martes, 18 de octubre de 2022

DESCUBIERTA LA PRESENCIA DE GERDA TARO A POCOS METROS DE UN ÁRBOL EN UNA FOTOGRAFÍA VERTICAL HECHA POR ROBERT CAPA CERCA DE HUESCA (FRENTE DE ARAGÓN) DURANTE LA TERCERA SEMANA DE AGOSTO DE 1936

 Texto y Fotos Indicadas : José Manuel Serrano Esparza 

elrectanguloenlamano.blogspot.com ha podido descubrir la presencia de Gerda Taro en una fotografía hecha por Robert Capa cerca de Huesca (Aragón) durante la tercera semana de Agosto de 1936.                                                                          

                                                                                                          Foto : Robert Capa 

Se trata de una imagen hecha con su cámara telemétrica Leica II (Model D) formato 24 x 36 mm acoplada a un objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5 y que aparece en la portada del número 48 de la revista francesa Russie d ´ Aujourd ´ hui de Diciembre de 1936.                                                                           

Es una imagen en la que Capa fotografía a un joven miliciano aragonés con barba, una cofia blanca cubriéndole la cabeza y una toalla también blanca sobre su hombro derecho, que es el principal protagonista de la imagen y que lleva en su mano derecha un fusil Mauser 1893 calibre 7 x 57 mm, así como un revólver en su funda de cuero atada a la cintura. 

Este combatiente civil lleva además sobre su pecho colgado del cuello unos binoculares franceses Lemaire de latón de finales del siglo XIX, probablemente robados, ya que cuando Capa y Gerda Taro visitan las cercanías de Huesca, todo el frente de Aragón está controlado por milicianos anarquistas de la CNT, la FAI, y también algunos otros pueblos por las milicias del POUM (Partido Obrero Unificado Marxista), que han tomado el poder, sobre todo en las zonas rurales, ya que estas milicias populares no serán disueltas hasta dos meses después, a mediados de Octubre de 1936, cuando se cree el Ejército Republicano. 

Los mencionados binoculares de latón son muy antiguos y diseñados para su uso en ópera, por lo que son poco operativos para observar al enemigo a distancias medias y largas, aparte de que su calidad óptica es muy inferior a los prismáticos Carl Zeiss Jena usados por el ejército en aquella época, que tenían mucho más alcance y calidad de imagen muy superior. 

Capa hace la foto probablemente a f/8 con un encuadre vertical cuyo borde inferior corta ligeramente los pies del miliciano, que está justo delante de él, muy cerca, ligeramente a la derecha, a una distancia de aproximadamente tan sólo 3 metros de la cámara.                   


Reencuadre selectivo de la imagen en el que se aprecia a Gerda Taro junto a varios milicianos cerca de Huesca (Aragón). La fotoperiodista alemana de origen judío está mirando a Robert Capa mientras éste hace la foto. 

Al fondo de la imagen aparecen seis milicianos de pie, tres con boina (los dos justo detrás de la zona media del fusil Máuser del miliciano, uno de los cuales está agarrando la zona delantera de su arma con la mano derecha mientras apoya el brazo izquierdo sobre el cañón para descansar, y otro con la espalda orientada hacia al árbol que está mirando a Gerda Taro, que es la mujer rubia muy próxima al árbol, vestida con peto oscuro con hombreras y camisa clara con mangas cortas, que tiene ambos brazos metidos en los bolsillos y la cabeza girada hacia la izquierda, mientras mira a Capa sonriente al darse cuenta de que está haciendo la foto de grupo.                      

                                                                                                                           Foto : Robert Capa 

Esta imagen es muy importante por varios motivos : 

a) Verifica totalmente la gran complicidad entre Capa y Gerda Taro, que en esos momentos estaban totalmente enamorados el uno del otro. Gerda Taro se sitúa de pie, junto a los milicianos, y le mira, para decirle aquí estoy yo y aparecer en la foto. 

b) La identificación de Gerda Taro en la foto ha sido posible, 86 años después de ser hecha la foto por Capa cerca de Huesca (Aragón) durante la tercera semana de Agosto de 1936, gracias a la gran acutancia de la película cinematográfica de blanco y negro Eastman Kodak Panchromate Nitrate fabricada en Rochester (Estados Unidos), de sensibilidad Weston 32 (equivalente a aproximadamente ISO 40) cargada a granel en la Leica de Capa y que presenta abundante grano visible, pero que se caracteriza por una gran sensación visual de nitidez optimizada al haber sido revelada con Agfa Rodinal, que preserva una gran definición en los contornos. 

c) Confirma la afirmación realizada por Richard Whelan en el libro This is War ! Robert Capa at Work (2007) de que las revistas ilustradas de la época ejercían una enorme presión sobre Csiki Weisz (gran amigo de Capa y su hombre de cuarto oscuro en París que revelaba sus negativos) y María Eisner (directora de la Agencia Fotográfica Alliance Photo de París, que comercializaba las fotos de Capa) para comprar los negativos originales y poder conseguir una reproducción excelente de las imágenes en las páginas de dichas publicaciones gráficas (con una calidad de imagen bastante superior a la obtenida trabajando a partir de copias sobre papel fotográfico), haciendo placas de medios tonos desde los negativos originales, ya que este sistema, al igual que el fabuloso sistema de reproducción mediante la técnica artesanal del huecograbado, había alcanzado ya un gran nivel cualitativo a mediados de los años treinta.  

Dichas revistas ilustradas en blanco y negro propugnaban una información periodística en la que las imágenes eran las verdaderas protagonistas y en gran manera catalizaban la decisión de compra de los suscriptores (en aquella época no existía la televisión, y la radio no podía mostrar fotografías), por lo que pagaban grandes cantidades de dinero por los negativos originales. 

Y ese fue el motivo por el que Csiki Weisz tuvo que entregar muchos negativos originales,  cortados individualmente o en fragmentos de dos o tres frames, de las fotos hechas por Capa y Gerda Taro en España entre Agosto y Diciembre de 1936 a María Eisner, que los vendió a diferentes revistas ilustradas de la época y periódicos como Vu, Regards, Weekly Illustrated, The Illustrated London News, etc, con lo cual la inmensa mayoría de dichos negativos originales correspondientes a los primeros cinco meses de cobertura fotográfica de la Guerra Civil Española por parte de Capa y Gerda Taro, escaparon al control de ambos y de Csiki Weisz, sufrieron una gran dispersión y en gran medida se perdieron, aunque afortunadamente Csiki Weisz tuvo la precaución de hacer contactos y especialmente copias vintage tamaño 18 x 24 cm sobre papel fotográfico Ilford Warm de la mayoría de esas fotos.                                  

La decisión por parte de Fernand Grenier (director del periódico francés Russie d ´ Aujourd ´ hui) y de su redactor jefe André Wurmser de dar la portada a esta fotografía, ampliándola en fotomecánica a partir del pequeño negativo original de blanco y negro Eastman Kodak Panchromatic Nitrate expuesto por Capa cerca de Huesca (Aragón) y entregado en mano por María Eisner en 20 Rue du Mail del Distrito II de París (sede de Russie d ´ Aujourd ´ hui), marcó un hito en la prensa gala, ya que a mediados de los años treinta, las portadas se hacían normalmente a partir de imágenes creadas por fotógrafos que trabajaban con cámaras de gran formato Speed Graphic 10 x 12 cm o bien cámaras de formato medio 6 x 6 cm (especialmente las Rolleiflex Old Standard binoculares), que eran todavía las más usadas por los profesionales, porque su superficie de negativo era de mucho mayor tamaño que el formato 24 x 36 mm y ello permitía a los editores de los periódicos y revistas hacer reencuadres selectivos sin pérdida de nitidez. Foto : Robert Capa   

Ni que decir tiene que esta foto, que fue elegida como portada de la revista francesa Russie d ´ Aujourd ´ hui de Diciembre de 1936, muestra una impresionante calidad de imagen (especialmente si se tiene presente que es una publicación de gran formato tamaño 30 x 40 cm, que generalmente se leía doblada, al igual que los periódicos ingleses) y fue hecha trabajando en fotomecánica a partir del negativo original formato 23 x 36 mm vendido por María Eisner a dicha revista francesa, frame que había sido expuesto por Capa con su Leica cerca de Huesca (Aragón) cuatro meses antes y en el que aparece Gerda Taro mirándole con cariño. 

Este hecho es importantísimo, ya que demuestra el potencial del formato 24 x 36 mm de Óskar Barnack incluso para hacer ampliaciones de gran calidad en tamaños 30 x 40 cm e incluso más y la eficacia de su lema " pequeños negativos, grandes fotos ",                            

Fotografía de dos leones en el zoo de Frankfurt am Main (Alemania) en 1932, hecha por Wilhelm Schack con una Leica II (Model D) y que fue ampliada a tamaño 60 x 80 cm sobre papel fotográfico baritado a partir del negativo original de 35 mm, preservando una gran calidad de imagen gracias al poder de resolución del objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5 (diseñado por Professor Max Berek en Wetzlar) y la acutancia de la película de blanco y negro potenciada por el clásico revelador Agfa Rodinal, demostrando el gran potencial de las revolucionarias cámaras Leica formato 24 x 36 mm creadas por Oskar Barnack en simbiosis con objetivos extraordinarios y también de dimensiones y peso muy reducidos. © Leica Camera AG.  

que revolucionó la industria fotográfica a partir de 1925 cuando fue presentada la Leica 1 Model A (primera cámara de 35 mm fabricada en serie) durante la Feria de Primavera de Leipzig (Alemania) de dicho año, dinámica que se consolidó todavía más tras la introducción en el mercado fotográfico por Ernst Leitz Wetzlar en 1932 de la Leica II (Model D), primer modelo formato 24 x 36 mm de la empresa alemana con telémetro integrado en el cuerpo de cámara. 

Porque el grado de ampliación que se necesita para conseguir ese tamaño de portada desde un pequeño negativo formato 24 x 36 mm (denominado miniatura por aquel entonces) y preservar una excelente calidad de imagen, es mucho mayor que si se hubiera partido de un negativo de gran formato o formato medio con superficie de negativo mucho más grande.                                                           

d) Verifica que fue Capa (que utilizaba una Leica II Model D con objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5, mientras que Gerda Taro llevaba una Reflex Korelle de formato medio 6 x 6 cm) quien hizo la inmensa mayoría de fotos mientras ambos trabajaron juntos en España entre mediados de Agosto de 1936 y Febrero de 1937. 

Es decir, Gerda Taro siempre trabajó en inferioridad de condiciones con respecto a Capa hasta aproximadamente Febrero de 1937,      

                   

                                                                                                                                                 © jmse 

porque utilizó una cámara de formato medio Reflex Korelle con capacidad para sólo 12 disparos con rollo de película de 120, mientras que Capa usó una Leica II (Model D) que podía exponer 36 negativos.

Por otra parte, cuando Capa y Gerda Taro llegan a Barcelona el 5 de Agosto de 1936 (dos semanas antes de la foto vertical hecha cerca de Huesca en la que aparece Gerda Taro) para cubrir el inicio de la marcha en tren de milicianos hacia el Frente de Aragón, Capa lleva ya cuatro años como fotógrafo profesional, desde que Simon Guttmann ( Director de la Agencia Fotográfica Dephot, Deutscher Photodienst, el más importante editor gráfico del mundo en esos momentos junto con María Eisner, Directora de la Agencia Fotográfica Alliance Photo en París) le encargó hacer el reportaje fotográfico del discurso de León Trostky en el Palacio de los Deportes de Copenhague (Dinamarca) el 27 de noviembre de 1932 para la revista alemana ilustrada Der Welt Spiegel con una Leica II (Model D) que le había regalado. 

Por su parte, a mediados de Agosto de 1936, Gerda Taro está empezando a hacer fotografías, aunque ha adquirido una buena cultura visual previa, gracias a que había estado trabajando como secretaria de María Eisner en la Agencia Fotográfica Alliance Photo desde Octubre de 1935, con un sueldo mensual de 1.200 euros.

El apodo Robert Capa fue invención de Gerda Taro, que era mucho más inteligente y disciplinada que Endre Ërno Friedmann, con el objetivo de vender las fotos a un precio mayor y tratar de salir de la penuria económica en la que se encontraban ambos en esos momentos en París.

Es decir, fue Gerda Taro (que tenía una visión comercial mucho mayor que Capa y conocía más en profundidad las circunstancias del mercado fotográfico en esos momentos) la que ideó el plan el 7 de Abril de 1936, porque desde hacía dos años se había dado cuenta de que Endre Ërno Friedmann era un genio haciendo fotos de personas desde distancias increíblemente próximas, consiguiendo pasar desapercibido y captando momentos definitorios una y otra vez.

Gerda Taro ideó el sobrenombre Robert Capa porque sabía perfectamente que las fotos de Endre Ërno Friedmann eran realmente buenas, y por eso el plan funcionó.                                                           

                                                                                                                                © jmse 

Entre mediados de Agosto de 1936 y Febrero de 1937, Gerda Taro usa la Reflex Korelle de formato medio 6 x 6 cm, y se aprecian en sus imágenes (especialmente en las de Barcelona) claras influencias del constructivismo ruso y la génesis de potentes diagonales que presiden sus imágenes, sobre todo algunas en las que aparecen milicianas en la playa.

Pero desde 1934 (año en que ambos se conocieron en París) hasta Febrero de 1937, Capa es su maestro de fotografía, la persona de la que aprende muchísimo mientras ve como hace las fotos.

Y Gerda Taro es muy feliz con este statu quo, porque Capa era un genio de la fotografía y con una gran humanidad, pero con una personalidad caótica, por lo que Gerda Taro tenía una visión comercial muchísimo mayor, además de conocer más en profundidad las circunstancias del mercado fotográfico de aquella época, gracias a haber trabajado estrechamente a diario con María Eisner en la Agencia Alliance Photo desde finales de 1935.

Gerda Taro, mujer de gran inteligencia e intuición, además de pareja sentimental de Capa, es plenamente consciente del enorme talento de éste como fotógrafo y por ello, deja durante 1936 (se independizará profesionalmente en Marzo de 1937, cuando empiezan a aparecer sus imágenes con el crédito Photo Taro en distintas revistas de la época, especialmente Regards) que sea el fotoperiodista húngaro de origen judío quien haga la mayoría de las fotos, mientras que ella, además de realizar muchas menos fotografías (que acepta con gusto que lleven el nombre de Capa, ya que fue ella precisamente quien ideó el plan, porque en esos momentos – y también después, aunque en menor medida – era mejor fotógrafo que ella) le acompaña también funcionando como agente comercial y representante de las imágenes realizadas por Capa, al servicio de Maria Eisner, que es quien distribuye las imágenes a diferentes periódicos y revistas ilustradas de la época como Vu, Regards, Weekly Illustrated, The Illustrated London News, Ce Soir, etc. 

Pero evidentemente, entre mediados de Agosto de 1936 y Febrero de 1937, la inmensa mayoría de las fotos las hace Capa, porque así lo quiere también Gerda Taro, además del factor fundamental ya mencionado de que la cámara de Capa puede hacer 36 fotos y la de Gerda Taro sólo puede hacer 12 fotos, con el inconveniente añadido de que es más grande, más pesada y con mucha menor estabilidad de disparo que la Leica telemétrica de Capa, que carece de espejo basculante y cuyo obturador plano focal de tela de recorrido horizontal diseñado por Oskar Barnack es mucho más fiable.                                                     

                                                                                                                                               © jmse 

Por otra parte, el enfoque con la Reflex Korelle era mucho más lento y menos preciso, ya que al ser una cámara de formato medio, la profundidad de campo con zona de nitidez obtenida a todos los diafragmas era menor que a idénticos diafragmas con una Leica.                    

Vista superior de la Reflex Korelle de formato medio 6 x 6 cm utilizada por Gerda Taro entre Agosto de 1936 y Febrero de 1937, en la que puede apreciarse la posición del botón disparador que obligaba a agarrar el borde derecho redondeado del cuerpo de cámara con la palma de la mano y cuatro de sus dedos y estirar mucho a la vez el dedo índice hacia abajo para poder apretar dicho botón liberador del obturador, con lo cual el agarre de la cámara no podía ser firme, y ello unido a su poca ergonomía, generaba una muy escasa estabilidad durante los disparos a pulso. © jmse 

Se da además la circunstancia de que la Reflex Korelle posee un serio inconveniente de diseño para hacer fotos a pulso con nitidez : su botón disparador, que no está situado en la zona superior de la cámara (como en las Leicas y Contax formato 24 x 36 mm de la época) ni tampoco en la zona inferior frontal derecha del cuerpo de cámara (como en las Rolleiflex binoculares de formato medio 6 x 6 cm), sino                                                                           

                                 © jmse 

ligeramente por encima de la zona media lateral derecha del cuerpo de cámara, lo cual hace que la estabilidad de disparo sin trípode deje bastante que desear.                                                                   


                                                                                                                                      © jmse 

Es decir, era mucho más arriesgado intentar captar a pulso a través del visor de capuchón de cintura imágenes significativas en momentos importantes e irrepetibles con la Reflex Korelle de Gerda Taro que con la Leica de Capa,                                        

                                                                                                                                               © jmse 

además de que en la Reflex Korelle tanto el armado del obturador como el avance de película dependían de un muy delgado y frágil cable de metal que va por debajo del panel superior de la cámara y que se rompía con frecuencia. 

Y Gerda Taro sabía todo ésto.

Lo que ocurre es que Gerda Taro era muy inteligente, con enorme intuición y aprendía muy rápido, por lo que durante los aproximadamente séis meses transcurridos entre mediados de Agosto de 1936 y mediados de Febrero de 1937, tuvo en Capa a un gran maestro de fotoperiodismo, y cuando cambió de la Reflex Korelle 

                                                                                                                                                 © jmse

a la Leica formato 24 x 36 mm

Reencuadre selectivo de la famosa fotografía hecha por Guillermo Zúñiga a Gerda Taro el 4 de Julio de 1937 en Valencia durante el 2º Congreso de Escritores en Defensa de la Cultura el 4 de Julio de 1937, en la que se aprecia la Leica III Model F cromada de la fotoperiodista alemana de origen judío acoplada a un objetivo Leitz Summar f/2 de 6 elementos en 4 grupos. 

Gerda Taro se liberó y se transformó en una fotoperiodista de gran nivel haciendo muy buenas fotos a pulso y con gran discreción, tal y como se aprecia en las imágenes cinematográficas del Congreso de Escritores de Valencia en las que aparece Gerda Taro el 4 de Julio de 1937, y sobre todo en los extraordinarios reportajes que hace en Valsequillo (Córdoba) a los campesinos durante la cosecha del trigo, y durante la batalla de Brunete, sin olvidar el también fabuloso reportaje que hizo en la morgue de Valencia a personas de todas las edades que esperaban con angustia tras una verja noticias de sus familiares, después de ser bombardeado el puerto de la ciudad por la aviación franquista.