de su vertiente sur.
- El coronel Sáenz de Buruaga, jefe de la columna de la derecha, encargado de realizar la maniobra envolvente a través de la vertiente norte de la Loma de las Malagueñas y e intentar ampliar su radio de acción a través de la Finca de Villa Alicia, para atacar cuesta arriba la vertiente norte de Torreárboles y envolver a las tropas republicanas en su cima que se defendían del ataque de la columna del comandante Sagrado a través de la vertiente sur.
Máximo especialista del ejército de Franco en maniobras envolventes, gracias a la enorme velocidad, altísima moral de combate, gran precisión en los disparos de fusil Mauser calibre 7 x 57 mm y extrema ferocidad en los combates cuerpo a cuerpo a la bayoneta de sus tabors y escuadrones de regulares curtidos durante los años previos en la Guerra de Marruecos.
- El comandante López Guerrero, jefe del Tabor de Regulares de Melilla nº 3, integrado en la columna de la derecha de Sáenz de Buruaga y perteneciente al Grupo de Regulares de Melilla nº 2 de Nador de la Circunscripción Oriental.
- El comandante Gerardo Figuerola, jefe de los Escuadrones de Regulares de Ceuta nº 3 y Alhucemas, integrados en la columna de la derecha de Sáenz de Buruaga.
- El comandante Sagrado, jefe de la columna de la izquierda, con legionarios del Ejército de África, que tenía como misión atacar la vertiente sur de Torrérboles.
No es de extrañar pues que muchos milicianos alcoyanos de la CNT y la FAI de Alcoy que defendían el pueblo de Cerro Muriano emprendieran la huida ( a diferencia de los ubicados en Las Malagueñas, Torreárboles y La Finca de Villa Alicia, que aguantaron en sus puestos hasta ser aniquilados aproximadamente a las 22:00 h) ante las tropas franquistas muy profesionales formadas por tabors de regulares marroquíes y legionarios con experiencia en combate de muchos años en la guerra de África, frente a los que no tenían ninguna posibilidad.
Pero sin duda, el suceso clave del día fue el ataque sobre los tabors y escuadrones de regulares marroquíes de la columna franquista de la derecha al mando del coronel Sáenz de Buruaga, realizado por los alcoyanos próximos a la Loma de las Malagueñas, que aproximadamente a las 13:00 h de la tarde del 5 de septiembre de 1936, al observar que intentaban avanzar sobre la Loma de Las Malagueñas, se lanzaron en masa sobre ellos a tiro limpio, iniciándose una encarnizada lucha en la que dichos combatientes civiles anarquistas de Alcoy (Alicante) impidieron durante varias horas el avance de la más importante de las tres columnas de ataque franquistas, obligando a los soldados marroquíes a clavarse defensivamente en sus posiciones.
Este inesperado ataque de los alcoyanos sobre la que desde un punto de vista militar era en ese momento la mejor infantería de choque del mundo (sobre todo en misiones ofensivas) junto con los legionarios, retrasó durante varias horas el avance de las tres columnas franquistas.
El general Varela, consciente de que toda la columna de la derecha podía ser aniquilada si llegaban refuerzos republicanos procedentes de Cerro Muriano pueblo o de El Vacar (a 11 km de distancia) que cogieran a la infantería marroquí entre dos fuegos, por lo que ordenó que partieran más aviones del aeródromo de la Electromecánica (ubicado cerca de Medina Azahara) e intensificaran el bombardeo del pueblo de Cerro Muriano, para que todas las tropas republicanas en la zona pensaran que las fuerzas franquistas atacantes iban a intentar tomar por asalto el pueblo de Cerro Muriano en cualquier momento.
Asimismo, tal y como relata Franz Borkenau (periodista suizo que estuvo en Cerro Muriano con Hans Namuth / Georg Reisner) en su obra " El Reñidero Español ", algunos artilleros marroquíes hicieron varios disparos de cañón cerca de la zona de vía férrea Córdoba-Almorchón más al sur del pueblo.
Ello fue otra orden más por parte del general Varela para que todas las tropas republicanas en la zona y sus mandos pensaran que la infantería franquista iba a atacar el pueblo en cuestión de pocos minutos.
Pero la realidad es que las tropas franquistas tenían orden expresa del general Varela de no atacar Cerro Muriano hasta el día siguiente, después de haber capturado Las Malagueñas, Torreárboles y la Finca de Villa Alicia.
Incluso, el general Varela ordenó que otros aviones Breguet XIX y Neuport 52 franquistas sobrevolaran la zona entre Cerro Muriano y El Vacar, ametrallando en vuelo bajo a todos los soldados republicanos que encontraran, porque no quería que se produjera ningún movimiento de fuerzas republicanas desde El Vacar para atacar a la columna de Sáinz de Buruaga.
Ésto fue verificado por el testimonio de Consolación Bravo Blázquez, su hija Carmen Almenta Bravo y Francisco Moreno Rubio (marido de Mª Lourdes Córdoba Cid) durante su intervención en el documental Los Héroes Nunca Mueren.
Recordaban muy bien haber visto cadáveres de soldados republicanos entre Cerro Muriano y el Vacar el 5 de septiembre de 1936 durante su huida del pueblo que les llevaría caminando hasta Villaharta, situada a 23 km de distancia, tras una terrible marcha a pie de tres días durante los cuales tuvieron que dormir a la intemperie con mantas.
Photo : Hans Namuth / Georg Reisner
En otro orden de cosas, esta fotografía es importante porque aunque es imperfecta desde un punto de vista técnico, con un enfoque no del todo preciso característico de las imágenes Leica fotoperiodísticas de la época (tal y como ha explicado con frecuencia el famoso coleccionista y experto de talla mundial en Historia de la Fotografía Michel Auer) y abundante grano visible inherente a la emulsión química de blanco y negro utilizada, ello no importa en absoluto en este tipo de fotografías, en las que lo fundamental es estar en el momento y lugar adecuados, aproximarse todo lo posible al epicentro de la acción, hacer la foto con discreción captando el momento definitorio y pasar desapercibidos durante el acto fotográfico, algo que Hans Namuth / Georg Reisner han conseguido plenamente, plasmando con gran realismo la atmósfera de inquietud e incertidumbre imperante en aquellos momentos en Cerro Muriano.
Cerro Muriano : Identificada la Autoría y Ubicación de Tres Nuevas Fotografías Hechas por Hans Namuth y Georg Reisner el 5 de septiembre de 1936, aparecidas en la revista belga Le Soir Illustré del 3-10-1936