martes, 30 de julio de 2019

FUNDACIÓN INFANTE DE ORLEANS : EL FRUTO DE LA PASIÓN Y ENORME ESFUERZO POR PRESERVAR Y HACER VOLAR AVIONES HISTÓRICOS

Texto y Fotos : José Manuel Serrano Esparza
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La mundialmente famosa Fundación Infante de Orleans, dedicada tanto a la preservación de aviones históricos en condiciones de poder volar como a mantener viva la Historia de la Aviación Española, comenzó su andadura cuando un grupo de pilotos profesionales altamente cualificados en el ámbito de la aviación deportiva y que ya habían creado la Sección de Aviones Históricos del Aeroclub José Luis Aresti en 1984,

                                                                                                                                             
decidieron consolidarla, fundando la FIO en 1989, con el objetivo de conseguir la más amplia colección posible de aeronaves que hubieran tenido un papel destacado en el desarrollo de la aeronáutica española.

                                                                                                                                           
De modo asombroso, a base de ímprobo esfuerzo, pasión sin antídoto por la aviación, profundo conocimiento y experiencia, idilio sempiterno por los sublimes aviones clásicos y el vuelo en estado puro, miles de horas de trabajo y muchas más cosas, estos apasionados de la aviación y su legendaria historia, se armaron de coraje y entusiasmo y tras años de frenética actividad, lucharon a brazo partido en muchas facetas distintas, con gran perfeccionismo, trabajando entre todos en busca del bien común, hasta hacer realidad su sueño: convertir a la Fundación Infante de Orleans en una de las organizaciones más importantes en su ámbito a nivel mundial, algo que han conseguido mantener incólume durante sus treinta años de existencia, figurando por méritos propios entre la flor y nata internacional junto con la Shuttleworth Collection de Inglaterra, The Collings Foundation de Estados Unidos y otras.

Todas estas personas que hicieron posible la génesis de la FIO y su consolidación como uno de los más importantes referentes mundiales en su especialidad (Carlos Valle, Avelino González, Manuel Valle, Pedro Valle, Jaime Larrea, Juan Crespo, Luis Cabré, Ramón Ortega, Leto Martín, Augusto Núñez, Jorge Ester, José M. Palenzuela, Jaime Larrea, Fernando Adrados, Francisco Gil, Santiago Blanco, Fernando Iglesias, Javier Permanyer, Felipe Aresti, Álvaro Oviedo y muchos otros) son pilotos muy experimentados o mecánicos de primerísimo nivel con abundante know-how y experiencia en la esfera de la mecánica tradicional.

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Así pues, durante treinta años, la Fundación Infante de Orleans ha sido y sigue siendo un auténtico buque insignia entre las organizaciones dedicadas a la preservación de aviones clásicos en buen estado de conservación, a los que mantiene en condiciones de vuelo gracias a exhaustivas revisiones periódicas que optimizan los niveles de seguridad.

Carlos Valle, Presidente de la Fundación Infante de Orleans, posando con pilotos y mecánicos de la FIO junto con muchos visitantes de todas las edades que han formado durante décadas de exhibiciones una gran familia que comparte su amor por la aviación y las aeronaves clásicas.

Durante tres décadas, la Fundación Infante de Orleans ha ilusionado a cientos de miles de personas que han visitado el aeródromo de Cuatro Vientos el primer domingo de cada mes (fecha en que se celebran las exhibiciones de vuelo) y han podido admirar en directo la atemporal belleza,  mecánica en estado puro e indescriptible sonido de los motores de estas joyas de la historia de la aviación, la mayoría de las cuales son impulsadas por fabulosos motores radiales a pistón con distintos tamaños, configuraciones y potencias, que han escrito muchas de las páginas más gloriosas de la Historia de la Aviación.


Felipe Aresti, hijo de José Luis Aresti, pilotando la Bücker Jungmeister, uno de los más bellos aviones acrobáticos y deportivos jamás fabricados. Incorpora un motor Siemens de 160 CV, siendo su velocidad máxima 230 km/h, con una autonomía de vuelo de 500 km y un techo operativo de 4500 metros. Esta incomparable aeronave fue pilotada durante muchas décadas por el internacionalmente famoso José Luis Aresti (1917-2003), uno de los mejores pilotos de la historia, Jefe del Equipo Español de Vuelo Acrobático, organizador del Tercer Campeonato del Mundo de Acrobacia Aérea celebrado en 1964 en Bilbao (ganado por Tomás Castaño), poseedor del Diploma Paul Tissandier 1955, Medalla de Bronce de la FAI 1961 y Presidente de la Comisión Acrobática desde 1967, además de haber sido creador del Diccionario Aerocriptográfico Aresti usado por la IAF para identificar las diferentes figuras en las competiciones acrobáticas.

                                                                                                Dos Bücker Jungmann volando juntas.

Estos maravillosos aviones antiguos que destilan belleza, clase, elegancia, glamour e historia a raudales, han sido hasta la fecha protagonistas de inolvidables despliegues en el aeródromo de Cuatro Vientos, tanto en tierra como en vuelo, haciendo siempre que los espectadores que asisten en directo a cada evento mensual, no sólo de Madrid capital sino procedentes de toda la geografía española, queden embelesados y deseosos de presenciarlos una y otra vez.

                                                                 Boeing PT-17 Stearman, equipado con un motor Continental W-670 de 225 CV.

Los hombres que los tripulan son pilotos profesionales con gran historial en todo tipo de aeronaves y miles de horas de vuelo, desarrollan su profesión con aviones mucho más modernos y sofisticados, y desde hace bastantes años se ponen cada primer domingo de mes a los mandos de estos aparatos de vuelo majestuoso a los que llevan muy dentro de su corazón.


Y ese mismo sentimiento es experimentado con idéntica intensidad por los extraordinarios mecánicos de la Fundación Infante de Orleans (que manejan en sus trabajos cotidianos componentes de aviones mucho más avanzados, motores, fuselajes, cabinas, trenes de aterrizaje, timones de dirección, etc), que dedican miles de horas de sus vidas al estudio profundo de manuales vintage de aeronaves clásicas, para mantenerlas con impecable aspecto y en perfectas condiciones de vuelo,

Mecánico de la Fundación Infante de Orleans posando junto al avión monoplano biplaza De Havilland DHC1 Chipmunk de 1946, cuya velocidad máxima es de 222 km/h, con una autonomía de vuelo de 450 km y un techo operativo de 4815 m. Su motor De Havilland Gipsy Major de 142 CV está a la vista. La puesta a punto de plantas motrices de aviones clásicos con motor radial a pistón como éste precisa grandes conocimientos y experiencia.

Fernando Adrados, gran piloto acrobático de la FIO con muchas décadas de experiencia, revisando el motor radial a pistón refrigerado por aire Lycoming 0-360225 de 225 CV, cuatro cilindros horizontalmente opuestos y transmisión directa de su Pitts S2A Special. Este avión, cuyo diseño original data de 1944 y que dominó la competición acrobática mundial durante los años sesenta y setenta, sigue siendo hoy por hoy en pleno siglo XXI una formidable aeronave en su ámbito.

prestando constante atención, entre otros muchos aspectos, a la plena operatividad de las plantas motrices con motor radial a pistón. 


LA CONSOLIDACIÓN DE UNA ORGANIZACIÓN DE REFERENCIA INTERNACIONAL

Desde su misma creación en 1989, la Fundación Infante de Orleans tuvo como piedra angular de su existencia la salvación del olvido y reducción a chatarra de aviones clásicos de incalculable valor histórico y tecnológico, a la vez que una lucha permanente para hacerlos volar, mediante una restauración estado del arte y subsiguientes revisiones y puestas a punto periódicas que garantizaran plenamente la seguridad de los pilotos.

Gran cantidad de espectadores asisten cada primer domingo de mes a las exhibiciones aéreas de la Fundación Infante de Orleans en el aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid) para ver volar en directo esta fabulosa colección de aviones históricos que hacen las delicias de familias enteras. Aquí vemos a un padre entusiasta de la aviación que señala a su hijo las evoluciones en el aire de uno de los aparatos con motor radial a pistón de la FIO. Obsérvese como el niño sigue con enorme interés el vuelo de la aeronave y escucha atento las palabras de su progenitor, mientras sujeta en su mano derecha el folleto informativo con los 42 aviones de la Fundación Infante de Orleans.

Asimismo, otra de las misiones fundamentales era

Público muy abundante congregado para ver volar en directo a los bellísimos e históricos aviones de la FIO durante un primer domingo de mes. Es un espectáculo grandioso del que disfrutan al máximo grandes y pequeños, además de ofrecer una gran oportunidad a los amantes de la fotografía y el vídeo de captar imágenes inolvidables como bonito recuerdo de cada evento. 

hacer disfrutar a los asistentes de una experiencia única hoy en día y que sirviera también para hacer conocer el inmenso legado de la cultura aeronáutica española, jalonada de impresionantes hazañas que fueron durante décadas portada de los más importantes periódicos y revistas ilustradas del mundo, especialmente entre los años veinte y cincuenta.

British Klemm Swallow II biplaza, dotado con un motor Cirrus Minor de 90 CV. Su velocidad máxima es de 167 km/h,con una autonomía de 575 km y un techo operativo de 5185 mSu primer vuelo fue en Noviembre de 1933

De este modo, poco a poco, con trabajo muy duro y perseverancia, año tras año, este equipo humano de profesionales con gran experiencia y conocimiento en aviación que forman la Fundación Infante de Orleans, pudo convertirla en una de las entidades más importantes de aviones clásicos en vuelo a nivel internacional, toda una hazaña, especialmente si se tiene en cuenta que lo consiguieron con muy pocos medios económicos, presupuestos muy limitados y haciendo muchísimas cosas distintas centradas en la innovación y la adaptabilidad como factores clave, trabajando la mayoría de las veces con parámetros artesanales, hasta el punto de que ya desde mediados de la década de los noventa, las exhibiciones de la FIO se hicieron internacionalmente famosas y han tenido desde entonces una masiva asistencia de visitantes, tanto españoles como extranjeros procedentes de muchos países,

Boeing PT-17 Stearman, equipado con un motor Continental W-670 de 225 CV. Su velocidad máxima es de 253 km/h, con un techo de servicio de 4.000 metros y una autonomía de vuelo de 579 km. Su primer vuelo fue en diciembre de 1933 y durante la década de los años treinta se convirtió en el avión de entrenamiento inicial más abundante en la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

De Havilland DH-60 Moth 1928 biplaza con motor A.D.C.D.H " Gypsy III " de 120 CV, velocidad máxima de 152 km/h y una autonomía de vuelo de 690 km. Este avión se hizo mundialmente célebre tras su aparición en la película " Memorias de África " con Robert Redford y Meryl Streep en 1985.

que añoran la indeleble experiencia y gozo de ver volar estos asombrosos, bellísimos a históricos aparatos (muchos de los cuales han aparecido en célebres películas).

Pero los enormes logros de la FIO fueron siempre resultado de esfuerzos hasta el agotamiento, búsqueda permanente de soluciones eficaces con presupuestos muy limitados, una meticulosa preparación de todos y cada uno de los detalles antes de cada exhibición incluyendo el mantenimiento y maniobras de cada avión, más de 3.000 donantes y el apoyo de patrocinadores como Repsol, Airbus, Sepla, Enaire, Iberia, Ayuntamiento de Getafe y Comunidad de Madrid.

Y si es duro llegar a lo más alto, más difícil todavía ha sido mantenerse en la cúspide, un éxito cuyos factores clave han sido :


- El gran brío y experiencia aportado por los pilotos y mecánicos de la FIO, a quienes hace décadas les fue inoculado el dulce veneno del amor por la aviación, para el que la ciencia no ha podido encontrar antídoto hasta la fecha.

- Una permanente y exhaustiva revisión de todas y cada una de las aeronaves de la colección, que son cuidadas y mimadas sin descanso.

- La restauración de los aviones de la colección, realizada por la FIO con excepcionales niveles de precisión, esmero y conocimiento, usando los mejores materiales disponibles. Estos trabajos incluyen el reforzamiento de armazón, la fabricación de nuevas telas, el repintado con nuevos colores, la renovación tanto de las ruedas principales como las de cola, el ajuste de la cubierta frontal de los motores, la sustitución de componentes antiguos en motores, el fortalecimiento de hélices o sustitución de las mismas, la revisión de cigüeñal, el desmontaje y revisión de estructuras y muchos otros aspectos.

En este ámbito, el trabajo de expertos como José María Valles Alaminos, uno de los principales impulsores del Centro de Restauración y Mantenimiento de Aeronaves de la FIO, ha sido un importante pilar de la organización.

El CRM de la Fundación Infante de Orleans lleva a cabo sus restauraciones de aviones clásicos con los más altos standards de calidad, devolviendo cada avión clásico al estado original que tenía en la época del siglo XX en que fue fabricado.

- Abundantes tests en tierra, para verificar el funcionamiento integral de las aeronaves, incluyendo el arranque de motor y el carreteo por pista.

- Una constante puesta a punto de los motores radiales a pistón de los diferentes aparatos de la colección.

- El estudio intensivo de libros y manuales antiguos sobre aviones concretos de la colección y que tratan sobre los métodos y técnicas necesarios para mantenerlos en un estado ideal de vuelo.

- La valiosa y encomiable labor desarrollada durante décadas por destacados especialistas e historiadores de la aviación.

En Vuelo, boletín informativo de la FIO. A pesar de su reducido número de 24 páginas es hoy por hoy una revista muy respetada y apreciada en el ámbito de las publicaciones dedicadas a los aviones clásicos en estado operativo. Incluye excelentes artículos sobre aparatos y episodios muy interesantes de la época dorada de la aviación, escritos por grandes expertos en la materia, e incluye contenido en profundidad de gran nivel, soberbias fotografías y antiguos posters, que han constituido espléndidas monografías como la titulada " Fleet 2 " escrita por Javier Permanyer Fernández, " Impresiones de un Viaje Transatlántico " obra de Felipe E. Ezquerro sobre el primer avión Lockheed Super Constellation que hizo la ruta Madrid-Nueva York en Agosto de 1954, la muy detallada " Centro de Restauración y Mantenimiento de Aviones de la FIO " escrita por José María Valles Alaminos, incluyendo fotos muy buenas hechas dentro de los talleres de la Fundación Infante de Orleans, etc.

Este boletín informativo, que es a efectos prácticos una pequeña revista profesional de aviación clásica, destaca también por su gran nivel cualitativo en cuanto a reproducción fotográfica, gramaje de papel sabiamente seleccionado y gran precisión de colores, enviándose gratis a los socios protectores de la FIO.

como Javier Permanyer Fernández, Felipe E. Ezquerro, Enrique Fernández Coppel, Cecilio Yusta Viñas, Carlos Lázaro Ávila, Jaime Velarde, Canario Azaola, José Sánchez Méndez, Carlos Bravo Domínguez, Juan Antonio García Ruiz y otros, con muchos artículos escritos en la revista impresa En Vuelo y en el boletín informativo online FIO Digest, así como conferencias que han ayudado en gran manera a divulgar la notable trascendencia histórica y tecnológica de los aviones clásicos, así como sus logros más relevantes.

- Las excelentes fotografías hechas por reconocidos fotógrafos y fotógrafas de aviones como Ismael Abeytua, Shahram Shalchian Tabrizi " Shery ", Rosa Mari Mayordomo Ruiz, Alberto Rodríguez Vidal, Javier Guerrero, Guillermo Blume, Paco Rivas, Luigino Callaro, Ismael Jordá, Pablo Carbonero, Fred Willemsen, Gekho Master Sergeant, Andreas Zeitler, Ignacio Ferre, Javier González, Jorge Guerra, Jesús Benítez, Javier Pedreira, Ramón Jordi, Oscar López Herrero, Esteban Núñez, Alberto González Díaz, Luis Martín García, Adolfo Benito, Marco Casaleiro, Bernardo Puente Fernández, Diego Figueroa, Rudén Galindo, Sergio Muñoz Cañabate y otros, cuyas imágenes de aeronaves de la FIO realizadas por ellos durante años, han sido importantes para su difusión y conocimiento.

- Un esfuerzo infatigable por conseguir adquirir aviones clásicos muy representativos de la Historia de la Aviación.

Bücker Jungmann ERP de 1934, equipada con un motor Enmasa-Elizalde G-IV A Tigre de 4 cilindros invertidos en línea 125 CV. Su velocidad máxima es de 200 km/h. Su autonomía de vuelo es de 400 km, con un techo operativo de 4500 m.

North American T-6 Texan de 1938, impulsado por un motor Prat & Whitney R. 1340 Wasp de 550 CV. Es el avión que ha entrenado a más pilotos de distintos países en toda la Historia de la Aviación. Su velocidad máxima es de 340 km/h, con una autonomía de 1400 km y un techo operativo de 7540 m. El vuelo de este avión es muy espectacular y en simbiosis con el sonido de su potentísima planta motriz, constituye uno de los mayores atractivos de las exhibiciones mensuales de la FIO. 


Consolidated Fleet 2 biplano con motor Kinner B-5 de 125 CV. Su velocidad máxima es de 185 km/h, con un techo operativo de 3.800 m y autonomía de 1000 km. Es el avión más antiguo de la colección de aviones históricos en vuelo de la Fundación Infante de Orleans, biplaza, muy robusto, con fuselaje fabricado con tubo de acero cubierto de tela. La majestuosidad de vuelo de esta aeronave es admirable.

Comper C.L.A.7 Swift, equipado con un muy fiable motor Pobjoy R 75 de 7 cilindros y 75 CV. En 1933 el piloto español Fernando Rein Loring realizó una de las mayores hazañas en toda la Historia de la Aviación, al volar desde Madrid a Manila, cubriendo un total de 15.615 km. Este monoplano de ala alta con asiento único y fabricado con armazón de madera de pícea cubierta de tela, fue diseñado por el piloto militar inglés Nick Comper, experto en la construcción de aviones muy ligeros y pequeños pero con gran radio de acción. El Comper Swift de Rein Loring tiene un peso en vacío de 280 kg, con un peso máximo en despegue de 447 kg, siendo su radio de acción 1600 km a una velocidad máxima de 210 km/h.

Piper L-14 Army Cruiser de 1945 con motor de 130 CV. Fabricado con una doble misión, bien como avión ambulancia polivalente o para realizar incursiones de observación sobre las líneas enemigas y guiar a la artillería propia. Su velocidad máxima es de 132 km/h y sus excelentes cualidades STOL le permiten realizar aproximaciones a 64 km/h, además de destacar por una increíble velocidad de pérdida con motor y flaps de 32 km/h. 

Y la obtención por la Fundación Infante de Orleans de su ya mítico Polikarpov I-16 Mosca,

Polikarpov I-16 Mosca pilotado por Carlos Valle, Presidente de la FIO. Este asombroso caza monoplano es impulsado por un tremendo motor radial a pistón refrigerado por aire Shvetsov M-25 de nueve cilindros y 725 CV, que confiere al aparato una enorme potencia, gran maniobrabilidad e impresionante capacidad de trepada. Su velocidad máxima es de 455 km h, con una autonomía de vuelo de 820 km y un techo operativo de 9.200 m.

                                                 Vista trasera del Polikarpov I-16 pilotado por Carlos Valle, durante un giro a la izquierda.

después de muchos años de esfuerzos, fue el momento de mayor apogeo en toda la historia de la organización, así como un auténtico hito, de tal manera que este legendario avión (que se hizo muy famoso durante la Guerra Civil Española), pilotado por Carlos Valle (Presidente de la Fundación Infante de Orleans) se ha convertido en la Joya de la Corona de la colección y uno de los más valiosos y espectaculares aviones clásicos en condición de vuelo a nivel mundial, llevando la insignia CM-249 que perteneció al as de la aviación republicana José María Bravo, Jefe del 3er Escuadrón.

Y sobre todo, la FIO ha seguido a rajatabla desde su nacimiento en 1989 unos protocolos de seguridad enormemente estrictos (yendo siempre en este sentido más allá de las normas oficiales), buscando siempre evitar cualquier tipo de riesgos tanto para los pilotos como para el público que asiste a las exhibiciones de vuelo.


Javier Permanyer, reconocida autoridad en temas de aviación, es desde hace muchos años el experto que con grandes niveles de conocimiento y pasión informa a los espectadores sobre los principales rasgos e historia de cada avión clásico de la colección de la FIO durante las dos horas previas a cada exhibición. Escucharle es un auténtico placer para cualquier amante de la aviación, con el beneficio añadido de su esfuerzo constante para transmitir los conceptos de modo que todo el mundo pueda entenderlos.


Javier Permanyer explicando a un numeroso público congregado a su alrededor las características de una de las dos Bücker Jungmann de la colección de la FIO.

UN EVENTO MARAVILLOSO Y ÚNICO EN SU GÉNERO

Ver volar los aviones clásicos de la Fundación Infante de Orleans durante sus exhibiciones mensuales constituye un auténtico lujo para cualquier entusiasta de la aviación, y la gente que acude para observar en directo como evolucionan en el cielo estas aeronaves que escribieron algunas de las páginas más gloriosas de la Historia de la Aviación, experimentan una aceleración en sus pulsaciones y una indescriptible emoción al contemplar como sus majestuosas formas hacen cabriolas en el aire, impulsadas por motores radiales a pistón, cuyo sonido es a la vez indescriptible y único.

Cualquiera que haya escuchado la música alucinante generada por motores tales como el Shvetsov M-25 de 725 CV del Polikarpov I-16 Mosca, el Continental W-670 de 225 CV del Boeing PT-17 Stearman, el Prat & Whitney R-1340 de 600 CV del North American T-6 Texan, el Siemens de 160 CV de la Bücker Jungmeister, el Kinner de 125 CV del Fleet 2 y muchos otros, puede confirmarlo.


                                                            Detalle del motor Continental W-670 de 225 CV del Boeing PT-17 Stearman.


                                                                                                                     Boeing PT-17 Stearman


                                                               Vista lateral del motor Siemens de 160 CV y hélice de la Bücker Jungmeister.


Beechcraft C-45, bellísimo bimotor monoplano de ala baja y fuselaje enteramente metálico, equipado con dos poderosas plantas motrices Pratt & Whitney R-985 de 450 CV. Realizó su primer vuelo en enero de 1937 y se produjeron más de 9000 unidades en la fábrica Beech Aircraft Corporation de Wichita (Kansas) hasta 1969. Su tripulación la forman dos pilotos, mientras que puede llevar hasta 8 pasajeros, con una velocidad máxima de 372 km/h, un techo operativo de 8230 m y autonomía de unos 2600 km. Aeronave muy polivalente, que fue utilizada como avión de carga, de transporte de pasajeros, hidroavión con flotadores, ambulancia volante, realización de largometrajes con cámaras cinematográficas instaladas en su interior, fumigación, extinción de incendios forestales, transporte ligero militar, bombardero ligero, fotografía aérea, correo internacional, etc.


Aisa I-11B BKH, avión biplaza civil fabricado en España durante los años cincuenta. La Fuerza Aérea Española encargó 112 unidades para misiones de entrenamiento y enlace. Va equipado con un motor radial a pistón Continental C90-12F refrigerado por aire, cuatro cilindros opuestos horizontalmente y 90 CV de potencia. Su velocidad máxima es de 201 km/h y su autonomía de vuelo 644 km.


                                                               Bücker Jungmeister y Bücker Jungmann volando juntas. Belleza en estado puro.


Polikarpov I-16 Mosca volando a plena potencia impulsado por su potentísimo motor Shvetsov M-25 de 725 CV y pilotado por Carlos Valle, el hombre que después de muchos años de lucha para conseguir este tesoro, pudo ver su sueño hecho realidad.

Es imposible describir con palabras la fabulosa experiencia de ver volar a este avión ciertamente único y no digamos ya escuchar el sonido de su planta motriz.

Este caza monoplano, primero en el mundo con tren de aterrizaje retráctil, dominó los cielos de la provincia de Madrid durante la Guerra Civil Española entre Noviembre de 1936 y mediados de Julio de 1937, atacando desde baja altura a los aparatos de la aviación franquista que bombardeaban la capital.

Incluso durante la Batalla de Brunete que tuvo lugar dicho año, el piloto norteamericano Frank G. Tinker, contratado por la Fuerza Aérea de la República Española, fue capaz de derribar a los mandos de su Polikarpov I-16 Mosca CM-023 dos Messerschmitt Bf 109A , atacándoles igualmente desde baja altura, aprovechando su impresionante velocidad ascensional y abriendo fuego con sus cuatro ametralladoras ShKAS calibre 7,62 mm.

Por otra parte, José María Bravo (máximo as de la aviación republicana junto con Manuel Zarauza, con 23 derribos confirmados) pilotó su mítico Polikarpov I-16 CM-249 durante la Guerra Civil Española, participando en 160 combates, con 120 horas de vuelo, y en 1943 fue el jefe de la escuadrilla de aviones Polikarpov I-16 que escoltó a Stalin durante su viaje a Teherán (Irán) para asistir a la histórica reunión con el primer ministro de Inglaterra Winston Churchill y el preseidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt.


                                                                                                                    North American T-6 Texan


Un jovencísimo fan de la aviación dentro de la cabina de vuelo de un North American T-6 Texan junto a su piloto de la Fundación Infante de Orleans.


                                                                               North American T-6 Texan en pleno vuelo ascendente invertido.


Pitts S-2A pilotada por Fernando Adrados. Este avión acrobático de muy altas prestaciones va equipado con un motor refrigerado por aire Lycoming 0-360225 de 225 CV, cuatro cilindros horizontalmente opuestos y transmisión directa.


Pitts S-2A en pleno vuelo ascendente, pilotada por Fernando Adrados. Luis Cabré León (integrante del Equipo Español de Vuelo Acrobático entre 1982 y 1986 junto con Fernando Adrados, Carlos Valle Torralbo, José Luis Balcells y Ciro Ucelay) ha comentado con frecuencia que él hace lo que puede, pero que quien verdaderamente destapa el tarro de las esencias volando con este avión es Fernando Adrados. Tal es el estratosférico nivel de compañerismo y amistad sincera entre los pilotos y mecánicos de la FIO

Por otra parte, las exhibiciones de vuelo de la FIO son visitadas a menudo por pilotos invitados que aportan sus aviones y habilidades para ayudar a que los eventos mensuales sean todavía más excitantes e interesantes.

Entre ellos cabe destacar :


HA-220 Super Saeta con pintura de camuflaje, una de las aeronaves de referencia de la Fundació Parc Aeronautic de Catalunya y pilotada por Jaime Capllonch. Equipada con dos motores a reacción Turbomeca Marboré VI con un empuje de 480 kg cada uno. Este avión fue revisado hace años por Maestro Pacheco, que también ajustó las plantas motrices.


Antonov AN-2 Annushka, el biplano de un solo motor más grande jamás fabricado. Va equipado con una planta motriz radial a pistón Shvetsov Ash 62 IR de 1000 CV. Es un avión muy robusto y fiable, con extraordinarias cualidades STOL que le permiten operar en una amplia gama de contextos, además de ofrecer una asombrosa capacidad para volar a velocidades bajas y muy bajas, gracias a su sistema automático de listones que se extienden a través de muelles, de tal manera que apenas hay velocidad de pérdida.


Antonov AN-2. El vuelo de este avión ruso de grandes dimensiones es realmente suntuoso, sobre todo cuando se mueve en el aire a las velocidades increíblemente bajas que es capaz de desarrollar con total seguridad.


Sukhoi SU-31, equipado con un motor Vedeneyev M-14PF de 400 CV y pilotado por Ramón Alonso, Campeón del Mundo de Acrobacia Aérea en 2007 en Armilla (Granada), en el que Cástor Fantoba obtuvo un muy meritorio cuarto puesto. En este mundial, el equipo acrobático español (Ramón Alonso, Cástor Fantoba, Juan Velarde, Anselmo Gámez, Juan Socias y Sergio Plá) consiguió además la Medalla de Plata por Equipos, una gran hazaña, ya que vencieron al hasta entonces imbatible equipo ruso, que era el gran favorito.

Ésto consolidó definitivamente a la acrobacia aérea española entre la élite mundial, algo en lo que también fue fundamental el gran rendimiento de Álex Maclean (tristemente fallecido en accidente en el aeródromo de Casarrubios del Monte el 17 de agosto de 2010) que se convirtió en uno de los mejores pilotos del mundo en la Red Bull Air Race World Series entre 2003 y 2009, habiendo sido además dos veces Campeón de España de Acrobacia Aérea.


Sukhoi SU-31 pilotado por Ramón Alonso, cuyas exhibiciones de vuelo acrobático generan la admiración del público asistente, al igual que las también realizadas con frecuencia por Cástor Fantoba (Sukhoi 31), Juan Velarde (Zivko Edge 540 V2), Anselmo Gámez (Sukhoi 26M) y Niko Goulet (Yakovlev Yak-52).

SOBERBIOS CALENDARIOS

Este es otro aspecto en el que la FIO se esmera al máximo, haciendo año tras año calendarios de gran tamaño que rebosan elegancia, buen gusto e imágenes de gran calidad hechas por excelentes fotógrafos de aviones como Ismael Abeytua, Javier Guerrero, Guillermo Blume, Shahram Shalchian Tabrizi " Shery ", Ismael Jordá y otros.


                           Una de las páginas del Calendario de la FIO 2013 con una foto del Beechcraft T34A Mentor hecha por Ismael Abeytua.


                        Otra de las páginas del Calendario de la FIO 2013 con una fotografía del legendario HA-200 Saeta hecha por Ismael Abeytua.

AMPLIA GAMA DE SOUVENIRS Y MEMORABILIA RELACIONADOS CON EL MUNDO DE LA AVIACIÓN

Por si todo lo anteriormente mencionado fuera poco, tanto los aledaños de la zona de exhibición estática de los aviones de la Fundación Infante de Orleans como la 



amplia zona adyacente de descanso y restauración con profusión de mesas, sillas y sillones de libre uso, disponen de varias tiendas especializadas donde los asistentes pueden adquirir una notable variedad de productos relacionados con el mundo de la aviación : 



llaveros, 





gorras y camisetas con la imagen de aviones míticos de la FIO, 




maquetas de aeronaves históricas famosas tanto en plástico como metal a diferentes escalas y tamaños, libros sobre historia de la aviación, drones, etc, todo ello a precios muy competitivos. 

GENERADORA DE VOCACIONES

Además de implementar su labor dando a conocer la Historia de la Aviación Española y preservar aviones clásicos del siglo XX en perfectas condiciones de vuelo, la Fundación Infante de Orleans ha sido y sigue siendo catalizadora de vocaciones en futuros pilotos y mecánicos de aviación, además de constituir una fuente cultural de conocimiento cuyo legado tecnológico e histórico puede ser muy útil para su trayectoria profesional.


Carlos, gran entusiasta de la Aeronáutica desde que era un bebé, sujeta entre sus manos un avión a escala hecho por él, posando junto al Polikarpov I-16 Mosca de la FIO. Con tan sólo 6 años de edad fue capaz de hacer una maqueta de madera del Hispano Aviación HA-200 Saeta.

Gran Video Hecho por los Miembros del Escuadrón 69

viernes, 19 de julio de 2019

THE LOCATION OF TWO MORE PICTURES MADE BY ROBERT CAPA ON SEPTEMBER 5, 1936 FOUND BESIDE THE CORTIJO OF VILLA ALICIA (CERRO MURIANO)

Text and Indicated Photos : José Manuel Serrano Esparza
SPANISH

                                                                                                     Photo: Robert Capa © ICP New York 

elrectanguloenlamano.blogspot.com has been able to find the location of two more pictures made by Robert Capa on September 5, 1936.

                                                                                                             © José Manuel Serrano Esparza

                                                                                                       Photo: Robert Capa © ICP New York

                                                                                                          © José Manuel Serrano Esparza

We have discovered that they were made in the Finca of Villa Alicia, beside the Cortijo of Villa Alicia, located approximately 1 km and 200 meters from the roundabout joining the CP-45 way and the old N-432 Granada-Badajoz way.

They are two 18 x 24 cm vintage prints on photographic paper, donated in 1992 to the International Center of Photography in New York by Cornell Capa and his wife Edie Schwartz, and that were made from the original negatives belonging to one of the 24 x 36 mm format black and white Eastman Kodak Panchromate Nitrate film featuring a Weston 32 sensitivity (roughly equivalent to ISO 40) exposed by Robert Capa on September 5, 1936 with his Leica II (Model D) serial number 90023 coupled to a 4 elements in 3 groups Leitz Elmar 50 mm f/3.5 serial number 133594, designed by Professor Max Berek in Wetzlar (Germany).

These two photographs are very important because they are part of the series of images made by Capa next to the Cortijo of Villa Alicia and whose location we discovered nine years ago, in May of 2010 :

                                                                                                     Photo: Robert Capa © ICP New York                                                                                                               


                                                                                                           Photo: Robert Capa © ICP New York


                                                                                           © José Manuel Serrano Esparza 

Therefore, let´s see the huge significance of these two images belonging to the series of pictures made by Capa to a whole family fleeing from the Cortijo of Villa Alicia :

                                                                                                       Photo: Robert Capa © ICP New York

A) Photograph made by Capa a few meters before reaching the Cortijo of Villa Alicia, shooting his Leica II (Model D) from a very near distance to a roughly 60 year old woman wearing black clothes and silks, mounted on a white donkey and appearing on the left of the image.

This old woman is holding an exceedingly young blonde child ( being approximately one year and a half old and probably her grandson), with her left hand, while taking the animal´s reins (visible in the lower left area of the image) with her right one.

Capa, always paying heed to details making a difference, clearly perceives the stark contrast between the countenance of the old woman (visibly distressed, very upset and with a haunting gaze, because she is bound to run away and leave behind everything she has, her dwelling, her remembrances and many decades of strenuous effort from dusk to dawn, without being able to foresee her future and her family´s one) and the relaxed face of the child, looking at Capa with curiosity, utterly alien to what is happening.

Also in the left half of the image , behind the old woman and her grandson, you can see an approximately 16 year old young boy, clad in a black beret, advancing mounted on another donkey, likewise with an anxious countenance and holding a roughly three year old little girl who is turning her head to the left.

And on the right half of the image can be distinctly seen an around 20 years old alone man riding a horse and also fleeing from the Cortijo of Villa Alicia, following the same direction as the rest of persons appearing in the picture.

From a photographic viewpoint, the image bears Capa´s unmistakable hallmark ; he is at the suitable place, at the adequate moment and approaches as much as possible to subjects.

The Hungarian photojournalist from Jewish descent shoots his 24 x 36 mm format Leica II (Model D) rangefinder camera, probably at f/8, trying to obtain the widest sharpness area feasible, greatly attaining it, though because of the huge proximity from which Capa gets the picture, the old woman and her grandson (who are the closest people to the Leitz Elmar 50 mm f/3.5 lens) appear slightly out of focus, unlike the faces of the two young men advancing behind her, showing a bit more accurate focus.

On the other hand, this image made by Capa features once more a further highly meaningful aspect, typical in him, in addition to a not perfect focus (since it is an instinctive and very fast shot made with his Leica) and that Marc Riboud — one of the most important photojournalist ever, who also used Leica rangefinder cameras — often commented to Cornell Capa in New York throughout decades : the impressive timing precision achieved by Bob when pressing the shutter release button of his cameras.


Take but a short look at the way in which Capa has masterfully captured the majestic walking of the horse with its right leg bent in motion, revealing a huge contained tension in the family, who escape the best they can, because everybody would wish to be running away much faster, even galloping, but the massive presence of old women and children in the group, prevents them from going quicker, in spite of the fact that at the moment in which this image is created, everybody appearing in it is very scared.

Because both the old woman, the children, the two young men, the two donkeys and the horse are hearing the exchange of rifle and machine gun shots taking place between the Republican forces defending the summit of Las Malagueñas Hill (where is located the advanced Republican command post, with majors Juan Bernal, Aviraneta, Armentia and Balibrea) and the middle Francoist column under the command of major Álvarez Rementería attacking uphill its south slope, between the Republican forces defending the crest of Torreárboles hill and the right Francoist column under the command of major Sagrado attacking uphill its south slope, and the tremendous clash happening in the ravine separating the Cerro de la Coja and Las Malagueñas Hill, because the Alcoyanos (militiamen from that village of Alicante province) have pounced on the Tabor of Regulares of Melilla nº3 (under the command of major López Guerrero) and the Squadrons of Regulares of Ceuta nº 3 and Alhucemas (under the command of major Gerardo Figuerola) like a whirlwind and will avoid the encircling manoeuver of the dreaded Moroccan troops for some hours, until being finally annihilated around 22:00 h in the night.

It´s truly praiseworthy how to faithfully depict the drama and horror of war, Capa doesn´t choose to get pictures on front line (with frequent presence of bowels of injured soldiers, blood, amputated limbs, terrible wounds, etc), but mainly focuses on the innocent civil population mostly suffering its aftermath, managing to beget amazing images, fraught with subtle details and hugely eloquent countenances unveiling the very dramatic context being lived by the persons depicted in them.

The people appearing in this image are fleeing from the Cortijo of Villa Alicia, and they have good reasons for it, because albeit at the moment in which Capa gets this picture, there weren´t combats in the Finca of Villa Alicia, this was by far the most dangerous area on September 5, 1936, even more than Las Malagueñas and Torreárboles hills, because the Finca of Villa Alicia was the area through which Francoist attacking troops needed to perform the encircling manoeuver (and no prisoners were taken within it), crossing it to strike the north slope of Torreárboles, only 500 meters beyond the Cortijo of Villa Alicia.

And the Francoist troops from the Army of Africa that attacked Las Malagueñas and Torreárboles hills on September 5, 1936, although very professional and featuring many years of combat experience, were inferior in numbers (roughly 1,500 men) to the Republican effectives (around 3,000 men) defending those heights, so speed in encircling manoeuvers was the key factor for the success of the attacking operation with three columns devised by general Varela, because these highly experienced troops in ruthless colonial war in Africa , were specially prepared to fulfill offensive missions.

On hearing the great proximity of combats between Francoist and Republican forces at those moments, the evacuation of vast majority of the people appearing in the six pictures made by Capa at very few meters from the Cortijo of Villa Alicia on September 5, 1936 between 12:30 h and 13:30 h (it´s difficult to know it with more precision) was organized.

Josefa and Rafael Lozano had bought in 1921 the Finca of Villa Alicia and the Cortijo of Villa Alicia (built in 1912) that had previously been inhabited by the English entrepreneurs and engineers of the Cordoba Copper Company and their families, who betwen 1868 and 1919 (year in which they abandoned their activity) exploited the top quality copper veins of Cerro Muriano, following the activity of other three British companies which had done it between 1897 and 1908.

Rafaela Lozano (Miguel Zamora´s wife), a woman with great courage and working ability, was daughter of Josefa Lozano.

By dint of huge endeavour and perseverance for decades, the Cortijo of Villa Alicia was enlarged and improved after the Spanish Civil War by Rafaela Lozano and Miguel Zamora with the help of their sons Ana and José Agudo, Fuensanta and Andrés García, Marisol, Rafael and Pilar Pastor, Miguel and Amparo García, a labour which was followed by their grandchildren, and the golden wedding anniversary of Rafaela Lozano and Miguel Zamora was celebrated in the Cortijo of Villa Alicia on January 6, 1986. 

But the persons appearing in these pictures made by Capa beside the Cortijo of Villa Alicia are not Josefa Lozano, Rafael Lozano, Rafaela Lozano, Miguel Zamora or any other member of their families, because Josefa Lozano and Rafael Lozano had fled from the Cortjo of Villa Alicia (that they had bought fifteen years before, in 1921, to the Córdoba Copper Company) shortly before the beginning of the Spanish Civil War en July of 1936, in the same way as the rest of their relatives.

                                                                                                    Photo: Robert Capa © ICP New York

B) Photograph made by Robert Capa on September 5, 1936 to an approximately 10 years old girl, a roughly 8 years old boy, an around 3 years old child and an approximately 5 year old girl, all of them, probably siblings, advancing mounted on a white donkey on whose saddle their parents have put a lot of blankets for them to be able to spend the night sleeping outdoors, because they are setting off towards the north exit of Cerro Muriano village, and from there, they will have to go to the Old Obejo Train Station (at a distance of 5 km from the village) and El Vacar (at a distance of 11 km from Cerro Muriano).

Capa moves very quickly and approaches the children to the maximum, with a slight diagonal right angle with respect to them and the donkey.

It´s a very fast shot, slightly out of focus, with a very tight framing, typical in Capa, who strives upon achieving top impact in his images and that they be interesting, depicting defining instants conveying one or more important messages, which, once more, he attains, as well as adding drama, on getting the picture with a strong low angle shooting, to magnify the relevance of these four children as victims of war.

Capa, a man oozing great sensitivity and an indescribable gift to capture meaningful details, even in the most extreme contexts, instantly realizes that the children´s parents (who are taking other very little children in arms) have grasped the danger of fall to the ground during the march for the two smallest children mounted on the white donkey, so they have placed the two older children with a special survival configuration, to reduce that risk to the utmost :

- The older girl (being roughly ten years old) is at the front, with the double mission of leading the donkey with her legs and the reins (which appear near her right knee) and at the same time to oblige the approximately five years old little girl just behind her to strongly grab her arms to her waist.

- The roughly eight year old boy mounting in the rearmost position on the donkey and wearing a clear long sleeved jacket, has got the double mission of grabbing the smallest child (being around three years old) going just in front of him and simultaneously watch the youngest girl (being around five year old, clad in white striped clothes, located behind her elder sister leading the group on the donkey), and he mustn´t lose sight of her even a second, because if for any reason the animal is frightened by the roar of the very near battle and bolts, that little girl would fall on the ground without her elder sister being able to avoid it.

That´s why the around 8 year old boy going in the reamost position on the donkey appears nervously staring at his little sister clad in a striped white attire.

This limit situation bringing about a steady sizable stress in the roughly 8 year old boy mounted the last one on the donkey and on whom mostly depends the security of the youngest two children going on the donkey, stems from the fact that there isn´t any way at the moment in which other fathers, mothers, grandfathers or grandmothers can guard these two little children, since all of them are mounted on other donkeys with other children or walking with other even younger children, some of them babies, in their arms.

There are in the image very powerful diagonal lines made up by the elder boy and girl and the thin tree on the right, in symbiosis with the drama arising from the right arm of the approximately 5 year old girl visibly catching hold of her elder sister´s waist, and the right hand of the youngest child, which because of the movement, has fallen until touching the blanket and is not getting hold of the waist of her little sister wearing striped white clothes.

Evidently, the risk that the two youngest children can fall on the ground from an elevated height is going to be constant during the many kilometers they have to do, and Capa manages to convey the feeling of difficult balance of the four children on the white donkey, along with the hasty flight, symbolized by the naked right foot of the oldest girl, who hasn´t even had enough time to put her shoes on.

THE OLD WOMAN CLAD IN WHITE APPAREL AND TAKING THE VERY LITTLE CHILD BESIDE HER ON THE DONKEY IS THE SAME WOMAN APPEARING ON FAR LEFT OF THE PICTURE ALSO MADE BY CAPA AND WHOSE LOCATION WE DISCOVERED 9 YEARS AGO, IN MAY 2010 

After making selective reframings of the left area

                                                                                                    Photo: Robert Capa © ICP New York 

both regarding the picture made by Capa next to the Cortijo of Villa Alicia in which appears a man clad with an Andalusian hat, walking and leading the flight of his family (with some of its members with different ages visible behind him mounted on donkeys and in which the slope of Torreárboles hill in the upper left area of the photograph can also be seen) whose location we discovered in May 2010

                                                                                                     Photo: Robert Capa © ICP New York

and the image starting this article, in which appears a roughly 60 year old woman with a very small blonde child and advancing mounted on a white donkey (while behind her advance an approximately 16 year old boy wearing a black beret on another donkey, who is holding a roughly 3 year old little girl and an approximately 20 year old man, likewise with a beret and going alone mounted on a horse), we have been able to discern that the old woman and the very little blonde child mounted on a white donkey appearing on far left of the second photograph, are exactly the same persons going on a white donkey on far left of the image whose location we discovered in 2010 :



This confirms once more Capa´s great speed of movements when he got the pictures, because after making the first photograph of the family father wearing an Andalusian hat and advancing walking beside a donkey, leading the group and escaping with all of his family advancing behind him mounted on donkeys, the future founder of Magnum Agency (along with Henri Cartier-Bresson, David Seymour " Chim" , George Rodgers and William Vandivert) clearly perceives the facial expression of anxiety in the old woman going with his grandson on the white donkey, so he decides to approach her as much as possible and get a second picture, in such a way that the photojournalist manages to go unnoticed during the photographic act, though the blonde child, relaxed and alien to the dramatic context that is being lived by his family, looks at him with curiosity.

A TOTAL OF SIX PHOTOGRAPHS MADE BY ROBERT CAPA OF PEOPLE FLEEING FROM THE CORTIJO OF VILLA ALICIA

Capa made a total of six pictures beside the Cortijo of Villa Alicia (Cerro Muriano) of people beginning their flight on September 5, 1936 : the four ones previously shown in this article and two more whose location was discovered by us in 2011 next to that Cortijo :

                                                                                                     Photo: Robert Capa © ICP New York

Picture also made by Capa on September 5, 1936 beside the Cortijo of Villa Alicia,  in which can be seen a young man with black beret mounted on a donkey and holding an around four year olf girl (highly probably his daughter). This man is likewise escaping and marching northbound towards Cerro Muriano village, its north exit, the Old Obejo Train Station and El Vacar.

                                                                                                          Photo: Robert Capa

Picture made by Capa on September 5, 1936 at around 300 meters beyond the Cortijo of Villa Alicia, in the direction of Torreárboles hill, whose slope is visible in the background. 

This photograph appears in one of the pages of the illustrated book The Spanish People´s Fight for Liberty, compiled by A. Ramos Oliveira and published in 1937 by the Press Department of the Spanish Embassy in London, without indicating either the authorship or the location where it was made.



                                                                                                            © John Loengrad

After the death of Robert Capa on May 25, 1954 in Thai Binh (Vietnam) on stepping on a mine, Cornell Capa decided to abandon his already prominent career as a photographer and devote his whole life to the preservation of the immense legacy of his brother and to keep his memory alive, founding the ICP of New York in 1974, with the help of his wife

                                                                                                  © José Manuel Serrano Esparza

Edie Schwartz (who had a great discerning ability and visual memory with images and became a very good picture editor working from the contact sheets, as well as having a remarkable organizing talent), Anna Winand (secretary of Cornell Capa, who worked intensively with Edie during many years before 1974 within Cornell´s office in Manhattan, located in Lower Fifth Avenue, classifying and arranging Robert Capa´s huge photographic archive) and Micha Bar-Am.

During the eleven years elapsed since Cornell´s death, many new pictures made by his brother Robert in Cerro Muriano area on September 5, 1936 have appeared, belonging to the three milestone reportages he made there eighty-three years ago : The Harangue in the Finca of Villa Alicia, the Flight of Refugees from the Cortijo of Villa Alicia and The Flight of Refugees from Cerro Muriano Village following north direction towards the Old Obejo Train Station and El Vacar, as a consequence of the intensification of the bombing of the village by the Francoist aviation, to such an extent that there are today approximately a 400% more of images made by Capa in Cerro Muriano area than the ones that were known in 2008, in addition to the fact that the spots where they were made have been found between 2008 and 2019.

The huge effort throughout half a century made by Cornell Capa, Edie Schwartz and Anna Winand wasn´t in vain.

In addition, the huge photographic, human and historical dimension of the creator of Magnum Agency has significantly been enhanced, already in full digital age, by the commendable labour of Cynthia Young (Curator of the Robert Capa Archive at the International Center of Photography in New York City and a great expert in his work) with the extraordinary and landmark worldwide itinerant exhibition The Mexican Suitcase : The Rediscovered Spanish Civil War Negatives of Capa, Chim, Gerda Taro and Fred Stein, which started in 2010, the two volume book bearing the same title, edited by her and published by STEIDL Göttingen including the 4.500 original nitrate 24 x 36 mm negatives and editing other top-notch books on Capa´s photographic work like Capa in Colour, featuring 208 pages and 245 colour pictures having revealed the seminal importance of Robert Capa in the History of Photography, not only in the scope of black and white, but also as a pioneer of colour photography with Kodachrome and Ektachrome films.


But it was in the area of Cerro Muriano where Robert Capa had its fire baptism on September 5, 1936 and it was in this small village approximately 15 km in the north of Cordoba capital where the modern, agile and dynamic war photojournalism


with a very small and light 24 x 36 mm format Leica II (Model D) camera, coupled to an also tiny lens, shooting handheld and without using any tripod, was born.

domingo, 14 de julio de 2019

UBICADAS DOS FOTOGRAFÍAS MÁS HECHAS POR ROBERT CAPA JUNTO AL CORTIJO DE VILLA ALICIA (CERRO MURIANO) EL 5 DE SEPTIEMBRE DE 1936

Texto y Fotos Indicadas : José Manuel Serrano Esparza
ENGLISH

                                                                                                             Photo: Robert Capa © ICP New York

                                                                                             © José Manuel Serrano Esparza                                                                                                                                                                           
                                                                                                                   Photo : Robert Capa ©  ICP New York 

                                                                                                            © José Manuel Serrano Esparza

elrectanguloenlamano.blogspot.com ha podido descubrir la ubicación de dos fotografías más hechas por Robert Capa el 5 de septiembre de 1936 en la Finca de Villa Alicia, junto al cortijo del mismo nombre, situado aproximadamente a 1 km y 200 metros de la rotonda que une el Camino CP-45 y la antigua carretera N-432 Granada-Badajoz.

Se trata de dos copias vintage tamaño 18 x 24 cm sobre papel fotográfico, donadas en 1992 al International Center of Photography de Nueva York por Cornell Capa y su esposa Edith Schwartz, y que fueron realizadas a partir de los negativos originales pertenecientes a uno de los rollos de película de blanco y negro Eastman Kodak Nitrate Panchromatic formato 24 x 36 mm de sensibilidad Weston 32 (equivalente aproximadamente a ISO 40) expuestos por Robert Capa el 5 de septiembre de 1936 con su Leica II (Model D) número de serie 90023 acoplada a un objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5 número de serie 133594 de 4 elementos en 3 grupos, diseñado por Professor Max Berek en Wetzlar (Alemania).

Estas dos fotografías son muy importantes porque forman parte de la serie de imágenes hechas por Capa junto al Cortijo de Villa Alicia y cuya ubicación descubrimos en Mayo de 2010 :

                                                                                                             Photo : Robert Capa / ICP New York


                                                                                           © José Manuel Serrano Esparza

                                                                                                        Photo : Robert Capa © ICP New York 




Veamos pues la más que notable trascendencia de estas dos imágenes pertenecientes a la serie de fotografías hechas por Capa a una familia entera que huye del Cortijo de Villa Alicia :
                                                                                                       Photo : Robert Capa © ICP New York

A) Fotografía hecha por Capa, pocos metros antes de llegar al Cortijo de Villa Alicia, disparando su Leica II (Model D) desde muy cerca, a una mujer de unos 60 años, con indumentaria y medias de color negro, montada sobre un burro blanco y que aparece a la izquierda de la imagen.

Esta anciana sujeta a un niño rubio muy pequeño, de aproximadamente año y medio de edad (muy probablemente su nieto) con su mano izquierda, mientras con la derecha lleva las riendas del animal, visibles en la zona inferior izquierda de la imagen.


Capa, siempre atento a los detalles que marcan la diferencia, percibe claramente el enorme contraste entre la expresión facial de la anciana (visiblemente angustiada, muy triste y con la mirada perdida, ya que se ve obligada a huir y dejar atrás todo lo que tiene, su morada, sus recuerdos y muchísimas décadas de ímprobo trabajo de sol a sol, sin saber qué va a ser de ella y su familia) y el tranquilo semblante del niño, que mira a Capa con curiosidad, totalmente ajeno a lo que está ocurriendo.


También en la mitad izquierda de la imagen, tras la anciana y su nieto, avanzan montados sobre otro burro un chico joven de unos 16 años con boina negra, igualmente con rostro de preocupación, y que sujeta a una niña pequeña de unos tres años, que está girando su cabeza hacia la izquierda.


Y en la mitad derecha de la imagen, se aprecia con gran nitidez a un hombre joven de unos 20 años de edad que va solo a lomos de un caballo y huye del Cortijo de Villa Alicia, con idéntica dirección que el resto de personas que aparecen en la fotografía.


Desde un punto de vista fotográfico, la imagen posee la inconfundible impronta de Robert Capa : está en el lugar adecuado, en el momento adecuado y se acerca al máximo posible.


El fotoperiodista húngaro de origen judío dispara su Leica II (Model D) telemétrica formato 24 x 36 mm probablemente a f/8 para intentar obtener la más amplia zona de nitidez posible, lo cual consigue en gran medida, aunque fruto de la enorme proximidad desde la que Capa hace la foto y a la gran rapidez de su tiro, la anciana y su nieto que son las personas más próximas al objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5, aparecen ligeramente desenfocados, a diferencia de los rostros de los dos hombres jóvenes que avanzan tras ella y que tienen un foco notablemente preciso.


Por otra parte, hay en esta imagen de Capa, una vez más, otro elemento muy significativo, típico en él, además de un enfoque no perfecto ( ya que es un tiro instintivo y muy rápido hecho con su Leica) y que Marc Riboud — uno de los más importantes fotoperiodistas de la historia, que también utilizaba cámaras Leica — comentó con frecuencia a Cornell Capa en Nueva York durante décadas : la impresionante precisión en el timing por parte de Bob a la hora de apretar el botón disparador de sus cámaras.




No hay más que observar como Capa ha captado magistralmente el caminar majestuoso del caballo con su pata derecha en plena acción motriz, revelando una enorme tensión contenida en la familia que escapa como puede, ya que todo el mundo desearía estar huyendo mucho más deprisa, incluso al galope, pero la masiva presencia de ancianas y niños en el grupo, impide ir más rápido, pese a que en el momento en que es captada esta imagen, todas las personas que aparecen en ella (con excepción del precioso niño rubio muy pequeño) tienen bastante miedo en el cuerpo. 

Porque la anciana, los niños pequeños, los dos hombres jóvenes, los dos burros y el caballo están escuchando el intercambio de disparos de fusil y ametralladora que está teniendo lugar entre las fuerzas republicanas que defienden la cima de la Loma de Las Malagueñas (en la que está el puesto de mando avanzado republicano con los comandantes Juan Bernal, Aviraneta y Balibrea) y la columna franquista del centro al mando del comandante Álvarez Rementería que ataca cuesta arriba su vertiente sur, entre las tropas republicanas que defienden la cima de Torreárboles y la columna franquista de la derecha al mando del comandante Sagrado que está atacando cueta arriba su vertiente sur, y el tremendo choque que está teniendo lugar en la barranca que separa el Cerro de La Coja de la Loma de Las Malagueñas, ya que los milicianos alcoyanos se han lanzado en tromba contra el Tabor de Regulares de Melilla nº 3 (al mando del comandante López Guerrero) y los Escuadrones de Regulares de Ceuta nº 3 y de Alhucemas (al mando del comandante Gerardo Figuerola), e impedirán la maniobra envolvente de las temidas tropas marroquíes durante varias horas, hasta ser finalmente aniquilados aproximadamente a las 22:00 h.


Es verdaderamente admirable como para plasmar el drama y horror de la guerra, Capa no opta por fotografiar escenas en primera línea de fuego, con presencia frecuente de vísceras, sangre, miembros amputados, etc, sino que se fija sobre todo en la población civil inocente, que es la que más sufre las consecuencias de cualquier conflicto bélico, consiguiendo unas imágenes impresionantes, repletas de detalles sutiles y expresiones faciales enormemente elocuentes que ponen al descubierto el contexto dramático a más no poder para las personas que aparecen en ellas.


Es gente que huye del Cortijo de Villa Alicia, y tienen buenos motivos para ello, porque aunque en el momento en que Capa hace la foto, no había todavía combates en la Finca de Villa Alicia, que era con diferencia la zona más peligrosa el 5 de Septiembre de 1936, más todavía que la cima de Las Malagueñas y Torreárboles, porque la Finca de Villa Alicia era la zona de maniobra envolvente (en la cual generalmente no se hacían prisioneros) para que las tropas franquistas atacantes pudieran atravesarla y percutir sobre la vertiente norte de Torreárboles, a tan sólo unos 500 metros más allá del Cortijo de Villa Alicia. 


Y las tropas franquistas del Ejército de África que atacaron Las Malagueñas y Torréarboles el 5 de Septiembre de 1936, aunque muy profesionales y con gran experiencia en combate, eran inferiores en número (aproximadamente 1.500 hombres) a los efectivos republicanos (aproximadamente 3.000 hombres) que defendían dichas cotas, por lo que la velocidad en la maniobra envolvente era un factor decisivo para el éxito de la operación con tres columnas diseñada por el general Varela, ya que estas tropas muy expertas en guerra colonial en África, estaban preparadas sobre todo para realizar misiones de ataque. 


Ante la gran proximidad de los combates entre fuerzas franquistas y republicanas en esos momentos, se organizó la evacuación de la mayoría de las personas que aparecen en las cinco fotografías hechas por Capa a muy pocos metros del Cortijo de Villa Alicia el 5 de septiembre de 1936 aproximadamente al mediodía (entre las 12:30 h y la 1:30 h, es difícil saberlo con exactitud).


Josefa y Rafael Lozano habían comprado en 1921 la finca de Villa Alicia y el Cortijo de Villa Alicia (construido en 1912) que había sido previamente habitado por los empresarios e ingenieros ingleses de la Cordoba Copper Company y sus familias, que entre 1908 y 1919 (año en que abandonaron su actividad) explotaron los yacimientos de cobre de altísima calidad de Cerro Muriano, después de que otras tres compañía inglesas lo hicieran anteriormente, entre 1897 y 1908.

Rafaela Lozano (esposa de Miguel Zamora), mujer de gran coraje y capacidad de trabajo, era hija de Josefa Lozano.

A base de enorme esfuerzo y tesón durante décadas, el Cortijo de Villa Alicia fue muy ampliado y mejorado después de la Guerra Civil Española por Rafaela Lozano y Miguel Zamora con la ayuda de sus hijos Ana y José Agudo, Fuensanta y Andrés García, Marisol , Rafael y Pilar Pastor, Miguel y Amparo García, labor que continuaron sus nietos, celebrándose las bodas de oro de Rafaela Lozano y Miguel Zamora el 6 de enero de 1986 en el Cortijo de Villa Alicia.

Es decir, Rafaela Lozano y Miguel Zamora se casaron el día de Reyes de 1936, tan sólo ocho meses antes de llegar Capa a la zona de Cerro Muriano. 

Pero las personas que aparecen en estas fotografías hechas por Capa junto al Cortijo de Villa Alicia no son ni Josefa Lozano, ni Rafael Lozano, ni Rafaela Lozano, ni Miguel Zamora ni tampoco ningún otro miembro de sus familias, ya que Josefa Lozano y Rafael Lozano habían huido del Cortijo de Villa Alicia (que habían comprado quince años antes, en 1921) poco antes de estallar la Guerra Civil Española en Julio de 1936, al igual que el resto de sus familiares.

                                                                                                       Photo : Robert Capa © ICP New York

B) Fotografía hecha por Robert Capa el 5 de septiembre de 1936 a cuatro niños que avanzan montados sobre un burro blanco en cuya silla sus padres han puesto muchas mantas para que puedan pasar la noche durmiendo al raso, ya que se dirigen a la salida norte del pueblo de Cerro Muriano, y desde allí tendrán que ir a la antigua Estación de Tren de Obejo (a 5 km de distancia del pueblo) y a El Vacar (a 11 km de Cerro Muriano).

Capa se mueve con gran rapidez y se acerca al máximo a los niños, con ligero ángulo diagonal derecho con respecto a ellos y al burro que les transporta.

Es un tiro muy rápido, ligeramente desenfocado, con un encuadre muy cerrado, típico en Capa, que intenta conseguir el máximo impacto en sus imágenes y que éstas sean interesantes, plasmando momentos definitorios que transmitan uno o más mensajes importantes, lo cual, una vez más, consigue, añadiendo además dramatismo a la escena al hacer la fotografía con un fuerte ángulo contrapicado, para engrandecer la importancia de estos cuatro niños como víctimas de la guerra.

Es un fotoperiodista de raza, para el que lo fundamental es conseguir la foto y su talento en este sentido es inefable : trabaja a enorme velocidad, buscando diferentes ángulos y distancias de enfoque para conseguir las mejores imágenes posibles y resulta también fascinante su talento tanto para saber ver la foto como para seleccionar los sujetos más interesantes en cada momento.

Capa, hombre de gran sensibilidad e inefable capacidad para captar detalles significativos, incluso en los contextos más extremos, percibe al instante que los progenitores de los niños, ante la obligada huida y el peligro de que los dos más pequeños puedan caer del burro durante la marcha, han ubicado a los dos niños de más edad con una especial configuración de supervivencia, para reducir al máximo posible tal riesgo :

- La niña mayor (de aproximadamente 10 años) va delante del todo, con la doble misión de dirigir al burro con sus piernas y las riendas (que aparecen cerca de su rodilla derecha) y a la vez obligar a la niña pequeña que va montada justo detrás de ella a que se agarre fuertemente con sus brazos a su cintura.

- El niño que va detrás del todo, de unos 9 años de edad y vestido con chaqueta clara de manga larga, tiene la doble misión de agarrar al niño más pequeño (de unos 3 años de edad) que va justo delante de él, pero también de vigilar a la niña pequeña (de unos 5 años de edad,  con indumentaria blanca y rayas que va detrás de su hermana mayor que encabeza el grupo), y a la que no debe perder de vista ni un segundo, ya que si por cualquier motivo el animal se asusta por los disparos del fragor de la batalla muy cercana y se desboca, dicha niña caería al suelo sin que su hermana mayor pudiera hacer nada.

Este es el motivo por el que el niño pequeño de unos 9 años de edad que va atrás del todo aparece mirando fijamente y con gran nerviosisimo a su hermana pequeña vestida con ropa blanca a rayas.

Esta situación límite, que genera una gran tensión permanente en el niño de unos 9 años que va atrás del todo y del que depende fundamentalmente la seguridad de los dos niños más pequeños que van sobre el burro, tiene su origen en el hecho de que no existe en ese momento modo alguno en que otros padres, madres, abuelos o abuelas puedan vigilar a estos dos niños pequeños, ya que todos ellos están sobre otros burros con más niños pequeños o bien caminan llevando en brazos a niños todavía más jóvenes, algunos de ellos bebés.

Existen en la imagen potentísimas líneas diagonales formadas por el niño y la niña mayores y el delgado árbol de la derecha en simbiosis con el dramatismo que emana del brazo derecho de la niña de unos 5 años que se aferra visiblemente a la cintura de su hermana mayor, y la mano derecha del niño más joven de todos, que fruto del movimiento del burro avanzando, ya no está agarrando la cintura de su hermana con ropa blanca a rayas, sino que ha caido, resbalando hasta tocar la manta.

Evidentemente, el riesgo de que los dos niños de menor edad puedan caer al suelo desde una altura elevada, va a ser constante durante los muchos kilómetros de marcha que les quedan, y Capa consigue transmitir esa sensación de difícil equilibrio de los cuatro niños montados sobre el burro blanco, así como la premura en la huida, simbolizada por el pie derecho desnudo de la niña mayor, que no ha tenido siquiera tiempo para calzarse.

LA ANCIANA VESTIDA DE NEGRO QUE LLEVA AL NIÑO MUY PEQUEÑO JUNTO A ELLA SOBRE EL BURRO BLANCO ES LA MISMA MUJER QUE APARECE A LA IZQUIERDA DEL TODO DE LA FOTOGRAFÍA HECHA TAMBIÉN POR CAPA Y CUYA UBICACIÓN EN LA FINCA DE VILLA ALICIA DESCUBRIMOS HACE 9 AÑOS, EN MAYO DE 2010

Tras realizar reencuadres selectivos de la zona izquierda 



tanto de la fotografía hecha por Capa junto al cortijo de Villa Alicia en la que aparece un hombre con sombrero que va caminando y encabeza la huida de su familia (con varios de sus miembros de diferentes edades visibles tras él montados sobre burros y en la que puede apreciarse también la pendiente de Torreárboles en la zona superior izquierda de la fotografía) cuya ubicación descubrimos en Mayo de 2010 



como de la imagen que inicia este artículo y en la que aparece una anciana de aproximadamente 60 años con un niño rubio muy pequeño avanzando montada sobre un burro (al tiempo que avanzan tras ella un chico joven de unos 16 años con boina negra sobre otro burro, que sujeta a una niña pequeña de unos 3 años de edad, y un hombre joven de unos 20 años de edad, también con boina, que va solo, montado sobre un caballo), hemos podido discernir que la anciana y el niño rubio muy pequeño montados sobre un burro blanco que aparecen a la izquierda del todo de la segunda fotografía, son exactamente las mismas personas que van en un burro blanco a la izquierda del todo de la imagen que ubicamos en 2010 :





Ésto confirma una vez más la gran velocidad de movimientos de Capa cuando hacía las fotos, ya que tras captar la primera foto del padre de familia con sombrero andaluz que avanza caminando en primer lugar junto a un burro, huyendo con toda su familia que avanzan tras él montados en burro, el futuro fundador de la Agencia Magnum (junto con Henri Cartier-Bresson, David Seymour " Chim", George Rodgers y William Vandivert) percibe claramente la expresión facial de preocupación de la anciana que avanza sujetando a su nieto sobre el burro blanco, por lo que decide aproximarse al máximo hacia ella y hacer una segunda foto, desde mucho más cerca, captándola con la mirada perdida y repleta de ansiedad, sin que la mujer se de cuenta de la presencia de Capa durante el acto fotográfico, aunque el niño, muy tranquilo y ajeno al contexto dramático que está viviendo su familia, sí que le mira con curiosidad. 

UN TOTAL DE CINCO FOTOGRAFÍAS HECHAS POR ROBERT CAPA JUNTO AL CORTIJO DE VILLA ALICIA

Capa hizo un total de cinco fotografías junto al Cortijo de Villa Alicia (Cerro Muriano) de personas que iniciaban la huida el 5 de septiembre de 1936 : las cuatro imágenes mostradas anteriormente y otra cuya ubicación también descubrimos hace años junto a dicho cortijo :


                                                                                            Photo : Robert Capa © ICP New York

Fotografía hecha por Capa el 5 de Septiembre de 1936 junto al Cortijo de Villa Alicia y en la que se aprecia a un hombre joven montado sobre un burro, que ha iniciado también la huida y sujeta entre sus manos a una niña pequeña de unos 4 años (probablemente su hija).

Al igual que todas las personas que aparecen en las otras fotos de Capa pertenecientes a esta serie que hace junto al mencionado Cortijo, este hombre y su hija están escapando con dirección norte, hacia el pueblo de Cerro Muriano, su salida norte, la antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar.

                                                                                                                            Photo: Robert Capa

Fotografía hecha por Capa el 5 de Septiembre de 1936 a aproximaamente 300 metros más allá del Cortijo de Villa Alicia, en dirección a la colina Torreárboles, cuya pendiente es visible al fondo, en la mitad superior izquierda de la imagen.

Esta fotografía aparece en una de las páginas del libro ilustrado The Spanish People´s Fight for Liberty, compilado por A. Ramos Oliveira y publicado en 1937 por el Departamento de Prensa de la Embajada Española en Londres, sin que se indique la autoría de la fotografía ni el lugar en que fue hecha.



                                                                                                                              © John Loengrad

Tras la muerte de Robert Capa el 25 de mayo de 1954 en Thai Binh (Vietnam) al pisar una mina, Cornell Capa decidió abandonar su ya destacada carrera como fotógrafo y dedicar toda su vida a la preservación del inmenso legado de su hermano y a mantener vivo su recuerdo, fundando en 1974 el ICP de Nueva York con ayuda de su mujer 


                                                                                                    © José Manuel Serrano Esparza

Edie Schwartz (que tenía gran capacidad discernidora y memoria visual con las imágenes y se convirtió en una muy buena editora de fotografías trabajando a partir de las hojas de contactos, además de poseer notable talento organizador), Anna Winand (secretaria de Cornell Capa, que trabajó intensivamente con Edie desde varios años antes de 1974 dentro de la oficina de Cornell Capa en Manhattan, ubicada en Lower Fifth Avenue, clasificando y ordenando el enorme archivo fotográfico de Robert Capa) y Micha Bar-Am.

Edie Schwartz murió en 2001 y Cornell Capa en 2008.

Durante los once años transcurridos desde la muerte de Cornell, han aparecido muchísimas fotos nuevas hechas por su hermano Robert en la zona de Cerro Muriano, donde el 5 de septiembre de 1936 hizo tres reportajes extraordinarios : la Arenga en la Finca de Villa Alicia, la Huida de los refugiados del Cortijo de Villa Alicia y la Huida de los Refugiados de Cerro Muriano en dirección norte hacia la Antigua Estación de Tren de Obejo y El Vacar ante la intensificación del bombardeo de la aviación franquista, de tal manera que hoy en día hay aproximadamente un 400% más de imágenes hechas por Capa en la zona de Cerro Muriano que las que se conocían en 2008, además de que muchas de ellas han sido ubicadas entre 2008 y 2019.

El enorme esfuerzo de medio siglo por parte de Edie Schwartz y Cornell Capa no fue en vano, además de que la enorme dimensión fotográfica, humana e histórica del creador de la Agencia Magnum ha sido notablemente potenciada ya en plena era digital por la gran labor de Cynthia Young (Conservadora del Archivo Fotográfico de Robert Capa en el ICP de Nueva York), gran experta en la obra del fotoperiodista y que ha editado extraordinarios libros sobre la obra fotográfica de Capa como Capa in Colour, con 208 páginas y 245 ilustraciones en color, que han revelado la enorme importancia de la obra de Robert Capa en la Historia de la Fotografía, no sólo en el ámbito del blanco y negro, sino también como pionero de la fotografía en color con películas Kodachrome y Ektachrome.

                                                                                                          © José Manuel Serrano Esparza 

Pero fue en la zona de Cerro Muriano donde Capa tuvo su bautismo de fuego el 5 de septiembre de 1936 y fue en este pequeño pueblo aproximadamente 15 km al norte de Córdoba capital donde se inició el moderno, ágil y dinámico fotoperiodismo de guerra,


con una cámara Leica II (Model D) formato 24 x 36 mm de tamaño muy pequeño, peso muy liviano y objetivos también de dimensiones muy reducidas, disparando a pulso en todo momento y sin necesidad de trípode alguno.