jueves, 10 de mayo de 2012

LEICA APO-SUMMICRON-M 50 MM F2 ASPH: UN DISEÑO ÓPTICO DE REFERENCIA DURANTE 33 AÑOS ENTREGA EL TESTIGO AL NUEVO BUQUE INSIGNIA MUNDIAL F/2 EN FOCAL STANDARD


Texto y Fotos Indicadas: José Manuel Serrano Esparza
ENGLISH VERSION

Durante el transcurso de un acto celebrado hoy en Berlín, Leica ha presentado su nuevo Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH, el mejor objetivo de focal standard 50 mm fabricado hasta la fecha en el mundo, y que pone fin a la supremacía incontestable de 33 años como referente cualitativo en el segmento de ópticas de 50 mm y apertura máxima f/2 del Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4 de 1979 (que posee idéntica fórmula que el Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 de 1994) diseñado por Walter Mandler sin elementos asféricos y con esquema clásico Doble Gauss llevado hasta los últimos confines de lo realizable.


                                 Photo: José Manuel Serrano Esparza

Peter Karbe, Jefe del Departamento Óptico de Leica Camera AG en Solms, ha sido el diseñador óptico de este nuevo buque insignia mundial 50 mm f/2, que al mismo tiempo logra algo que se consideraba en la frontera de lo física y científicamente imposible: superar el rendimiento óptico del Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH, una auténtica obra maestra que era hasta ahora el monarca imbatible en el ámbito de los objetivos de focal standard 50 mm, de lo cual se infiere que el nuevo Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH es el objetivo Leica M de mayor rendimiento óptico de todos los tiempos y se convierte desde el mismo momento de su aparición en el referente mundial cualitativo.


ESQUEMA ÓPTICO


Se trata de un diseño de 8 elementos en 5 grupos, en el que destacan una superficie asférica, tres elementos fabricados con vidrio de dispersión cromática anómala y dos con vidrios de alto índice de refracción.

Estos vidrios ópticos de muy altas prestaciones han sido creados por el Laboratorio de Investigación de Vidrios Ópticos Leitz, referente internacional diacrónico en su especialidad, y que desde un punto de vista histórico fue el primero en crear vidrio óptico de lantano de altísima capacidad refractiva y libre de torio, así como el pionero en el diseño y realización de la primera máquina para pulir y tornear elementos asféricos con la máxima precisión y constituyendo una línea productiva.

Por otra parte, el esquema óptico de este Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH aporta lo mejor de dos mundos:

a) Tres elementos ópticos con clara configuración Doble-Gauss (sobre todo el primero y tercero comenzando por la izquierda del diagrama, muy similares en su forma -aunque con mayor grado de curvatura y mucho mayor dificultad constructiva- al elemento 1 y 3 de la zona delantera  por delante del diafragma del Summicron-M 50 mm f/2 de 6 elementos en 4 grupos Versión 4 y 5 de Walter Mandler - en este caso el elemento 2 situado entre ambos es mucho más grueso y con bastante menor curvatura que el elemento 2 de la parte frontal del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH-) y

b) Cinco elementos ópticos - de los cuales uno, el más próximo al diafragma, es asférico- situados por detrás de las palas del mismo y que se inspiran en la configuración de cinco lentes traseras del Summilux-M 35 mm f/1.4 ASPH, que funcionan como grupo óptico flotante y permiten obtener la máxima calidad de imagen posible desde la distancia mínima de enfoque de 0.7 m hasta infinito.

No obstante, el elemento asférico del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH es de mayor anchura y curvatura que el elemento asférico del Summilux-M 35 mm f/1.4 ASPH, diferencia de anchura y curvatura mucho mayor todavía en los cuatro elementos ubicados tras la superficie asférica del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH, que son de notable tamaño, y que a buen seguro han sido realizados con los más exclusivos vidrios ópticos Leitz - indicados en la imagen con punto grueso -


capaces de aportar las características necesarias para tan descomunal tour de force óptico y a la vez mantener un peso lo más ligero posible.

Por otra parte, Leica ha utilizado también en este diseño pegamentos de fórmula especial y precio muy elevado, caracterizados por una impresionante adherencia y mantenimiento de sus propiedades durante décadas, lo cual puede verse sobre todo en los cuatro elementos ubicados tras el elemento asférico del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH, adheridos en grupos de dos y cuyas dimensiones son mucho más grandes que los otros cuatro elementos de su esquema óptico.

Es un diseño óptico de dificultad absolutamente extrema, en el que Leica afronta el reto no sólo de crear un 50 mm f/2 que mejore con creces el rendimiento del soberbio Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4 de Mandler (que data de 1979), sino sobre todo de superar al Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH a f/2, f/2.8 y f/5.6, lo cual se consideraba prácticamente imposible hasta hace muy poco.

Y Peter Karbe lo ha conseguido mediante una magistral sinergia entre el diseño Doble-Gauss llevado al límite conforme a los parámetros Über die Berechnung einfacher Gauss-Objektive expuestos por Walter Mandler en su tesis doctoral de la Universidad de Giessen (Alemania) en 1979 y el esquema Summilux-M 35 mm f/1.4 ASPH de nueve elementos (con cinco lentes tras diafragma que operan como un elemento flotante global, y de las cuales los elementos 6 y 7 y 8 y 9 están adheridos en grupos de dos), consiguiendo dejar el diseño final en 8 elementos - Leica siempre trata de diseñar sus objetivos con el menor número de elementos posibles, además de con mínimo peso, volumen y diámetro de lente frontal- , cuando existía también la opción de seguir el esquema del Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH, que al igual que el Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH es un diseño óptico de 8 elementos en 5 grupos, pero con sólo dos de ellos (7 y 8) funcionando como elemento flotante.

Todo ello se ha realizado con una clara misión: intentar lograr un objetivo lo más próximo posible al concepto irrealizable de óptica perfecta, con altísima calidad de imagen a todos los diafragmas y distancias focales, tanto en el centro como en bordes y esquinas, con una uniformidad de rendimiento desconocida hasta la fecha, entre f/2 y f/5.6 ambos inclusive.

Si a ello añadimos que además de superar al Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH a partir de f/2, lo cual se consideraba poco menos que imposible, Leica ha conseguido reducir la longitud (47 mm), diámetro (53 mm) y peso (300 g) con respecto a dicho extraordinario objetivo (52.5 mm de longitud, 53.5 mm de diámetro y 335 g de peso), la magnitud de la proeza puede comenzar a entenderse en su justa medida.

Es decir, Leica ha puesto en el nuevo mejor objetivo de 50 mm del mundo recién presentado en Berlín toda su enorme experiencia y know-how en el diseño de objetivos fotográficos, sumando a la cúspide evolutiva Doble Gauss lograda por Mandler (zona delantera del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH) lo más avanzado de la tecnología de superficies asféricas comenzada por la Oficina de Diseño de Leica Camera AG dirigida por Lothar Kölsch a principios de los noventa con un gran equipo en el que figuraban Horst Schröder, Peter Karbe, Sigrun Kammans y otros y que tras veinte años de desarrollo Peter Karbe ha llevado al máximo (zona trasera del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH).

 CONSTRUCCIÓN MECÁNICA
 
Leica siempre ha puesto una meticulosa atención en los componentes mecánicos de sus objetivos, hechos con metales nobles como aluminio y latón (a los que se da un adecuado tratamiento de superficie para evitar el menor atisbo de corrosión) junto con abundantes muelles, tornillos y palas de diafragma de avanzada teconología, y a este respecto, el nivel constructivo del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH debe estar indudablemente a la altura de la impresionante calidad de imagen que produce, ya que por muy bueno que pueda ser un objetivo desde un punto de vista óptico, únicamente podrá aportar su máximo potencial cualitativo si posee una precisión mecánica y montaje de los elementos ópticos que vaya en consonancia con su extraordinario rendimiento óptico.

Y éste es un aspecto de enorme importancia que a menudo se olvida al hablar de ópticas de incontestable calidad, ya que a efectos prácticos de uso, la calidad mecánica es tan importante como la óptica.

Los objetivos Leica M son fabricados de modo artesanal manual, unidad por unidad, a fin de que mantengan íntegras sus propiedades al 100% durante muchas décadas de duro trabajo profesional bajo todo tipo de tareas fotográficas y condiciones medioambientales, incluso las más extremas, por lo que tanto los vidrios ópticos de altísimas prestaciones ópticas como las piezas mecánicas deben soportar duros tests preliminares antes de ser enviados a la fase de fabricación, durante la cual se asegura una alta uniformidad de producción con tolerancias muy altas, hasta tal extremo que un modelo matemático genera sistemas ópticos mediante la combinación de elementos individuales durante la fase de montaje, compensando además los posibles errores de tolerancia que pudieran tener lugar durante la fabricación.

En este sentido, el torneado y pulido de la acentuada curvatura del elemento 3 de la parte delantera del Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH debe haber requerido un trabajo tremendamente preciso y delicado, al igual que la superficie asférica del elemento 5, justo detrás del diafragma, y con la dificultad añadida de situarlo exactamente a la distancia necesaria para interactuar con el primero de los cuatro grandes elementos - con diferencia los de mayor tamaño de los ocho de que se compone la célula óptica - situado muy cerca de él, por lo que sin duda se habrán realizado muchos tests diferentes con este nuevo objetivo buque insignia utilizando instrumentos de precisión creados específicamente para cada verificación, los cuales son asistidos por ordenador y cuya misión es conseguir la distancia exacta necesaria entre los elementos así como un alineamiento de máxima precisión sobre el eje óptico de todos y cada uno de los centros de curvatura.

Ni que decir tiene que las dificultades habrán sido de magnitud geométrica a la hora de ajustar y ensamblar con precisión los grandes elementos 5, 6, 7 y 8 (adheridos en grupos de dos lentes cada uno), estimando las expansiones y contracciones que podrían afectarles, a fin de obtener las muy estrictas pautas cualitativas y tolerancias típicas en Leica. Y para conseguirlo, dichos elementos individuales de notable tamaño adheridos en grupos de dos, deben ser ensamblados sobre monturas metálicas, al igual que el resto de elementos individuales.

En otro orden de cosas, existe una alta probabilidad de que cada objetivo Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH haya sido sometido a aproximadamente 100 criterios de prueba a cual más duro, incluyendo quizá entre ellos tests de diferencias de temperatura entre aproximadamente -30º C y + 30º C, a lo cual hay que sumar el hecho muy importante de que la montura helicoidal de enfoque, la bayoneta, el diafragma del iris y el resto de componentes de la montura del objetivo son diseñados con gran esmero sobre la pantalla de un ordenador, utilizando un exclusivo programa de diseño computerizado, tras lo cual comienza la fabricación propiamente dicha mediante ultramodernas máquinas CNC de anorme precisión.

RENDIMIENTO EN CURVAS MTF
Las curvas MTF aportadas por Leica demuestran claramente que no incurren en exageración alguna al afirmar que el Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH constituye un Hito en la Historia del Diseño Óptico que ha expandido los límites de lo técnicamente posible, estableciendo un nuevo standard en calidad de imagen en fotografía digital de 35 mm.

Es la pura realidad.



             
DISTORSIÓN


VIÑETEADO


EL SUMMICRON-M 50 MM F/2 CONTINUARÁ EN PRODUCCIÓN
El Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 (con fórmula óptica diseñada por Walter Mandler en 1979 en su Versión 4), que lleva en producción desde 1994, seguirá fabricándose, lo cual constituye en mi opinión una muy acertada decisión por parte de Leica, que ofrece así además del nuevo buque insignia mundial Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH y el extraordinario Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH una alternativa más económica en el segmento de ópticas standard de focal 50 mm, sin superficies asféricas, pero con una compacidad y ligereza de peso virtualmente imbatibles, además de seguir aportando una calidad de imagen que aún sin ser tan descomunal como la que logran los otros dos objetivos de superior precio, sigue siendo excelente.

Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 (lanzado al mercado en 1994) con idéntica fórmula óptica que el Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4 (lanzado al mercado en 1979), con la única diferencia de que la versión más moderna lleva un parasol incorporado extensible y carece de tab. Photo: José Manuel Serrano Esparza

      Summicron-M 50 mm f/2 Version 5 cromado con su parasol 
      incorporado extendido. Photo:  José Manuel Serrano Esparza

Vista trasera del Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 cromado, con su codificación de 6 bits para uso con Leica M9, Leica M9-P y Leica Monochrom. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Vista trasera diagonal izquierda del Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 cromado. Photo: José Manuel Serrano Esparza

  Summicron-M 50 mm f/2 Versión 5 cromado sobre Leica M9-P. La compacidad, bajo peso y capacidad para tiro a pulso con total comodidad y ausencia de trepidación de este pequeño y bellísimo objetivo con cualquier cámara Leica M son ciertamente únicos, destacando también por su acreditado potencial para conseguir una soberbia calidad de imagen, incluso a diafragma abierto f/2. Photo: José Manuel Serrano Esparza

                              Photo: José Manuel Serrano Esparza

Vista frontal de Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4. Photo: José Manuel Serrano Esparza

No en vano, esta pequeña joya ha sido el patrón del mercado fotográfico de las ópticas f/2 para formato 35 mm durante 33 años, caracterizándose no sólo por sus prestaciones ópticas de primerísimo nivel, sino también por una calidad constructiva,

Vista diagonal trasera del Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Vista lateral diagonal del Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4. Photo: José Manuel Serrano Esparza

    Vista lateral de Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4. Photo: José
    Manuel Serrano Esparza

de mecanizado de piezas, de torneado y pulido de los elementos, de recubrimiento de sus superficies y de montaje de los mismos dentro de los barriletes conforme a premisas artesanales manuales que fueron claramente marcadas desde principios de los años cincuenta por auténticos maestros como Ernst Hasenaier, Ernst Pausch y Hans Karl Wiese, cuya labor sería continuada a partir de la década de los noventa - con métodos más evolucionados, máquinas ultramodernas y uso de ordenadores- por expertos en el ámbito del ensamblaje de elementos ópticos como Rainer Schnabel, Stefan Schlünz, Ulrich Schröder y otros.

     Summicron-M 50 mm f/2 con Leica M9-P. Vista aérea diagonal 
     derecha. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Y es que tirar a pulso con una Leica M9, M9-P o Leica Monochrom conectada a un Summicron-M 50 mm f/2 es una auténtica delicia, además de constituir un equipo fotográfico de concepción minimalista, pero con gran portabilidad, notable facilidad de manejo, práctica eliminación de trepidación y una abertura máxima de diafragma que permite enfrentarse a la mayoría de situaciones reales fotográficas que puedan surgir, con la inestimable ayuda de los sensores digitales que dan mucha más calidad a ISOS altos que las cámaras analógicas.

Vista lateral de Summicron-M 50 mm f/2 Versión 4 apoyado sobre su tab. Photo: José Manuel Serrano Esparza


Copyright Texto y Fotos Indicadas: José Manuel Serrano Esparza. LHSA

LEICA M MONOCHROM: REGRESO AL FUTURO

ANÁLISIS DE LAS CURVAS MTF DEL APO-SUMMICRON-M 50 MM F/2 ASPH

LEICA APO-SUMMICRON-M 50 MM F/2 ASPH : A 33 YEAR OLD BENCHMARK OPTICAL DESIGN HANDS OVER THE BATON TO THE NEW WORLD FLAGSHIP IN F/2 APERTURE STANDARD FOCAL LENS

Text and Indicated Photos: José Manuel Serrano Esparza
SPANISH VERSION

In a ceremony held today in Berlin, Leica has presented its new Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH, the best 50 mm lens ever made in the world, finishing with the 33 year undisputed quality supremacy as a benchmark optical design in the f/2 aperture standard focal length scope of the 1979 Summicron-M 50 mm f/2 fourth version lens (featuring identical formula than the 1994 Summicron-M 50 mm f/2 fifth version) designed by Walter Mandler without any aspherical elements and featuring a classic Double Gauss scheme stretched to its very limit.


                                 Photo: José Manuel Serrano Esparza                                           
Peter Karbe, Head of the Optical Department of Leica Camera AG at Solms, has been the optical designer of this new 50 mm f/2 flagship, which at the same time attains something that was deemed in the frontier of the physically and scientifically impossible: to beat the optical performance of the Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH, a true masterpiece which was till now the unchallenged king in the 50 mm standard lens sphere, from which it follows that the new Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH is now the best Leica M lens of all time, becoming the worldwide qualitative benchmark from the very moment of its presentation.

OPTICAL SCHEME


It´s an 8 elements in 5 groups design, featuring an aspherical surface, three elements made with anomalous chromatic dispersion glass and two with high refractive index glasses.

These optical glasses boasting exceedingly high performance have been manufactured by the Leitz Laboratory of Research of Optical Glasses, the international diacronic benchmark in its speciality and that from a historical viewpoint was the first creating highly refractive and thorium free lanthanum optical glass, as well as being the pioneer in the design and making of the first machine to polish and grind aspherical elements with utmost accuracy and setting up a production line.

On the other hand, the optical scheme of this Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH provides the best of two worlds:

a) Three optical elements with a clear Double-Gauss configuration (above all the first and third beginning from the left of the diagram, very similar in their shape - though with a larger degree of curvature and a much bigger building construction-  to the elements 1 and 3 of the front area beyond the diaphragm of Walter Mandler´s 6 elements in 4 groups Summicron-M 50 mm f/2 Fourth Version ( in this case, the element 2 located between both of them is much thicker and with much lesser degree of curvature than the element 2 of the front area of Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH ) .

b) Five optical elements - of which one, the nearest to the diaphragm, is an aspherical one- located behind the blades and inspired by the arrangement of the five back optical elements of the Summilux-M 35 mm f/1.4 ASPH, working as an optical floating group and enabling to attain the maximum feasible image quality from the minimum focusing distance of 0.7 m up to infinite.

Nevertheless, the aspherical element of the Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH has an even bigger width and curvature than the aspherical lens of the Summilux-M 35 mm f/1.4 ASPH, a difference in width and curvature that is much larger in the four elements placed behind the aspherical lens of the Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH, which feature a remarkable size and have undoubtedly been made with the most exclusive Leitz optical glasses -indicated in the image with thick dots-


able to provide the necessary properties to fulfill such a colossal optical tour de force and at the same time to keep as light a weight as possible.

On the other hand, Leica has also used in this design very specially formulated and expensive glues, outstanding because of their impressive adherence and preservation of their qualities throughout decades, which can be mainly seen in the four elements located behind the aspherical surface of the Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH, cemented in groups of two, and whose dimensions are much bigger than the other four elements of its optical formula.

It´s an optical design of absolutely extreme level of difficulty, in which Leica tackles the challenge of not only creating a 50 mm f/2 aspherical lens greatly beating Mandler´s Summicron-M 50 mm f/2 Version 4 (dating back to 1979), but above all of even outpeforming the Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH at f/2, f/2.8 and f/5.6 apertures, something which was thought to be almost impossible until very recently.

And Peter Karbe has achieved it through a masterful synergy between the Double-Gauss design stretched to its very limit according to the parameters Über die Berechnung einfacher Gauss-Objective set forth by Walter Mandler in his doctoral dissertation at Giessen University (Germany) in 1979 for the elements of the front part of the objective, and the optical scheme of the Summilux-M 35 mm f/1.4 ASPH featuring nine elements (with five of them after the diaphragm working as a global floating element, and of which the elements 6, 7, 8 and 9 are cemented in groups of two) for the back part of the optical cell behind diaphragm, managing to get the final design in 8 elements (Leica always endeavours to design their lenses with the least possible number of elements, weight, volume and diameter), when there was also the choice of following the scheme of Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH, sporting 8 elements in 5 groups in the same way as the Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH, but with only two of them (7 and 8) operating as a floating elements. 


All of it has been made with a clear aim: trying to create a 50 mm lens as near as possible to the unfeasible concept of 100% perfect objective, with a stellar image quality at every f stop and focal range, both in the center and border and corners, with an unprecedented uniformity of performance between f/2 and f/5.6.

If we add to it that as well as beating the Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH from f/2 on, which was deemed almost impossible, Leica has managed to reduce the length (47 mm), diameter (53 mm) and weight (300 g) as to such an extraordinary lens (52.5 mm in length, 53.5 mm in diameter and a weight of 335 g), the magnitude of the optical and mechanical feat can begin to be properly understood.

That´s to say, Leica has put in the new best in the world 50 mm lens just presented in Berlin all of its huge experience and know-how in the design of photographic lenses, adding to the evolutive Double-Gauss zenith achieved by Mandler (three front elements of the Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH located beyond the diaphragm) the most advanced and state-of-the-art technology of aspherical surfaces started in early nineties by the Office of Design of Leica Camera AG directed by Lothar Kölsch with a great team in which were Horst Schröder, Peter Karbe, Sigrun Kammans and others, and that after around twenty years of development, Peter Karbe has taken to its limit (five back elements of Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH placed behind the diaphragm blades).

MECHANICAL CONSTRUCTION

Leica has always paid very thorough attention to the mechanical components of its lenses, made of noble metals like aluminum and brass (which are given the adequate surface treatment to avoid corrosion) along with a number of high-tech stainless-steel springs, screws and diaphragm blades, and in this regard, the construction of the Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH must undoubtedly match the amazing image quality it renders, because however good a lens may be, it will only give its full potential featuring a mechanical precision and optics assembly on a par with imaging performance. Only that way it is possible to avoid a progressive loss of qualities with the elapse of time.

And this is an exceedingly substantial side often forgotten when speaking about top-notch lenses, since to all intents and purposes the mechanical quality is as important as the optical one.

Leica lenses are created to flawlessly keep their 100% integral properties throughout a lot of decades of hard professional work under every kind of photographic assignment and weather condition, even the most extreme, so both the glasses and the mechanical parts must undergo preliminary hard tests before being delivered for manufacture, during which a high production uniformity is assured with very tight tolerances, to such an extent that a mathematical pattern generates optical systems by means of the combination of individual lens elements during the mounting stage, also making up for tolerances errors which could happen during the manufacturing.

In this regard, the grinding and polishing of the highly curved element 3 of the front part of the Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH must have required a tremendously accurate and delicate work, in the same way as the aspherical surface of the element 5, just behind the diaphragm, and with the added difficulty of placing it exactly at the distance necessary to interact with the first of the four big elements - with difference the largest ones of the eight inside the optical cell - located very near it, so a lot of different tests will have been made with this new flagship lens making use of measuring instruments created for each check and being computer assisted to get both the required spacings and an utterly exact alignment of every center of curvature on the optical axis.

Needless to say that difficulties will have been of geometric magnitude to accurately adjust and assemble those big elements 5, 6, 7 and 8 (cemented in two groups of two lenses each one) estimating the expansions and contractions which could have an effect on them, in order to attain the exceedingly stringent Leica quality standards and tolerances. And to achieve it, those big individual lens elements stuck into lens groups must be assembled onto metal mounts, in the same way as the individual lens elements.

On the other hand, I think that there´s a high probability that each Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH will have been subjected to around 100 very hard test criteria, among them maybe including temperature shocks between approximately -30º C and + 30º C, to which must be added the very substantial fact that the helical focusing mount, the bayonet, the iris diaphragm and the rest of lens mount components are designed with fairly painstaking care on a big computer screen and using a computer assisted design program, after which the exceedingly accurate manufacture begins on state-of-the-art CNC controlled machines.


MTF CURVES PERFORMANCE
The MTF curves provided by Leica Camera AG clearly prove that they don´t make any hype at all when they state that the Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH is a milestone in the History of Optical Design which has expanded the limits of the technically possible to set new standards in picture quality in 35 mm digital photography.

It is the pure truth:
 
                  Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH at full aperture f/2

                           Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH at f/2.8


                             Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH at f/5.6

 DISTORTION

 VIGNETTING

THE SUMMICRON-M 50 MM F2 WILL CONTINUE IN PRODUCTION
The Summicron-M 50 mm f/2 5th Version (with an optical formula designed by Walter Mandler in 1979 in its 4th Version), which has been in production since 1994, will go on being manufactured, which is in my viewpoint a very wise decision by Leica, that this way offers along with the new world flagship Apo-Summicron-M 50 mm f/2 ASPH and the extraordinary Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH a cheaper choice in the scope of standard 50 mm focal focal length objectives, lacking aspherical surfaces but boasting a virtually unbeatable compactness and weight lightness, as well as keeping on providing an image quality that albeit not being so syperlative as the one delivered by the other two more expensive aspherical 50 mm Leica M lenses, is still excellent.

Walter Mandler´s Summicron-M 50 mm f/2 5th Version (launched into market in 1994) with identical optical formula than the Summicron-M 50 mm f/2 4th Version (launched into market in 1979), with the only difference that the most modern version features an extendable built-in hood. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Chromed Summicron-M 50 mm f/2 5th Version with its built-in hood in extended position.

Back view of Summicron-M 50 mm f/2 5th Version with the 6-bit coding for use with Leica M9, M9-P and Leica Monochrom. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Left diagonal back view of Summicron-M 50 mm f/2 5th Version. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Summicron-M 50 mm f/2 5th Version on a Leica M9-P. The compactness, low weight and ability to exceedingly comfortable handheld shooting of this tiny and very beautiful lens with any Leica M camera are unique, along with its proved potential to get superb image quality even at maximum aperture f/2.
                  Photo: José Manuel Serrano Esparza

Front view of Summicron-M 50 mm f/2 4th Version. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Not in vain, this little jewel is a world class lens and has been the flagship of 35 mm format f/2 lenses for 33 years, being prominent not only because of its top-notch optical performance, but also due to its building quality,

Back diagonal view of Summicron-M 50 mm f/2 4th Version. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Diagonal lateral view of Summicron-M 50 mm f/2 4th Version. Photo: José Manuel Serrano Esparza

Lateral view of Summicron-M 50 mm f/2 4th Version. Photo: José Manuel Serrano Esparza

with a mechanizing of metallic components, of grinding and polishing of optical elements, of coating of surfaces and of their mounting inside the objective barrel according to manual craftmanship guide lines which were clearly betokened from early fifties by true masters like Ernst Hasenaier, Ernst Pausch and Hans Karl Wiese, whose labour would be followed from the beginning of nineties - with more updated methods, ultramodern machines and use of computers - by experts in the field of assembling of optical elements like Rainer Schnabel, Stefan Schlünz, Ulrich Schröder and others.

                                Photo: José Manuel Serrano Esparza

To shoot handheld with a Leica M9, M9-P or Leica Monochrom connected to a Summicron-M 50 mm f/2 lens is a real relish, besides making up a minimalist conceived photographic equipment, yet sporting a great portability, outstanding handling easiness, a practical obliteration of trepidation and a maximum f/2 aperture enabling to tackle most real photographic contexts which can arise, with the invaluable help of digital full frame sensors, that render much more quality of image in high isos than analogue cameras.

Summicron-M 50 mm f2 4th Version leaning on its tab. Photo: José Manuel Serrano Esparza


Copyright Text and Indicated Photos: José Manuel Serrano Esparza. LHSA

LEICA M MONOCHROM: BACK TO THE FUTURE

LEICA APO-SUMMICRON-M 50 MM F/2 ASPH: ANALYSIS OF MTF CURVES

LEICA M MONOCHROM: REGRESO AL FUTURO

José Manuel Serrano Esparza
ENGLISH VERSION

Leica ha presentado hoy durante un acto celebrado en Berlín su Leica M Monochrom, la primera cámara digital full frame de la historia con sensor 24 x 36 mm - CCD de 18 Megapixels, diseñado únicamente para fotografía de blanco y negro.

Aunque evidentemente la Leica M Monochrom es una cámara de aspecto enormemente similar a las M9 y M9-P full frame digitales para color, a cuya clásica Línea M también pertenece, la decisión tomada por Leica de fabricar una cámara telemétrica para uso exclusivo con blanco y negro 


constituye algo sin precedentes y que muestra claramente la enorme importancia que la mítica empresa alemana concede a las imágenes monocromas 


y a su gigantesco peso específico en la Historia de la Fotografía, muy vinculado a la época dorada de la fotografía analógica, y que continúa plenamente vigente.


No en vano, la búsqueda de la emulación de la magia del blanco y negro químico en el ámbito digital ha sido una constante desde la llegada de los primeros captores electrónicos 24 x 36 mm de alta calidad, con soluciones de variada índole que con mayor o menor nivel de aproximación trataban de reproducir las características de imagen de películas monocromas de reconocida versatilidad, especial estética de imagen y calidad global de la misma, como por ejemplo la Kodak Tri-X 400.


No deja de ser pues curioso e incluso fascinante el paso emprendido por Leica con esta cámara recién llegada y que entronca histórica y conceptualmente con la fotografía de blanco y negro analógica, que en muy elevado porcentaje ha sido epicentro vital diacrónico de la marca desde la creación de la Leica Ur en 1913 hasta esta flamante Leica Monochrome digital de 2012, igualmente en formato 35 mm.

Lo que ocurre es que ya inmersos en plena era digital, la nueva Leica Monochrom y su sensor CCD de 18 Megapixels (fabricado por Truesense Imaging, Inc. de Rochester, Nueva York), de diseño completamente nuevo, auténtico estado del arte, desarrollado únicamente para fotografía de blanco y negro y caracterizado por la no existencia de filtro de paso bajo, filtros de color RGB sobre los fotodiodos ni filtro Bayer alguno, inaugura una nueva etapa en la que se obtendrá un mayor aprovechamiento de la calidad óptica incontestable de los objetivos Leica M asféricos, que siempre han precisado excelentes captores tanto analógicos - películas químicas- como digitales - sensores- para explotar al máximo sus capacidades.

Ya en la época analógica, entre la segunda mitad de los años veinte y la década de los noventa, los tests para saber hasta donde podía llegar la calidad de los objetivos Leica M se realizaban utilizando los mejores captores analógicos posibles,

Otto Geier, supervisor del departamento óptico de Leitz Canadá (a la derecha) examina bajo la atenta mirada del legendario diseñador óptico Walter Mandler (a la izquierda) un rollo de película de 35 mm Kodak Panatomic-X 25 ASA - caracterizado por su curva extremadamente larga y el gran mantenimiento de detalle en zonas high key y low key- expuesto con Leica M3 y Summicron-M 50 mm f/2 retráctil en la fábrica Leitz de Midlands, Ontario (Canadá) a mediados de los años cincuenta. Photo: Leica Camera AG

es decir, emulsiones químicas de blanco y negro de 35 mm y muy baja sensibilidad (entre ISO 20 e ISO 32), que eran con diferencia las que extraían el máximo potencial cualitativo de las ópticas, gracias a su grano superfino, gran poder de definición, excelente contraste y amplia gama tonal, sin olvidar la muy importante acutancia. Ni que decir tiene que se elegían los mejores reveladores disponibles para obtener óptimos resultados.

Este método, de gran fiabilidad, ha sido utilizado durante gran parte del siglo XX y lo que va del XXI por eximios diseñadores ópticos como Max Berek, Walter Mandler, Helmut Marx, Lothar Kölsch, Horst Schröder, Peter Karbe, Sigrun Kammans, Michael Heiden y otros hasta la actualidad, así como por expertos de talla mundial en el conocimiento de los objetivos Leica y su historia como James L. Lager, Erwin Putts, Marco Cavina, Geoffrey Crawley, Tom Abrahamsson, Brian Bower, Günter Osterloh, Paul-Henry Van Hasbroeck, Ivor Matanle, Gianni Rogliatti, Ed Schwartzreich, Lars Netopil, Dick Gilcreast, Dr. Bahman Bawendi, Kobayashi Hirofumi, Will Wright y otros.

Por mencionar sólo un ejemplo, hace tan sólo 4 años, a finales de Octubre y principios de Noviembre de 2008, uno de los primeros tests llevados a cabo en el mundo con el Elmar-M 24 mm f/3.4 ASPH fue realizado por Tom Abrahamsson con dicho objetivo conectado a una cámara analógica Bessa R4M y película de blanco y negro Fuji Acros 100 de 35 mm revelada con Beutler, verificando que este angular creado para la Leica M8, era también muy apropiado para uso con emulsión química monocroma de grano muy fino, y lograba una  impresionante calidad de imagen con película de blanco y negro, comparable a la producida por el Apo-Summicron-M 75 mm f/2 ASPH y el Summilux-M 50 mm f/1.4 ASPH con idéntica emulsión, llegando a la conclusión de que no existe película de blanco y negro ni sensor digital (siempre entendiendo que las emulsiones monocromas de menor sensibilidad en combinación con los reveladores adecuados son las que consiguen extraer más del enorme potencial cualitativo de los objetivos Leica M ASPH) capaz de resolver al 100% toda la calidad que estas ópticas pueden llegar a dar, lo cual aporta a Leica una más que notable confianza con respecto al futuro lanzamiento de nuevos productos de su Sistema M Telemétrico Digital 24 x 36 mm.

Aunque existían soberbias emulsiones en color como las Kodachrome 25 y 64, la Kodak Ektar 25, la Fuji Velvia, etc, la mejor elección posible a la hora de verificar la calidad real de los objetivos Leica M fueron siempre las películas químicas de blanco y negro de referencia con muy baja sensibilidad ( de las cuales las Kodak Technical Pan, Adox CMS 20, Kodak Agfapan APX-25, Rollei Ortho 25 y Rollei ATP 1.1 son ejemplos relativamente recientes y relevantes) con las cualidades anteriormente mencionadas, y así se ha venido haciendo durante casi 90 años consecutivos por parte de Leica en Wetzlar, Midland (Ontario, Canadá) y Solms, siendo en mi opinión aún hoy en día el método más fiable en esta faceta.


Tengo la firme convicción de que la Leica Monochrom, con su nuevo sensor de blanco y negro estado del arte en sinergia con las ópticas M y el muy avanzado software Silver Efex Pro 2 ( basado en las características del cuarto oscuro tradicional y capaz de emular 20 tipos distintos de famosas películas químicas de blanco y negro) conseguirá en gran medida imitar con un encomiable nivel de aproximación (ahora ya en pleno siglo XXI y en el marco del ámbito digital) las referenciales cualidades de imagen de las mejores películas químicas monocromas de 35 mm- a efectos prácticos captores analógicos - de muy baja sensibilidad entre ISO 20-ISO 32, así como las de otras emulsiones monocromas de mayor sensibilidad y estética de imagen única como las Kodak Tri-X 400 y la Ilford Pan F 50, etc, pero con el nivel cualitativo y las enormes posibilidades de ampliación sobre papel fotográfico de esas mismas películas en rollos de formato medio 120 (en este sentido, la gran calidad de los sensores digitales full frame son una importante ventaja, ya que permiten disparar a sensibilidades normales, intermedias y altas sin ruido, frente a las películas químicas que en mayor o menor medida dan grano al digitalizar los negativos con scanner de tambor, incluso las monocromas de isos más bajos) y conseguirá unas imágenes de blanco y negro (archivos DNG directos de B y N muy puro en el momento mismo de la captura) claramente superiores, sobre todo en nitidez, a los resultados obtenidos con las Leicas M9 y M9-P (que seguirán siendo una opción formidable para la fotografía en color -si bien las circunstancias de mercado probablemente exijan un nuevo sensor en la futura M10 que mejore la calidad de imagen entre ISO 2000 y 5000- ) al pasar a blanco y negro sus archivos originales en color.

La Leica Monochrom sacará un mucho mayor partido de los fotones (la calidad lumínica de los píxels será superior, ya que la cámara es capaz de generar un píxel de datos por cada píxel captado, con lo que cada uno de ellos mantiene los valores de luminancia reales), con unos archivos 14-bit DNG digitales sin comprimir de blanco y negro más propios de cámaras analógicas de formato medio de gama alta con ópticas high end, película de baja sensibilidad y digitalización de los negativos con scanner de tambor virtual en modo TIFF que de una cámara formato 24 x 36 mm (siempre entendiendo que existen en el mercado cámaras reflex para fotografía de gama profesional de Nikon - D3 y D4-  y Canon - EOS Mark III, IV, etc- así como telemétricas - Leica M9- que obtienen una soberbia calidad de imagen en color igualmente propia del formato medio, sobre todo en cuanto a poder de resolución y contraste - en algunos otros aspectos importantes, el formato medio analógico todavía se impone -, si bien en fotografía de blanco y negro la Leica M Monochrom se improndrá claramente).


Y aunque la Leica Monochrom posee al igual que la M9 y la M9-P un sensor de 18 megapixels, el diseño integral para fotografía de blanco y negro de dicho captor digital full frame así como la ausencia de todos los filtros anteriormente comentados, hará que en la práctica, las imágenes DNG monocromas sin comprimir producidas por la nueva herramienta fotográfica de Leica posean un nivel de detalle, microcontraste y acutancia probablemente similar al de los archivos RAW de cámaras profesionales digitales de formato medio de 40 megapixels, pero directos y muy puros, con muy alto nivel cualitativo gracias a las excelentes ópticas Leica M y al muy avanzado sensor -exclusivamente monocromo- y superior aspecto fílmico de película química de B y N (especialmente en copias de diferentes tamaños sobre papel fotográfico, donde se revelarán al máximo sus grandes capacidades y podrán apreciarse las diferencias todavía más ), con mayor portabilidad, facilidad de manejo y capacidad de tiro a pulso, sin olvidar el hecho de que el rango de sensibilidades anunciado entre aproximadamente 320 y 10.000 ISO permitirá ganar entre uno y dos pasos en comparación con la Leica M9.

En este sentido, a fin de verificar adecuadamente las capacidades de la Leica M Monochrom bajo condiciones reales de trabajo, el fotógrafo de la Agencia Magnum Jacob Aue Sobol realizó una misión especial para Leica: un viaje de un mes de duración a bordo del tren Transiberiano - con algunas paradas en Moscú, Ulan Bator y Beijing - haciendo todas las fotos posibles con una Leica Monochrom y el nuevo objetivo Summicron-M 50 mm f/2 ASPH.

Y tras esta tarea, a lo largo de la cual hizo aproximadamente 30.000 fotografías, la mayoría de ellas a ISO 6400, se llegó a varias conclusiones importantes:

- La calidad de imagen lograda por la cámara a ISOS altos y muy altos es asombrosa, hasta tal punto que ISO 6400 en la Leica M Monochrom equivale aproximadamente a ISO 400 con la M9 y M9-P, y no existe ruido alguno entre ISO 2500 e ISO 6400.

- Fotografiar en blanco y negro con la Leica M Monochrom es una experiencia en gran medida fílmica, que se convierte en un deleite para aquellos profesionales y aficionados avanzados que siempre han tenido propensión por la fotografía química de blanco y negro como medio expresivo y creativo.

- Jacob Aue Sobol, un reconocido fotógrafo de blanco y negro que ha utilizado siempre cámaras analógicas (Contax G2, Contax T3 y Ricoh GRS1 - un buen fotógrafo puede realizar excelentes imágenes con cualquier cámara -) y películas químicas de media y alta sensibilidad como la Kodak Tri-X 400, expuestas con frecuencia bajo condiciones de baja luminosidad, utilizando a continuación reveladores potenciadores de altos isos para obtener elevados contrastes, con una muy buena técnica final de impresión, logrando una intimidad muy especial mediante la adecuada elección de sujeto y composición, pudo constatar que hacer fotografías de blanco y negro con la Leica Monochrom 24 x 36 mm digital es una experiencia en gran medida fílmica, con enormes posibilidades y versatilidad, además de que la cámara es una soberbia herramienta fotográfica capaz de enfrentarse a cualquier trabajo fotográfico, produciendo soberbias imágenes de blanco y negro, gracias a su asombrosa eficacia a ISOS altos y a la tradicional optimización de las cámaras Leicas telemétricas formato 35 mm para los disparos a pulso.

- La Leica M Monochrom no es un producto fetichista en absoluto, sino una auténtica herramienta fotográfica con la que trabajar y capaz de obtener fotografías en blanco y negro con un nivel de calidad de imagen, nitidez, contraste y rango dinámico claramente superiores a los buenos resultados que pueden conseguirse con las mejores cámaras profesionales dslr y telemétricas convirtiendo sus archivos originales RAW color a blanco y negro.


En otro orden de cosas, esta brillante y original iniciativa emprendida con la Leica Monochrom verifica rotundamente no sólo la plena viabilidad del concepto Leica M digital formato 35 mm, sino también lo que puede ser absolutamente fundamental de cara al futuro: la progresiva escalabilidad cualitativa del sistema de cámaras telemétricas formato 24 x 36 mm de la empresa fotográfica alemana y sus sucesivos captores digitales, sustentada en la enorme confianza que aporta la impresionante calidad óptica y mecánica de los objetivos Leica M, en especial los asféricos de última generación, mayormente diseñados por Peter Karbe y en cuya construcción mecánica ha tenido un papel destacado Andre de Winter durante los últimos años, de tal manera que la sinergia entre las ópticas Leica M y los sensores cada vez mejores que puedan ir apareciendo a medio y largo plazo, seguirá siendo espléndida.

Por si todo ello fuera poco, al igual que ocurría cuando utilizaban cámaras analógicas telemétricas y las más destacadas películas de blanco y negro que siempre exigían una exposición muy precisa para conseguir los mejores resultados, los fotógrafos profesionales y aficionados avanzados tendrán con la Leica M Monochrom un nuevo display que muestra un histograma con datos RAW, lo cual permitirá un control muy preciso de los valores tonales para conseguir una exposición óptima. Ello constituye una importante mejora con respecto a los histogramas convencionales fabricados hasta ahora, con frecuencia muy influenciados por la compresión JPEG. 

Además, la Leica Monochrom incorpora una pantalla trasera LCD TFT de 2.5 pulgadas y 230.000 pixels, con vidrio especial de zafiro antirrayado.

De modo simultáneo, Leica ha anunciado que ofrecerá a los usuarios de Leica Monochrom un exclusivo servicio de realización de copias fotográficas de muy alta calidad sobre papel baritado a través del afamado laboratorio alemán WhiteWall, creado en Berlín en 2003 por Stefanie Harig y Mark Ullrich -dos entusiastas de la fotografía clásica química de blanco y negro, cuyo sueño fue siempre conseguir hacer copias monocromas sobre papel realizadas a partir de archivos digitales y que emularan al máximo posible a los tradicionales positivos hechos con ampliadora analógica a partir de negativos de blanco y negro sobre papel baritado como referentes cualitativos-, con el apoyo entusiasta de Hubert Burda, historiador del arte, coleccionista de relieve internacional, CEO del grupo editorial Hubert Burda Media y gran apasionado de la fotografía química de blanco y negro del siglo XX, que posee abundantes copias vintage monocromas de imágenes captadas por fotógrafos famosos del siglo XX  y que es actualmente uno de los accionistas principales de Whitewall.

Ello es otro indicio más, enormemente relevante, de la gran seguiridad que tiene la legendaria empresa fotográfica germana en su nueva Leica M Monochrom como generadora -desde el mismo momento del acto fotográfico- de imágenes digitales de blanco y negro muy puro y de cualidades insólitamente similares a las de las mejores películas químicas monocromas de 35 mm y formato medio, ya que el mencionado laboratorio trabaja con papel fotográfico de blanco y negro baritado Ilford Galerie FB Digital (denominado Harman Galerie FB Digital desde el 30 de Julio de 2008),


con unas pautas de producción artesanal de los positivos muy similares a las del ámbito Fine Art de blanco y negro químico - que continúa siendo el referente cualitativo mundial, en especial con cámaras analógicas de gran formato 8 x 10 " (20 x 25 cm)- , con diferentes fases que utilizan procesos propios del revelado manual artesanal clásico de las emulsiones de blanco y negro con químicos húmedos, exposición clásica sobre auténtico papel fotográfico monocromo con haluro de plata - lo cual garantiza una máxima nitidez, riqueza de detalle, contraste y rango tonal, además de aportar muchas décadas de durabilidad - y la obtención final de ampliaciones con la soberbia estética de imagen  y propiedades archivísticas de los positivos tradicionales logrados en cuarto oscuro con películas químicas, pero con la comodidad y muy superiores posibilidades de manejo que aportan los archivos digitales, de tal manera que al ver una ampliación fotográfica hecha con impresora láser high end sobre dicho papel de gran calidad a partir de un archivo digital DNG muy puro monocromo directo en captura realizado con la Leica Monochrom, un experto puede expresar con convicción que la imagen fue hecha exponiendo película química de blanco y negro de alta calidad, formato medio y muy baja sensibilidad.

Esto entronca también con la más pura filosofía Leica (en gran medida encarnada por Theo Kisselbach con sus técnicas de cuarto oscuro y la Leica Schule revivida por él desde finales de los años cuarenta),

Henri Cartier-Bresson: Jawaharlal Nehru anuncia la muerte de Gandhi, que acaba de producirse, a la multitud reunida alrededor de su casa. Delhi (India). 30 de Enero de 1948. Magnum´s First Exhibition en la Westlicht-Schauplatz für Fotografie de Viena (Austria). 2008. Photo: José Manuel Serrano Esparza.

que durante toda su historia, tanto en la etapa química como ahora en la digital, ha considerado que la esencia de la fotografía y la verdadera piedra de toque para cotejar de manera incuestionable la calidad de un sistema fotográfico, se halla en las copias a distintos tamaños sobre genuino papel fotográfico, muy por encima de lo que se aprecie en la pantalla de un ordenador o ampliando al máximo con excelentes programas de tratamiento de imagen como Adobe Photoshop.

En este sentido, Leica lo tiene muy claro: tanto en el ámbito químico como en el digital, la fotografía de blanco y negro fue, es y será el referente cualitativo, tal y como demuestra con esta apuesta no exenta de ciertos riesgos dadas las circunstancias de mercado, pero que en mi opinión y pese a su elevado precio, puede funcionar muy bien a nivel de ventas, y sobre todo de resultados y grandes satisfacciones que pueda reportar a quienes tengan oportunidad de hacer blanco y negro con ella en géneros como el fotoperiodismo, el streeter, la fotografía de viajes, etc, con la gran ventaja de que la impresionante calidad óptica pura y dura de los objetivos Leica M ASPH no corregidos por firmware en combinación con el sensor estado del arte exclusivamente B y N de la Leica Monochrom permite conseguir soberbios archivos DNG muy puros y sin apenas manipulación, que permiten un margen de maniobra en postprocessing mucho mayor que con objetivos corregidos por firmware (y que producen archivos RAW con fuerte processing en cámara en el momento del acto fotográfico), especialmente en lo tocante a enfocar más (120% de enfoque e incluso más, sin problemas), potenciación de la nitidez, realzado del intervalo tonal mediante leves ajustes de exposición, etc.

La Leica M Monochrom establece un standard de calidad completamente nuevo en el ámbito de la imagen electrónica en Blanco y Negro, con una encomiable emulación digital de la estéticas de imagen fílmica y realismo de las mejores emulsiones químicas monocromas de formato medio y muy baja sensibilidad, y la posibilidad añadida de optar (entre las 20 películas de blanco y negro disponibles mediante el uso del muy avanzado software Silver Efex Pro 2) de otras famosas emulsiones químicas de blanco y negro de ISOS más altos, carácter único y bello grano visible en mayor o menor medida, como la Kodak Tri-X 400, Fuji Neopan 400, Kodak T-Max 400, Ilford Delta 3200, etc.

Es un regreso al futuro, con muy sólidos fundamentos en el pasado, y firmemente enraizado en una experiencia de casi 100 años como empresa fotográfica en la que además de las cámaras y objetivos de la firma alemana, fueron las sucesivas gamas de ampliadoras de 35 mm Leitz Focomat


las que marcaron el camino a seguir a la hora de conseguir los mejores resultados posibles a partir de películas 24 x 36 mm de blanco y negro y los subsiguientes positivos como objetivo prioritario, con unos criterios artesanales de trabajo en cuarto oscuro químico que WhiteWall logra emular en grandísima medida en cuarto oscuro digital, con grandes impresoras digitales láser de referencia

 Durst Lambda

y Océ Lightjet, que consiguen una perfecta simbiosis entre la tradicional fotografía química de blanco y negro y la digital, usando papel baritado Harman Galerie FB Digital.

Este salto cuántico que Leica acaba de dar en lo tocante al nivel cualitativo y de estética de imagen del blanco y negro digital - que va mucho más allá de la eliminación de filtros y que sigue en gran medida la estela de las características de imagen de las mejores emulsiones químicas monocromas de 35 mm y formato medio- , abre una nueva etapa en la Historia de la Fotografía de Blanco y Negro y probablemente marca de modo diáfano el futuro de la fotografía monocroma digital que tratará de emular al máximo posible a la basada en haluros de plata.

Photo: José Manuel Serrano Esparza

Dr. Andreas Kaufmann, CEO of Leica Camera AG y motor impulsor desde 2006 de la legendaria empresa fotográfica alemana junto con el formidable equipo de diseñadores ópticos, ingenieros mecánicos y trabajadores que han sido capaces no sólo de garantizar la supervivencia de la firma con sede en Solms en el ámbito digital, sino la plena consolidación y éxito de Leica como uno de los más importantes líderes mundiales de dicho sector en el lanzamiento de productos digitales convertidos en referencia desde el mismo momento de su presentación, tanto desde el punto de vista de su calidad óptica y mecánica como de futuro prometedor, hasta tal punto que tras la llegada de la Leica M9 telemétrica digital de 35 mm y la Leica S2 de formato medio, han conseguido a base de gran esfuerzo hacer realidad un sueño: la creación de la Leica Monochrom, una cámara telemétrica digital formato 35 mm exclusivamente concebida para fotografía de blanco y negro y que produce unos archivos digitales monocromos DNG sin comprimir directos y muy puros en el momento mismo del acto fotográfico, con un nivel de excelencia en la calidad global de imagen blanco y negro, nitidez, contraste y estética de imagen asombrosamente similar al obtenido utilizando cámaras de formato medio analógicas como la Mamiya 7 o la Fuji 6 x 9 Texan rangefinder exponiendo las mejores películas químicas monocromas de ISO 25 y digitalizando después los negativos con scanners profesionales de tambor virtual generando enormes archivos TIFF sin comprimir, con la opción añadida de poder seleccionar a través del muy avanzado software Silver Efex Pro 2 (con herramientas inspiradas en el cuarto oscuro tradicional y con notable capacidad de emulación digital de emulsiones fotoquímicas monocromas) hasta un total de 20 tipos distintos de famosas películas de blanco y negro de 35 mm de diferentes sensibilidades, algunas de ellas con cualidades muy especiales en cuanto a especial belleza estética, grano ligeramente visible y atractivo, gran acutancia, muy fidedigna captación de texturas, etc.

Andreas Kaufmann es también desde hace muchos años un gran apasionado de la fotografía clásica de blanco y negro, así como propietario de la Leica Galerie de Salzburgo (Austria), habiendo luchado en todo momento por potenciar las Leica Galeries existentes por todo el mundo.

Su brillante y original idea de lanzar al mercado la Leica Monochrom, primera cámara fotográfica exclusivamente fabricada para realizar fotografía en blanco y negro, constituye un hito sin precedentes en la Historia de la Fotografía Mundial.


Copyright Texto y Fotos Indicadas: José Manuel Serrano Esparza. LHSA

ANÁLISIS DE LAS CURVAS MTF DEL APO-SUMMICRON-M 50 MM F/2 ASPH