Son las 5:00 h de la madrugada, 74 años después.
Photo: José Manuel Serrano Esparza
Un silencio sepulcral envuelve las calles de un pequeño pueblo de la provincia de Córdoba, que fue escenario de tremendos combates durante la Guerra Civil Española.
Photo: José Manuel Serrano Esparza
Gerda Taro y Robert Capa estuvieron aquí,
Photo: José Manuel Serrano Esparza
en La Granjuela, a finales de Junio de 1937, casi tres meses después de la captura del pueblo por parte del Batallón Chapaiev perteneciente a la XIII Brigada Internacional (con un total de 389 voluntarios, muy ecléctico en cuanto a la nacionalidad de sus combatientes -procedentes de un total de 21 países distintos-, sobre todo alemanes, polacos, austriacos, suizos, holandeses, húngaros, checoeslovacos, suecos, daneses, yugoslavos, franceses, italianos, luxembugueses, ucranianos, belgas, rusos, griegos, brasileños y españoles, si bien el núcleo principal estaba formado por 79 alemanes, 67 polacos, 59 españoles y 41 austríacos ) el 5 de Abril de 1937.
La visita tuvo su origen en el encargo que Richard de Rochemond, Director de la sección Europea del noticiario The March of Time de Henry Luce, hizo a Robert Capa durante su estancia en París a mediados de Mayo de 1937, en el que le pidió que él y Gerda Taro fotografiaran y filmaran un reenactment (es decir, una recreación lo más fiel posible a los hechos) de la durísima lucha en La Granjuela entre las tropas franquistas y los combatientes voluntarios del batallón Chapaiev que había tenido lugar un mes antes de este encuentro en la capital francesa.
Así pues, tanto Gerda Taro (con dos cámaras Leica telemétricas de 35 mm) como Capa (con cámara cinematográfica Bell & Howell Eyemo A-71 de 35 mm) se dirigieron a las proximidades de Peñarroya, en una zona donde estaba el cuartel general del Batallón Chapaiev, el 24 de Junio de 1937, encontrándose allí con Alfred Kantorowicz, comisario político de la unidad, marchando a continuación a La Granjuela, pueblo del Valle del Guadiato (Córdoba) para realizar el trabajo que Richard de Rochemont les había encomendado.
Las fotografías realizadas por Gerda Taro captan cuatro tipos distintos de contextos:
a) 6 instantáneas con combatientes del Batallón Chapaiev en un pequeño campamento que en absoluto es un cuartel general sino una posición defensiva con pequeñas trincheras y tiendas de campaña ubicada a las afueras norte de La Granjuela, en la zona del encinar más próxima a la carretera que une La Granjuela con Valsequillo (defendiendo así con fusiles y ametralladoras ligeras el acceso septentrional al pueblo de posibles ataques realizados por tropas franquistas procedentes sobre todo de Sierra Trapera, zona en disputa durante gran parte de la guerra),
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
algo muy común en la distribución de fuerzas republicanas en la zona, que consideraban esencial el triángulo La Granjuela-Valsequillo-Los Blázquez como bases operativas para poder tener opciones de lanzar ataques sobre Peñarroya-Pueblo Nuevo y su riquísima zona minera (que estaba en poder de las tropas franquistas desde el 13 de octubre de 1936, en que fue capturada mediante el ataque combinado de la columna de Gómez Cobián y la maniobra envolvente del coronel Sáenz de Buruaga con su columna de tropas marroquíes de tabor de regulares, entrando poco después el teniente coronel Alvarez Rementería en Pueblo Nuevo), por lo que con frecuencia se establecían fuertes posiciones defensivas con ametralladoras en las proximidades de los pueblos, junto a las principales vías de acceso, carreteras y caminos, tratando de dificultar todo lo posible el traslado de efectivos franquistas a los frentes de combate en camiones, en especial los temidos tabors de regulares marroquíes, de los que el Batallón Chapaiev capturó algunos soldados en 1937.
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
Vemos algunas fotografías hechas por Gerda Taro en las que varios hombres del Batallón Chapaiev aparecen ubicados en trincheras, leyendo cartas y comiendo junto a botellas de vino, fumando, charlando en animada conversación, etc.
b) 27 fotografías en las que Gerda Taro fotografía las calles y casas destruídas de La Granjuela, con escombros por doquier,
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
así como a los combatientes del Batallón Chapaiev o bien descansando junto a viviendas totalmente devastadas como consecuencia de la batalla que había tenido lugar tres meses antes,
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
o bien avanzando a través de las arterias del pueblo, rodeados igualmente por casas reducidas prácticamente a escombros o muy deterioradas, con impactos de bala de fusil, ráfagas de ametralladora y proyectiles de artillería ligera visibles en sus paredes.
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
Algunas de las viviendas presentan en sus muros orificios hechos por proyectiles de diferente calibre, sus vigas de madera se hallan al aire y es visible un porcentaje elevado de su estructura de ladrillos, con presencia constante de gran cantidad de cascotes en el suelo que alcanzan notable altura y confirman que sus habitantes las han abandonado.
Los combatientes del batallón Chapaiev son fotografiados por Gerda Taro sentados en grupo junto a las casas destruídas
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
o encaramados sobre sus escombros, charlando, leyendo cartas y en algunos momentos limpiando sus armas.
Hay también una fotografía en la que cuatro combatientes juegan con un perro.
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
c) El reenactment propiamente dicho, constituido por 29 fotografías hechas por Gerda Taro y que forman el grupo de imágenes más conocido.
Comienza con dos instantáneas en las que aparecen varios combatientes escenificando los momentos de tensión previos a un ataque (uno de ellos parece tener la mano izquierda vendada y agarra un fusil, mientras otro que lleva un casco francés fuma un cigarrillo.
Vemos a continuación el reenactment de ataque en dos zonas de La Granjuela, una con varias casas grandes próximas, en la que los combatientes del batallón Chapaiev tratan de imprimir todo el realismo posible a un asalto que llevan a cabo contra una posición franquista (en realidad inexistente ya que la auténtica lucha tuvo lugar tres meses antes), y otra a la entrada del pueblo, en un área dominada por un extenso cercado de piedra que circunvala una finca y al final del cual comienza el pueblo propiamente dicho.
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
Toda esta zona experimentó abundantes modificaciones durante las décadas posteriores a la Guerra Civil Española y apenas es reconocible hoy en día, ya que a los enormes destrozos causados en La Granjuela por la lucha del 15 de Abril de 1937 en que cayó en manos republicanas (que mantendrían el pueblo en su poder un año y dos meses), hubo que sumar el ulterior deterioro producido entre el 14 y el 18 de Junio de 1938 por la lucha de efectivos milicianos e internacionales republicanos frente al Ejército del Sur franquista, que tras la conquista de la Sierra Trapera, capturó La Granjuela, Valsequillo y Los Blázquez tras duros combates.
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
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La Granjuela tuvo que ser prácticamente reconstruído en su totalidad al acabar la Guerra Civil Española.
Por otra parte, la intensidad de la lucha que precedió a este reenactment tres meses antes, queda vívidamente reflejada no sólo por la profusión de fusiles Mexicansky y Mauser que llevan los hombres del Batallón Chapaiev que participaron en dicha lucha real tres meses atrás y que ahora protagonizan la recreación de los hechos, sino por la presencia incluso de una
Photo: Gerda Taro. © ICP New York
ametralladora ligera rusa Degtyarev DP-1928 calibre 7.62 x 54 R, refrigerada por aire, dotada de bípode plegable, con un peso de 9,3 kg y cargador de 47 cartuchos conocido durante la Guerra Civil Española como "sartén", con disposición horizontal de los proyectiles. Este arma automática era propensa al sobrecalentamiento y sobre todo a ensuciarse, por lo que en la anteriormente mencionada fotografía en que aparecen cuatro combatientes del batallón Chapaiev jugando con un perro, uno de ellos - el que lleva la Degtyarev DP-1928- la ha apoyado en el suelo sobre el cargador de tambor, para evitar que los orificios alargados de ventilación del cañón estén en contacto con el suelo y el riesgo de que se adhiera arena o polvo.
Las imágenes captadas por Gerda Taro revelan claramente que la fotoperiodista, que ahora trabaja con dos Leicas de 35 mm (aunque la estética de las fotografías, el poco contraste de las mismas, el abundante flare en los contraluces y el palpable descenso de rendimiento en bordes y esquinas sugieren que trabajó en La Granjuela sobre todo con la Leica III cromada y objetivo Summar 5 cm f/2 con algunos arañazos y marcas de limpieza en su delicado elemento frontal), se ha liberado de las limitaciones inherentes a la Rolleiflex Old Standard de formato medio 6 x 6 cm que utilizó hasta mediados de Febrero de 1936, ha desarrollado un buen sentido del timing, se mueve con mayor rapidez y es capaz de realizar buenas fotos con combatientes en movimiento e incluso corriendo, consiguiendo transmitir sensación de movimiento y acción.
Del reportaje fotográfico realizado por Gerda Taro en La Granjuela, se seleccionaron séis de las imágenes de acción, que fueron publicadas en el número de la revista francesa Ce Soir del 14 de Julio de 1937, mientras que Robert Capa entregó sus películas de cine de 35 mm a Richard de Rochemont en la capital gala.
Hoy en día, casi tres cuartos de siglo después, La Granjuela es un entrañable y muy representativo pueblo del Valle del Guadiato, visitado por gentes no sólo de la provincia de Córdoba, sino del resto de España e incluso de algunos países extranjeros, atraídos por su tranquilidad, la gran calidad de su cocina típica artesanal, su célebre aceite de oliva de producción limitada, la hospitalidad de sus habitantes y muchas cosas más.
Pero bien entrada la madrugada,
Photo: José Manuel Serrano Esparza
con las calles ya desiertas desde hace horas, hay momentos en que el silencio más absoluto genera un escalofrío al recordar lo ocurrido y pensar, no sin cierta emoción, que Gerda Taro y Robert Capa estuvieron aquí.
Copyright Texto y Fotos Indicadas: José Manuel Serrano Esparza. LHSA
Inscrito en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Madrid
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