Por José Manuel Serrano Esparza
El reciente anuncio de próximo lanzamiento al mercado durante el año 2021 de la Sony Alpha 1 full frame de 50 megapíxels ha supuesto a mi modesto entender la génesis de una nueva etapa en la evolución de las cámaras fotográficas digitales profesionales de referencia.
SONY ALPHA 1, NACE UN NUEVO BUQUE INSIGNIA
En medio de una más que notable recesión económica internacional como consecuencia de la pandemia, Sony ha sido capaz de crear la más potente, completa y versátil cámara fotográfica digital profesional fabricada hasta la fecha en el mundo.
Y decir ésto, sabido desde el mismo momento en que se conocieron sus especificaciones, no significa menoscabo alguno hacia el resto de empresas del sector fotográfico que mantienen en el mercado extraordinarias cámaras fotográficas profesionales de gama muy alta, tanto reflex como mirrorless, con sobrada y muy acreditada capacidad para satisfacer las necesidades incluso de los fotógrafos profesionales más exigentes.
Baste mencionar por ejemplo la Olympus OM-D E-M1 Mark III formato Micro 4/3 de 21.8 megapíxels, la Fujifilm X-T4 formato APS-C de 26 megapixels, la Nikon D850 full frame de 45 megapíxels, la Nikon D6 full frame de 21 megapixels, la Leica SL2 full frame de 47 megapíxels, la Pentax K-1 de 36.4 megapíxels, la Canon EOS R5 full frame de 45 megapíxels, la Nikon Z7 II de 45.7 megapixels, la Sony A9 Mark II full frame de 24.2 megapíxels, la Sony A7R Mark IV full frame de 61 megapixels, etc.
Es decir, todas estas cámaras fotográficas de referencia de distintas marcas previas a la aparición de la Sony Alpha 1 alcanzan unos niveles de calidad de imagen, avanzada tecnología y prestaciones electrónicas que pueden calificarse sin ambages como sobresalientes.
Pero la fascinante tecnología digital, en constante y rapidísima evolución, no deja de sorprender a propios y extraños, e indudablemente, Sony, gracias a su muy buen hacer, su ingente capacidad económica para invertir en I + D y el inmenso know-how que ha acumulado desde 2013, año en que lanzó al mercado la Sony A7 (primera cámara compacta digital de sistema formato full frame con ópticas intercambiables),
se ha superado a sí misma lanzando al mercado esta flamante Sony Alpha 1, que se convertirá desde el mismo momento de su aparición el próximo mes de Marzo de 2021 en el buque insignia mundial del segmento de cámaras fotográficas profesionales formato 24 x 36 mm, con una formidable presentación de cartas credenciales :
- Grabación de video 8K a 30 fps con sistema especial de disipación de calor que permite más de 30 minutos de rodaje, así como 4K a 120 fps.
Este metraje original en 8K puede ser utilizado para una muy flexible edición 4K en post producción, sin olvidar el hecho de que la Sony Alpha 1 ofrece también S-Cinetone, con la misma matriz de color que genera los muy apreciados colores y tonos de piel FX9 y FX6, así como medios tonos muy naturales y espléndidas altas luces.
- Ráfaga de hasta 30 fps con seguimiento de AF / AE mediante obturador electrónico.
- Conexión con puerto Ethernet que la convierte en un modelo de enormes prestaciones para la fotografía deportiva.
- Velocidad de flujo de trabajo sin precedentes, con el más veloz Wi-Fi incorporado del mundo, USB ultrarrápido de 10 gigabytes por segundo y 100 BASE-T Ethernet, así como salida RAW 16 bit a dispositivo grabador externo mediante HDMI, con lo que se consigue una muy importante mejora en la velocidad y eficacia durante la post producción.
- La máxima precisión y velocidad de enfoque obtenida hasta la fecha en el mundo, incluso en los contextos más extremos de fotografía deportiva y de fauna, algo en lo que la Sony Alpha 9 y Alpha 9 II ya eran la referencia.
Su precio de 7.300 euros es muy alto, quizá demasiado en las presentes circunstancias de mercado, pero hay que valorar también todo lo que esta fabulosa cámara ofrece a fotógrafos y videógrafos profesionales, con unas prestaciones globales que la hacen batir con claridad a la Leica SL2, a la Canon R5, a la Nikon Z7 II, a la Nikon D850, a la Nikon D6 y a la Panasonic S1R, algo que tiene un especial mérito, ya que todas ellas son cámaras excepcionales que permiten a cualquier fotógrafo profesional obtener imágenes de primerísimo nivel.
Sea como fuere, conseguir vender todas las unidades posibles de esta cámara constituye en mi opinión el segundo objetivo más importante por parte de Sony.
Porque parece claro que su prioridad fundamental ha sido dar un puñetazo sobre la mesa y posicionarse en gran medida como el líder en fabricación de cámaras fotográficas digitales profesionales capaces de realizar muy distintos trabajos fotográficos con plena solvencia, dotándola además de un enorme potencial videográfico, con la ventaja añadida de ser la marca de referencia creando sensores digitales formato 24 x 36 mm estado del arte.
Porque la Sony Alpha 1 es desde un punto de vista diacrónico la cámara fotográfica profesional más polivalente de todos los tiempos, incluyendo tanto la era analógica como la digital, y los indicios apuntan claramente a que será capaz de desenvolverse a nivel estratosférico en géneros fotográficos tan diversos como la fotografía de paisaje, fotografía de moda, fotografía de fauna y aves, fotografía de producto, fotografía deportiva, fotografía de estudio, retrato, bodas, etc, constituyendo además una elección de primer nivel para profesionales videógrafos gracias a sus capacidades 8K 30 p y 4K 120 p.
Y obviamente, la calidad de imagen que puede conseguir esta cámara se antoja superlativa, aunque no hay que olvidar que dependerá en buena medida de las ópticas acopladas y conseguirá los mejores resultados con objetivos fijos de gama alta y gran luminosidad.
En este sentido, probablemente la Leica SL2 de 47 megapíxels, pese a sus inferiores prestaciones globales, seguirá siendo el referente mundial en calidad de imagen, gracias a sus imbatibles ópticas telecéntricas SL AF tanto fijas como zooms, diseñadas por Dietmar Stuible, cuyo nivel es tal, que por mencionar sólo dos ejemplos, el Apo-Summicron-SL 35 mm f/2 ASPH ha sido optimizado para máximo rendimiento a f/2, f/2.8 y f/4, estando limitado por difracción a f/5.6, mientras que el zoom Apo-Vario-Elmarit-SL 90-280 mm f/2.8-4 obtiene una calidad de imagen a todas las distancias de enfoque y diafragmas que se aproxima mucho a la del Apo-Telyt-R 280 mm f/4 limitado por difracción a f/5.6, sin olvidar que el Summilux-SL 50 mm f/1.4 ASPH es hoy por hoy el mejor objetivo standard jamás fabricado para formato 24 x 36 mm junto con el Zeiss Otus 55 mm f/1.4.
Pero es importante tener en cuenta que a diferencia de la era analógica en la que los factores clave eran la calidad óptica de los objetivos y la película química de blanco y negro o color utilizada, en las cámaras digitales profesionales la calidad de imagen final obtenida es fruto de la simbiosis entre el sensor, la potencia/velocidad de cálculo/arquitectura del ISP y la calidad óptica de los objetivos (que sigue siendo el factor más importante, pero cuya sinergia con los otros dos elementos es más difícil de conseguir que la clásica simbiosis emulsión química/objetivo en las cámaras analógicas).
Con lo cual, al ser Sony el líder mundial indiscutible en diseño y fabricación tanto de sensores digitales como de ISPs (el motor BIONZ XR de la Sony Alpha 1 con su buffer de gran tamaño consigue una distorsión 1,5 veces menor que la Sony Alpha 9 II) y ser el sensor CMOS EXMOR RS de la Sony Alpha 1 de 50 megapíxels el estado del arte en el momento presente (además de estar muy optimizado para rapidísima lectura minimizando la distorsión en las fotos), parece lógico pensar que esta cámara acoplada a las mejores ópticas fijas profesionales tanto nativas como de otras marcas con adaptador, reducirá notablemente la distancia con respecto a la calidad de imagen referencial de la Leica SL 2 de 47 megapíxels en el segmento de cámaras profesionales con sensor 24 x 36 mm.
Con respecto a la anunciada a bombo y platillo estabilización óptica de 5 ejes integrada y velocidad de 5,5 pasos de la Sony Alpha 1 (algo que también ocurrió durante la presentación de la Canon EOS R5), es evidentemente una buena cifra, pero superada claramente por los 7,5 pasos de la soberbia Olympus OM-D E-M1 Mark III formato Micro 4/3 (cámara plenamente profesional cuyo de por sí gran potencial en fotografía de fauna, aves y deportes, ha sido fortalecido de modo impresionante tras la aparición del super teleobjetivo Zuiko Digital 150-400mm f/4.5 TC1.25x IS Pro, equivalente a un 300-800 mm f/4.5 en formato 24 x 36 mm y a un 375-1000 f/5.6 usando el convertidor 1.25x) y los 6,5 pasos de mejora de la Panasonic G9 Micro 4/3, Fuji XT-4 y Panasonic S5 full frame.
Las cámaras profesionales formato Micro 4/3 de Olympus han sido hasta ahora las tecnológicamente más avanzadas en estabilizador de imagen, referencial sistema de autolimpieza de sensor por ultrasonidos, electrónica, etc, y muchas de sus innovaciones han sido adoptadas después por cámaras de otras marcas y formatos, mientras que Panasonic ha sido hasta ahora la referencia en grabación de video con sus cámaras Micro 4/3, algunas de ellas notablemente optimizadas para esta faceta como la Panasonic GH5, sin olvidar la Panasonic S5 full frame que es también una excelente opción para grabación de video de muy alta calidad 4K a 60 fps.
Pero la Sony Alpha 1 significa un nuevo salto cualitativo y tecnológico.
Es una cámara que juega en otra liga, ha sido diseñada y fabricada sin compromisos de ningún tipo y sintetiza en un solo cuerpo las mejores virtudes de la Sony Alpha 9 II, Sony A7RIV y Sony A7S III, por lo que constituye una cámara todoterreno de prestaciones y rendimiento incontestable en cuanto a poder de resolución, velocidad y video.
En otro orden de cosas, Sony ha hecho un gran esfuerzo tanto en :
- Su obturador electrónico increíblemente silencioso (muy adecuado para fotografía de deportes y otros entornos fotográficos en los que captar imágenes con el máximo sigilo posible es fundamental), que es el nuevo referente del mercado fotográfico en esta faceta, así como en ausencia de vibración, un factor importante a la hora de conseguir la máxima calidad de imagen.
- Su obturador mecánico (el segundo mejor del mercado en estos momentos en cuanto a ausencia de ruido, sólo superado por el obturador mecánico estado del arte de la Leica M10-P) como opción complementaria y tecnológicamente muy avanzado, hasta el punto de que es capaz de alcanzar una velocidad de sincronización de flash de 1/400 s (la más rápida del mundo), gracias a una nueva y muy ligera cortinilla de obturador hecha con fibra de carbono y a un especial sistema de obturación.
Consigue además una cadencia de 10 fps, batiendo claramente en este ámbito al obturador mecánico de la Leica M10-P que alcanza los 5 fps.
Es muy fiable, se ha reducido en él la vibración de modo encomiable y es capaz de aguantar más de 500.000 disparos.
POSIBILIDADES COMERCIALES DE LA SONY ALPHA 1
La Sony Alpha 1 llega en un momento de mercado fotográfico notablemente convulso, originado por varios factores fundamentales :
A) La nueva recesión económica generada por la pandemia, que ha hecho crecer la incertidumbre a todos los niveles.
B) La fase de transición de cámaras fotográficas digitales profesionales réflex a sin espejo, que se ha ralentizado y sigue ralentizándose a nivel profesional más de lo que algunos habían pronosticado con vehemencia.
Porque menospreciar extraordinarias cámaras de la talla de la Nikon D850 de 45.7 megapíxels, Nikon D6 de 20.8 megapíxels, Canon EOS 5D Mark IV de 30.4 megapíxels, Pentax K-1 II de 36 megapíxels y otras, afirmando que son obsoletas y menos profesionales que las mejores cámaras sin espejo, es algo fuera de lugar, ya que dichos buques insignia réflex digitales son la cúspide evolutiva de una raza que lleva muchas décadas en el mercado, funcionan muy bien y han demostrado su valía en todos los géneros fotográficos imaginables, además de que en general son más ergonómicas y ofrecen un mayor equilibrio entre tamaño de cuerpo y ópticas luminosas acopladas.
De hecho, la mayoría de fotografos profesionales siguen utilizando mayormente todavía en 2021 cámaras réflex profesionales full frame Canon y Nikon, si bien no es menos cierto que la tendencia del mercado fotográfico, incluyendo el sector profesional, es hacia cámaras sin espejo, algo que comenzó a consolidarse con la llegada en 2017 de la Sony Alpha 9 formato 24 x 36 mm, que con su fabulosa velocidad, precisión de enfoque y enorme estabilidad de disparo con personas y animales en movimiento, ha sido utilizada con notable éxito desde hace tres años por algunas agencias y fotógrafos especializados en fotografía de deportes y fauna.
Pero a día de hoy, un porcentaje muy alto de fotógrafos profesionales
continúan usando cámaras reflex Canon y Nikon de gama alta, así como sus objetivos, y no es fácil que estén dispuestos a cambiar de equipo de la noche a la mañana a cámaras full frame sin espejo como la Canon R5, Nikon Z7, Sony Alpha 9, Sony Alpha 9 II o Sony Alpha 1, porque ello precisaría una enorme inversión económica que sólo les sería rentable si pudieran amortizarla lo antes posible, además de que los usuarios profesionales de cámaras réflex formato 24 x 36 mm de Canon y Nikon tienen disponible un inmenso parque de objetivos, tanto nuevos como de segunda mano, así como una amplísima gama de accesorios.
Aunque no es menos cierto que obviamente, los visores electrónicos (al igual que las cámaras mirrorless) han venido para quedarse, gracias a su ausencia de black out, la información en pantalla, el aligeramiento de peso al sustituir al pentaprisma, su cobertura del 100%, etc, algo que también ocurre con los obturadores electrónicos, que tienen muchísimas ventajas como su increíble estabilidad de disparo y ausencia de ruido, sin olvidar el hecho de que en las cámaras sin espejo hay menos partes móviles susceptibles de deterioro y se minimiza la complejidad mecánica (con lo cual la vida útil de la cámara va a ser normalmente mayor), además de que son bastante más pequeñas y con un peso significativamente menor.
C) El desprecio y burla que a veces están sufriendo las cámaras fotográficas profesionales formato Micro 4/3 y APS-C sin espejo, por parte de quienes argumentan que su sensor " es muy pequeño " y que son sistemas muertos.
Pues bien, cámaras Micro 4/3 profesionales como la Olympus OM-D E-M1 Mark III,
Panasonic GH5
y Panasonic G9 han sido hasta ahora las tecnológicamente más avanzadas y las pioneras en un porcentaje muy alto de innovaciones, que luego fueron adoptadas por otras cámaras de distintas marcas y formatos, especialmente las sin espejo formato 24 x 36 mm.
Además, el factor más importante a la hora de hacer una buena fotografía fue, es y seguirá siendo el talento, experiencia y saber hacer del fotógrafo, así como su capacidad para transmitir mensajes, emociones y sentimientos, porque las cámaras y objetivos son al fin y al cabo herramientas al servicio de la persona que hace la foto.
Un ámbito en el que las cámaras profesionales formato Micro 4/3 y APS-C han demostrado no sólo ser capaces de obtener una impresionante calidad de imagen, sino también que son los buques insignia del mercado a la hora de prolongar la eficacia operativa durante horas fotografiando con el menor desgaste físico y mental posible, gracias a su pequeño tamaño y peso, al igual que ocurre con sus ópticas, aunque es cierto que tienen más dificultad a la hora de generar enfoque selectivo, especialmente en objetivos angulares y standard de 50 mm, que las cámaras de formatos más grandes.
Por mencionar sólo un ejemplo, durante el Campeonato del Mundo de Superbikes 2019
muchos fotógrafos profesionales pudieron utilizar la Olympus E-M1X formato Micro 4/3 acoplada entre otros al zoom
Olympus M. Zuiko Digital ED 40-150 mm f/2.8 (equivalente a un 80-300 mm f/2.8, al que a veces acoplaron el MC-20 1.4 x converter, obteniendo un 420 mm f/4), consiguiendo una espléndida calidad de imagen, plenamente profesional, con excepcional nitidez en toda la gama de diafragmas y distancias de enfoque, con un peso de tan sólo 755 g y dimensiones de 160 x 79.4 mm en simbiosis con el estabilizador de imagen de 7.5 pasos, algo que permite una gran comodidad de manejo disparando a pulso, totalmente fuera del alcance de otras cámaras formato full frame y objetivos, de mucho mayor tamaño y peso, más incómodos de usar y que hacen que los fotógrafos se fatiguen bastante antes
Además, fue el genio visionario e ingeniero japonés Yosuke Yamane quien en 2008 diseñó y creó la primera cámara digital sin espejo del mundo : la Panasonic Lumix G1, génesis conceptual de todas las cámaras mirrorless de distintas marcas y formatos que surgieron después.
D) Pocas horas después del anuncio de la Sony Alpha 1, se ha producido otro acontecimiento inesperado : el anuncio de
la nueva Fujifilm GFX100S de formato medio y 100 megapíxels en versión más compacta y económica, con un precio de 6.000 euros y una impresionante reducción de tamaño (30% más pequeña) y peso (medio kilo menos) que la Fujifilm GFX100.
Muy probablemente, el movimiento realizado por Fuji pocas horas después del anuncio de la Sony Alpha 1 full frame no es casual, y los indicios apuntan claramente a que con el lanzamiento al mercado de su nueva Fujifilm GFX100S de formato medio y 100 megapíxels a un precio tan sumamente competitivo para lo que es habitual en el segmento profesional de cámaras de formato medio en el que los precios de cuerpos suelen estar entre los 11.000 y 50.000 euros, la empresa dirigida por Shigetaka Komori pretende conseguir dos objetivos fundamentales :
1) Competir de tú a tú con la Sony Alpha 1 en el mercado fotográfico, algo que desde un punto de vista apriorístico, puede parecer extraño, ya que son dos cámaras muy distintas que pertenecen a segmentos de producto, tecnologías y filosofía también diferentes, y que evidentemente la Fujifilm GFX100S de formato medio está a años luz de las capacidades de la Sony Alpha 1 en cuanto a velocidad de funcionamiento, aptitud para la foto deportiva y de fauna en movimiento, rapidez de AF, etc.
Pero todo emana del hecho de que la asombrosa tecnología digital en constante y rapidísima evolución, generó ya desde hace algunos años un cambio de paradigma con respecto a la era analógica, de tal manera que las cámaras digitales profesionales formato 24 x 36 mm han superado más que con creces el potencial cualitativo del formato 35 mm analógico, hasta el punto de que la calidad de imagen y posibilidades de ampliación sobre papel fotográfico de cámaras reflex full frame tales como la Nikon D850, Nikon D5, Canon EOS 5D Mark IV, Pentax K-1 II, etc, alcanza un nivel comparable al del formato 6 x 9 cm analógico digitalizado con scanner virtual de tambor (aunque con distinta estética de imagen).
Y si hablamos de cámaras mirrorless profesionales formato 24 x 36 mm con visor electrónico como la Canon R5, Nikon Z7 II, Sony Alpha 9 y Sony Alpha 9 II, la calidad de imagen es todavía mayor, aproximándose a la del gran formato analógico 4 x 5 (10 x 12 cm), aunque también con diferente estética de imagen, gracias en buena medida a sus fabulosas ópticas telecéntricas y casi telecéntricas que sacan el máximo partido de su muy reducida flange distance y gran diámetro interno de bayoneta (20 mm x 54 mm en Canon, 16 mm x 55 mm en Nikon, 18 mm x 46,1 mm en Sony).
Existen además en estos momentos tres cámaras mirrorless profesionales formato 24 x 36 mm que obtienen una calidad de imagen que se ubica aproximadamente entre los grandes formatos analógicos 4 x 5 (10 x 12 cm) y 5 x 7 (13 x 18 cm) ; la Leica SL II de 47 megapíxels, la Sony Alpha 7R IV de 61 megapíxels y la nueva Sony Alpha 1 de 50 megapíxels.
Fuji lo sabe, al igual que el hecho de que las cámaras digitales sin espejo profesionales full frame están reduciendo cada vez más las distancias en calidad de imagen con respecto a las cámaras digitales de formato medio, además de superarlas claramente en velocidad operativa, innovación tecnológica y versatilidad de uso en distintos géneros fotográficos, especialmente en fotografía deportiva, fauna, street photography y fotografía de viajes.
Es decir, si ya las cámaras profesionales digitales de formato medio eran hasta ahora un nicho muy pequeño de mercado por su precio mucho más alto que el de las mejores cámaras profesionales formato 24 x 36 mm tanto réflex como mirrorless, que hacía que estuvieran fuera del alcance de la mayoría de fotógrafos profesionales, la irrupción en el mercado de los mejores buques insignia full frame sin espejo de Canon, Nikon, Leica y Sony, hace que las posibilidades de mercado de las marcas de cámaras de formato medio que han ocupado dicho segmento de producto hasta la fecha (Hasselblad, Phase One, Fuji y otras) sean cada vez menores, pese a ofrecer fabulosos modelos como la Hasselblad H6D-100c de 100 megapíxels (30345 euros), los kits Phase One XF modulares de 100 y 150 megapíxels (con precios entre 31000 y 53000 euros) que incorporan el revolucionario enfoque automático interno Honeybee Autofocus en el ámbito del formato medio, la Fujifilm GFX 100 de 100 megapíxels (11000 euros), etc.
2) Fuji intenta ser la marca principal en catalizar una tendencia de gran bajada de precios en las cámaras digitales profesionales de formato medio, plenamente consciente de que es quizá la única opción de supervivencia y desarrollo de este nicho de producto fotográfico, porque el rendimiento, prestaciones tecnológicas e innovación que están sacando Canon y especialmente Sony a sus sensores 24 x 36 mm es simplemente impresionante y han reducido considerablemente las distancias desde un punto de vista de calidad de imagen con respecto a las cámaras de formato medio, que siguen siendo la referencia en esta faceta, pero cada vez con menos diferencia, algo que está ocurriendo también con los objetivos telecéntricos de referencia SL tanto fijos como zooms conectados a las cámaras formato 24 x 36 mm Leica SL II y Panasonic S1R, que son los principales artífices de que ambas cámaras obtengan una espléndida calidad de imagen próxima al gran formato 4 x 5 (10 x 12 cm).
Por ello, Fuji se ha sumado a la senda de bajada considerable de precios iniciada por el respaldo digital Hasselblad 907X de 50 megapíxels (con un precio de 6.500 euros, que puede acoplarse a los fotógrafos que posean cámaras Hasselblad analógicas de formato medio como la 500C, 500C/M, 501 C, 503 CX, etc y objetivos Carl Zeiss Oberkochen), anunciando esta flamante Fujifilm GFX 100S formato medio de 100 megapíxels.
Pero Fuji necesita reducir por todos los medios el tamaño, peso y precio de sus cámaras de formato medio, y en este sentido la Fujifilm GFX 100S podría ser el comienzo de una futura saga de cámaras de dimensiones y peso bastante más pequeños de lo que suele ser habitual en este segmento de producto, además de ofrecer una relación calidad/precio hoy por hoy virtualmente imbatible en este ámbito profesional, hasta el punto de que es incluso más barata que la Sony Alpha 1.
Porque desde un punto de vista conceptual y en cuanto a optimización para disparo a pulso obteniendo una impresionante calidad de imagen, la Fujifilm GFX 100S ( con dimensiones 150 x 104 x 92 mm y peso de 900 gramos) está relacionada con la cámara telemétrica Fujica BL analógica de formato medio 6 x 9 cm de 1969 con ópticas intercambiables (Fujinon SW 50 mm f/5.6, Fujinon SW 65 mm f/5.6, Fujinon AE 100 mm f/3.5 con el que se inicia el electronic beam coating, y Fujinon TS 180 mm f/5.6) y dimensiones más grandes (116 x 183 x 145 mm y espesor de 38 mm, con un peso de 1260 gramos), diseñada por Yamamoto Katsuhiko.
Es cierto que su polivalencia y velocidad de manejo está a muy considerable distancia de los estratosféricos niveles alcanzados por la Sony Alpha 1 y de su tremenda ráfaga de 30 disparos por segundo, pero ello no importa en absoluto para que un porcentaje significativo de fotógrafos pueda tener dudas a la hora de decantarse por una u otra en géneros fotográficos como paisaje, moda, retrato, fotografía de producto, bodas, fotografía de estudio y fotografía creativa, géneros fotográficos en los que su tamaño mayor de sensor formato 33 x 44 mm hará que su calidad de imagen supere a la de la Sony Alpha 1, de por sí estratosférica, con la ventaja añadida de unas maravillosas ópticas fijas de formato medio Fujinon GF 23 mm f/4 R LM WR, GF 45 mm f/2.8 R WR, GF 63 mm f/2.8 R WR, GF 110 mm f/2 R LM WR, GF 120 mm f/4 Macro R LM OIS WR, GF 50 mm f/3.5 R LM WR y GF 250 mm f/4 R LM OIS WR.
Y por si todo ello fuera poco, Fuji ha anunciado junto con la Fujifilm GFX 100S de formato medio una nueva óptica de ensueño : el Fujinon GF 80 mm f/1.7 R WR de gran luminosidad, equivalente a a un 63 mm f/1.2 en formato 35 mm, que es claramente una declaración de intenciones :
Fuji intenta no sólo superar a la formidable Sony Alpha 1 en calidad de imagen pura y dura con respecto a poder de resolución, contraste, precisión y belleza de colores, nivel de detalle, toda la uniformidad posible de rendimiento óptico de sus objetivos en centro, bordes y esquinas a los distintos diafragmas y distancias de enfoque, sino también y muy especialmente en bokeh a las máximas aperturas de diafragma, con los que tratará de aproximarse todo lo posible a los míticos desenfoques creativos de las cámaras de gran formato analógicas en imágenes donde interese destacar a los sujetos o bien dar protagonismo a ciertos temas.
De hecho, Fuji posee una amplia experiencia diacrónica en la fabricación de ópticas de formato medio productoras de tremenda calidad de imagen y exquisito bokeh a plena apertura,
como el EBC Fujinon 90 mm f/3.5 (equivalente a un 39 mm f/1.2 en formato 24 x 36 mm) de 5 elementos permanentemente acoplado a la cámara telemétrica analógica Fuji GW 690 III formato 6 x 9 cm de 1992 (muy utilizada en sus reportajes para revistas por el fotógrafo alemán Martin Schoeller, que fue ayudante de Annie Leibovitz en 1993, 1994 y 1995, así como por la mítica fotógrafa norteamericana para crear algunas de sus imágenes), que comparte aspect ratio 2:3 y similar belleza en las zonas desenfocadas
con el soberbio Sigma 35 mm f/1.2 DG DN Art de 17 elementos en 12 grupos y 11 palas de diafragma en montura Sony E para formato 24 x 36 mm.
Pese a ello, aunque la mejor opción para extraer la máxima calidad posible en poder de resolución y contraste de la Sony Alpha 1 de 50 megapíxels serán los objetivos Zeiss Batis 18 mm f/2.8, Loxia 21 mm f/2.8, Zeiss Sonnar E 24 mm f/1.8 ZA, Zeiss Batis Distagon T* 25 mm f/2, Zeiss Loxia Distagon T* 25 mm f/2.4, Sigma AF 28 mm f/1.4 DG HSM/Art, Sony Zeiss FE 35 mm f/1.4 ZA, Zeiss Loxia 35 mm f/2 Biogon T*, Sony FE Carl Zeiss Sonnar T* FE 35 mm f/2.8 ZA, Zeiss Batis 40 mm f/2, Zeiss Planar T* 50 mm f/1.4 ZA, Sigma Art 50 mm f/1.4, Sony Zeiss Sonnar 55 mm f/1.8 ZA, Zeiss Loxia Planar T* 50 mm f/2, Sony FE Macro 50 mm f/2.8, Voigtländer Heliar 50 mm f/3.5 Version IV, Zeiss Batis Sonnar T* 85 mm f/1.8, Sigma 135 mm f/1.8 DG HSM Art, Zeiss Batis Apo-Sonnar T* 135 mm f/2.8, los objetivos Leica M, Leica R y otros,
la recién creada joya de la corona mirrorless full frame de Sony podría incrementar notablemente su potencial de belleza estética de imagen en los bokehs a plena abertura acoplándola mediante adaptador objetivos de enfoque manual tales como el Voigtländer Nokton 35 mm f/1.2 Version III Aspherical, Summicron-M 35 mm f/2 Version 4 (1979-1996), Canon FD 55 mm f/1.2 Aspherical (1971-1980), Takumar 55 mm f/1.8 Super-Multi-Coated (1971-1972), Carl Zeiss C Sonnar T* 50 mm f/1.5 ZM, Kern Macro-Switar 50 mm f/1.9 (1968-1981), Olympus Zuiko 90 mm f/2 (1986-2003), Takumar 85 mm f/1.8 Super-Multi-Coated (1972-1974), Summilux-R 80 mm f/1.4 (1980-2009), Summicron-R 90 mm f/2 (1970-2000), Carl Zeiss Biotar 75 mm f/1.5 de Oprema Jena, Zhon Yi Mitakon 50 mm f/0.95, Voigtländer 75 mm f/1.4 Aspherical, Voigtländer 75 mm f/1.8 Heliar Classic, Nikkor 105 mm f/2.5 Pre AI-S, etc, en simbiosis con su sensor estado del arte CMOS Exmor RS de 50 megapíxels.
Y todos estos objetivos clásicos de suave y muy preciso enfoque manual podrían lograr también unos espléndidos resultados con desenfoques creativos en grabación 8K.
También sería posible acoplar el estraosférico objetivo Otus 55 mm f/1.4 de enfoque manual (tanto en versión ZE para cámaras Canon reflex full frame o ZF.2 para cámaras Nikon réflex formato 24 x 36 mm) a la Sony Alpha 1 mediante adaptador Metabones a montura E para obtener fabulosos retratos a plena apertura repletos de abundantes gradaciones tonales entre blanco y negro, plasmadas simultáneamente con una gran sutileza y admirable nivel de detalle propios del formato medio, así como una muy suave transición entre zonas enfocadas y desenfocadas, sin olvidar el impresionante efecto tridimensional que genera este objetivo fruto de su inigualable nitidez, contraste e increíble separación de sujetos con respecto a los fondos. Y al ser su contraste y colores tan sumamente excepcionales, apenas se precisa utilizar ningún software de edición de imagen después de la creación de la misma.
Pero es importante considerar que se trata de un objetivo muy grande y pesado (aproximadamente 1 kg), por lo que unirlo a la Sony Alpha 1 mediante el mencionado adaptador añadiría notable stress a la montura de la cámara, además de que las Sony Alpha son las cámaras full frame con cuerpo más pequeño y ligero de todas las existentes en el mercado, por lo que la descompensación entre tamaño de cuerpo de cámara y objetivo sería enorme.
En este sentido, con respecto a idoneidad de equilibrio entre muy pequeño tamaño y peso liviano de cuerpo de la cámara Sony Alpha 1 y ópticas acopladas, además de gran comodidad de uso, la mejor opción seguirán siendo los objetivos Leica M asféricos de enfoque manual, con sus muy reducidas dimensiones y ligereza, que conseguirán la mayoría de veces una calidad de imagen referencial en simbiosis con esta cámara y potenciarán notablemente su discreción en street photography y viajes.
Por otra parte, la Fujifilm GFX 100S ha sido dotada con un muy eficaz sistema de estabilización de imagen de nada menos que 6 pasos de mejora (medio diafragma más que con la GFX 100), que superan ligeramente al de la Sony Alpha 1, y su cadencia máxima de 5 disparos por segundo, pese a ser muy inferior a la de las mejores cámaras mirrorless y réflex profesionales Micro 4/3, APS-C y full frame, es más que suficiente para una cámara de formato medio como ésta y los contextos fotográficos para los que ha sido concebida, siendo además capaz de grabar video 4K 30 fps de muy alta calidad.
Sea como fuere, Fuji tiene la necesidad de intentar marcar distancia como sea ante las cámaras sin espejo formato 24 x 36 mm de Sony, Canon y Nikon que se perfilan a medio y largo plazo como las máximas dominadoras del mercado fotográfico profesional con respecto a ventas y difusión, por lo que está haciendo un gran esfuerzo por obtener un aspecto fílmico de gran formato en sus imágenes vinculado a distintas legendarias emulsiones fotográficas, hasta el punto de que la Fujifilm GFX 100S tiene disponible una amplia gama de modos de simulación de famosas películas químicas, con posibilidades complementarias de obtener muy bellas imágenes con estética vintage.
Es decir, lo único que ha de hacer el usuario es encuadrar la escena que quiere fotografiar y pulsar el botón de disparo de la cámara del teléfono móvil, y la inteligencia artificial hará lo necesario para obtener la mejor imagen posible.
Quizá ésto no sea especialmente didáctico con respecto al aprendizaje de fotografía por parte del usuario, pero sí que es algo muy eficaz.
De hecho, desde hace años la fotografía computacional se ha utilizado para reducir el ruido en imágenes hechas a ISOS altos, para minimizar el viñeteado de objetivos angulares, para generar efectos como el HDR combinando varias imágenes en una sola, etc, tanto en cámaras reflex digitales APS-C y full frame como en mirrorless digitales formato Micro 4/3, APS-C y 24 x 36 mm.
Pero la gran y más reciente revolución tecnológica ha llegado con la adopción de dicha fotografía computacional por la telefonía móvil, que ha sido capaz de trascender las fronteras fotográficas de los tradicionales firmwares con extraordinarios DSPs capaces de realizar miles de operaciones al mismo tiempo, incluso sobre todos los píxeles que llegan desde el sensor y en tiempo real.
Evidentemente, incluso los más avanzados smartphones están hoy en día todavía muy lejos de las capacidades fotográficas, niveles cualitativos y ergonomía de las cámaras profesionales sin espejo formato Micro 4/3 y APS-C y de las réflex y mirrorless formato 24 x 36 mm, y es realmente difícil poder hacer con dichos smartphones fotografía deportiva, fauna en movimiento, moda con desenfoques creativos, aves, fotografía de producto con grandes aperturas de diafragma, etc.
No obstante, la difusión de los smartphones ha comenzado ya a ser masiva en fotografía de paisaje, calle, viajes y de muchas actividades cotidianas donde la gran profundidad de campo inherente a sus sensores de muy pequeño tamaño es con frecuencia una ventaja a la hora de hacer fotos en las que todo esté enfocado y con buena nitidez.
Es cierto también que se trata de sensores muy pequeños, por lo que los resultados a la hora de pasar a papel fotográfico o de impresora las imágenes captadas por los smartphones de gama alta están hoy por hoy muy lejos en calidad de los que consiguen las cámaras digitales profesionales formato Micro 4/3, APS-C y 24 x 36 mm.
Pero no hay que olvidar que la fotografía computacional, pese a los grandes avances que ya ha realizado, se halla aún en su fase inicial de desarrollo, y es previsible que consiga históricos logros a todos los niveles durante los años venideros.
Por otra parte, algunos fotógrafos profesionales llevan ya un smartphone de gama alta como herramienta fotográfica de reserva y de muy rápida transmisión de imágenes y video.
Así pues, la fotografía computacional, gracias a la enorme capacidad financiera de las empresas de telefonía involucradas en ella como Apple, Samsung, Huawei, Sony, etc y a los muchísimos ingenieros cualificados que dedican a esta tarea, lleva el software hasta los confines de lo tecnológicamente posible mediante microchips estado del arte con descomunales capacidades de cálculo al servicio de la fotografía, midiendo en décimas de segundo la orientación de la cámara, la luz reflejada e incidente, la distancia a la persona o tema que se fotografía, los elementos que han de ser fotografiados, los rasgos faciales, el tono de piel de los retratos, etc, acumulando varias imágenes para obtener lo mejor de cada una y elaborando una imagen final que sea del agrado del usuario.
Pero lo más trascendente está todavía por llegar.
Quizá en aproximadamente cinco años habrá tenido lugar la transición prácticamente total de cámaras digitales profesionales reflex a mirrorless desde el punto de vista de su fabricación.
Y es previsible una incorporación paulatina de elementos de fotografía computacional en las cámaras fotográficas profesionales sin espejo de distintas marcas y formatos.
De hecho, incluso la propia Leica lleva cinco años apostando fuertemente por esta nueva tecnología de vanguardia con su Laboratorio Max Berek de Fotografía Computacional, en sinergia con Huawei, e invirtiendo gran cantidad de cash-flow en él, plenamente consciente de que este ámbito significará a efectos prácticos la segunda revolución digital en las cámaras fotográficas profesionales, tal y como explicó su CEO Mathias Harsch hace un año al periódico financiero alemán Handlesblatt, donde enfatizó el cada vez más importante papel que tendrán la inteligencia artificial y la fotografía computacional en las imágenes digitales.
E incluso la fotografía computacional ha empezado ya a incursionar en el ámbito del retrato con su sistema AI que consigue una iluminación ideal de las fotografías, analiza las caras, ilumina los ángulos, la dirección y calcula la profundidad de campo.
Y su modo noche con captura de bellas imágenes nocturnas es también muy eficaz, con dispositivos tecnológicamente muy meritorios como el sensor Bright Night de Samsung, que consigue imágenes nítidas con colores brillantes y vívidos en contextos de muy poca luz, casi en la oscuridad, y con una encomiable reducción del ruido.
Es cierto que toda esta avanzadísima tecnología está diseñada y desarrollada para ver las fotos en la pantalla de un ordenador y no sobre papel, que es donde se encuentra la más genuina y háptica fotografía de verdad.
Pero los recursos económicos, cash-flow disponible y potencial de investigación de empresas como Apple, Samsung, Huawei, Sony, etc, son enormes, por lo que este sector de fotografía computacional va a ser el tecnológicamente más avanzado desde el punto de vista del software fotográfico y de los avances informáticos miniaturizados.
De hecho, la fotografía computacional ha sido ya capaz de crear algunos smartphones e iphones de gama alta con muy buenas capacidades fotográficas y dispositivo de triple lente con objetivo ultraangular, angular y telefoto como el Apple iPhone 12 Pro / 12 Pro Max, el Samsung Galaxy Note 10 + , el Samsung Galaxy S20 Ultra 5G, el Sony Xperia 1 II y otros.
Y la fotografía computacional también está haciendo grandes avances en la simulación de aperturas de diafragmas y desenfoques selectivos de fondos para retratos.
CONCLUSIÓN
Pero no es menos cierto que la relación calidad / precio que aportan hoy en día cámaras como la Olympus OM-D E-M1 Mark III formato Micro 4/3 de 21.8 megapíxels, la Fujifilm X-T4 formato APS-C de 26 megapixels, la Canon R5 de 45 megapíxels, la Nikon Z7 II de 45.7 megapíxels, la Panasonic S1R de 47 megapíxels, la Panasonic S1H (muy optimizada para video, con grabación 6K a 24 fps) y la Sony A7RIV de 61 megapíxels es más favorable para la mayoría de los bolsillos, además de tratarse de cámaras todas ellas muy profesionales que han demostrado su valía y eficacia a la hora de realizar misiones fotográficas de la más variada índole, por lo que pueden ser suficientes para muchos fotógrafos profesionales, en función de los trabajos que tengan que realizar.
Sea como fuere, lo que está claro es que la Sony Alpha 1 es el nuevo buque insignia del mercado fotográfico profesional, porque incluye una pléyade de parámetros importantes, tanto de imagen fija como de video, en un sólo cuerpo de cámara y al máximo nivel.
Y eso es lo verdaderamente importante : las formidables prestaciones globales de esta cámara, por encima de consideraciones en mayor o menor medida subjetivas sobre la belleza de su diseño.
Porque la Sony Alpha 1 es una cámara trascendental que va a marcar en buena medida el camino a seguir por las cámaras profesionales mirrorless de distintos formatos durante los próximos años, con unas capacidades, nuevas tecnologías e innovación que no tardarán mucho en llegar al resto de cámaras digitales profesionales de otras marcas y formatos, y ello es bueno para el mercado fotográfico.