lunes, 16 de diciembre de 2013

ESPEJO (CÓRDOBA) : IDENTIFICADA UNA NUEVA FOTOGRAFÍA HECHA POR ROBERT CAPA A PRINCIPIOS DE SEPTIEMBRE DE 1936 CUYA AUTORÍA Y UBICACIÓN ERAN DESCONOCIDAS HASTA AHORA Y EN LA QUE APARECE EL FAMOSO MILICIANO MINUTOS ANTES DE SER ABATIDO

José Manuel Serrano Esparza
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Tras años de investigación elrectanguloenlamano.blogspot.com ha podido descubrir una nueva fotografía hecha por Robert Capa en Espejo (Córdoba) a principios de Septiembre de 1936 y cuya autoría y ubicación se desconocían hasta ahora.


Se trata de una imagen que aparece en la página 60 del libro La Lucha del Pueblo Español por su Libertad, de A. Ramos Oliveira y editado en 1937 por el Departamento de Prensa de la Embajada Española en Londres, y no se indica ni la autoría ni el lugar donde fue hecha.

En esta fotografía se observa a tres milicianos republicanos con fusiles Mauser calibre 7 x 57 mm que corren cuesta arriba sobre terreno con trigo recién cortado, mientras un jefe anarquista situado en el extremo derecho de la imagen (y que lleva indumentaria blanca, gorra de plato militar probablemente capturada durante el asalto a un cuartel y un fusil Máuser calibre 7 x 57 mm en su mano derecha) les da órdenes.


El miliciano ubicado a la izquierda del todo de la imagen (y cuyo cuerpo es cortado por el encuadre vertical a la altura del comienzo del hombro izquierdo y zona externa del muslo izquierdo) es el famoso miliciano que aparece en la mítica fotografía auténtica El Miliciano Abatido y que durante muchos años se pensó que era Federico Borrell García, debido a un error de identificación cometido por la viuda de Evaristo Borrell (hermano pequeño de Federico), Empar Borrell (sobrina nieta) y Mario Brotons Jordá, hasta que Miguel Pascual Mira demostró en 2003 que el miliciano de la foto de Capa no es Federico Borrell García, al descubrir en el Número 13 de la revista anarquista de Alcoy Ruta Confederal de 23 de Octubre de 1937 una crónica escrita por el miliciano anarquista Enrique Borrell Fenollar y titulada De Mi Diario  El Compañero Federico Borrell “Taino” escrita en Puerto Escandón (Teruel) y enviada por correo, en la que relata como el 5 de Septiembre de 1936 vió morir a Federico Borrell García a las 4 de la tarde de un disparo en el corazón mientras se hallaba parapetado tras un árbol en la Loma de Las Malagueñas (colina de 589 metros de altura próxima a Cerro Muriano), zona con un paisaje totalmente distinto al que se ve en la foto El Miliciano Abatido. Dicho hallazgo de Miguel Pascual Mira excluyó definitivamente en 2003 que el famoso miliciano pudiera ser Federico Borrell García.

En esta fotografía de la página 60 del libro La Lucha del Pueblo Español por su Libertad, aparece el famoso miliciano minutos antes de morir de un balazo en el corazón disparado desde larga distancia por un soldado marroquí de tabor de regulares armado con fusil Mauser Modelo 1891 de cañón largo y calibre 7 x 57 mm o bien por fuego de ametralladora Hotchkiss M1914 de idéntico calibre y plena compatibilidad de munición, posibilidad esta última que no puede excluirse tras el muy importante hallazgo por Brian Wallis (ICP Chief Curator) de la grabación de una entrevista de radio en Octubre de 1947 en la que Robert Capa explica como ocurrieron los hechos.


Se aprecia su camisa blanca, pantalón claro, la zapatilla de su pie derecho, su gorro isabelino (cuya borla queda fuera de imagen), la culata y zona inferior central de su fusil Mauser Modelo 1891 calibre 7 x 57 mm (que aparecen en sombra) y la cartuchera trasera de cuero para munición (lleva otras dos en la zona abdominal).

Esta fotografía fue hecha por Robert Capa con su cámara Leica II (Model D) y objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5 segundos después de otra realizada por Gerda Taro con su cámara Rolleiflex Old Standard Model 622 de formato medio 6 x 6 cm y objetivo Carl Zeiss Jena 7,5 cm  f/3.5 (que aparece en la página 79, Fig. 73 del libro This is War! Robert Capa at Work, editado por ICP/STEIDL) 

                        © Gerda Taro / ICP New York


Reencuadre selectivo de la zona inferior de la fotografía previa a la recién identificada y hecha por Gerda Taro en Espejo con su cámara Rolleiflex Old Standard Model 622 de formato medio 6 x 6 con objetivo Carl Zeiss Jena 7,5 cm f/3.5, en la que se ve a cinco milicianos (de los cuales el segundo empezando por la izquierda es el famoso Falling Soldier minutos antes de ser abatido) y a la derecha del todo el hombre de unos 45 años de edad que lleva gorra de plato militar, posee claramente mando sobre los milicianos  y simula exhortarles para el combate dando órdenes.

Reencuadre aún más selectivo de la zona inferior de dicha fotografía previa hecha por Gerda Taro en Espejo, en la que se aprecia a la izquierda al famoso miliciano minutos antes de ser abatido por un balazo del calibre 7 x 57 mm que le atraviesa el corazón y a otros dos milicianos a su derecha que corren también cuesta arriba y son los mismos que aparecen en la nueva fotografía recién identificada (perteneciente a la misma serie que las otras aproximadamente cuarenta ya conocidas), de la que se desconocía hasta ahora su autoría y ubicación y que fue hecha por Capa en Espejo (Córdoba) durante la primera semana de Septiembre de 1936.

Reencuadre selectivo de la fotografía recién identificada hecha por Capa en Espejo (Córdoba) en el que se aprecia al famoso miliciano a la izquierda del todo de la imagen y a otros dos milicianos a su derecha. Son exactamente las mismas personas que aparecen en el reencuadre aún más selectivo de la zona inferior de la fotografía previa hecha por Gerda Taro en Espejo segundos antes. 

en la que se aprecia a cinco milicianos corriendo cuesta arriba (uno de los cuales es El Miliciano Abatido, los dos que están justo a su derecha son los mismos que se hallan en la nueva foto de Capa recién descubierta, y se observa también a otros dos – los más próximos a la cámara de Taro- que llevan mono más oscuro, al tiempo que a la derecha del todo se ve al mismo hombre de unos 45 años vestido con indumentaria blanca, gorra de plato militar y que lleva un fusil en la mano, dando órdenes a los milicianos).

Esta nueva fotografía hecha por Capa en Espejo y cuya autoría y ubicación se desconocían hasta ahora, viene a sumarse a las aproximadamente 40 ya conocidas hechas por Capa y Gerda Taro en Espejo durante la primera semana de Septiembre de 1936, y verifica una vez más lo que venimos afirmando desde que el 16 de Junio de 2009 visitamos el Cortijo de Casalillas, Los Molinos del Campo, la Senda de Hornijeros y la zona comprendida entre el antiguo camino de Casalillas y el Cementerio, tres meses y medio después de que se supiera que la foto El Miliciano Abatido había sido hecha en el frente de Espejo, gracias a la identificación a principios de Marzo de 2009 por parte de Antonio Aguilera (muchacho cordobés alumno del IES Vicente Núñez de Aguilar de la Frontera) de las Sierras de Montilla y Cabra como las montañas que se ven al fondo de la foto decisiva desvelada por el ICP en 2007 y en la que se aprecia a cuatro milicianos y un veterano jefe anarquista rodilla en tierra y apuntando sus fusiles:

Fotografía decisiva desvelada por el ICP New York a finales de 2007 en el libro catálogo de la exhibición This is War! Robert Capa at Work, editado por ICP/STEIDL, perteneciente a la misma serie que El Miliciano Abatido y cuya observación permitió a Antonio Aguilera ser el primero en identificar a principios de Marzo de 2009 las montañas que aparecen al fondo de la imagen como las sierras de Montilla y Cabra cuando le fue enseñada la fotografía (que había sido enviada a través de correo electrónico por J.M.Susperregui, lo cual se explica en la página 100 del libro Sombras de la Fotografía) por su profesor Juan Molleja Martínez del IES Vicente Núñez de Aguilar de la Frontera (Córdoba). © Robert Capa / ICP New York

Línea de montañas del horizonte que se observa al fondo de la foto decisiva en que aparecen cuatro milicianos y un veterano jefe anarquista desvelada por el ICP New York a finales de 2007 en el libro catálogo de la exhibición This is War! Robert Capa at Work, editado por ICP/STEIDL y que fue identificada por vez primera por Antonio Aguilera como las sierras de Montilla y Cabra a principios de Marzo de 2009, descubrimiento que permitió saber que la fotografía no había sido hecha en Cerro Muriano ni en el Cerro de la Coja, sino en el Frente de Espejo. 16 de Junio de 2009. © José Manuel Serrano Esparza

Fotografía hecha desde el gran Molino de Aceite o del Campo el 16 de Junio de 2009, tres meses y medio después de que se supiera gracias a Antonio Aguilera que la foto no había sido hecha en Cerro Muriano ni en el Cerro de la Coja, sino en el frente de Espejo. © José Manuel Serrano Esparza. 

El descubrimiento realizado por Antonio Aguilera, que a principios de Marzo de 2009 fue la primera persona que identificó las sierras de Montilla y Cabra del paisaje que aparece al fondo de la foto decisiva desvelada por el ICP a finales de 2007 en la página 77 del libro catálogo de la exposición This is War! Robert Capa at Work (en la que se ve a cuatro milicianos y un jefe anarquista rodilla en tierra apuntando sus fusiles Mauser, apareciendo también parte de dicho paisaje al fondo de la famosa fotografía Muerte de un Miliciano y de las fotografías de las páginas 84 y 85 del mencionado libro editado por ICP / STEIDL) fue el factor clave que permitió saber que la más célebre foto de Capa no había sido hecha en Cerro Muriano ni en el Cerro de la Coja, sino en el frente de Espejo. © José Manuel Serrano Esparza. 16 de Junio de 2009.

el cambio de ubicación de la foto El Miliciano Abatido de Cerro Muriano a Espejo no significa en absoluto y automáticamente que sea falsa, sino que aumenta notablemente las posibilidades de que se produjeran disparos de larga distancia, ya que es una zona muchísimo más extensa que el Cerro de la Coja, y el hecho de que la batalla de Espejo tuviera lugar entre el 22 y el 25 de Septiembre de 1936 y que las fuerzas franquistas más próximas se hallaran a principios de dicho mes en Montilla a unos 12 km de distancia, no significa en absoluto el que no pudiera haber escaramuzas, infiltraciones de soldados marroquíes de tabor de regulares en misiones de observación con prismáticos de los puntos defensivos republicanos alrededor del pueblo ni disparos anteriormente durante dicho mes ni que la fotografía sea una escenificación y que el miliciano se levantara después de tirarse al suelo hacia atrás para fingir muerte.

En mi opinión, afirmar eso revela un profundo desconocimiento de la dinámica de la Guerra Civil Española, sobre todo durante los primeros meses de guerra, en los que no existió un Ejército Republicano propiamente dicho (que comenzó a gestarse a mediados de Octubre de 1936 con la organización de las seis primeras brigadas mixtas tendentes a la formación de un mando único y una regularización del ejército republicano) y no se consiguió la completa reorganización de las distintas fuerzas republicanas hasta principios de 1937.

Es decir, durante los primeros meses de la Guerra Civil Española, las fuerzas republicanas eran un conglomerado heterogéneo en el que la mayor parte de los combatientes eran milicianos civiles de la CNT y la FAI, lógicamente sin adiestramiento militar alguno y con escasa pericia en el manejo de las armas, que eran mayormente fusiles y mosquetones Mauser calibre 7 x 57 mm capturados en asaltos a cuarteles, tercerolas o bien escopetas de caza.

En este contexto, durante los primeros meses de contienda los frentes no eran fijos en absoluto, sino que tenían lugar constantes escaramuzas, así como misiones de observación – sobre todo por parte del bando franquista- durante las semanas previas a la batalla llevadas a cabo especialmente por los soldados marroquíes de tabor de regulares.

En Junio de 2009 (tres meses y medio después de principios de Marzo de dicho año, en que gracias a Antonio Aguilera se supo que la foto Muerte de un Miliciano no había sido hecha en Cerro Muriano sino en la zona de Espejo) manifestamos nuestra convicción de que ni Capa ni Gerda Taro habían dado órdenes en ningún momento a los milicianos para que realizaran una escenificación simulando batalla con carreras, saltos, fusiles apuntados  hacia el enemigo, etc, por dos motivos principales:

a) En aquella época la presencia de fotógrafos era algo que generaba una enorme expectación. Había muchos menos que hoy en día, y todo el mundo quería ser fotografiado y salir lo mejor posible en las imágenes, por lo que era muy frecuente que los soldados posaran de motu propio ante las cámaras o bien corrieran fusil en mano en distintas direcciones, próximos a la cámara o cámaras, para simular combate.

De hecho, de las aproximadamente 40 fotos hechas por Capa y Taro a las afueras de Espejo, son escenificación todas excepto dos (en las que aparece un primer miliciano – el más famoso- justo en el momento en que recibe un balazo en el corazón – y un segundo miliciano que recibe un balazo y resulta herido grave, probablemente muriendo poco después - ) que corresponden a una situación inesperada, que se produce de repente por el fuego real de soldados marroquís franquistas de tabor de regulares del Ejército de Africa.

Pero hasta que ocurre lo inesperado y las dos muertes reales, no hubo una escenificación o recreación ordenada por Capa ni Gerda Taro, ya que en algunas de las fotos, con milicianos que apuntan sus armas con los seguros puestos, o bien que sobresalen por encima de las trincheras ofreciendo un blanco fácil, o bien que simulan estar muertos con fusiles sujetos a veces de canto con la zona inferior hacia arriba o incluso apoyados en piedras en una de las fotos, es demasiado evidente que no corresponden a combate real, y Capa y Gerda Taro no eran tan ingenuos como para dar órdenes a los milicianos de fingir combate real de un modo tan naive y palpable para cualquier futuro observador que viera sus fotos. 

Lo que hubo fue una especie de jolgorio colectivo revolucionario espontáneo generado por la presencia de Capa y Taro y en gran medida promovido por el hombre de unos 45 años que lleva gorra de plato militar que aparece en seis de las fotografías (y en la inmensa mayoría de las restantes muy probablemente está cerca de ambos e igualmente dando instrucciones) hechas por Capa y Taro en Espejo y que constantemente dio órdenes a los milicianos para que simularan combate de distintos modos: carreras cuesta arriba contra una presunta posición franquista inexistente, saltos sobre presuntas trincheras enemigas que en realidad eran propias, posicionamientos rodilla en tierra y excesivamente al descubierto apuntando sus fusiles contra un supuesto enemigo, disparos desde el interior de una trinchera (con algunos de los milicianos asomando sus cuerpos demasiado por encima de ellas y ofreciendo un blanco fácil), fingimiento de ser impactado por bala (como el fotograma 869 de la página 67 del libro catálogo This is War! Robert Capa at Work editado por ICP/STEIDL, en el que es muy visible el fusil apoyado perpendicularmente sobre el borde de la trinchera, lo cual para cualquier observador es imposible que quede en esa posición tras caer de las manos del hombre moreno de pelo largo que presuntamente acaba de recibir un balazo), muchos fusiles con los seguros puestos, soldados que corren muy juntos unos con otros contra un presunto enemigo empuñando sus fusiles a media altura y excesivamente erguidos en vez de avanzar más agachados para ofrecer el menor blanco posible ( fotograma 879 del mencionado libro catálogo).

Definitivamente, Capa y Gerda Taro no dieron órdenes ni instrucciones a los milicianos para que fingieran combate o llevaran a cabo escenificación alguna, sino que fue este viejo jefe anarquista vestido de blanco (y al que le gustaba distinguirse de los demás milicianos con su indumentaria blanca en vez de mono azul o verde que era lo normal y tocado con la gorra de plato militar) quien les fue dando las instrucciones, debido en gran medida a que quería exhibirse y ostentar mando ante Gerda Taro, una mujer muy atractiva, cuyos rasgos faciales eran similares a los de la actriz Greta Garbo, y que estaba con Capa en Espejo.

b) Pese a que llevaban acreditación de prensa, Capa y Gerda Taro en absoluto tenían el mando en Espejo para hacer las cosas como querían (rodeados por muy aguerridos milicianos anarquistas de la CNT y la FAI que no obedecían las órdenes de los oficiales del ejército regular republicano, sino tan sólo a sus mandos) sino que muy probablemente tuvieron que limitarse a fotografiar lo que ocurría, en un contexto presidido por el afán de protagonismo de este viejo jefe anarquista (que claramente era el que tenía más mando en esa zona a las afueras de Espejo defendida por combatientes civiles anarquistas de la CNT y la FAI), cuyas instrucciones fueron cumplidas a rajatabla y de mil amores por los milicianos que estaban locos por ser fotografiados y a quienes también la presencia de Gerda Taro motivaba extraordinariamente, ya que llevaban fuera de sus hogares desde el 9 de Agosto de 1936 en que la Columna Alcoyana había salido de Alcoy.

Y así fue continuando la por así decirlo “juerga” de los milicianos de la CNT y la FAI de Alcoy sobre la loma a las afueras de Espejo (Córdoba), fingiendo combate de muchas maneras distintas, siguiendo las órdenes de este viejo jefe anarquista, hasta que de repente ocurrió lo inesperado y se produjeron disparos franquistas que acabaron con la vida del famoso miliciano de camisa blanca (que sabemos desde 2003 gracias a Miguel Pascual Mira que no es Federico Borrell García), precisamente el que más se había estado exhibiendo hasta ese momento y dejaron malherido a un segundo miliciano que intentaba ayudarle y que estaba ya en el suelo en el momento en que recibe este segundo balazo.

Por otra parte, la fotografía Muerte de un Miliciano (al igual que las otras aproximadamente 40 fotografías realizadas por Capa y Gerda Taro en Espejo) no fue hecha el 4 de Septiembre de 1936, ya que tal y como demostró elrectanguloenlamano.blogspot.com hace tiempo Capa y Taro no llegaron a Cerro Muriano el 5 de Septiembre de 1936, sino uno, dos o tres días antes:

a) Descubierta la Ubicación de una Fotografía Hecha por Robert Capa y Publicada por la Revista Regards del 24 de Septiembre de 1936

b) Cerro Muriano 75º Aniversario ( I ) : Capa y Taro llegaron dos o tres días antes del 5 de Septiembre de 1936

Así pues, el 4 y 5 de Septiembre de 1936 Capa y Gerda Taro estuvieron en Cerro Muriano, por lo que los indicios apuntan claramente a que la famosa fotografía El Miliciano Abatido fue hecha en Espejo el 3 de Septiembre de 1936 o incluso el día 2 de dicho mes.

Por otra parte, quienes afirman que Robert Capa nació profesionalmente en Espejo (Córdoba) el día que hizo la foto del Miliciano Abatido en Septiembre de 1936 incurren en evidente falacia, ya que cuando Capa hace dicha extraordinaria fotografía, llevaba ya cuatro años como fotógrafo profesional y había realizado entre otros:

-Su famoso reportaje de León Trotski en Copenhague el 27 de Noviembre de 1932 (misión que le asignó Daniel Guttmann, director de la Agencia Dephot de Berlín, en aquellos momentos la más prestigiosa del mundo), publicado en Der-Welt-Spiegel el 11 de Diciembre de 1932, con el crédito Aufnahmen Friedmann-Degephot.

- Un reportaje de la ciudad de Budapest que le encargó la agencia de viajes Veres (por entonces una de las más importantes de Europa) en el verano de 1933, con el crédito Friedmann. 

- Dos excelentes reportajes publicados en la revista Vu (números del 7  y 21 de Noviembre de Noviembre de 1934) sobre la zona del Sarre, con el crédito Friedmann. 

- Reportaje en San Sebastián en 1935 publicado en el número del 20 de Junio de dicho año en Berliner Illustrierte Zeitung (a la sazón la más importante publicación gráfica del mundo) sobre el boxeador Paulino Uzcudun antes de enfrentarse al púgil italiano Primo Carnera por el Campeonato del Mundo de los Pesos Pesados, con el crédito Fot. André.

- Reportaje en Madrid en 1935 publicado en Vu número 377 y en Berliner Illustrierte Zeitung del 20 de Junio de dicho año sobre el intento de batir el récord del mundo de altura con globo aerostático por parte del coronel Emilio Herrera (que aparece con su traje especial dotado de escafandra para las bajas presiones y falta de oxígeno a grandes alturas) en la portada de la revista ilustrada alemana), con el crédito Fot. André.

- Reportaje en Sevilla en Abril de 1935, donde documentó la Semana Santa en la ciudad hispalense, y que fue publicado un año más tarde por la revista Voila número 263 del 4 de Abril de 1936, con el crédito Capa. Este reportaje también fue publicado en la revista inglesa Weekly Illustrated.

- Reportaje a finales de Junio de 1936 durante las sesiones de la Liga de Naciones en Ginebra que cubrió fotográficamente y fue publicado en la revista Vu del 8 de Julio de 1936 con el crédito Photos Robert Capa, primera vez en que aparece como tal.

- Reportaje en la revista Vu número 435 del 15 de Julio de 1936 con imágenes de la manifestación del Frente Popular en París y portada de un niño con boina y la bandera francesa, con el crédito Photo Capa.

- Reportaje realizado en Barcelona a mediados de Agosto de 1936 y aparecido en el número especial de la revista Vu del 29 de Agosto de 1936 con imágenes de la salida de milicianos en tren hacia el frente de Aragón y el crédito Capa.

Además, Endre Ernö Friedmann (verdadero nombre de Robert Capa) fue representado por las agencias Anglo-Continental (dirigida por María Eisner en París) y Black Star en Nueva York desde 1934 hasta Mayo de 1936 como Andre Friedmann y a partir de principios de Mayo de 1936 como Robert Capa.

Y el fotoperiodismo moderno no nació en Córdoba en 1936, ya que llevaba plenamente vigente desde aproximadamente 1928, año de creación de la mítica agencia fotográfica berlinesa Dephot (Deutscher Photodients) por el eximio editor gráfico Simon Guttmann, con la labor de pioneros fotoperiodistas con cámaras pequeñas Ernemann Ermanox de 6 x 4.5 cm  y Leica de 35 mm y objetivos de gran luminosidad como Erich Salomon, Walter Boschard, Harald Lechenperg, Otto Umbehr , Kurt Hutton, Felix Man, Martin Muncacszi, Tim Gidal y otros, que colaboraban desde finales de los años veinte con las prestigiosas revistas ilustradas del grupo Ullstein Berliner Illustrirte Zeitung (que tenía desde 1927 como editor jefe a Kurt Korff y cuyas ventas durante 1928, 1929 y 1930 fueron enormes, alcanzando la cifra de 2 millones de ejemplares en 1930) y Münchner Illustrirte Presse (que tenía a Stefan Lorant como editor jefe desde 1926). Estas dos publicaciones junto con Die Dame (la tercera gran revista ilustrada de la época) llegaron a totalizar 5 millones de ejemplares vendidos en 1930.

Ellos fueron los fundadores del fotoperiodismo moderno con cámaras pequeñas de gran portabilidad (mayormente Leicas 1 Model A y algunas Compur Leicas Model B), capaces de disparar a pulso y con exposiciones breves, desde varios años antes de que Andre Friedmann llegara a Berlín en 1931 y realizara su primer trabajo fotográfico (reportaje sobre el discurso de Leon Trotsky en Copenhague en 1932).  

Lo que Córdoba en particular y Andalucía en general (Capa también hizo fotos en Sevilla y Almería) hicieron fue generar el bautismo de fuego y modelar la carrera fotoperiodística de Robert Capa, catalizando su eclosión como referente del fotoperiodismo moderno con cámaras de pequeño tamaño y peso y objetivos muy luminosos y gran calidad óptica para la época, que se había iniciado a finales de los años veinte.

Es decir, Andalucía fue la tierra más importante en la evolución de la carrera de Robert Capa como fotógrafo de guerra.

Además, desde aproximadamente mediados del siglo XIX existía ya el fotoperiodismo de guerra encarnado por Roger Fenton (que plasmó la Guerra de Crimea), Matthew Brady (cobertura de la Guerra Civil Americana) y otros que trabajaron con muy voluminosas y pesadas cámaras de gran formato que precisaban el uso de pesados trípodes y tiempos de exposición muy largos.  

En otro orden de cosas, pese a que la reproducción en el mencionado libro de 1937 de la fotografía recién identificada y hecha por Capa en Espejo no es muy buena y se ha producido cierta degradación de la misma con respecto al negativo original de 35 mm expuesto por Capa en Espejo (que tenía sin duda un superior nivel de detalle), al utilizarse con esta imagen un sistema de reproducción de fotograbado de perfil pictorialista de gran belleza estética pero que aporta menor definición y realismo que el sistema de medio tono (que fue el que catapultó la difusión de las grandes publicaciones fotoperiodísticas de blanco y negro durante los años treinta y cuarenta), y pese a la notable cantidad de grano visible característico de la película cinematográfica de blanco y negro cargada a granel 



Eastman Kodak Panchromatic Nitrate de sensibilidad Weston 32, equivalente a aproximadamente ISO 40, usada por Capa en Espejo, la muy buena acutancia de esta emulsión monocroma que incluye grandes cantidades de plata en sinergia con el gran poder de resolución del 

Objetivo Leitz Nickel Elmar 50 mm f/3.5 número de serie 133594 fabricado en 1932 con el que Robert Capa hizo en Espejo (Córdoba) la foto recién identificada durante la primera semana de Septiembre de 1936.

Leica II (Model D) número de serie 90023 acoplada al objetivo Leitz Nickel Elmar 50 mm f/3.5 número de serie 133594 y que Robert Capa sujetó entre sus manos cuando hizo en Espejo (Córdoba) la foto recién identificada.

objetivo Leitz Elmar 50 mm f/3.5 acoplado a la Leica II (Model D) permitieron preservar ( durante las seis fases que llevaron a la formación de la placa de cobre final de fotograbado, comenzando con el positivo de tono contínuo hecho a partir del negativo original de 35 mm hasta llegar a la cuarta fase en la que se adhirió la gelatina expuesta a la placa de cobre altamente pulimentada, tras lo cual tuvo lugar una quinta fase de baño con agua caliente para desprender el soporte del papel y eliminar la gelatina más blanda sin exponer, realizándose a continuación el grabado de la imagen sobre la placa de cobre mediante cloruro férrico) en la placa de cobre de impresión una aceptable sensación visual de nitidez y discernimiento de los contornos, transferida al imprimir la imagen sobre el papel del libro, y que continúa en buena medida indemne incluso al realizar reencuadres selectivos, lo cual ha posibilitado cotejar las personas que aparecen en la nueva imagen hecha por Capa recién identificada con otras captadas por él mismo y Gerda Taro y pertenecientes también a la serie de Espejo.

No en vano, incluso dos años después, en 1938, cuando existían algunas películas de blanco y negro de 35 mm que aportaban mayor poder de resolución y contraste, el gran director de cine holandés Joris Ivens y Robert Capa decidieron utilizar durante su estancia en China esta misma emulsión monocroma cinematográfica pancromática de nitrato fabricada por Eastman Kodak en Rochester para reducir costes sin disminuir la calidad, porque su muy buena acutancia compensaba su grano visible y era compatible tanto para la cámara fotográfica telemétrica Contax II de Capa como para las cámaras de cine Bell & Howell Eyemo y Philips de manivela de 35 mm usadas por Ivens.

Homenaje a Robert Capa y Gerda Taro en Espejo realizado por los Fotoperiodistas Cordobeses en Recuerdo de la Fotografía Muerte de un Miliciano en su 75º Aniversario el 5 de Septiembre de 2011

© José Manuel Serrano Esparza. 
Inscrito en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Madrid.