domingo, 22 de marzo de 2020

PROTOTIPO DUCATI 916 MASSIMO TAMBURINI : EL SANTO GRIAL DE LAS MOTOS BICILÍNDRICAS DESMODRÓMICAS ITALIANAS

Texto y Fotos : José Manuel Serrano Esparza

                                                                                                                                             © jmse

10 de enero de 2020. Faltan sólo 5 días para que termine la exhibición estática de uno de los tres prototipos de la Ducati 916 creados por el legendario diseñador italiano Massimo Tamburini (un genio irrepetible conocido como el Michelangelo de las Motos), y que tras su fallecimiento en 2014 pasó a ser propiedad de su hija Simona Tamburini, que amablemente ha cedido la moto al Museo Ducati de Bolonia, muy próximo a la fábrica de sueños de Borgo Panigale, para que los entusiastas de las motos puedan ver en directo durante 2019 y hasta el 15 de enero de 2020 este auténtico mito del diseño y la tecnología motociclística en su máxima expresión y celebren el 25º Aniversario de este icono atemporal que se convirtió desde el mismo momento de su presentación (durante la Feria de Motociclismo de Milán en Noviembre de 1993 y en el Circuito de Misano para las revistas especializadas) en el referente estético y tecnológico de las Superbikes a nivel internacional, ganando nada menos que cuatro mundiales SBK (tres con Carl Fogarty en 1994, 1995 y 1998, así como otro con Troy Corser en 1996).

                                                                                                                                             © jmse                                                                                                                                           
Una auténtica obra de arte, además del summum tecnológico y aerodinámico del motociclismo mundial entre 1994 y 1998, considerada por muchos la más bella moto de carreras jamás fabricada, y la más importante en toda la historia de Ducati, ya que supuso toda una revolución, y cuya avanzadísima tecnología estado del arte fue también la cúspide cualitativa y evolutiva en el instante de su aparición, anticipándose aproximadamente en diez años a conceptos que serían desarrollados posteriormente por distintas marcas en el ámbito SBK.

Las sensaciones son inefables y el ritmo cardiaco se acelera mientras subimos las escaleras de acceso a este templo del motociclismo y del buen gusto, repleto de historia y que alberga todas las motos Ducati que marcaron época en el devenir de la empresa motociclística italiana, cuyo fundamental epicentro vital diacrónico ha sido sobre todo el muy eficaz sistema desmodrómico de distribución de sus motores bicilíndricos V-Twin 90º, una auténtica maravilla de la mecánica tradicional, con fabulosas prestaciones en aceleración instantánea, velocidad punta y muy especialmente en sensacional amplitud de robusto par motor desde las rpm bajas y medias, faceta en la que las motos Ducati bicilíndricas han sido tradicionalmente superiores a las tetracilíndricas japonesas.

Avanzamos varios metros a través del interior de este sancta sanctorum del deporte de las dos ruedas y de repente llegamos a una sala en la que hay tres motos : una Ducati 900SS Superlight, una Ducati 851 Tricolore y 

                                                                                                                                              © jmse

el Prototipo Massimo Tamburini de la Ducati 916, cuya personalidad e inolvidable belleza de líneas por toda su superficie genera un sempiterno amor, admiración a raudales y que los vellos se pongan como escarpias.

GÉNESIS DE UN MITO

Vista lateral izquierda del prototipo Ducati 916 Massimo Tamburini en el interior del Museo Ducati de Borgo Panigale, Bolonia (Italia), en la que puede apreciarse la incomparable belleza de líneas de esta moto de ensueño, su maravilloso diseño muy avanzado y futurista para su época y el precioso basculante monobrazo dorado junto a la rueda trasera. La moto fue fabricada casi en su totalidad en fibra de vidrio, con excepción de los conductos de aire, el guardabarros delantero, el airbox, los escapes y el soporte de matrícula realizados en carbono. © jmse

La creación de los tres primeros prototipos de la Ducati 916, joya de la corona en la historia de Ducati, en 1994, constituyó un rizar el rizo por parte de la empresa de Borgo Panigale, que tras ganar tres campeonatos mundiales de Superbikes en 1990 (Raymond Roche con Ducati 851), 1991 (Doug Polen con Ducati 888) y 1992 (Doug Polen con Ducati 888), había sido derrotada en el Mundial SBK 1993 por la sinergia entre el gran piloto norteamericano Scott Russell y la formidable preparación de su Kawasaki ZXR-750 de cuatro cilindros realizada por el mago de la mecánica y el tuning Rob Muzzy.

Ducati necesitaba dominar de nuevo el Campeonato del Mundo de Superbikes como factor trascendental no sólo para consolidar su prestigio internacional en competición, sino también para catalizar su expansión como empresa por todo el orbe, algo para lo cual era necesario seguir batiendo a Honda y Kawasaki, una dinámica que tras los dos títulos mundiales SBK consecutivos logrados por Fred Merkel con su soberbia Honda RC30 en las dos primeras ediciones de la competición en 1988 y 1989, la empresa motociclística italiana había conseguido iniciar ganando los tres mundiales SBK también consecutivos anteriormente mencionados.

                                                                                                                                          © jmse

La espectacular época dorada de Ducati en el Campeonato del Mundo SBK a partir de 1990 (ganaría un total de 14 mundiales SBK en categoría pilotos entre dicho año y 2011, con Raymond Roche, Doug Polen, Carl Fogarty, Troy Corser, Troy Bayliss, Neil Hodgson, James Toseland y Carlos Checa, además de 17 como constructor) fue una consecuencia evolutiva de la creación en 1986 por parte del genio Massimo Bordi (Director Técnico de Ducati) del motor desmodrómico bicilíndrico en L 90º Ducati ottovalvole, es decir de cuatro válvulas por cilindro, refrigerado por líquido, también conocido como desmoquattro, tras pedirle Claudio Castiglione (CEO de Cagiva, que acababa de comprar Ducati en 1985, e igualmente un enorme apasionado de las motos) que situara a la empresa de Borgo Panigale en la cima tecnológica y deportiva mundial.

Este extraordinario ingeniero italiano, dotado de un descomunal talento, profundísimos conocimientos, gran intuición e incontenible pasión por las motos, percibió claramente que los tradicionales motores desmodrómicos bicilíndricos Ducati Desmodue con dos válvulas por cilindro y refrigerados por aire diseñados por Fabio Taglioni, aun siendo una maravilla de la mecánica, se estaban quedando rezagados en prestaciones y potencia con respecto a los motores tetracilíndricos de las Superbikes japonesas, que estaban realizando grandes avances.

Asimismo, Massimo Bordi fue plenamente consciente desde finales de los años setenta de que la Pantah 500 de 1979 con distribución desmodrómica (y que supuso un punto de inflexión en las motos Ducati de carreras, ya que sustituía por vez primera el árbol de levas en cabeza impulsado por engranajes cónicos por una correa de distribución dentada fabricada con neopreno) era la piedra angular a partir de la cual evolucionarían todas las motos de competición de la empresa de Borgo Panigale.

Pero por increíble que pueda parecer, ya en 1973, el Genio de Bevagna había presentado en 1973 en la Universidad de Bolonia una asombrosa tesis doctoral en la que mostró los planos de una culata de cilindro desmodrómica refrigerada por aire con cuatro válvulas, usando como plataforma tecnológica base una culata de cilindro también con distribución desmodrómica e impulsada por engranajes cónicos. 

Este revolucionario diseño de planta motriz bicilíndrica desmodrómica con cuatro válvulas por cilindro estaba basado en los motores Cosworth Formula 2 FVA de 1600 cc así como en algunos de Formula 1 de dimensiones muy compactas pero gran eficacia y prestaciones, con los que la empresa británica había derrotado a Ferrari y sus motores V12. 

Motor de la Ducati 916 sujeto por el ingeniero Massimo Bordi. Estaba optimizado en gran medida para conseguir su máximo rendimiento a las rpm más altas, ya que el objetivo más importante al crear esta moto fue consolidar todavía más el dominio de la empresa de Borgo Panigale en el Campeonato del Mundo de Superbikes con Carl Fogarty y Giancarlo Falappa como pilotos, por lo que el rendimiento de la planta motriz en las rpm bajas y medias fue algo débil hasta la aparición en 1997 de la Ducati 916 SPS con un nuevo motor de 996 cc que mejoró en gran medida dicha faceta, gracias al aumento de cilindrada, los nuevos escapes individuales que permitían una salida más rápida de los gases y en mayores cantidades, con el subsiguiente aumento de potencia de la planta motriz y la eficiencia del combustible, mejorada mediante un nuevo sistema de inyección del mismo con dos inyectores por cilindro, todo ello complementado con un aumento de la ratio de compresión hasta 11.5:1 . © Ducati

Doce años después, en septiembre de 1986, Bordi creó el primer prototipo de Ducati 748 cc con motor desmodrómico bicilíndrico refrigerado por agua, dotado con correa de distribución dentada, cuatro válvulas por cilindro y diámetro x carrera de 88 x 31,5 mm, que compitió en el Bol d´Or del Circuito Paul Ricard.

Y en marzo de 1987, el desmoquattro bicilíndrico mostró al mundo su enorme potencial cuando Marco Lucchinelli ganó la carrera Battle of the Twins en Daytona con una Ducati 851 con diámetro x carrera de 92 x 64 mm, desmostrando que las Ducati bicilíndricas con 4 válvulas por cilindro podían derrotar a las mejores superbikes japonesas de 750 cc y cuatro cilindros.

Ésto convenció definitivamente a Claudio Castiglioni para financiar el proyecto Ducati World SBK cuya primera moto fue la Ducati 851 pilotada por Marco Lucchinelli durante el mundial de Superbikes 1988, mientras que en el World SBK de 1989, Raymond Roche consiguió un muy meritorio tercer puesto tras Fred Merkel y Stéphane Mertens a los mandos de Hondas RC30.

Pero en 1990, Ducati hizo un enorme esfuerzo, desarrollando un prototipo Ducati 888 con motor desmoquattro bicilíndrico creado por Massimo Bordi, diámetro x carrera de 94 x 54 mm y soberbia cámara de combustión creada por Gianluigi Mengoli (subdirector técnico de Ducati y en esos momentos el mayor experto del mundo en termodinámica, flujo de gases y metalurgia aplicada a motos, etc, que convertía en metal todos los esquemas de planta motriz diseñados por Massimo Bordi), con la que Raymond Roche ganó el primer Campeonato del Mundo SBK para Ducati, venciendo a las motos japonesas Honda, Yamaha, Kawasaki y Suzuki de 750 cc y cuatro cilindros.

Un año más tarde, en 1991, Ducati arrasó en el mundial de Superbikes, con un pletórico Doug Polen que ganó con su Ducati 888 nada menos que 17 de las 26 carreras, con enorme autoridad, además de conseguir cuatro segundos puestos, siendo en gran medida el artífice de estos triunfos el genio Eraldo Ferracci, en esos momentos el mejor preparador de motos Ducati desmodrómicas ottovalvole del mundo, como jefe del equipo Fast by Ferracci.

En 1992, Doug Polen volvió a ganar el mundial SBK para Ducati, con nueve victorias, mientras que su compañero de equipo Raymond Roche consiguió seis, conquistando así la empresa de Borgo Panigale su tercer título consecutivo.

Pero en el World SBK de 1993, la simbiosis entre Scott Russell (que se proclamó campeón) y la extraordinaria preparación de su Kawasaki ZXR-750 de cuatro cilindros, realizada por el mago de la mecánica y el tuning Rob Muzzy, corta la racha de victorias de Ducati.

Ésto genera varias reuniones al máximo nivel en Borgo Panigale, con presencia de Claudio Castiglioni, Massimo Bordi, Gianluigi Mengoli y otros, en las que la cúpula directiva de la empresa motociclística italiana decide hacer un esfuerzo supremo e intentar por todos los medios volver a dominar el Campeonato del Mundo de Superbikes de 1994, para el que tendrán en sus filas a un extraordinario piloto inglés: Carl Fogarty, que ha cuajado una sensacional temporada en el Mundial SBK 1993, donde ha estado a punto de proclamarse campeón, con once carreras ganadas, siendo finalmente superado por la enorme regularidad de Scott Russell, ganador de cuatro carreras, pero que ha obtenido doce segundos puestos.

Claudio Castiglioni se halla en trance. 

Es un auténtico demente de las motos, de su tecnología y de la belleza de líneas de los diseños italianos, y en estos momentos, además de Massimo Bordi y Gianluigi Mengoli (referentes mundiales en su especialidad) tiene también a su servicio al mejor diseñador de motos del mundo : Massimo Tamburini, que ya ha creado máquinas de gran atractivo estético y eficacia, como las Bimota Tesi 1D de 1990 (cuyo tren delantero es una obra de arte de ingeniería al máximo nivel), la Bimota KB2 de 1981 (con chasis complejo así como abundantes tubos y uso masivo de soldadura que hacen viable este tipo de diseños sólo para series muy limitadas), la Bimota DB1 de 1985 (que utilizaba el mismo motor 500 cc de la Ducati Pantah, aunque con el diámetro de los cilindros aumentado a 88 mm, además de estar fabricada con aleaciones ligeras de muy alta calidad, entre ellas la variante aeronáutica de aluminio Avional 14, caracterizándose asimismo por una gran labor en chasis y basculante) y la Ducati Paso 750 de 1988 (con carenado de fibra de vidrio y excelente basculante de aluminio). 

El CEO de Cagiva sabe que es una oportunidad irrepetible para que Ducati se supere a sí misma y decide construir una nueva moto para el World SBK 1994, 

                                                                                                                                             © jmse

la Ducati 916, de nivel estético y tecnológico estratosférico, con las siguientes inauditas especificaciones globales :

- Ha de ser la Superbike más bella jamás fabricada, con un estilo y contornos que marquen diferencias con respecto a las Superbikes japonesas.

- Ha de ser una moto Superbike estado del arte y con diferencia la tecnológicamente más avanzada de todos los tiempos.

- No es suficiente con que la marca de Borgo Panigale vuelva a dominar el Campeonato del Mundo de Superbikes. 

Es necesario batir con la mayor rotundidad posible a toda la industria motociclística japonesa, encarnada por extraordinarias motos tetracilíndricas como las Honda RC45, Kawasaki ZXR750, Yamaha YZF y Suzuki GSX-R 750. 

                                                                                                                                   © jmse                                       

- Ha de ser más pequeña y compacta que la soberbia Ducati 888, pero con prestaciones muy superiores, aumentándose la cilindrada hasta los 916 cc y la potencia hasta los 115 CV a 9,000 rpm, que en la moto de Carl Fogarty para el Campeonato del Mundo SBK de 1994 alcanzará los 955 cc y 150 CV de potencia. 

Para conseguir dicha reducción de tamaño (2,30 m de longitud / 68.5 cm de anchura / 1.08 m de altura) hasta dejarla prácticamente con las dimensiones de la Cagiva GP V594 2T 500 cc de 4 cilindros en V a 80º de 1994, habrían de rediseñarse varias placas en la carcasa del motor, la caja de inyección del combustible y algunos componentes del sistema de refrigeración por líquido. 



                                                                                                                                © Ducati

Esquema de la Ducati 916 diseñada por el genio Massimo Tamburini, que trabajó miles de horas entre 1988 (año en que realizó los primeros bocetos) y 1994 hasta tener preparados los tres primeros prototipos de su obra maestra. Además de su gran velocidad punta para su época de 260 km/h, excepcional aceleración instantánea y extraordinario rendimiento a las rpm más altas gracias a su motor desmodrómico bicilíndrico V-Twin 90º de 4 válvulas por cilindro, transmisión manual con seis velocidades, 109 CV de potencia a 9000 rpm y par motor de 90 Nm a 7000 rpm, sus prestaciones al tomar las curvas eran sensacionales, con una gran precisión en las trazadas y sin que le afectaran prácticamente ningún tipo de baches, gracias a su soberbia suspensión que permanecía tensa en todo momento y a la inefable estabilidad de su chasis trellis multitubular de acero. La geometría de formas de este buque insignia en la historia de Ducati es impresionante y claramente optimizada para las carreras de velocidad, especialmente el Campeonato del Mundo de Superbikes. © Ducati

- El motor ha ser una evolución muy optimizada de la planta motriz de la Ducati 888, preservándose el diámetro de 94 mm, pero aumentando la carrera 2 mm para conseguir un rendimiento sensacional. Además, el chasis trellis de acero al cromo molibdeno ha de ser más robusto que el de la Ducati 888, con un soporte adicional de refuerzo en la zona baja de la planta motriz.

- Su facilidad de manejo y belleza de líneas ha de superar con creces a la extraordinaria Cagiva V594 2T de 500 cc, una auténtica obra de arte y prodigio de ingeniería. 

- Ha de incorporar un nuevo sistema de inyección de combustible Weber y un radiador de mayor tamaño.

- El paso por curva ha de ser superior a las tetracilíndricas japonesas.

- Ha de transmitir una enorme excitación y sensaciones incomparables al piloto, aderezando así el aspecto tremendamente exótico de esta moto.

En este sentido, el estratosférico trío Massimo Bordi, Gianluigi Mengoli y Massimo Tamburini realiza un enorme esfuerzo hasta conseguir otra de las cualidades más destacadas de la Ducati 916 : su increíble sensibilidad, ya que incluso el más leve cambio al dar gas genera una distribución de pesos que el piloto puede sentir de modo táctil con los manillares y usarla para hacer ajustes limitados de tracción.

Es así como nace la Ducati 916, que es presentada en el EICMA de 1993 y significa a efectos prácticos un salto cuántico en la evolución de Ducati como empresa motociclística, además de ayudar poderosamente a definir lo que es hoy en día la firma de Borgo Panigale.

LA IMPRONTA DE MASSIMO TAMBURINI, UN GENIO DEL DISEÑO, EN UN PROTOTIPO CON CLARA VOCACIÓN DEPORTIVA ORIENTADA A LAS CARRERAS DEL MUNDIAL DE SUPERBIKES

Pero la figura clave en el diseño y fabricación de esta moto auténticamente de ensueño fue Massimo Tamburini, un artista con mayúsculas, creador de su chasis de 1410 mm (20 mm más corto en su distancia entre ejes que la Ducati 888), de su fabulosa aerodinámica desarrollada en las autopistas de Rímini y los circuitos de Misano y Mugello, de su espectacular basculante monobrazo, 

Precioso carenado derecho, junto al que puede apreciarse el típico chasis trellis con estructura multitubular de acero inoxidable al cromo-molibdeno inventado por Fabio Taglioni y cuya estructura base se remonta a la Ducati Pantah 500 desmodrómica de 1979 presentada en el EICMA de Milán de dicho año. © jmse 

de su sublime carenado (quizá el más bello en toda la historia del motociclismo), del encomiable equilibrio en su distribución de pesos claramente optimizado para las carreras de velocidad, 

Massimo Tamburini trabajó muchísimo con diferentes diseños de faros delanteros, hasta encontrar la forma adecuada trapezoidal, muy espectacular, y con dimensiones más pequeñas de lo habitual durante los años noventa. © jmse 


                                                            Además, dichos faros delanteros están integrados en el carenado. © jmse 

de los dos faros afilados de tamaño bastante más pequeño de lo normal por aquel entonces, 

Primer plano de los escapes Termignoni ubicados bajo el colín para consolidar la gran pureza de líneas y una mejor penetración aerodinámica. Sobre ellos están ubicados los dos faros posteriores cuadrados, con el logo Ducati visible en la zona superior de la parte trasera de la moto. © jmse

de los escapes elevados bajo el colín, 

                                                                                                                                         © jmse

de sus futuristas entradas de aire triangulares delanteras y muchísimas más cosas.

Por otra parte, Tamburini llevaba seis años, desde 1988, realizando poco a poco, con gran meticulosidad, capacidad de innovación, enorme creatividad y atención hasta el más mínimo detalle, tres prototipos de la Ducati 916 para Campeonato del Mundo SBK que terminó a principios de 1994, y de los cuales uno fue el que estuvo expuesto hasta el 15 de enero de 2020 en el interior del Museo Ducati en Borgo Panigale (Italia). 

El carácter visionario de este genio de genios le permitió anticiparse con creces a su tiempo y diseñar esta moto de incomparable elegancia y sofisticación tecnológica en aquellos momentos, de gran ligereza, admirable extensión de vigoroso par motor desde las rpm medias y una impresionante parte ciclo.

                                                                                                                                            © jmse

Este prototipo Ducati 916 Massimo Tamburini de 1994, arte italiano en su máxima expresión, generó una y otra vez oleadas de entusiasmo entre los visitantes del Museo Ducati durante 2019 y enero de 2020, al destilar clase y majestuosidad por toda su anatomía, repleta de formas sensuales y aspectos peculiares que la asemejan a las Ducati 916 SP2 de 1995, SP3 de 1996 y SPS de 1997 (sus versiones con mejor rendimiento) como :

Bellísimo basculante monobrazo fabricado artesanalmente en magnesio (y que permitía un muy rápido cambio de neumáticos durante las competiciones) del prototipo Ducati 916 Massimo Tamburini expuesto en el Museo Ducati de Borgo Panigale. Las letras CRC grabadas en su zona central aluden al mítico Cagiva Research Center ubicado en San Marino, donde el genio del diseño fue creando poco a poco, desde finales de 1988, los prototipos de esta moto rompedora de moldes. © jmse  

- El basculante monobrazo aligerado realizado en magnesio (en vez de acero inoxidable).

                                                                                                                                           
- Las llantas de magnesio de cinco brazos (utilizadas únicamente en versiones de competición, en lugar de las de tres de los posteriores modelos de serie introducidos en el mercado a partir de 1995). 

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- Los escapes Termignoni redondos fabricados en carbono (en vez de los ovalados de aluminio).

- El amortiguador delantero Showa GD051 con horquilla invertida ajustable de 43 mm.

 Amortiguador trasero Óhlins DU 3420 de la Ducati 916. A su izquierda pueden apreciarse varias de las zonas de soldadura del chasis multitubular trellis de acero al cromo-molibdeno. © jmse
                                
- El amortiguador trasero Öhlins DU 3420 

                                                                                                                                          © jmse

- Los discos de freno delanteros Brembo 2 x 320 mm con 4 pinzas de pistón.

- El disco de freno individual Brembo 220 con dos pinzas de pistón.

1994, MOMENTO DE INFLEXIÓN EN EL APLASTANTE DOMINIO DE DUCATI EN EL CAMPEONATO DEL MUNDO DE SUPERBIKES DURANTE 21 AÑOS

                                                                                                                                            © jmse

Los tres prototipos de la Ducati 916 diseñados por Massimo Tamburini significaron en la práctica la plena confirmación del dominio por parte de la empresa de Borgo Panigale en el Mundial SBK, iniciado con los tres títulos consecutivos logrados en 1990, 1991 y 1992, que habría de durar nada menos que 21 años, hasta 2011 (temporada en la que Carlos Checa ganó la competición con su Ducati 1098R), siendo la década de los noventa la época más gloriosa en toda la historia de la empresa motociclística italiana, que ganó ocho de los diez World SBK (1990, 1991, 1992, 1994, 1995, 1996, 1998 y 1999), de los cuales los cuatro conseguidos por Carl Fogarty sobre su Ducati 916 fueron decisivos en la proyección internacional de la firma boloñesa. 

Vista frontal que revela la espectacular zona delantera de la moto, en la que destacan el guardabarros realizado en fibra de carbono, las entradas de aire del carenado, las horquillas Showa invertidas, las pequeñas tomas de aire superiores rectangulares, y los faros de dimensiones más pequeñas de lo habitual durante los años noventa. © jmse

También fueron fundamentales en el prestigio multinacional obtenido por esta revolucionaria bicilíndrica italiana los profundos artículos escritos sobre la Ducati 916 desde el mismo momento de su aparición por expertos de talla mundial como Ian Falloon, Bruno de Prato, Vicki Smith, Alan Cathcart, Brenda Buttner, Jim Calandro, Clyde Romero, Bob Lattanzi, Pepe Burgaleta, Ian Gowanloch, Ángel de la Maza y otros, así como los tests exhaustivos realizados por revistas especializadas como Cycle World, Motociclismo, Motorrad, Motorcycle Sport, On two Wheels, Motorcycle Mechanics, etc, sin olvidar las excelentes fotografías que de ella hicieron reconocidos fotógrafos de motos como James Mann, Phil Aynsley, Mark Wernham, Chris Wimpey, Guy Spangenberg, Kirk Willis y otros. 

Por otra parte, hubo tres factores que a mediados de los años noventa potenciaron notablemente tanto el éxito de la Ducati 916 como la expansión de la firma de Borgo Panigale, sobre todo en Estados Unidos y Europa : 

a) La decisión de Eraldo Ferracci en 1992 de abandonar el Mundial SBK, pese a tener claras opciones de ganar varios títulos más con sus fabulosas preparaciones. 

El mago italiano de la mecánica y máxima autoridad mundial en esos momentos con respecto a componentes, aleaciones especiales y preparación de motos Ducati de competición, percibe claramente el enorme potencial del concepto bicilíndrico desmoquattro de Massimo Bordi y las inmensas posibilidades de expansión de la marca en Estados Unidos, como mercado clave para el futuro de la empresa italiana, por lo que decide tomar parte en el Campeonato AMA de Superbikes norteamericano, donde gana dos títulos consecutivos con Doug Polen en 1993 (Ducati 888 nº 23)  y Troy Corser en 1994 (con una Ducati 888 nº 1, cuya cilindrada aumentó Il Capo di Capi hasta los 955 cc). 

Además, de modo increíble, Eraldo Ferracci hace a partir de 1993 un enorme esfuerzo, contestando por teléfono él mismo durante muchas horas diarias a clientes de todo Estados Unidos, solucionando sus dudas, con un nivel de atención personalizada sin rival en esos instantes, ya que su inmenso conocimiento le permite asesorar con precisión, de modo instantáneo, sobre cualquier tema que surja en las conversaciones y adaptarse a las necesidades de muy distintos perfiles de usuarios de motos Ducati bicilíndricas desmodrómicas con motor L 90º otto valvole. 

Cartel original en italiano de promoción de la Ducati 916 de Noviembre de 1993 (cuando fue presentada durante el EICMA de Milán de dicho año) ubicado en el interior del Museo Ducati de Borgo Panigale, Bolonia (Italia) en la pared adyacente al prototipo Ducati 916 Massimo Tamburini mostrado hasta el 15 de enero de 2020. Gracias a su experiencia previa en Bimota (de la que había sido fundador en 1973 junto con Valerio Bianchi y Giuseppe Morri), el eminente diseñador sabía que era posible derrotar a las fortísimas empresas motociclísticas japonesas mediante parámetros artesanales de fabricación, optimización de la ratio potencia/peso, chasis de construcción completamente manual y un sistema muy avanzado de inyección electrónica de combustible, tal y como había ocurrido con la Bimota YB4 creada por Federico Martini (jefe de diseño de Bimota tras la marcha de Tamburini a Cagiva en 1983) que ganó el Campeonato del Mundo Fórmula 1 en 1987 (poniendo fin a cinco años consecutivos de dominio por parte de Honda en la competición internacional 4T más importante en aquella época) y estuvo a punto de conquistar el primer Campeonato del Mundo de Superbikes en 1988 con un pletórico Davide Tardozzi a lomos de una Bimota YB4 pionera en el uso de frame perimetral de aluminio y dotada con motor de Yamaha FZ750 posicionado mediante grandes barras de dicho metal con enormes piezas fundidas soportando las zonas más críticas alrededor del tubo de dirección y el eje del basculante trasero. © jmse

Ésto insufla un enorme nivel de optimismo a las altas esferas de Borgo Panigale, conscientes de que Massimo Tamburini por un lado con la Ducati 916 y Eraldo Ferracci por otro arrasando en el Campeonato AMA de Superbikes en Estados Unidos (además de haber rizado el rizo también en 1994, ofreciendo a los usuarios de Ducati 900 SS café racer bicilíndrica con motor desmodue de 2 válvulas por cilindro prestaciones muy superiores con su Ducati 944 SS construída artesanalmente por él, con 40 cc más de cilindrada, mayor compresión y camisas de los cilindros revestidas de aleación especial Nikasil de níquel y silicio), están dando un impulso enorme a Ducati como empresa motociclística internacional del máximo nivel.

b) Desde finales de los años ochenta, el diseño y fabricación de las nuevas motos Ducati bicilíndricas de cuatro válvulas por cilindro para el Mundial de Superbikes, especialmente las 851 y 888, ha tenido unos enormes costes de investigación, desarrollo y producción, que en la Ducati 916 se han incrementado aún más.

Pero ha aparecido otro genial diseñador, Miguel Ángel Galluzzi, que ha creado una nueva moto totalmente distinta: la Ducati Monster 900 refrigerada por aire, un también revolucionario modelo, optimizado para conducción en calle, caracterizado por su filosofía naked y minimalista, motor L 90º de dos válvulas por cilindro pero con excelentes cualidades deportivas y prestaciones, además de un precio muy competitivo.

El enorme éxito de ventas de la Ducati Monster en todo el mundo, así como el dinero de su propio bolsillo invertido por Claudio Castiglioni, serán en gran medida los que permitan económicamente el desarrollo de la Ducati 916 y sus impresionantes éxitos en el Campeonato del Mundo de Superbikes.


Traje y casco de Carl Fogarty en el interior del Museo Ducati en Borgo Panigale, Bolonia (Italia). La simbiosis entre la Ducati 916 y el gran piloto británico consolidó plenamente el dominio de la empresa motociclística italiana en el World SBK. © jmse

c) Los cuatro Campeonatos del Mundo de Superbikes ganados por Carl Fogarty (1995, 1998 y 1999) y Troy Corser (1996) sobre Ducatis 916 bicilíndricas con un aplastante dominio sobre las motos tetracilíndricas japonesas.

d) La victoria de Mario Innamorati en el Campeonato de Europa SBK de 1995 sobre una Ducati 916.

e) Los abundantes éxitos de Ducatis 916 en diferentes competiciones motociclísticas internacionales muy importantes como : 

- La victoria de Steve Hislop (2 veces campeón del British SBK y 11 del TT de la Isla de Man) sobre una Ducati 916 con motor de 955 cc en el Campeonato Británico de Superbikes en 1995.

- La victoria de Shawn Giles en el Campeonato de Australia Shell Master Series de 1995.

- La victoria de Christer Lindholm en el Campeonato de Velocidad de Alemania en 1996.

f) Los triunfos de Ducatis 916 en las más importantes carreras de velocidad de Italia con Luca Pasini en el Campeonato Italiano Sport Production 750 de 1994, Mario Innamorati en el Campeonato Italiano Open de 1994, Michele Gallina en el Campeonato Italiano Trofeo Inverno Open de 1994, Roberto Teneggi en el Campeonato Italiano Sport Production 750 de 1995, Paolo Casoli en el Campeonato Italiano de Superbikes en 1996, Andrea Mazzali en el Campeonato Italiano Sport Production 750, Franco Brugnara en el Campeonato Italiano Open de 1997, Michele Gallina en el Campeonato Italiano Sport Production 750 de 1997, Serafino Foti en el campeonato Italiano de Superbikes 1997 y Paolo Blora en el Campeonato Italiano de Superbikes de 1998.


Retrato de Massimo Tamburini, el mayor genio en toda la Historia del Diseño de Motos y gran amigo de Claudio Castiglioni y Bruno dePrato. Sus principios fundamentales fueron un pilar fundamental en las carreras profesionales de los mejores preparadores del mundo de motos Ducati 916 y otros modelos desmodrómicos, grandes mecánicos e ingenieros que han dedicado sus vidas a mejorar constantemente las prestaciones de estas máquinas de ensueño sobre dos ruedas, trabajando en instalaciones dotadas con equipo de la máxima calidad así como herramientas especiales que ayudan a mantener las motos en las mejores condiciones posibles, habiendo perfeccionado muchos de ellos sus habilidades con experiencia previa y aprendizaje en la fábrica Ducati de Borgo Panigale, Bolonia, tras lo cual han ofrecido diacrónicamente un excelente servicio a medida a los clientes, con meticuloso cuidado y atención a cada uno de los componentes de sus motos. © Cagiva


Las fabulosas prestaciones de las motos desmodrómicas Ducati con distribución mediante correa dentada se iniciaron en 1979 con la Pantah 500 V-Twin bicilíndrica 90º bicilíndrica con motor V-Twin 90º dotada con dos válvulas por cilindro, diseñada por Fabio Taglioni y su gran equipo integrado por Gianluigi Mengoli, Giuseppe Bochi y Federico Martini. planta motriz que sería sustituida a partir de 1987 por motos con nuevo motor desmoquattrro V-Twin 90º con cuatro válvulas por cilindro como las Ducati 851, 888 y 916 creadas por el equipo formado por Massimo Bordi, Massimo Tamburini y Gianluigi Mengoli. Y desde principios del siglo XXI, Ducati alcanzaría nuevas cotas de rendimiento con todavía más innovadoras plantas motrices creadas por Marco Siaru (Jefe de Proyectos de Motores Ducati) y Vincenzo De Silvio (Director de Diseño de Motores) como los Testastretta DVT y Superquadro, fuertemente basados en conseguir una meritoria ligereza de peso y un aumento progresivo del par motor.

g) El ímprobo trabajo de Evelio Tejero, mecánico español conocido como El Cirujano de las Ducati, hombre hecho a sí mismo a base de enorme tesón, sufrimiento y esfuerzo de muchas décadas, uno de los mejores preparadores de Ducatis bicilíndricas Desmoquattro del mundo, y que en 1995 hizo un tuning magistral de la Ducati 916 SP (cuya cilindrada aumentó hasta los 955 cc) con la que el piloto español David Vázquez, patrocinado por Seguros Reale, ganó el Campeonato de España Sport Production, batiendo claramente a todas las tetracilíndricas japonesas de distintas marcas y estuvo a punto de hacer lo mismo en el Campeonato de Europa de Superbikes de 1996, en el que quedó segundo. 

Este auténtico mago de la preparación de motos Ducati fue decisivo en dar a conocer en Europa las excepcionales prestaciones de las Ducati 916 y Ducati 748, gracias en buena medida a sus sensacionales modificaciones de entrega de potencia de los motores Desmoquattro en función del estilo de cada piloto y que generaron gran admiración en las revistas especializadas de la época, confirmada aún más por la victoria de Herri Torrontegui en el Campeonato de España Supersport 1997 con la Ducati 748SP preparada por Evelio Tejero, que adelantó como un obús a la Honda CBR600 F3 tetracilíndrica de Fernando Cristóbal. 


Cigüeñal original de competición (mecanizado a partir de un bloque de acero y caracterizado por su gran ligereza y resistencia) y bielas de titanio de la Ducati 916. El titanio ha sido con frecuencia utilizado por Ducati en abundantes componentes de sus motos de competición, ya que su peso es menos de la mitad del acero, con una resistencia similar y un punto de fusión más alto. Además, su destello iridiscente es de singular belleza y más brillante que e lustre sobrio del acero inoxidable o el acero al níquel. Este fue un ámbito dominado con gran maestría por Jeff Green (constructor de motores de Carl Fogarty durante los años noventa), un auténtico mago ajustando las bielas de titanio para las carreras del campeonato del Mundo de Superbikes en las que el piloto británico Carl Fogarty ganaría cuatro WorldSBK : la primera en 1994 con una Ducati 916 cuya capacidad y potencia fue aumentada hasta 955 cc y 150 CV a 11000 rpm alcanzando una velocidad próxima a los 300 km/h; la segunda en 1995 con una Ducati 916 de 955 cc y 154 CV a 12000 rpm; la tercera en 1998 con una Ducati 916 en la que se insertó un motor de 996 cc y se aumentó la potencia hasta 163 CV a 12000 rpm; y la cuarta en 1999 con una Ducati 996 con motor de 998 cc y 168 CV a 115000 rpm (evolución de la Ducati 955 de Fogarty, pero con un incremento en capacidad de 43 cc, ruedas más ligeras con tres radios y un mejor sistema de frenos Brembo). La deácada de los noventa fueron una época gloriosa en la que el Campeonato del Mundo de Superbikes se constituyó en equivalente 4T al Mundial de MotoGP (donde competían modelos 2T), con motos que los aficionados podían realmente comprar, y las carreras de WorldSBK eran habitualmente tanto o incluso más espectaculares que las de MotoGP con similar asistencia de público que llenaba los circuitos. © Ducati 

EXQUISITO TABLERO DE INSTRUMENTOS ANALÓGICO Y DE CONCEPCIÓN MINIMALISTA

                                                                                                                                             © jmse

Otro de los aspectos más destacados de la Ducati 916 es su bellísimo tablero de instrumentos analógico y de concepción minimalista, clásico y vanguardista a la vez, con el tacómetro e indicador de temperatura del agua como únicos dispositivos y cuyas zonas y componentes metálicos evocan por momentos a réplicas de otras motos legendarias aparecidas posteriormente como la Ducati Sports Classic Paul Smart 1000 Limited Edition, inspirada en la Ducati 750 Imola Desmo de 1972. 

                                                                                                                                              © jmse

confirmando plenamente el buen gusto y elegancia que ha caracterizado atávicamente a la empresa de Borgo Panigale, 

                                                                                                                                           © jmse

realzados con una precisión estado del arte en el mecanizado de las piezas de metal, cuyo aspecto es ciertamente cautivador. 

SOBERBIA ZONA TRASERA CICLO Y DE TRANSMISIÓN

Como no podía ser de otro modo en esta legendaria moto creada por Massimo Tamburini con extraordinaria genialidad, creatividad y buen gusto, pero también con ímprobo esfuerzo, sufrimiento y muchas noches sin apenas dormir durante seis años, 



la zona trasera ciclo y de transmisión de este prototipo de la Ducati 916 es también de primerísimo nivel, destacando en ella el ya mencionado basculante monobrazo en magnesio, 



la cadena de transmisión muy eficaz, 


un plato o corona fabricado con gran precisión (especialmente en su zona dentada), 



un estribo muy robusto en aleación de aluminio 



y una pieza alargada fabricada en carbono que protege la cadena de transmisión, sin olvidar las anteriormente mencionadas llantas de magnesio de cinco brazos y los amortiguadores traseros Öhlins. 

UNA MOTO ATEMPORAL Y VANGUARDISTA INCLUSO HOY EN DÍA 

                                                                                                                                                © jmse

Pese al cuarto de siglo transcurrido desde 1994, año en que fue presentada y empezó a competir, la Ducati 916, obra maestra de Massimo Tamburini, ha aguantado muy bien el paso del tiempo e increíblemente sigue siendo una moto de líneas futuristas, belleza a raudales y excelentes prestaciones, con una tecnología que en el momento de su aparición era la referencia mundial y que todavía permite a los pilotos hoy en día disfrutar de sensaciones únicas relacionadas con su rendimiento en pista, su robusto par motor desde rpm medias y el atronador sonido de su planta motriz. 


El perfeccionismo y constante búsqueda de la belleza y funcionalidad en todo lo que hacía Massimo Tamburini están muy presentes en la preciosa entrada del depósito de combustible, tallado como una auténtica escultura, al igual que la sección de cola de la moto. © jmse


Primer plano de la mencionada entrada del depósito de combustible. Una vez más, puede percibirse de modo diáfano la soberbia precisión de mecanizado de los componentes metálicos de la moto, fruto del inmenso know-how de Ducati en el ámbito metalúrgico y de una muy minuciosa labor en gran medida artesanal. Massimo Bordi, Gianluigi Mengoli y Massimo Tamburini decidieron dotar a la Ducati 916 con un fabuloso sistema electrónico de inyección de combustible Weber I.A.W con CPU P8 que ayudaba mucho a conseguir las extraordinarias prestaciones de la moto en las carreras, consiguiendo generar la mezcla óptima de combustible y aire en función de las rpm de cada momento, aumentando la potencia en todo el rango de revoluciones, un concepto del que había sido pionera la Bimota YB4 de 1988, que también compartía con la Ducati 916 una inefable transmisión de sensaciones al piloto, que en todo momento percibía con precisión el comportamiento de los neumáticos. © jmse

Por otra parte, el Michelangelo de las Motos era también una computadora viviente que tenía todos los datos en la cabeza, y tras muchas conversaciones con Massimo Bordi y Gianluigi Mengoli, 


Detalle de la culata de uno de los dos cilindros del motor V-Twin, hecha con aleación especial de aluminio. Tiene un más que notable grosor, porque cada uno de los dos cilindros del motor bicilíndrico de la Ducati 916 soporta muchas más presiones, stress y realiza bastante más esfuerzo que cada uno de los cuatro cilindros de las motos tetracilíndricas japonesas de 750 cc, por lo que los componentes metálicos de la planta motriz italiana son de bastante más espesor y robustez que en las motos niponas V4, ya que están dimensionados con respecto al esfuerzo que tienen que realizar la biela, el bulón del pistón, el pistón propiamente dicho, etc, para poder aguantar la potencia que ha de desarrollar. Los dos tapones dorados visibles a la izquierda de la imagen tienen como misión evitar que se congele el motor refrigerado por agua en condiciones de temperatura muy bajas. En la zona superior a la izquierda, se aprecia una de las cuatro tuercas que sujetan la culata al cilndro y al bloque motor en el que van el cigüeñal y la caja de cambios. A la derecha se observa parte del escape y dos tuercas doradas de afianzamiento.  A todo ello hay que añadir la enorme dificultad de diseño y fabricación de la cámara de combustión de alta eficacia para un motor bicilíndrico V-Twin 90º tan sumamente potente, y fue aquí donde la simbiosis entre Massimo Bordi y Gianluigi Mengoli (que pasaba a metal todos los esquemas de planta motriz que Bordi creaba) fue un factor decisivo en el gran éxito internacional de esta moto. 


decidieron imprimir al motor desmodrómico V-Twin de la Ducati 916 un carácter muy especial, 


Detalle de la tapa de uno de los cilindros con las letras Desmo 4V DOHC alusivas al tipo de motor bicilíndrico Desmoquattro de cuatro válvulas por cilindro y doble árbol de levas en cabeza, diseñado por Massimo Bordi y cuya cámaras de combustión fue creada por Gianluigi Mengoli. Ni que decir tiene que los conocimientos de mecánica, termodinámica, flujo de gases, características de los materiales utilizados, cinemática,etc, por parte de Ducati son impresionantes y han tenido tradicionalmente como origen la mítica Universidad Técnica de Bolonia, que sigue siendo hoy por hoy en gran medida el referente mundial en estos ámbitos, además de desarrollar una gran labor didáctica con su programa Física In Moto y enseñanzas impartidas por figuras de la talla de Gianfranco Zappoli, Tommaso Ruggeri y otros© jmse

basado no sólo en la cilindrada y potencia, sino también en el mejor equilibrio posible entre los tamaños de válvulas, la optimización de los escapes, el tamaño adecuado de diámetro x carrera, el sistema de inyección, el perfil de los árboles de levas, las entradas de aire, las ratios de la caja de cambios, etc.


                                        Zona superior izquierda de la horquilla, con inscripciones realizadas por Massimo Tamburini. © jmse

De hecho, los indicios apuntan claramente a que Massimo Tamburini conocía a la perfección  desde finales de 1993 el enorme potencial de la estirpe Ducati 916 que podría llegar hasta aproximadamente 155 CV a 11000 rpm con sucesivas mejoras y tunings específicos de su formidable motor bicilíndrico L90º desmoquattro de cuatro válvulas por cilindro, tal y como sucedió por ejemplo con la Ducati 916 SPS de 1997, en la que se incrementó la cilindrada hasta los 996 cc con un diámetro por carrera de 98 x 66 mm, se rediseñaron las culatas de ambos cilindros, se introdujo un nuevo sistema de inyección con dos inyectores por cilindro y se alcanzó una potencia de 134 CV a 10500 rpm, culminando una tendencia que se había iniciado con la Ducati 916 SP de 1994 (que tenía válvulas más grandes que el modelo standard, así como una sincronización más radical del árbol de levas y un mayor diámetro en ambos escapes) y cuya cúspide cualitativa fue la Ducati 916 de 955 cc y 150 CV a 11000 rpm con la que Carl Fogarty ganó el Campeonato del Mundo de Superbikes en 1998. 


                  Massimo Tamburini junto a su obra maestra : la Ducati 916, un icono atemporal en la Historia del Motociclismo Mundial. © Ducati

Todo ello demuestra que en realidad, tal y como afirmó Massimo Tamburini en más de una ocasión, la Ducati 916 era demasiado buena para el Campeonato del Mundo de Superbikes, bastante superior a las motos tetracilíndricas japonesas de 750 cc del Mundial SBK, y había sido creada para poder competir de tú a tú nada menos que con la Honda CBR900RR de cuatro cilindros en línea aparecida en 1992.

Por otra parte, la belleza de una moto es algo que en mayor o menor medida obedece a criterios subjetivos.

La Historia del Motociclismo ha estado repleta de bellísimas motos como la Honda RC30 de 1988, la Yamaha RD350LC de 1980, la Suzuki GSX-R750G de 1985, la MV Agusta F4 de 1999 (que comparte muchas similitudes con la Ducati 916, especialmente la zona trasera), la Cagiva V589 de 1989, la Harley-Davidson Duo Glide de 1961, la Ducati Desmosedici RR de 2008, la Honda NR750 de 1992, la Kawasaki Z900A1 de 1973, la Honda CB77 de 1961, la Triumph Bonneville T120 de 1959, la Honda CB750 de 1968, la Harley-Davidson XR750 de 1972, la Ducati 900SS, la Norton Manx de 1950, la Ducati Paul Smart 1000 cc de 2003, la Royal Enfield Bullet 500 cc de 1932, la Indian Chief de 1940, la Triumph Speed Twin de 1937, la BMW R60/2 from 1967, la Honda Africa Twin de 1988, la Honda CBR600F de 1987, la Suzuki RG500 Gamma de 1985, la Suzuki Hayabusa de 1999 y muchas otras. 

No obstante, la Ducati 916 es muy probablemente la moto más bella jamás fabricada, diseñada por un genio inolvidable, imbuido de una gran elegancia y amor por las cosas bien hechas, además de gran persona, que fue muy querido y respetado por todos quienes le conocieron, un tremendo apasionado de las motos y artista del máximo nivel en su ámbito, que supo transmitir a millones de entusiastas del deporte de las dos ruedas por todo el mundo el valor del genuino producto artesanal, de los contornos suntuosos a más no poder, de la tecnología más avanzada en simbiosis con un chasis y carenado de ensueño, de las emociones a flor de piel y muchas más cosas.

                                                                                                                                        © Ducati

Un auténtico Saint Laurent de las motos, hasta tal punto que con bastante frecuencia, además de la Ducati 916 (una moto que sigue sin envejecer), varias de sus creaciones durante sus etapas en Bimota y MV Agusta también aparecen en los primeros puestos de las listas de motos más bellas de la historia. 

                                                                          
                                                                                                           FORZA ITALIA

sábado, 14 de marzo de 2020

FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE : 40º ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE UN EXTRATERRESTRE

Texto : José Manuel Serrano Esparza


Hoy se cumple el 40º Aniversario de la muerte en Shaktoolik (Alaska) de Félix Rodríguez de la Fuente, un ser humano y naturalista excepcional, así como gran visionario cinematográfico y audiovisual, que con míticas series como El Hombre y La Tierra significó un antes y un después a nivel mundial en el ámbito de los documentales sobre fauna y naturaleza, filmados con unos parámetros cualitativos de imagen y sonido superiores a las mejores producciones cinematográficas de Hollywood durante los años setenta e incluso a películas de referencia en esta faceta como Ben-Hur y Lawrence de Arabia, utilizando cámaras profesionales Arriflex y Mitchell BNC de 35 mm en simbiosis con grabadores de sonido profesionales analógicos Hi-Fi monofónicos a carrete abierto Nagra III NP y Nagra 4.2 con ADN Stefan Kudelski.

Un hombre con descomunal conocimiento, experiencia y capacidad de trabajo, que amó como nadie a los animales, por los que sintió una desaforada pasión, y a varias de cuyas especies como el lobo ibérico, el lince ibérico, el águila real, el águila imperial y otras, salvó de una extinción segura gracias a su gran labor ecológica y de divulgación.

Félix Rodríguez de la Fuente, con su increíble facilidad de palabra, dominio extraordinario del idioma castellano, inaudita capacidad para hacer que millones y millones de españoles se pegaran literalmente a sus televisores durante quince años (entre aproximadamente 1965 y 1980) fue uno de los pioneros del ecologismo a nivel internacional y junto con Richard Attenborough y Jacques Cousteau, está considerado el número 1 del mundo hasta la fecha en la realización de documentales sobre fauna y naturaleza en los más diversos biotopos.

Félix Rodríguez de la Fuente, fue, es y seguirá siendo con diferencia el mayor influencer de España, a pesar de que desarrolló su labor en una época en la que no existía tal concepto, ni internet, ni el AV digital ni las redes sociales, porque consiguió cosas que hoy serían totalmente imposibles e impensables.

El Puto Amo que congregó durante muchos años a millones y millones de españoles, cuyo corazón y admiración supo ganarse a pulso, y que contemplaban atónitos en sus televisores todos y cada uno de los maravillosos programas sobre animales creados por Félix Rodríguez de la Fuente y su gran equipo de profesionales de primerísimo nivel como Teodoro Roa García (operador de cámara y director de fotografía, que realizaba además la elección de emulsiones químicas de 35 mm, objetivos, enfoque de los mismos, filmación, etc), Alberto Mariano Huéscar (ayudante de cámara de Teodoro Roa, de quien aprendió el oficio), Manuel Peña (técnico de sonido), Antonio Torreblanca (técnico de sonido), Manuel Barroso (técnico de sonido), Ángela Minaya, Carlos de las Heras, Antonio Soubrier, Faustino Ocaña, Carlos Barrutia, Pedro Sevilla, Miguel Caparrós, Javier Ceña, Luis Miguel Domínguez Mencía, Joaquín Araujo, Carlos Sanz, Suso Garzón, José Luis Carredano, Josechu Lalanda, Rafael Onieva y otros.

Por mencionar sólo dos ejemplos de los todavía por batir niveles de audiencia generados por Félix Rodríguez de la Fuente, que literalmente paralizaba España cada vez que aparecía en pantalla o hablaba por radio, en 1973, tras el primer programa radiofónico La Aventura de la Vida (que se emitió el jueves de cada semana hasta 1980) realizado por Herminio Verdú y en el que Félix Rodríguez de la Fuente se dió a conocer por parte del gran público con su fabulosa retransmision radiofónica en la que hablaba de diferentes aves de España y de sus campos, se recibieron en RNE más de 50.000 cartas de espectadores que habían quedado fascinados y pedían por favor que ese hombre maravilloso siguiera.

Y durante los años setenta, todos los clientes de la antigua Cafetería Manila de Madrid, que estuvo ubicada en la zona baja del Edificio Carrión de la Plaza del Callao (popularmente conocido como Edificio Schweppes) guardaban un respetuoso y total silencio mientras la televisión de dicho establecimiento mostraba los capítulos de la serie El Hombre y La Tierra, hasta el punto de que no se oía ni una mosca.

Tal era el respeto, admiración y credibilidad que infundía en todo el mundo Félix Rodríguez de la Fuente, hombre caracterizado por unos enormes impulsos emocionales y que ponía el alma en todo lo que hacía.

Félix Rodríguez de la Fuente fue además un adelantado a su tiempo que avisó de los peligros que para el futuro del Planeta Tierra supondría la presencia en él de mediocres a más no poder y muy codiciosos impresentables para quienes el fin justifica los medios y que conceptúan la Naturaleza como un ente al que esquilmar como sea para su enriquecimiento personal, por lo cual la degradación de las reservas naturales, la contaminación ambiental, la letal alteración de los ecosistemas para las especies animales y vegetales, la progresiva extinción de especies y sus biotopos, el envenenamiento de ríos y mares, la desaparición de ancestrales razas humanas, etc, les importan literalmente un carajo.

Asimismo, Félix Rodríguez de la Fuente habló en muchas de sus trascendentales alocuciones, tanto en programas de radio como en televisión, sobre los peligros de la futura acumulación incontrolada de basura y la devastación que provocarían en mares y océanos los millones de toneladas de plásticos arrojados en ellos, así como del incesante deterioro de ríos y aquíferos como consecuencia de la ubicación de vertederos en sus proximidades, con enormes niveles de desvergüenza, zafiedad y bajeza.

Un hombre pues irrepetible, que se estremeció y entusiasmó al máximo cuando en 1974, durante el rodaje de El Hombre y la Tierra Fauna Venezolana, entró en contacto con los Yanomamos, pueblo indígena de la selva de dicho país, que viven junto al río Orinoco, le recibieron con sus mejores galas, y de los que Félix dijo que para él era un enorme honor el conocerles.

Félix Rodríguez de la Fuente fue además una persona de gran humildad y sensibilidad, que lloró a mares cuando en compañía del maestro Antón García Abril (músico de talla internacional, que compuso la famosa banda sonora de la serie El Hombre y La Tierra) vió en la sala cinematográfica nº 2 de los estudios de RTVE en Prado del Rey la famosa escena en la que un gran águila real captura a un recental de cabra montés sobre un risco a gran altura y lo transporta entre sus garras durante cientos de metros hasta su nido.

El Dr Félix Rodríguez de la Fuente, hombre de enorme fuerza, potencia y resistencia a la fatiga, parecía no cansarse nunca y asumía siempre los mayores riesgos cuando el equipo tenía que filmar especies peligrosas, tal y como fue evidente durante el rodaje de los capítulos de El Hombre y la Tierra realizados en Venezuela, en los que es él quien agarra el cuello de todas las enormes anacondas que aparecen en imagen, para evitar peligros a sus colaboradores.

Han pasado ya nada menos que cuarenta años desde la muerte de El Amigo de Los Animales, el Jefe de la Manada de Lobos Ibéricos, e increíblemente, se siguen emitiendo en diferentes canales de televisión programas sobre su vida y obra, que una y otra vez continúan generando enorme interés mediático,

y son cada vez más los libros sobre su figura publicados por diferentes editoriales, además de que la gente no le ha olvidado en absoluto.

Su enorme huella y legado, así como su imbatible influencia y visión de futuro, siguen de hecho muy vivos.

“Lo que más nos diferencia de otras épocas y de otras culturas, lo que más nos preocupa, y lo que realmente más puede transformar radicalmente la posición de la humanidad en el presente es la basura. Basura no solamente en forma de coches viejos que se hacinan y se amontonan en los cementerios, no solamente en bolsas de plásticos y de esos famosos envases sin retorno que van a llenar España y el mundo entero. Basura en forma de venenos disueltos en la propia sangre de los seres vivos que se van acumulando en nuestras vísceras. Basura en forma de toda clase de sustancias químicas sin las cuales ya no podemos vivir, incluido el alcohol y otros estimulantes. No cabe duda de que la nuestra puede llamarse la civilización de la basura”

                                                                                                                                                                                      Félix Rodríguez de la Fuente, 1972

viernes, 13 de marzo de 2020

PACO VILLAVERDE : PHOTOGRAPHER OF CLASSIC AND CONTEMPORARY MOTORCYCLES

Interview and Pictures : José Manuel Serrano Esparza
SPANISH

Paco Villaverde affectionately holds between his hands a 30 x 40 cm photograph recently made by him at the FK1 Circuit in Villaverde de Medina (Valladolid, Spain) of Jesús López González (a 70 years old pilot who battled with Ángel Nieto and Ricardo Tormo in 50 cc, 80 cc and 125 cc races throughout seventies and eighties) riding with remarkable style on his single cylinder Bultaco TSS 250 cc with 2T engine from 1968, featuring great mechanic reliability and excellent stability, the same bike with which competition figures like Barry Sheene and Jean-Pierre Beltoise started their path during the decade of sixties and pilots like Ramón Torras, Rodney Gould, Jack Findlay and Ginger Molloy achieved significant successes.

Paco Villaverde, a recognized photographer of motorcycles and currently (along with Jeff Barger, Neale Bayly, Gary Phelps, Carlos Bartual, Nick Cedar, Arnold Debus, Isard Alfonso, Alan Stulberg, Hiromitsu Yashui, Stephen Piper, Kyochi Nakamura, Massimiliano Serra, Marcello Mannoni, Marco Campelli and others) one of the foremost international specialists in the scope of getting pictures of classical bikes of different epochs, technologies and capacities running in a number of circuits,


kindly offered at the Palace Hotel in Madrid (Spain) the following interview that we show now :


Do you remember the moment of your life when your passion for motorcycles began?

P.V : I was only 11 years old and was in a summer camp for children in Velilla del Río Carrión (Palencia), when my parents arrived to pick me up and we went from there to Suanzes (Santander) to spend our holidays.

The following day, my father and me went very early to the fish market of this village of Cantabria.
Suddenly, three French riders appeared in the stretch of road beside the sea, two with Laverdas and another one with an exceedingly beautiful air cooled Benelli 750 Sei, six cylinders in line, sumptuous red colour, two valves per cylinder, 906 cc, featuring six gorgeous chromed exhausts, three on each side and a wonderful noise generated by the 65 CV engine.

My father, who had worked in France for a year, spoke French acceptably and started a conversation with the pilots.

I was enraptured beholding the Benelli, and then, his owner raised me onto the bike, put my hands in the handles, my feet in the footrest and asked me in Spanish if I liked that Italian machine.

And I said to myself that I wanted to be like him when I was grown-up.

Those instants were a turning point in my life, because I felt very happy and decided that I also needed to go on a motorcycle and wear a black leather jacket.


When did you start doing motorcycling photography?

P.V : I began thirty-two years ago, in 1988.

As well as being a photographer of bikes and portraits, I´ve always been a bike rider since my early teens, grasping the motorcycle as a way of life and a philosophy you share with other pilots also feeling an unswerving passion for bikes, strengthening an unselfish comradeship spirit to spare enabling you to make friends who usually endure a whole life and on whom you can trust, because they will always be there, to help you in rough times.

And in this context, the main characters are the bikes, hugely interesting from a photographic viewpoint, since it is fascinating the myriad of possibilities they offer when it comes to capture their manifold shapes, designs, textures of their metallic surfaces and components, countenances of the pilots while they ride on them during races, the imposing appearance of their engines and many more things.

Having been a bike pilot for 35 years helped me a great deal from scratch to become a photographer of motorcycles.


My background was always related to bikes, because I made Technical Engineering at Valladolid University and made stints in workshops with bikes and cars machinery, lathe, milling cutter and so forth.

I was always a great enthusiast of everything linked to the motor world.

I have travelled more than 500,000 km throughout my life and this gives you tons of experience, pretty useful when tackling the photography of pilots on their moving motorcycles.

To have ridden different bikes and be a pilot has helped me very much as a photographer to be able to know what riders are going to do and how their two-wheeled machines will behave.

To name only an example, I also like to depict how bikes tyres flex, the way in which they sag, for the pressures of the circuit are much lower than the public highway ones.

The tyre is what holds the rider onto the floor when he/she is cornering, but the centrifugal force of the whole mass of pilot and motorcycle makes that both of them be prone to go outwards, so on enduring that stress, the tyre bends to adhere more to the ground.

On having gone through those same situations, when I´m in a circuit and look at a bike, I know when the aforementioned dynamics of centrifugal forces which will reach its climax with the maximum slant of the pilot inside the bend.

From a photographic standpoint this is something impressive, and sometimes you can see in the images that the tyre is curved outwards, even utterly stretched, since the centrifugal force is smashing the motorcycle.

And of course, to be a veteran rider enables me to strive upon anticipating the reaction of each pilot according to the race circumstances.


Why is the photography of riders on their moving bikes during competitions such a difficult genre?

P.V : There are some major reasons :

a) To begin with, each rider has got a different bike, from a specific brand, featuring different technologies and performances.

In addition, the skills, virtues and defects of every one of them are various, along with their riding style, the way of tackling the curves, how they accelerate, and so on.

But the photographer must do his/her best to capture the most meaningful instants of their riding, the most defining moments regarding how they handle the bike, including the circuits stages and stretches in which they make every effort to fulfill their goals or show their prowess and courage, particularly during the rushed brakings and cornerings.

b) It´s pivotal that the obtained images have great sharpness, something that isn´t easy, because the bikes run at high speed during competitions, which puts the AF of photographic cameras together with the knowledge and experience of the photographer through their paces, above all if we bear in mind that pannings must be made at shutter speeds between roughly 1/60 s and 1/320 s, depending on the area of the circuit and the speed of the bikes at every specific moment, to avoid static pictures and attain dynamism and feeling of motion in them.

To achieve an accurate focus on motorcycles moving very quickly, shooting handheld at such slow shutter speeds, isn´t something one can learn overnight. You must have traipsed a number of circuits and have spent a lot of hours getting pictures of motorcycles at full blast until mastering the adequate techniques and be able to obtain this kind of images.

c) The accumulated stress and weariness are often great, since every bike competition, whether MotoGP, SBK or races of classic motorcycles, endurance, etc, feature huge levels of emotion, stress and collective passion bringing about that everybody sweats buckets, because you have to pay attention not only to the bikes at top speed, but also to all kind of relevant details and situations which can arise in boxes, pit lanes, reactions of spectators, etc.


Bikes spawn indescribable sensations resulting in a rampant increase of adrenalin, so there´s an inevitable physical wearing.

d) The light trajectories and qualities change depending on the atmospheric conditions, the layout of the circuits and the day hour.

The photographer must have experience and intuition in this aspect, looking for the best feasible natural lighting to highlight both riders and their two-wheeled machines.

e) The photographer has to walk very much, often changing position in circuits, searching for the most favourable sections to render pilots on their motorcycles from the most various angles.

f) You have to be standing for a lot of hours, covering different kinds of machines, epochs and capacities, etc.

Large doses of mental strength, passion for bikes and photography are needed to be able to get pictures of such a wide range of competitions and not become a victim of the increasing strain and fatigue as the day goes by.


But first and foremost, if you are a lover of what you´re photographing, difficulties turn into challenges.

In this professional environment it is very important to be humble and endeavour to do things better and better, trying to go beyond yourself, because you learn something new every day and there is always somebody better.

How many different bikes have you had hitherto?

P.V : Being still a child, I had some mopeds. I loved everything having wheels.

My first bike was a 48,7 cc Derbi Antorcha Tricampeona SE with three speed gear box and a power of 2 CV. It was given to me by my uncle Jose Mari in 1974, when I was eleven years old. I enjoyed a great deal with it, riding with some friends also having bikes in the village of Boecillo (Valladolid).

When I was 17 years old I had a Puch Cobra 75 TT that ran in a fantastic way, a full-fledged competition motorcycle, incredibly elastic and very comfortable to ride, whose three first gears were exceedingly together, which made possible to do spectacular starts. Besides, its 10 CV at 7800 rpm air cooled single cylinder 2T engine yielded an extraordinary performance at medium rpm.

The following year, my father bought me a Simca 1000 Rally with back engine and traction, but what I liked were motorcycles.

Then, I bought an air cooled 250 cc single cylinder Ossa Copa 2T featuring intake through piston skirt and 25 CV, with which I ran some races of the Formula 3 Spanish Championship in 1984, because the original model was also sold in a special kit for this competition, featuring identical cylinder head inside the engine, but a better exhaust pipe and superior distribution.

I was already a passionate of photography at the time and together with two friends I hired a studio in Valladolid in which I had a small darkroom where I developed my black and white films and made my prints in different sizes.

Afterwards, I bought a desmodromic Ducati Pantah 600 from Evelio Tejero, an outstanding tuner of V-Twin desmodromic Ducati bikes featuring V90º engine.

I had previously seen this bike run in Formula 2 category in some circuits of Spain and Europe and Tony Rutter made wonders with it, winning four consecutive TT2 World Championships in 1981, 1982, 1983 and 1984.

This motorcycle was one of the jewels created by Fabio Taglioni and the second Ducati bike boasting desmodromic powerplant and distribution through neopren belt, a trend that the mythical Italian engineer had started at Borgo Panigale with the Ducati Pantah 500 (the mother of every modern bicilindric Ducati bike), which replaced the classic distribution through single overhead camshaft with bevel gears for the aforementioned driving belts, as well as being the first Ducati 90º L twin cylinder sporting the multitubular stainless-steel trellis frame.

This Ducati Pantah 600 conveyed unique feelings on riding it, had an hydraulic clutch, new disc brakes and front brake calipers behind the fork.

And however incredible it may seem, it could compete one on one with the tremendous Yamaha RD 350 2T and the very powerful four cylinder Japanese bikes that began to penetrate into the market then and beat the Pantah 600 in the straight sections, but the Italian V-Twin cylinder motorcycle showed its power on cornering, with commendable agility and handling, far superior to Japanese bikes.

I made 80,000 km with the Ducati Pantah 600 and no mechanical component was broken, though maintenance was expensive.

It was a wonderful bike that I missed later because of its fabulous performance in bends, where the three key factors are the suspensions, the brakes and the rider´s skill and courage. All of it in synergy with the excellent frame of the Ducati Pantah 600 allowed yo to utterly relish the riding on crossing the curve, where its stability was incredible.

Then, I had a Ducati 900 Super Sport featuring around 90 CV, which I also bought from Evelio Tejero and had been brought from Barcelona, with high compression pistons and more crossed than usual camshafts.

It was a formidable machine, one of the flagship models of Ducati dynasty boasting desmodromic L 90º twin cylinder Desmodue engine with two valves per cylinder, driven by bevel gears, with a superb highly sportive design and a breathtaking powerplant sound, a racing motorcycle adapted to go through streets.

I remember that cornering with it was a relish, both its top speed and instant acceleration were praiseworthy for the time and its braking ability was sensational thanks to its double braking disc in the front axle, in symbiosis with a monodisc one behind.

Mechanically and as to engine, it was an extraordinary bike, but in that period Ducati motorcycles suffered from frequent glitches in accessories, and one day, riding it under the rain, water entered the electrical wiring and the whole bike burnt.

After it, I had a BMW R100R for a year. It was one of the last models with the round cylinder heads. I made approximately 20,000 km with this bike. It was a good motorcycle, but its boxer engine of that time seemed a bit boring to me in comparison to the powerplants from Ducati and other brands I had previously tested.

Following it, I bought a four cylinder Kawasaki Zephyr 1100 from Rodolfo Otero (second dancer of the Antonio Company for 25 years and with whom I had a good friendship) in 1993. It featured two valves per cylinder, 5 speeds and was air cooled, a very beautiful and retro naked bike, comfortable to ride and boasting excellent acceleration. I travelled 90,000 km with it.

It was a fantastic motorcycle, with style and contours from sixties but performance from nineties, as well as keeping on with the spirit of the original Kawasaki Z1 903 cc from 1972 featuring superb engine mechanics and being a forerunner of the high cylinder capacity 4T models which would replace the 2T ones.

The only thing that broke down during the whole time I had it was the starting relay and it was this bike what made me fall in love with the Japanese motorcycles featuring large four cylinder engines.

It dawned on me that I had to go on with that kind of bikes, since they are the ones I like most, because of their operating smoothness, the massive quantities of torque to ride from the lowest rpm of the engine and so forth.

In spite of being a fervent Ducatista having ridden some models of desmodromic V-Twin cylinder bikes with Borgo Panigale DNA since eighties, Paco Villaverde finally opted for the Japanese motorcycles featuring large four cylinders (which were the most adequate ones for his travels) from early XXI Century.

These big Japanese tetracylinder bikes with more than 1000 cc of capacity engines sported by bikes like the Yamaha XJR 1300, the Honda CB 1300 and others, work flawlessly, since they reach not very high rpm and the efforts endured by these powerplants are lesser.

It is not the same to ride at 120 km/h at 3500 rpm as advancing at that same speed at 8000 rpm, though the engine may have been designed to reach up to 16,000 rpm.

The wearing out at 3500 rpm is going to be always lower than at the highest rpm.

For instance, you can travel with a Honda ST 1300 Pan European bike of the Sport Touring segment, boasting highly aerodynamic frame and longitudinally mounted 1267 cc V-four engine, let the engine rpm drop from sixth gear and can cross a village at 40 km/h with the powerplant at 1200 rpm, a little more than at idle, but the engine keeps on pushing, you touch slightly the gas and they are machines becoming mono march, with exceptional levels of comfort and control on riding them covering great distances.

That´s to say, at 30 or 40 km/h you can perfectly go in sixth gear opening throttle, and the engine pushes. If you are going up a mountain pass, with this breed of Japanese motorcycles you can ascend in second, third or fourth gear, because you open throttle and it advances equally very well, whether the pilot goes alone on the bike or with another person on the back seat, without being bound to change gear, so there isn´t any powerplant sputtering whatsoever.

Shortly afterwards, I began being interested in the Custom world, sold the Kawasaki Zephyr 1100 and acquired a Kawasaki Mean Streak 1600, a bike oozing great character, two cylinders and cardan. It was like a custom dragster, with inverted fork, 320 mm double front disc, radial forward calipers and a power of 80 hp.

You wouldn´t believe how it did burnouts at the traffic lights. You put it in first gear and started smoothly, shifted to second one and since it features cardan, there wasn´t the delay inherent to elastic chains, in addition to the fact that the fastening of the chainring to the back wheel is supple, since it features rubbers to avoid any excessively rigid bump.

It was impressive how on slightly opening throttle after shifting to second gear, when the engine went beyond 2000 rpm, the back wheel skidded.

In spite of being a great bike, I couldn´t or didn´t know to adapt well to the riding position during long trips, so I sold it and bought the Suzuki GSX 1400 I have now, and at the moment of purchase, it had only made 4,000 kilometers.

It is an extraordinary motorcycle, though delicate to handle, with a weight of 250 kg and little margin for error. You can go calmly at 90 km/h, but when wishing to reach high speeds with these large capacity Japanese motorcycles, the rider must have a lot of experience and know what he wants to do.

They are bikes for veteran riders, machines with which it´s necessary to arrive at the bends with everything thought in advance.


Why classic bikes races are so special?

P.V : Classic bikes are exceedingly beautiful, boast timeless designs, remarkable elegance of lines and great personality.

They´re bikes with soul and character, whose riding conveys unique feelings, an unforgettable experience, linked to a historical stage of motorcycling in which riders mostly looked for torque and easiness of traction when cornering, because the usual drum brakes of those times, however good double cam they sport, don´t brake as the most modern disc brakes.

The riding of XX Century classic bikes was based on arriving at the curve exit and opening throttle from the lowest rpm, since the engines couldn´t reach very high rpm because they broke.

That´s why the Norton Manx M30 single cylinder 4T (with featherbed chassis, squish combustion chamber, 40 CV engine featuring exceptional mechanic simplicity, reliability and very wise harnessing of the available space between the piston head and the cylinder head by the engineer Leo Kusmicki, who increased the power a 20% and made possible to compete with the multi-cylinder bikes from other brands until early sixties) ridden by Geoff Duke was able to win the 500 cc World Championship in 1951.

They are likewise pretty interesting because of the extraordinary technology for their time they feature and in which engineers, mechanics, etc, made use of large talent doses when it came to find solutions and had a craftsmanship concept of how to manufacture things, unit by unit, with a great deal of manual work, very deft use of welding, lathe, milling, great skill with the file ans so on.

They were motorcycles made to last a lot of decades of impeccable functioning, without any programmed obsolescence, with a laudable aesthetic sense and poshness.

It was a fascinating period in which function didn´t make the shape, times in which heart prevailed over reasoning, with mythical motorcycles like :

- The BMW R32 from 1923.

- The two cylinder Scott Flying Squirrel 2T 596 cc from 1928 (very advanced for its time and a pioneer bike showing the mechanic superiority with the same capacity of the 2T engines over the 4T ones).

- The Velocette Viper from fifties and sixties.

- The Moto Guzzi V8 500 cc and eight cylinders (with a power of 80 hp at 14000 rpm) of fifties.

-The Triumph Bonneville T120 parallel twin 650 cc from sixties and first half of seventies.

Single cylinder 4t aircooled engine of a Ducati 350 Mono Special from 1981. Another of Paco Villaverde´s strong points is the black and white photography of powerplants from classic motorcycles, which he masterfully lights up to enhance the texture and brightness of its glittering metallic surfaces, the machining accuracy of its different components, the design of carburettors, the imposing appearance of cylinders and cylinder heads, the bevel gears, etc.

- The Ducati 350 Mono Special from 1980.

- The Honda CMX 450 Rebel from 1986 and 1987.

- The Norton Commando from late sixties and until 1977 featuring a two cylinder OHV engine and hemispheric combustion chambers.

- The single cylinder Royal Enfield Bullet 4T 350 cc and 500 cc manufactured from 1931.

- Masterpieces like the Ariel Square Four made between 1931 and 1959.

- The beautiful Japanese classic bikes from seventies like the Honda CB 750 Four, the Suzuki GT 750, the Kawasaki Z1 900 and others.

- The parallel twin cylinder Honda CB450 featuring 444 cc and a power of 45 hp (made between 1965 and 1974), with double overhead camshafts on each cylinder, in a time when only the racing bikes had them. In addition, unlike other motorcycles of those years optimized for achieving the greatest power at the lowest rpm, the Honda CB450 reached its best performance over 6000 rpm, with excellent reliability whenever the engine was heated before each journey and the oil was frequently changed.

It should also be specially mentioned the Suzuki GS1000 from 1979, which set a new standard in the sphere of Superbikes with the great labour fulfilled by the engineer Hisashi Morikawa, who used all the know-how gleaned with the Suzuki RG-500 2T, developing a very sturdy multitubular stainless-steel frame able to withstand any stress in the brakings and on cornering in highways with potholes, in symbiosis with its air cooled transverse four cylinder 987 cc engine with 5 speeds and a power of 90 hp (attached by Massimo Tamburini to the Bimota SB3), as well as needing very little maintenance, a bike that meant a turning point in the history of motorcycling.

Besides, it must be kept in mind that along with 2T classic motorcycles there are a lot of 2T bikes exuding great character, reference-class immediate power delivery and tremendous instantaneous push, like the Yamaha RD350 (able to beat the Yamaha XJ600 4T and the Suzuki GSX550ES 4T), Cagiva Mito 125, Honda NSR400R with V3 engine (with its two external cylinders horizontally located, parallel to the ground, and the third one in the middle in vertical position), Aprilia AF1, Cagiva Freccia C9 125 cc, Gilera KZ 125, Honda NSR 75, Suzuki RG 125 Gamma, etc, equipped with 2T powerplants, whose riding becomes a unique and peerless experience, also bringing about great satisfactions to their pilots, since they are lighter engines than the 4T ones, having fewer components, and on occurring an explosion for each crankshaft turn instead of each two turns as in the 4T ones, they yield more power for a same capacity and their march is more regular, though because of their greater turn rate, they suffer an also greater wearing and guzzle more fuel.


Almost every rider of classic bikes in Spain began with 2T Ossa, Montesa and Bultaco models.

And already in 1977 and 1978, Barry Sheen won two back-to-back 500 cc World Championships with a Suzuki RG500 XR-14 2T, whose registered versions spent a huge quantity of fuel, but on being its engine virtually identical to the one featured by the official Grand Prix bikes, the performances of the Suzuki RG500 bikes ridden by the pilots of the 500 cc World Championship and the Suzuki RG500 motorcycles driven by private riders were very similar, something unheard of until then, in addition to begetting a wonderful sound and auditive orgasm, accompanied by the characteristic smoke trail of the classic 2T engines.

On the other hand, the 2T bikes that disputed the 500 cc World Championship of the second half of nineties (the glorious times of the half a litre competition, with Wayne Rayney, Kevin Schwantz, Mick Doohan, Álex Crivillé and others) approached to 200 hp of power, but the last 40 or 50 hp went into roughly the highest 100 rpm, so these motorcycles were very untamable, with those skids and high sides.

After more than two decades having elapsed since then, these formidable 2T machines that were champions in the queen category like the liquid cooled V-Four and lacking traction control Yamaha YZR 500, Honda NSR 500 and Suzuki RGV500 have likewise become classic bikes and icons which meant a technological quantum leap in the scope of competition at its highest level.

In the same way, the four cylinder 4T Japanese and Italian sporting bikes from nineties have turned into classic ones, because they are models with performance almost on a par with the competition versions and definitely built up a keynote according to which the bike is deemed as a whole in which it is important not only the engine power but also the frame lightness and efficiency, the torque amplitude, etc, with motorcycles like :

- The extremely fast Kawasaki ZZR1100 147 hp from 1990, which reached a top speed of 286 km/h, along with amazing agility and stability thanks to its reference-class RAM Air device.

- The Suzuki GSX-R750 128 hp from 1996.

- The Honda CBR600F from 1991 with an engine boasting fabulous performance, and a legendary bike that was the most sold motorcycle in Spain for many decades.

- The Yamaha FZR600 91 hp with Deltabox chassis.

- The MV Agusta F4 750 126 hp from 1998 with superb design stemming from Massimo Tamburini´s workmanship and ingenuity, as ell as boasting very advanced electronic injection, counter rotating crankshaft, multitubular frame in synergy with metal plate, radial valves optimizing the gas flow shape together with the torque curve, and removable cassette gearbox.

- The dazzling Suzuki GSX1300 Hayabusa 175 hp SuperSport from 1999, featuring four titanium valves in each of the four cylinders and able to reach 300 km/h, turning it into the fastest bike on earth then.

- The liquid cooled Yamaha MT-07 689 cc, inline 2 cylinder engine delivering 74,8 hp at 9000 rpm and crossplane philosophy with crankshaft at 270º which makes possible to develop linear torque, attaining remarkable acceleration. With its great all around performance, this bike has outstandingly boosted the scope of Hypernaked motorcycles for two years, in addition to currently being the medium capacity Yamaha model par excellence.


All of these both 4T and 2T classic motorcycles have a great charm and offer phenomenal photographic possibilities, in the same way as their riders, who are unswerving enthusiasts of bikes and motorcycling mechanics, able to repair and adequately prepare their own machines. Needless to say that you can learn a lot listening to them.


Many people have been surprised on watching your superb pictures of bikes thay you get using a relatively modest photographic gear, with non full frame cameras and not very luminous zoom lenses. What´s the reason for it ?

P.V : The reason is very easy to understand. I try to choose the cameras and lenses best adapting to the kind of photography I do.

Evidently, photography of MotoGP, SBK World Championship, British SBK Championship, Moto3, Moto2, the Super Sport World Championship, the FIM CEV and other competitions developing in large circuits with bikes being the technological state-of-the-art, make necessary for photographers to use exceedingly big, heavy and highly luminous 300 mm f/2.8, 400 mm f/2.8, 500 mm f/4 super tele objectives, coupled to full frame cameras like the reflex Canon EOS-1D X Mark III, Nikon D5 or mirrorless Sony A9, whose AF accuracy in continuous tracking with bikes running at speeds up to roughly 350 km/h is impressive, as well as boasting tremendously fast shooting rates of up to 20 frames per second.

It´s an inevitably frantic context, with professional photographers who must work under very hard conditions, very quickly and sending images through internet with laptops as soon as possible so that the editors do the selection of the best images, also at full speed.

Therefore, everything has to be hastily and thoroughly done, because nowadays most specialized media are online (albeit there are still top-notch motorcycling magazines on paper like Motociclismo, Biker Zone, Motociclismo Clásico, InMoto, Motorcycle Classics, Moto Classiche, Cycle News, Motorrad Magazin, Fast Bikes and others), so the swiftness of images capture and their transmission are the key factors, in symbiosis with the great experience, gift, knowledge of the circuits, proved skill and great work fulfilled beside the track by photographers, who need to use very large, heavy and highly luminous lenses, often shooting both handheld and with a monopod and having to move on scooters to the different areas of the circuits to get the best possible pictures.

The kind of photograph that I do, both with classic and contemporary motorcycles, is utterly different, in small and medium size circuits, with a handcrafted raison d´être, unhurriedly.

I am getting pictures as many hours as I need, and whenever I can I talk to the pilots, mechanics and engineers in boxes, pit lanes, etc.

Paco Villaverde sharing unforgettable moments in boxes with Jesús López González, a living legend of motorcycling and rider who competed with Ángel Nieto and Ricardo Tormo in small cylinder races during seventies and eighties. This illustrious pilot from Zamora and great person, has preserved unscathed his love for bikes and still presently he can be seen riding with outstanding style in different circuits of Spain on his replica of the Bultaco 250 cc from 1968, whose original model Bultaco TSS 250 was ridden by Ramón Torra.

I need to talk with them, to have a direct contact before and after the competitions, I try to know the main traits of their personality, their riding style, their favourite circuit stretches, the features and performance of the motorcycles they handle., etc.

But to be able to spend entire days getting pictures of pilots on their bikes in different races, I have to take with me as light as possible photographic gear and simultaneously yielding professional image quality.

That´s why I chose the APS-C format Nikon digital cameras, because the 1.5x crop factor enables me to have great reach without investing a great sum of money and above all to avoid excessive weight and dimensions, since I must always go walking to every area of each circuit and shoot hand and wrist without any monopod.


I´ve got two APS-C format Nikon D300 cameras with Tamron 150-600 SP f/5-6.3, Tamron 18-270 f/3.5-6.3,


Nikkor 50 mm f/1.8 and


Samyang 8 mm f/3.5.

This lets me approach as much as possible to the riders and their bikes with the least feasible weight and volume of cameras and lenses, both when they´re running full blast immersed in the competition and when they are inside the boxes or pit lanes, greeting the attendees, etc.

On the other hand, the image quality doesn´t only depend on the resolving power and contrast of the lenses.

The fundamental factors to get good images of bikes during races are the photographer´s experience, his knowledge of the circuits and their different sections, the qualities and paths of lights, to pay heed to the most meaningful instants of each competition and pilot, to foresee what is going to happen, etc.

Furthermore, many of the pictures are not made at great f/2.8 apertures, but between f/4 and f/11, and qualitative differences among lenses reduce when stopping down.

Likewise, in my photographs I give great significance to the concept of sharpness, which isn´t the same as resolving power and is linked to acutance, so I make with each picture a comprehensive post production labour from the RAW archive until obtaining the best image aesthetics I can get.

In this regard, there ´s the wrong belief that cameras whose sensors have more megapixels are always the best and the ones delivering more image quality, but that isn´t always true and there´s a raft of factors taking place.


The 23,6 x 15.8 mm sensor of my Nikon D300 cameras is excellent.

This model of camera started being manufactured in 2007, its sensor " only " features 12 megapixels (though of top quality), goes on being a wholly professional camera, its AF is very accurate and boasts a good shooting rate of up to 8 fps, more than enough for the type of photography I do.


What kind of light metering do you use to get your pictures of motorcycles on their bikes ?

P.V : I use spot metering to capture detail in shadows, albeit you can underexpose between one and two diaphragms, on being defining the exposure in the shadow area, it gives a bit more of luminosity than in the dark zone.

The aim is to get the widest tonal range feasible, with a more overexposed shadow area in which everything shows a good sharpness.

I have also to comment that when it comes to making the correct exposures, it has been of invaluable help my previous background as a photographer during eighties and nineties, getting pictures of bikes with analog cameras and colour films, particularly the Fuji Velvia ISO 50 (really ISO 32) slide, which yielded a splended quality in the photomechanics of specialized magazines, but you had a margin of error of only half a diaphragm, so it was necessary to be very careful.

Other times, I use center-weighted average metering.



In which circuits of Spain have you made photographs of riders on their bikes hitherto ?

P.V : At the FK1 in Villaverde de Medina (Valladolid), the Kotarr in Tubilla del Lago (Burgos), Los Arcos in Navarra and others, particularly with amateur pilots from whom I always learn a lot.

The observation from near distances, to see and listen to the pilots, is something of paramount importance in the sort of photography I do.

They are not very large circuits in which it is possible a very direct contact of the photographer with riders, mechanics, engineers and audience, a philosophy shared by this kind of circuits with the SBK World Championship, a competition that in my viewpoint should be reinvigorated, since MotoGP will always be the queen category, because of its fabulous spectacularity, the best pilots in the world competing in it and its breakthrough technology undoubtedly being the pinnacle.

But they are overpriced prototypes, whose performance is out of reach of the street motorcycles, so I do believe that the Superbike World Championship should be strengthened much more, such as was made throughout the halcyon days of nineties, because the technological advances and improvements in performance of these SBK racing bikes are more easily transferred to street motorcycles.


Throughout the decade of nineties, Evelio Tejero was one of the best tuners of Ducati V-Twin ottovalvole bikes with four valves per cylinder in the world along with Franco Farné, Eraldo Ferracci, Reno Leoni, Bruce Meyers, Rory McGuire and Stuart Rust. Which influence has had in your professional trajectory as a photographer and rider your great friendship with the mythical Surgeon of Ducatis Evelio Tejero?

P.V : With regard to the world of motorcycles, Evelio Tejero has been for me like a father. He is the person from whom I have learnt more, the one having taught me more things.

It was Evelio who tuned for me the Ossa Copa 250 cc.

He has always been my mechanic and he was also the person who found the Ducati Pantah 600 and Ducati 900 Super Sport for me.

Evelio Tejero was about to win the Superbike European Championship 1996 (in which he was runner-up) with a Ducati 955 prepared by him and ridden by David Vázquez.

And in 1997, Herri Torrontegui won the Super Sport Spanish Championship with a wide margin of points mounting on a fabulous green colour Ducati 748 SP that had been tuned up by Evelio Tejero.

Some years ago I had the chance of photographing in Valladolid all the famous Ducati bikes prepared by Evelio, and shortly after, there was a homage to his figure as a mechanic organized by Moto Classic Racing and held at the Kotarr Circuit in Tubilla del Lago (Burgos).

Evelio Tejero is a man with tremendous proficiency on mechanics not only of Ducati motorcycles, but also of other brands, so scads of pilots from Spain, Portugal, France, Italy and Germany have taken him their bikes for decades to have them superbly tuned up.

Which is in your viewpoint the level of racing motorcycles photography in Spain?

P.V : Spain is nowadays one of the most important powers in the world in this field, with world-class MotoGP photographers like Tino Martino, Alejandro Ceresuela, Jaime de Diego, Jesús Robledo, Israel Gardyn, Jaime Olivares, David Clarés, Paloma Soria, Óscar J. Barroso, Quino de Mer, José Royo, Francisco Fraile Martín and others, able to capture in a fraction of a second highly meaningful instants making a difference.

They know the best places to be, the locations where there are more overtakes and how to get the best pictures.

This is highly commendable, because competing one on one with top class motorcycling photographers such as Mirco Lazzari, Gigi Soldadno, Diego Sperani, Scott Jones, Ingvild Bolme, Kurt Bradley, Tony Goldsmith, Marco Guidetti, Andrew Wheeler, Gareth Harford, Vincent Guignet, Dave Wilson, Alex Chailan, Richard Walch and others is something very difficult.

There are also extraordinary Spanish photographers specialized on both motorcycles tests and static images of bikes with splendid lighting and likewise being among the international cream of the crop in this sphere, like Jaime de Diego, Francesc Montero, Juan Sanz, Miguel Méndez, etc.

A genuine bike rider, nice guy, warmhearted and a person you can trust on, Paco Villaverde has lived for the bikes throughout more than forty years, with the same intensity and passion as being 11 years old, when he saw and listened to that Benelli 750 Sei that started his lifelong idyll with motorcycles, something for which there isn´t any antidote.



You have been the official photographer of Moto Classic Racing (a firm organizing races of Japanese and European classic bikes, competitions of resistence, MiniMotard, SM, Modern Sports Motorcycles, etc, in different circuits) for some years. Which aspects would you underline of this stage?

P.V :  It has been a very fruitful relationship right off the bat.

Paco García, driving force of Moto Classic Racing along with his wife Raquel, is a veteran bike rider with many decades of experience, unwavering devotion to motorcycles and a man having made a huge diachronic effort in favour of the celebration of all kind of motorcycling events and competitions. He does everything in a painstaking way and his true unselfish nature makes him endeavour to the utmost, always looking for the collective welfare of riders, mechanics, engineers and attendant public being enthusiast of bikes.

To this must be added the great toil of the whole Moto Classic Racing staff, always doing their best to oversee every detail long before each event and working intensively during their development.

Eight months after the demise in accident on June 27, 2019 of the good-natured rider from Cantabria Ismael Azábal " Nichi" with whom he had a great friendship often getting pictures of him in a number of competitions, Paco Villaverde watches the two first pages of the stunning article devoted by the prestigious Italian magazine MotoClassiche (currently the best illustrated publication in the world on classic bikes) from November 2019 to the legendary Honda VFR400R NC30 from 1992, featuring a fairly elastic and torquey V4 engine, with distribution made through cams being driven by straight cut gears instead of chains or belts, and cylinder heads boasting camshafts aligned with the valves (four per cylinder) to do the powerplant more compact. This was the motorcycle that Nichi loved with all of his being, a technological and design wonder that Ismael brought from England to Spain. The memory of " Nichi" will live on forever.

I have met a lot of interesting people, remember hundreds of unforgettable anecdotes, one-off moments, and I have learnt a great deal listening to them, because kerosene flows through their veins, they love bikes and are a kind of family with a stunning level of cohesion and comradeship.

Which sides would you underscore more in nowadays bikes?

P.V : The contemporary motorcycles are extraordinary, with a technological sophistication and power which were out of the question only twenty years ago, since everything evolves.

Now, it´s even possible to buy 231 hp street bikes like the Kawasaki H2.

They are very advanced models, boasting great aerodynamics and a state-of-the-art electronics, together with an impressive braking ability.

Besides, many of these bikes feature different riding modes, so each pilot can choose the option better adapting to his style.

Moreover, comfort and security on riding has been greatly improved both in sporting motorcycles and tourers, with the antiblock of brakes ABS systems, the traction control preventing the back wheel from skidding and losing grip in the surface on which it is spinning, and there are even models going beyond the electronic control and feature IMU (Unit of Inertial Metering), accurately defining what the bike is doing at every moment.

This cutting-edge technology used in aviation makes a 3D detection of the motorcycle movements ( pitch, yaw and roll ), which are very useful to optimize the traditional riding choices, traction control or braking.

On the other hand, the look of contemporary bikes is a riveting sight, with pretty aerodynamic designs and aggressive contours in which function makes the shape.

It goes without saying that the materials have likewise improved very much, along with the electronics management, which has reached highly sophisticated levels, particularly in the electronic injection and accelerators enabling to control the traction and power modes.

Paco Villaverde inside the restaurant La Cocina de Neptuno, beside the Prado Museum, after an unforgettable lunch also elaborating on bikes, posing next to some classic motorcycles magazines of his collection.

In the time of classic bikes, forged pistons, titanium connecting rods, etc, couldn´t be made, and the highest rpm they could reach were relatively low.

Presently, engines can achieve up to approximately 22000 rpm.

The technological revolution and betterment in materials is constant, in such a way that the piston speed in meters per second can be increased. The more revolutions are attained, the more power you get, because power is the torque / rpm .

That´s why the most powerful engines are those ones reaching the highest rpm, as happens with MotoGP bikes, which are prototypes with reference-class performance and technology.

Additionally, progress in aerodynamic development are being spectacular, specially the CFD (Computerized Fluid Dynamics) technology being used by Edoardo Lenoci (Manager of Aerodynamic Development at Ducati) in the design of MotoGP fairings and able to simulate in a computer with great precision both the circuit condition and the way in which the air flow makes contact with the bike, data that are used to get an extraordinary aerodynamic tune, different for each track and generating highly efficient levels of aerodynamic downforce, something truly deserving accolades, since aerodynamic aspects of MotoGP prototypes are much more complex than in Formula 1 cars, because the gravity center is in constant movement and the quantity of perceptions experienced by a motorcycle rider is much greater.

There are even highly advanced research on intelligent bikes that will feature very special sensors, emotional engines and dialogue systems talking to the motorcycle that will adapt to the specific daily mood of each rider.

Paco Villaverde reading the two first pages of the in-depth article published by MotoClassische Italian magazine in November 2019 on the mythical Suzuki Katana GSX 650 cc ED-1, whose first prototype was manufactured in 1979, a bike boasting amazing performance for its time, with a revolutionary design created by Hans Muth (previously design chief at BMW), which laid special emphasis on the aerodynamic optimization, a highly innovative wedge-shaped fuel tank and stability at high speed. It was a groundbreaking motorcycle as to the aesthetics and contours of the previous production models, bringing about the birth of the Suzuki Katana GSX1100S, which was a great sales success and whose shapes have had a huge influence in the appearance of every later bike since then, including the aerodynamic design of seats and fuel tanks.

The interest for motorcycles is on the rise, and in spite of the economical crisis, sales are growing, boosted by a great assortment of models from every brand featuring different capacities, designs, performances and prices.

Here is a selection of pictures made by Paco Villaverde :